La manera en la que arranca Gran Turismo 7 es una auténtica declaración de intenciones. No digo nada sorprendente: a día de hoy, con Assetto Corsa Competizione, Automobilista o Project Cars 2 (incluso iRacing, si quieres ir por ahí; no me meto) ofreciendo diferentes accesos al mundo de los simuladores de conducción, cada uno con sus pros y sus contras, los grandes popes del sim racing consolero necesitan no solo convencer por sus mecanismos internos sino también contar algo, transmitir sensaciones, generar narrativas y ambientes. Forza Motorsport decidió orbitar alrededor del concepto de car porn, una idea que in-game se tradujo en unos vehículos representados de manera exuberante, casi lasciva, y en una sensualidad que lamentablemente acabó fijándose más de la cuenta en las tragaperras para articular su propuesta; todo eso parece encajar mejor en Horizon, más desenfadado. Como fuere, Forza 7 empezaba con una emocionante introducción sobre la épica del conductor y su historia, de su primer coche o su primera carrera, perfecta para lo que el sector más cerril de la simmanía te dirá que no es más que, en el mejor de los casos, un simulador de andar por casa.
Gran Turismo es otro simulador de andar por casa, te dirán, pero su peso dentro del universo PlayStation es tal que seguramente sea más importante para la naturaleza sonyer Kazunori Yamauchi que Nathan Drake. Gran Turismo lleva 25 años estando en la vanguardia del simcade desde sus inicios en la primera PlayStation; ese cuarto de siglo, que se dice pronto, seguramente haya motivado el tono nostálgico que recorre la toma de contacto con esta séptima entrega. Nada más abrirlo, el juego nos propone echar una carrera en el modo Rally Musical, en el que hay que ir superando checkpoints para sumar segundos, a lo OutRun, al ritmo de la música; es un modo mucho más relajado que las carreras y competiciones normales, en el que disfrutar de la música y los paisajes es más importante que arañar décimas de segundo en cada curva. Si no te paras mucho a mirar la selección musical, posiblemente tu primera carrera sea la del State of Play, con el 356 Speedster y Louis Clark (en el que se inspiró Luis Cobos para sus experimentos con la zarzuela, curiosamente en ambos casos con la Royal Philharmonic Orchestra) de fondo. Es una carrera fabulosa, pausada, lenta, en la que se nota el peso de los coches, y también irrepetiblemente camp; cuando empezó a sonar Romeo y Julieta de Chaikovski me partí de la risa, una risa de auténtica alegría, sincera y limpia: me lo estaba pasando realmente bien.
Una vez completada esa primera carrera, ese calentamiento musical, empieza la intro. La intro de Gran Turismo 7 es increíble; es larguísima y no te la puedes saltar. La primera mitad es un repaso melancólico, casi romántico, a la historia del automóvil, siempre cruzada con la historia y la cultura del mundo en el que surgieron. Salen los primeros coches, las personas que los usan en convivencia con otros medios de transporte como el caballo, el cambio de siglo, del XIX al XX, me refiero; salen los Beatles (baby, you can drive my car…) y Elvis Presley (there’s no room to rhumba in a sports car!); la segunda mitad de la introducción, cuando el repaso por la historia del último siglo y pico ya ha llegado a la actualidad y ya se ha dejado paso a los coches de carreras, Lewis Hamilton aparece acreditado como The Maestro: tampoco hay que olvidarse de GT Sport, claro.
Estos primeros minutos establecen el tono de un juego que trata la cultura del motor de manera exageradamente reverencial, con una pasión en la que el piloto tiene un papel casi secundario, como si el coche existiera por encima de quien lo pilota y no existiera una relación de interdependencia. Ha pasado una década desde Gran Turismo 6; son diez de los veinticinco años que lleva en activo la serie, un cuarenta por ciento de su vida, y si algo demostró GT Sport es que el juego de Polyphony Digital es algo más que los coches, las carreras, la simulación: es una forma integral e integrada de entender el videojuego de carreras.
Gran Turismo 7, el juego, es lo que cabría esperar de una entrega numerada de la serie: un ecosistema de desafíos de conducción, desde carreras y campeonatos hasta las pruebas de los carnets de conducir, diseñado alrededor de un mundo-menú esta vez mejor afinado que nunca, lleno de personajes que ponen cara a lo que en el fondo no son más que un menú de misiones, un menú de mejoras, un menú de tienda, etcétera. Personalmente, nada me deja tan clara la aproximación holística al diseño de Gran Turismo que Polyphony lleva ensayando veinticinco años como los menús, barrocamente llenos de personalidad y por los que te mueves con la agilidad y eficiencia de un PDA. Dispuestos a lo largo de un mapa, los iconos del menú te llevan del Café, el centro neurálgico de la campaña para un jugador, donde las misiones no se te encomiendan en urgentes consejos de emergencia sino que se ponen a tu disposición a través de un irresistible barista barra connoisseur del cocheverso, Luca, que te encomienda diferentes tareas que te van guiando por el resto del mapa a medida que desbloqueas nuevas paradas: la tienda de piezas, la de coches de segunda mano, el concesionario de primera mano, los modos online.
Es un Gran Turismo, en fin, que seguramente en el año 2030 pueda ser el telón de fondo de artículos retrospectivos en los que se cuelen también ideas sobre muchas más cosas que los coches y las carreras, porque en 2022 es el tipo de juego que tiene un peso y una presencia especiales. Pocos juegos, de coches o de lo que sea, tienen un aura así, aunque con el mando en la mano sea, en el fondo, un juego más o menos de nicho. El sistema de progresión está diseñado para ser suave y progresivo, y realmente creo que puede llegar a compensar con su enorme entusiasmo por el tema (los coches y su historia, sus características y el porqué de sus diseños, esta vez explicado en alguna ocasión incluso por sus propios responsables) la relativa falta de interés de quien lo juega, pero a la hora de la verdad es, por fortuna, lo que es: un simulador de carreras en el que conocer los circuitos y saber moverte por ellos con un coche específico es lo principal, y repetir y repetir hasta superar las pruebas que se te van proponiendo o las que te autoimpones, escalando en las clasificaciones, participando en las pruebas comunitarias o simplemente mejorando tus tiempos por gusto.
Es un juego grande, y en el que se progresa a un ritmo más o menos pausado y que te permite acostumbrarte a tus coches, conocerlos, ir trabajando en ellos; en parte por la suavidad con la que vas ganando acceso a nuevas piezas y a vehículos más potentes y en parte por la gran capacidad que tiene Gran Turismo para transmitir la personalidad de cada coche, dándoles espacio y recreándose en ellos de una manera que parece territorio reservado a Yamauchi. Si la simulación de Gran Turismo no es la mejor, cosa que no dudo, desde luego sí hace un trabajo excepcional llenando de matices y peso los momentos en los que el coche y el trazado conversan entre sí, en solitario o en grupo. Aun teniendo coches mejores, apetece de vez en cuando volver a los modelos más humildes que vas consiguiendo a medida que completas misiones, con los que una misma carrera o un mismo trazado tienen como resultado experiencias muy distintas. Así te lo enseñan, con deliciosa inocencia, las pruebas de los carnets de conducir, un clásico de la serie que aquí se presenta con especial buen gusto.
La selección de coches es variada, y aunque los más potentes y fuera del alcance de la gran mayoría siguen teniendo una presencia y una importancia especiales, hay otros muchos parecidos a los que puedes ver por la calle o conducir en tu día a día, además de las extravagancias puntuales; los días del Gran Turismo con mil y pico coches han quedado atrás, me temo, y aunque los cuatrocientos y algo de esta séptima entrega no son pocos (ni resultan escasos; no es difícil notar ausencias si buscas modelos concretos, pero se nota el tipo de variedad habitual en un Gran Turismo) no queda otra que conformarse con la esperanza de que la lista crezca poco a poco, y que crezca por los sitios que quiere uno, que no siempre es el caso. No, no hay daños, otra maldición de la serie, y sigue pareciendo que pone uno más de su parte para no intercambiar pintura, como se dice en los juegos de la competencia, que el resto de competidores. A falta de Sophy, la inteligencia artificial de los coches contra los que compites en las carreras para un jugador es más bien justita, una lástima teniendo en cuenta lo bien engrasadas que están todas las demás piezas.
Lo mismo pasa con los circuitos, casi cien a lo largo de treinta y pico localizaciones, de nuevo ampliable mediante actualizaciones, como pasa con los coches. Están todos los que tienen que estar, desde grandes clásicos del mundo real hasta grandes clásicos de Gran Turismo, y la manera en que están representados esta vez es realmente formidable. La simulación climatológica es esta vez uno de los orgullos de Polyphony, y no es para menos: como pasa con la simulación de la conducción, en este contexto importa menos la fidelidad como la credibilidad, y en Gran Turismo 7 la lluvia y los charcos cambian las cosas de manera considerable, obligando a todos los coches a repensar su estrategia para no salirse de la pista y para no estamparse entre sí; los cielos nublados dan como resultado carreras apagadas, mientras que el sol da vida a los circuitos. Afecta al tono de las carreras de una manera que va más allá de la precisión con la que se simula el efecto de los materiales contra las superficies; el equipo de Yamauchi parte de un rigor seguramente parecido al que buscan otros simuladores menos domésticos, pero toma un ligero desvío a última hora para centrar sus esfuerzos más en conseguir sensaciones y experiencias (que pueden ser competir con un Corolla por las calles de Tokio o conducir un rover por la Luna: el rango que ha trabajado históricamente Gran Turismo es amplio) que en ser indistinguible de la realidad. Más que un hito estrictamente de la simulación, es algo que se reparte el peso con los gráficos, que llegan hasta donde llegan (el propio juego recomienda el uso del modo gráfico que prioriza el rendimiento, eliminando de la ecuación un ray tracing que sí se activa en el Café o en el modo foto) pero que desde luego tienen un don para crear ambientes, para que la combinatoria de circuitos, coches y clima den lugar a carreras espectaculares y elegantes, en los que la forma es tan importante como el fondo.
En ese sentido, y de manera muy paradigmática, Gran Turismo 7 es lo que no fue (sobre todo al principio) Gran Turismo Sport, un juego que se deshizo de toda la parafernalia para ir al grano de una manera muy poco afín a la historia de la serie. Aunque de momento no ha habido muchas oportunidades para probar el juego online, sí queda claro que esta séptima entrega no se olvida de Sport: no solo por los frecuentes cameos de figuras conocidas del circuito competitivo del juego, sino porque básicamente se integra aquí como versión más estricta de los modos multijugador, que también incluyen la posibilidad de competir en salas más informales o jugar a pantalla partida. Las estadísticas e incluso las personalizaciones que tuvieras en Sport se pasan a Gran Turismo 7 automáticamente, quizá la muestra definitiva de que en este caso el todo es más que la suma de sus partes.
Hay algo en Gran Turismo que por momentos recuerda más a Super Smash Bros. o Metal Gear Solid que a otros simuladores de conducción; ese algo es precisamente lo que define su aproximación a la simulación y a la cultura del motor, y es lo que hace que todavía haya gente que reverencie Gran Turismo 4 mientras que GT Sport es un juego que ha vendido muchísimo pero que no ha conseguido salir de su nicho. Es ese algo lo que hace que Gran Turismo 7 brille como lo hace, contagiando su entusiasmo por el mundo del automóvil como pocos saben hacerlo. Qué duda cabe de que habrá cosas que podrían estar ya aquí pero que acabarán llegando con actualizaciones (el modo B-Spec puede ser un buen complemento para poner a prueba Sophy; solo lo dejo caer), y alguna que otra vulgaridad signo de los tiempos (se pueden comprar créditos en la Store y hay unas ruletas en las que te pueden tocar coches, piezas o dinero, pero la verdad es que no es algo que tenga mucha presencia), pero en cuanto juegas un par de horas queda claro que Gran Turismo 7 es justo el tipo de juego que quieres que sea: lujoso, exuberante, con personalidad, completo, un oasis en el que dedicar decenas de horas a conducir, a probar personalizaciones, a hacer fotos de tus coches en Londres, Los Ángeles o Ávila, a ponerlos a punto, a arañar décimas en las pruebas del centro de licencias; yo hasta me hice el 208 de mi autoescuela con las herramientas de personalización, muestra de que hay espacio para la mamarrachada en un juego como este, que parece tan serio y ceremonioso. Si no te interesan los juegos de coches, Gran Turismo 7 probablemente no te quite el sueño; si te interesan un poco, y qué decir ya si te apasionan, es un sueño hecho realidad.
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Menudo mes llevamos. 2022 el año bueno.
Yo creo que las especialidades, como simuladores, deberían tener un estilo de análisis completamente diferente. Decir en el análisis de un simulador «no sé si será simulador o no»… reducirlo todo a las meras sensaciones como si de un arcade se tratase…
Osea, el mejor para analizar un juego así, debería ser un experto en la materia, que te supiese decir si el abs está bien implementado o si el grip de X coche es real
Es cierto que Gran Turismo, más que un juego de motorsport, es un juego para pasear coches de tranquis y quizás sea la excepción que confirma la regla. También es cierto que una reseña puede ser realizada desde muchos puntos de vista, como el casual. Pero… bueno, supongo que es la típica cosa complicada de gestionar, no vais a tener contratado a un especialista del motor para que haga un análisis al año. Simplemente me da pena que el 100% de lo análisis de metacritic cuenten con un total de 0 unidades de expertos y que la opinión popular en el mundillo sobre este género sea tan caótica y poco informada.
El comentario ha quedado super borde, perdón por las confianzas, era más un desahogo de persona de internet que una queja. Escribís muy bien y todo eso. Besos.
Por cierto, he consumido muchas horas de este tipo de gente (simracers y pilotos) y la conclusión es que… sin ser perfecto ni mejor que Assetto, rF o iRacing, Gran Turismo es un simulador muy decente por encima de la media. No necesitáis usar tantos términos aseguradores, tranquilos que los hardcoretas no se enfadan si lo llamáis simulador.
@liquidoocelote
¡Anda que no! Si te acabas de enfadar tú mismo 🙁
ojalá ser hardcoreta y no hacer un trompo cada dos vueltas
@liquidoocelote
Eso es lo guapo de Gran Turismo, a mi parecer, y lo que hace que sea una eminencia en lo suyo aun no siendo «el mejor»: puedes gozarlo como un gorrino incluso cagándola constantemente (en el online no, claro).
@chiconuclear
Sisi, por eso lo decía antes, quizás no es el juego más indicado para reclamar especialistas en la materia. De hecho me parecen hasta injustas las críticas/comparaciones sobre su aspecto simulador porque el juego tampoco se centra en eso a pesar de que lo resuelva bien. No lo he jugado, hablo con las sensaciones de los últimos. Tengo unas ganas de que me llegue terribles.
@liquidoocelote
Ni creo que un purista de la simulación vaya a buscarla a Grand Turismo ni creo que las opiniones las vaya a buscar en medios así, no especializados. Al final estas webs son para amantes de los videojuegos en general, está en tí buscar algo más específico si es lo que buscas.
(Edit: Que consejos vendo que para mí no tengo, también te digo. Que yo me cogí un cabreo como un mono por un análisis del Flight Simulator, creo que era en 3d Juegos).
@gordobellavista
te sorprenderías eeh, el GT Sport no está del todo mal si no tienes dinero para iRacing y teniendo en cuenta que AC Competizione en algunas plataformas va regular. Pero sí, tienes razón, al final no es como que un análisis vaya a tener relevancia absoluta o algo así, solo que siempre me sorprendió que ningún medio hiciese eso.
De todas formas, es eso, un chascarrillo. Evidentemente cada uno hace el análisis con sus ojos. Es interesante qué tipo de análisis puede hacer una persona dependiendo de su contexto como jugador, solo que de la parte del «experto» se suele dar muy poco. Y lo podría haber escrito en cualquier sitio, pero es el único medio de videojuegos que leo, así que ha tocado aquí jajajaj
Y como dice Marta, no es cabreo hombre, solo que me da coraje xD
@liquidoocelote
Perdona el ACOSO BRUTAL pero es que es un tema que me interesa mucho. Este lo he jugado con volante y todo, y estoy también jugando al Assetto Corsa Competizione, y evidentemente estoy sintiendo un síndrome del impostor tan bestia que me está jodiendo el alma. A lo que voy es a que esto se ha escrito teniendo muy presente que habrá mucha gente a la que mi posición de no experto le resultará incómoda, y de hecho tu mensaje ha sido muy amable (por eso me he permitido tocarte las narices un poco). Todo esto lo veo como entrenamiento, y sí es cierto que la presencia de “expertos” es más bien escasa… también porque los expertos a menudo no saben comunicarse con el gran público al que en el fondo va Gran Turismo.
@chiconuclear @liquidoocelote
Perdonad el acoso, pero es un tema interesante.
Yo he pensado muchas veces que los medios grandes podrían subcontratar los análisis de los juegos así muy específicos a webs o comunidades dedicadas a ellos. Pero imaginemos que sale un juego de estratégia, por ejemplo, y le encargas la review a un flipao de estos de los wargames de hexágonos. El tema no es solo lo que dice Victor, que igual su capacidad de comunicación no es la mejor o que su estilo no coincide con el de tu medio, el tema es, ¿es su perspectiva la que estás buscando? Como jugador «generalista», ¿no te vendría mejor la óptica de otro jugador generalista, que la de alguien muy metido en el género?
Creo que me explico.
@gordobellavista
También pienso un poco así, aunque como persona que a la que le gusta un poco algo se mete en las webs y foros más hardcore a husmear (para nada en realidad, por intentar entender mejor el asunto, imagino) sí que me gustaría que pudiéramos ofrecer artículos muy especializados; muchas veces da pena hacerlo porque luego no se les presta la misma atención. Es un tema interesante como bien dices.
@chiconuclear @gordobellavista
A ver, es un tema, las cosas como son y probablemente la solución sea seguir haciendo lo mismo por lo que explicáis. Al análisis en sí no se le puede poner un pero debido a eso mismo. Pero es eso, al final leo a mucha gente repetir cosas como lo que te he dicho de llamar simulador a GT entre mil términos aseguradores, simplemente por una opinión general creada por no expertos. Al igual que nuestros abuelos se informan de los streamers por la TV. GT es un caso aparte, pero bueno, es algo que pasa con cualquier simulador o intento del estilo. Yo cada vez que leo a alguien decir que Project Cars es un gran simulador, me hierve la sangre y cosas como esta son muy comunes. Todos sabemos lo que es Gran Turismo, pero cuando salió Project Cars nadie sabía lo que era y muchos cayeron en lo que se dijo desde los medios (nada de conspiraciones eeeh, ocurrió simplemente por lo dicho).
Separar casual de hardcore al final es simplificar, porque por mucho que después de años los más metidillos nos hayamos ido dado cuenta, ciertos memes injustos están ahí en el imaginario colectivo y siempre va a haber gente nueva que quiera saber de verdad cual es el bueno bueno. Además que, por muy casual que seas, yo que sé, el juego es lo que es, no es un Mario Kart y nadie se va a asustar por entrar a un análisis de GT y leer la palabra sobreviraje, piano o aire sucio, cosas que cualquiera con carnet o que haya visto un Gran Premio entiende o como mínimo sabe por donde van los tiros. No es que haya que ponerse a analizar si el MGU-K emite los gases correctos. Al final nadie ha pilotado un McLaren F1 para comparar los sonidos y las sensaciones, pero cosas como que el coche tenga sentido y no se vaya de atrás en 7ª marcha, no son cosas para cuatro colgaos. Yo si me meto a un juego competitivo de cualquier tipo, me interesa tener la opinión de un experto para saber si el meta es entretenido o voy a gastar horas y horas para nada aun sin saber mucho del tema.
He leído ya varios análisis y nadie habla de algo tan clave como el sistema de penalizaciones, gran lacra de GT Sport que influye directamente en el hecho de que se estampen contra ti en el online en cada carrera. Y absolutamente NINGÚN medio habla de eso. Muchos gamers fliparían si se enterasen de como funciona el matchmaking de iRacing o ACC y de la importancia que tiene eso en un competitivo online. No es que la opinión sea esta o aquella, es que son cosas que ni existen en el debate generalista. Si absolutamente todos los medios destacasen el sistema de penalizaciones como el factor clave que es, Pablito03 no se estamparía conmigo en la primera curva de Mónaco cada vez que juego al F1 online.
Todo esto por desarrollar un poco. Me he desviado del tema del GT, pero es que realmente este debate es aplicable a muchos videojuegos y era más interesante así
@liquidoocelote
Yo estuve unos años dándole fuerte al rFactor y, en aquella época, lo que hubiera dicho la prensa del videojuego ni lo hubiese mirado, la verdad. Me fiaba solo de los demás picaos del género. Por eso te digo, que estos análisis no son para esa gente, son para el público general, y por eso me parecen válidos.
La palabra «simulador» suele llevar un halo de elitismo y de reverencia para mí injustificado. Y es un concepto que no está tanto relacionado, como cree la gente, con la dificultad en el control (Un poco sí, un simulador con pad me parece impensable), si no más bien con lo estricto que seas en imitar la realidad. Como dices, es más importante el sistema de penalizaciones, las duraciones de las carreras o el sistema de daño, que cúanto subvira un coche más que otro.
Cuando yo me sumergí en el mundo simracing, lo que de verdad me apareció hardcore de cojones no fue tanto controlar un coche (que sí, que podía ser un infierno dependiendo del mod), si no el hecho de que tocar un muro te dejase fuera de una carrera, que igual igual duraba una hora y para la que llevabas una semana entrenando.
¿Entonces es Grand Turismo un simulador? Pues no mucho. Aunque puede serlo bastante según cómo organices un campeonato, supongo. Pero para el publico general, si se le dice que este es más simulación que un Horizon o un Dirt, pues por un lado es verdad y, por otro, se le está orientando correctamente.
@gordobellavista
Estoy deacuerdo contigo. El límite a la hora de llamarlo simulador para mi, es si Lando Norris o Verstappen (por ejemplo) son de los mejores, como es el caso de iR, F1 o GT. Me parece que ahí se le puede llamar simulador sin ningún miedo. Que puede serlo más o menos que otro como dices, pero cumple unos mínimos para decirlo sin reparo. En Mario Kart por poner un ejemplo muy evidente, estos no tendrían nada que hacer contra un jugador de esports. Que el sonido suene regular o que la culata posterior tenga más grados no es un factor tan determinante.
PES o Football Manager me parecen grandes ejemplos de lo que NO es un simulador, ya que Pep Guardiola no tendría nada que hacer contra mi. Sin embargo a estos juegos no hay reparos en llamarlos simuladores porque la opinión es esa. Y con Forza Motorsport no existe lo de «es simulador, pero no tanto». Supongo que es una frikada mía de matices
@liquidoocelote
Sin tener ni idea de coches o simuladores, por las opiniones que he escuchado desde el primero, siempre me ha dado la impresión que la saga Gran Turismo siempre ha sido un «simulador» para el gran público de consola: un simulador para jugadores de consola a los que les mola el tema de los coches pero que quizás no están metidos rollo hardcore en el tema de coches o simuladores. O para los superfans de los coches que no están metidos en el tema de los videojuego.
Un poco más accesible/entendible que los otros simuladores para la plebe (recuerdo que en sus inicios se mencionaba que era un poco más «arcade» que los simuladores de entonces, e incluso había puristas de los simuladores que se enfadaban cuando alguien lo llamaba simulador) y con el rollo de coleccionismo loco rollo Pokemon pero en este caso con coches, por lo que gusta especialmente a los fetichistas de los coches como Yamauchi.
Por lo que he leído por ahí este GT sigue siendo para ese mismo público, de hecho parece que tiene una curva de dificultad y aprendizaje más amable que en otras ocasiones para que sea menos áspero para el no entendido. También parece indicado para los jugadores de anteriores Gran Turismo, ya que tiene muchas cosas que vuelven y la gente echaba de menos.
Suelo preferir que las reseñas las haga el tipo de jugador al que va dirigido, o que al menos entienda (y no odie) ese tipo de juego para ver si el juego funciona con ese tipo de jugador y por tanto el juego consigue lo que intenta. Alguien que sea representativo de la gran mayoría de los jugadores que se enfrentarán al juego, o que sepa ponerse en su piel. Creo que Víctor encajaba bien ahí y ha hecho una buena reseña.
Pero si, también creo que sería interesante un artículo o entrevista a un chalao del motor o los simuladores que domine un montón el tema de las diferencias entre cada coche, que si el tunning de tal cosa está bien o mal, de si el planeo sobre charcos o si el freno de tal tipo agarra como toca etc. y todos estos detalles. Alguien rollo como el español aquel que fue campeón mundial de Gran Turismo, o alguien que domine mucho de simuladores de coches para ver desde su punto de vista que tal ve el juego, lo que le pondría, quitaría o cambiaría.
Pero como mencionaba lo pondría como un artículo o entrevista aparte, ya que ese tipo de jugador quizás será el que sepa exprimir más el juego y quien le echará mas horas, pero su opinión será muy diferente de la inmensa mayoría de la gente que jugará al juego. Yo prefiero que la reseña sea desde el punto de vista de esa mayoría de gente.
Sería un poco como un artículo o entrevista a un jugador del EVO o algo así (como podría ser alguno de BCN Fighters) para que explique lo que le ha parecido el Street Fighter 6 cuando salga y lo haya probado un tiempo. Encontrará un montón de sutilezas, matices y detalles que el común de los mortales ni olemos, y le pedirá al juego cosas muy diferentes (seguramente él tirará por cosas muy de competición a nivel pro y un online de primera, mientras que la inmensa mayoría preferiremos mucho contenido single player con dificultad asequible).
Ahh que buena review. Personalmente no me llamaba mucho la atención este Gran Turismo (o Gran Turismo en general), pero leyendo impresiones y otras cosillas en la red me hizo recordar lo bien que me la pasaba con Gran Turismo 2, en una pequeña TV hace casi 20 años. Creo que caerá en algún momento, aunque espero no tardar mucho por un descuento en la PSN.
Yo no soy de este tipo de juegos, pero me alegro por Yamauchi ya que da la impresión de que realmente lo vive y le pone unas ganas enormes.
Qué bueno el subtitular.
Y qué mayores somos.
Muy buena pinta, ojalá salga en PC.
Yay, quién le pudiese hincar el diente
Me compro una PS5 por vos, Yamauchi
The Cardigans! Mejor título no pudo ser!
Gran Turismo es un juego terapéutico, de verdad os lo digo. Puro mindfulness de ese.
Aprovecha bien las capacidades del DualSense?
Por mi parte me alegro que haya salido bueno, pero lástima porque no lo voy a jugar ahora. El inicio de año ha sido de locos, pero sacármelo justo después de Elden Ring me ha destrozado.
Esperaré a pasarme ER y alguna rebaja, y caerá para echarle buenas horas de tranqui, que siempre han gustado los GT numéricos.
Este juego me lo voy a meter por donde @chiconuclear se meterá Bayonetta 3.
Son muchos años esperando un GT clásico, parece mentira.
Personalmente creo que GT Sport, a pesar de su bochornoso estreno, terminó siendo uno de los mejores juegos de coches de toda su generación. Pagó muy caro el haber comenzado como un experimento de la mercadotecnia algo muy similar al caso de SF V (sobre todo pagó en desconocimiento, a veces lo veo a 9,99 Euros y me imagino la sorpresa de alguien que sin saber que le espera se encuentra a precio de baratija con un Monstruo tecnológico y jugable con contenido casi infinito). El caso es que en Sport hoy en día hay mucho de lo que se resalta en los análisis de GT 7. Por lo tanto creo que si esta nueva entrega logra mejorar al Sport. Sin lugar a dudas estamos ante un Gran Turismo épico.
@obdulio1950_
Estoy de acuerdo, además el «peso» de GT Sport ha sido bastante importante, ha sido un éxito en los esports, con 9,5 millones de jugadores para un juego de pago y en cierto modo de «nicho», creo que poco malo se puede hablar de este.
Lástima que el requerimiento de conexión permanente a Internet suponga una bomba de relojería en forma de obsolescencia programada.
Pues yo, como muy cafetero que soy en esto de la conducción, le veo un grandísimo problema a esta nueva entrega, que pude probar el otro día gracias a un colega. Pese a entender perfectamente lo que describe @chiconuclear y a no contrariarlo (no se me ocurriría). Insisto: es un punto de vista muy cafetero:
Cada GT (hasta el sport, si me apuras) te hace pensar en lo bueno de su modelo de conducción, en los detalles de los vehículos y los entornos, en el mimo a la hora de transmitir ciertas sensaciones y hasta en su presentación… joder en Pholyphony son muy buenos, y ese mimo no existe en ningún otro juego de conducción. En ninguno, o al menos no a esos niveles.
Como juego de conducción es bueno, como catálogo y disfrute para que el ama los coches es una gozada y como experiencia en conjunto, el mínimo suele ser de notable.
Pero, y recordad mi cafeterismo, como juego de competición a 1 jugador es un cagarro. «Como juego de competición». No entiendo como en pleno 2022 todavía se tira del truco de la vuelta lanzada y se prescinde de una IA compleja o realista. Es que esto está superado por cualquier otro de su tipo (desde project cars hasta Forza, y ya ni hablemos de simuladores más duros).
Lo que más me duele es la tabarra que están dando con la mágica IA que están desarrollando, pero a día de hoy, la IA de GT es propia de juegos de hace 20 años. Y no exagero.
Quitando esto, es un producto maravilloso y disfrutable como pocos, pero es un punto muy grave en mi opinión. Mira que nunca me ha importado el modelo de daños, o el número de vehículos, o tantas otras cosas que piden los usuarios.
A mi me falta sentir que compito tras 20 partidas, me falta un punto de asombro y de caos, de comenzar una carrera sin tener claro que la voy a ganar en modo mental automático. Me falta algo que no debería faltarle a un juego que quiere ser competitivo. Y esto no lo tiene GT7.
Pongo un ejemplo a todas luces distante y hasta criticable, pero que viene al pelo: Yo sigo jugando al primer Grid (me parece el mejor arcade de competición de todos los tiempos) y cuando inicio una carrera, siento que debo concentrarme para no terminar estampado, o siento la presión de los rivales comiéndome el culo… y aunque es más arcade y menos realista en muchos aspectos, en modos avanzados no juegas en «piloto automático» y no tienes garantías de quedar siempre el primero. Y en eso, un juego con 15 años a sus espaldas, se mea y se caga en la cara de GT. Esto también son sensaciones.
Espero no causar mucho malestar con esta lectura negativa. Que no es mi intención y soy muy fan de la saga (bueno, como soy un viejuno, ya adelanto que sigo enamorado del 3 (joder, en normal y en difícil es mejor la IA que la de GT7) y de su perfecto rollito simcade (más «cade» que «sim»).
Saludos!!