Cambiar de género es difícil. En Todo sobre mi madre, la Agrado, el transexual amigo de Cecilia Roth y uno de los personajes más maravillosos de Almodóvar, lo explica así: «Cuesta mucho ser auténtica, señora; en estas cosas no hay que ser rácana, porque una es más auténtica cuanto más se parece a lo que soñó de sí misma». Relic llevan desde 2004 dejando la marca Warhammer 40.000 por todo lo alto; con Space Marine cambian de género, y su objetivo está claro: ser lo más auténticos posibles pareciéndose todo lo que pueden a lo que llevan soñando de la franquicia todos estos años. Relic, después de tantos años dedicados a la estrategia, tenía un camino obvio y muy fácil: me refiero, claro, a copiar a Gears of War y limpiarse las manos. Si algo hay que echarles en cara, pues, ese algo no es falta de valentía: Space Marine sólo se parece a Gears of War en lo que éste se parece a la marca Space Marine original, porque a la hora de la verdad son tan parecidos como una castaña y un huevo. Sin embargo, tener presente Gears of War es muy útil para ilustrar cómo es Space Marine, para hacerse una idea de qué podemos esperar por comparación. Las diferencias principales son de filosofía. Donde los marines de Gears of War están cubiertos y esperando el momento adecuado, los de Space Marine se meten en medio de los enemigos y empiezan a cortar cabezas a espadazos; donde Marcus y sus amigos confían en la agilidad para superar ciertos enemigos, Titus (sí, qué pasa, el protagonista se llama Titus) y familia se aferran a la dureza de sus imponentes armaduras para aguantar el temporal hasta que hayan podido asesinar a todo el mundo. La acción de Space Marine está pensada para combinar cuerpo a cuerpo con disparos todo el rato, algo que hace que el ritmo del juego sea bastante frenético: no es raro tener que lidiar al mismo tiempo a una tropa de Orkos que nos zurran cuerpo a cuerpo mientras otros nos disparan desde las alturas, intentamos acertar a unos barriles explosivos que hay al fondo y que nos pueden librar de unos cuantos enemigos y, al mismo tiempo, vigilamos que no vengan esos Squigs bomba que tanto tocan los huevos. Este planteamiento funciona tan bien como le dejan los pequeños fallos que, sin evitar totalmente que el juego sea disfrutable, afean y contradicen un poco la propuesta de Space Marine. Por ejemplo: estar a varias cosas al mismo tiempo (los enemigos que atacan cuerpo a cuerpo y otros que nos lanzan granadas desde arriba, por ejemplo, y a los que tenemos que disparar) no es de ningún modo una cosa mala, y aporta una dimensión interesante a la jugabilidad, pero para no frustrar al jugador quizá sea apropiado ofrecer algo que le permita superar esas zonas sin tener que refugiarse en una esquina apartada como una putilla, esperando a que vengan los enemigos del piso inferior para ir matándolos poco a poco. El ritmo se resiente y da la sensación de que los controles son malos, cuando no creo que sea para nada así: son como son a propósito, por un motivo concreto que se deja ver pero no siempre es consecuente consigo mismo. Otro ejemplo: en Relic han insistido mucho en que los marines de este juego no son de cubrirse, sino de salir y liarse a espadazos como auténticos animales. De nuevo, muy bien: suena muy bien sobre el papel, pero hay que trabajar para que se cumpla en el juego, y no obligar en más de una ocasión al jugador a salir por patas y esconderse entre dos cajas. Para evitar un poco esto, la forma de recuperar vida es eliminando a los enemigos con ataques especiales mientras están aturdidos o entrando en modo Furia. Cualquiera de las dos cosas implican salir fuera y matar a espuertas, pero los ataques especiales, una especie de fatalities que podemos hacer a los enemigos aturdidos, tienen un punto feo: mientras los estás haciendo sigues siendo vulnerable a los ataques de los demás, y sin forma de defenderte; es un poco frustrante diñarla medio segundo antes de conseguir la vida que tenía que darte ese Orko al que estabas sacando las tripas, la verdad, y no parece una decisión del todo acertada. La variedad de situaciones va aumentado a medida que el juego avanza, y veremos distintos tipos de enemigos y algunos momentos que se escapan un poco de la mecánica principal durante las seis o siete horas que puede durar la campaña; aun así, la sensación de que las cosas se repiten más de la cuenta es una de las constantes de Space Marine. No sólo porque en general todas las situaciones se resuelvan del mismo modo (mata un poco a los que están cerca, deshazte de los que están lejos, entra en modo Furia, termina el trabajo) sino porque las animaciones, por ejemplo, son muy buenas pero muy pocas; los escenarios tiene personalidad y están muy cuidados, pero en lo que dura el mismo ambiente se repiten demasiados motivos, demasiadas estructuras son iguales, demasiados modelados se reaprovechan; los combos son interesantes, pero son muy pocos y es fácil caer en el machacabotonismo. El multijugador tiene las mismas buenas intenciones y el mismo buen hacer que la campaña individual, pero también falla en el mismo problema de raíz: la calibración desafortunada. Los modos de juego son pocos (dos) pero parecen suficientes; en uno de ellos tenemos que controlar bases y en el otro, eliminar a todo el mundo. El problema viene cuando, tras unas cuantas partidas, nos damos cuenta de que de las tres clases que podemos elegir (una equilibrada, una lenta pero muy poderosa y con armas pesadas y una ágil, con jetpack y espada pero más frágil) sólo una, la ligera y con jetpack, merece realmente la pena a la hora de la verdad, es fácil eliminar a todo el mundo volando y dando espadazos a todos los pobres incautos que no conozcan todavía este desequilibrio. Para cuando llevemos a nuestro personaje al nivel cuatro veremos que casi todo el mundo se escoge la misma clase, lo cual reduce con mucho el potencial del multijugador; al mismo tiempo desbloquearemos la posibilidad de personalizar casi al milímetro a nuestro personaje, escogiendo colores minuciosamente para cada pieza de la armadura. Esta es quizá la mejor parte del juego: el mimo con que Relic ha tratado la franquicia. Puede que Space Marine esté lejos de ser un imprescindible del género, y a pesar de que, aun así, es un juego suficientemente sólido como para divertir de principio a fin, donde realmente destaca es en lo bien que encaja dentro de Warhammer 40.000 y las muchas papeletas que tiene de gustar a sus fans, sobre todo a aquellos que busquen algo diferente (definitivamente) a los Dawn of War. A Space Marine le faltan algunas cosas pero le sobran ganas, que es algo que supongo hay en casi todos los juegos pero no todos dejan tan patente como este; no todos saben dejar tan claro que han trabajado de sol a sol por llegar a ser lo que soñaron de sí mismos. Su universo ultraviolento de ciencia ficción puede que no consiga atraer a los foráneos de la franquicia, pero los ya fans lo disfrutarán, seguro, enormemente. [7]
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ALERTA: Jugador de Warhammer 40000 comentando.
Bueno, yo me hice la campaña y tal, y alguna lagrimita se me iba escapando al ver todos los detallazos del juego.
Hay Gretchins, Chikoz de pistola y rebanadora, Chikoz con akribillador, Noblez, Petatankez, Chikoz Duroz (ya sea dos armas o… arma y escudo wtf, orko maricona), Noblez de Chikoz Duroz, Eztrambotikoz… ¡incluso Zakeadorez!
Y el jefe de Guerra, guapísimo… (¿se nota que soy jugador Orko? XD).
Y no comento nada más, que no quiero spoilear. Quien considere spoiler que tipo de orkos salen, es pa’ pegarle.
Un fallo de lore que le veo al juego es esa escuadra de 3 de Ultramarines… ¿What the fuck? Tendría que ser de 10, y todos con una flecha apuntando hacia arriba en una de las hombreras, que para eso son escuadra táctica.
Pues yo creo que han desaprovechado muy malamente el trasfondo del 40K. Podrían hacer algo diferente al eterno «eres un marine cargándote orkos hasta que te das cuenta que detrás de todo está el caos», que está visto hasta en la sopa. El universo del juego de mesa da para mucho más.
@rvm
Eso no te lo niego… Sieeempre poniendo de buenos al Imperio… Ya podrían haber hecho algo con los Tau, pero claro, entonces el juego si que no lo compraba ni dios fuera del colectivo Warhammer xD Tenian que hacer algo más comercial, y los Ultrapitufos son la cara más comercial de 40k.
Como fan de la franquicia el juego me ha gustado y me ha tenido enganchado por el argumento y la ambientación, pero si que tiene unos pocos fallos de jugabilidad (repetitivo) que veo fáciles de corregir si se animan a hacer una segunda parte.
@arthok ya hay un shooter en el que llevas a un Tau xD
Es que no sé… yo estoy MUY a favor del fan service, pero precisamente el juego en este apartado me parece muy pobre.
@despreocupado
¿Y que éxito tuvo? xD Ya se que juego es, el Fire Warrior… Pero en fin no se, en el juego deberían haber aparecido más razas… Algunos Eldars Oscuros dando por saco, Eldars tocando las narices… Y para rematar el final, un enjambre tiranido acercandose, mientras huyes cagando leches del planeta y ordenas Exterminatus… *nerdgasm*
Parece que el juego a creado unas geniales bases para la segunda parte, ojala triumfe y quieran arriesgarse a sacar otro.
@srvallejo
como 22 años despues
Por lo menos no se llama Pijus…
(gafas de sol)
…Magníficus.
…YEEEEHAAAAHH.
Probé la demo y me pareció terrible, la verdad. Un paso atrás de Relic en toda regla.
Para mi, lo mejor del juego, es la parte de las Valkyrias y el combo Jetpack + Thunder Hammer. Y obviamente, la ultima pelea. Descarga de adrenalina ftw.
Como fan del universo 40k, debo reconocer que el juego me ha encantado: estoy de acuerdo con los puntos flacos del análisis, pero como también menciona, para un fan de la franquicia el detalle de la ambientación y la brutalidad del gameplay lo compensan con creces.
Ahora eso si, Relic, si estáis leyendo esto: para la secuela, que espero que la haya, por el amor del Emperador, coged a un capítulo con ALGO de carisma… Lobos Espaciales, Ángeles Oscuros… Yo que se, hasta los Berserkers de Khorne, pero no los Ultramarines que son más sosos que un polo de madera… XD
@kikito
En catalán Pijus Magnificus es traducido como Titus Grossus. Así que no va desencaminado.
@rapther
Se aplica totalmente, puesto que los Marines la tienen muy larga y muy bien colocados.
Pues…. para mi pufff lo dejaría en un 6 como mucho. Es una Gears Of War muy descafeinado.
La sombra del Geras es muy larga y eso no le beneficiará
La demo me pareció correcta y una alternativa al geras