El 2 de noviembre se anunciaron los juegos nominados a los premios del Fun & Serious Games Festival de Bilbao. Entre ellos estaban, en varias categorías, Rise of Tomb Raider y Fallout 4, ocho días antes de salir a la venta; Star Wars Battlefront, quince días antes, y Rainbow Six Siege, un mes antes. Sé que suelen enviar copias de los juegos a la prensa antes de su lanzamiento, pero llamadme desconfiado.
Desde su creación en 2011, el certamen nació con delirios de grandeza. Cada año, en su web, en anuncios y folletos, se autodenomina como “el mejor festival de Europa”, “el mayor de Europa” o “el más importante de Europa”. Es cierto que los de Bilbao somos unos fanfarrones, pero un poco de humildad nunca viene mal. Especialmente cuando en España, sin ir más lejos, ya existen dos eventos mejores y más asentados, como GameLab en Barcelona y la Madrid Games Week. Y no hablemos ya de la Gamescom de Alemania. Fun & Serious está organizado por Vocento, el poderoso grupo editorial que publica El Correo, el principal periódico del País Vasco, y el ABC. Con estas credenciales, no resulta sorprendente que oliera el dinero que estaba moviendo esta industria y decidiera crear su propio festival en la ciudad para sacar tajada, coincidiendo también con la llegada de DigiPen a la ciudad. Pero eso de los jueguicos debía de ser aún difícil de vender a ciertas instituciones, así que se sacaron de la manga lo de los serious games. ¿Cómo iban a negarse la diputación y el ayuntamiento, además de diversas empresas privadas, a apoyar algo tan serio como las herramientas virtuales que sirven para objetivos tan loables para la sociedad como la medicina, la educación o la industria?
Durante varias ediciones, videojuegos y serious games compartieron festival, hasta que el año pasado, quizá porque ese sector ya no daba el dinero esperado, o quizá porque alguien se percató de que era totalmente absurdo dar cabida a algo así, al fin los quitaron del programa, pese a mantener el nombre. Ahora el dinero lo mueven los eSports y youtubers, así que Fun & Serious destina gran parte de sus actos a ambos. Se pueden hacer vídeos muy interesantes sobre juegos en Youtube, como demuestran habitualmente Scanliner, Bukku Qui o DayoScript, pero esos no son los que interesan a las grandes masas y, por tanto, tampoco a Fun & Serious. Al menos, proyectaron Hombres+Videojuegos, la secuela (por llamarlo de alguna manera) del documental Mujeres+Videojuegos dirigido por Marina Amores y que tanto irritó a los talibanes de siempre hace meses. Estará disponible en Youtube a principios de año. También proyectaron parte de Extra Life y sus autores hablaron sobre el proyecto, además de poner un adelanto del próximo capítulo y entrevistar a Tim Schafer, en cuyo documental sobre el desarrollo de Broken Age se inspiran en gran parte.
También dice mucho de la indefinición del festival que haya dedicado dos ponencias a dibujantes de cómics, para hacer bulto en un evento supuestamente dedicado a videojuegos, cuando hace sólo una semana tuvo lugar el Salón del Cómic de Getxo. Ambos autores dispusieron del mismo tiempo que los dos platos fuertes del certamen: Tim Schafer y Alexei Pajitnov. En su escasa y descafeinada media hora, el creador de Grim Fandango y Psychonauts repasó su impresionante carrera son su habitual sentido del humor. Explicó que hoy día no hay una única manera de hacer juegos, contó que utiliza el humor porque es un recurso natural que encaja plenamente con este medio que a veces se toma demasiado en serio y pasó de puntillas por Headlander, el nuevo proyecto de Double Fine para 2016. Cuando le pregunté si considera que, tras iniciar él mismo el boom de Kickstarter, esa plataforma se encuentra actualmente herida de muerte por culpa de desarrolladores veteranos haciendo los mismos proyectos que les dieron fama en el pasado, respondió que sigue habiendo hueco para todos. Seguro que su amigo Ron Gilbert le invita a un vaso de grog por su defensa.
Y hablando de desarrolladores que viven de éxitos pasados, Alexei Pajitnov, explicó el proceso creativo de Tetris, inspirado por su afición al pentominó. Según él, parte del éxito fue su total ausencia de objetivos y que animaba al jugador a construir algo. El one-hit wonder ruso expresó su admiración por títulos recientes como Monument Valley y Flow, y lamentó que su obra maestra eclipsara otros trabajos suyos, especialmente Pandora’s Box, un título que realizó en 1999 para Microsoft.
Que Patrice Désilets es un gran orador sin pelos en la lengua ya quedó claro en la estupenda charla que dio en el GameLab de 2013. Tanto es así, que se alargó más de lo previsto. El quebequés (como le gustó recalcar, presumiendo de su nacionalismo) parecía rapear sobre el escenario, con su gorra y exagerados gestos. El ex de Ubisoft es un renegado de la industria, que vivió en sus carnes la parte más cruel de los AAA, pero sin embargo, aún conserva la ilusión creativa del primer día. Por eso, después de reinventar Prince of Persia y crear la saga Assassin’s Creed, y tras la cancelación de 1666: Amsterdam, está realmente motivado con su siguiente proyecto, Ancestors: The Humankind Odyssey, que prepara en su nuevo estudio, Panache Digital Games. Se trata de una aventura de acción en tercera persona que contará la evolución de la humanidad desde hace 5 millones de años en formato episódico. El título parece muy ambicioso y recupera algunas ideas del juego frustrado por culpa de Ubi. Pero la charla de Désilets no fue un simple anuncio de su nuevo trabajo, sino una auténtica clase magistral (y motivacional) sobre desarrollo de videojuegos. Se declaró rebelde y poco corporativo, apreciación en la cual estará de acuerdo Yves Guillemot, y definió el proceso creativo de un buen game designer como pirómano y apagafuegos al mismo tiempo: fue idea suya poder rebobinar la acción en Sands of Time, lo que obligó al estudio a esforzarse al máximo, pero al mismo tiempo, él se encargó de ofrecer soluciones y decidir qué sobraba. Por eso, para él, el arma más poderosa no es una cuchilla oculta bajo la mano, sino decir “sí” a todos los retos que nos propongan. Y para ello anima a actuar siempre como turistas, con los ojos totalmente abiertos para descubrir nuevas ideas e inspiración en los lugares más insospechados. Desconozco si la ponencia se grabó, pero cualquier persona medianamente interesada por los videojuegos debería verla.
En la gala de noche, los nominados estaban obligados a asistir con traje, lo que deja muy claro las intenciones del festival; a ver qué se creen los frikis estos, que van a estar rodeados de políticos y famosetes que no han tocado un juego en su vida. The Witcher 3 fue el ganador de la noche, al ser elegido mejor del año y también vencer por su guión. Los indies estuvieron bien representados. Ori and the Blind Forest obtuvo merecidamente el de mejor diseño artístico, Life is Strange el de mejor BSO, Undertale fue juego revelación y Mind: Path to Thalamus, mejor juego independiente. Los Delirios de Von Sottendorff volvió a triunfar al hacerse con dos galardones: mejor idea original y mejor desarrollo nacional. Star Wars: Battlefront, un multijugador genérico y sin campaña, se llevó el galardón al mejor diseño de juego por delante títulos como Bloodborne o Metal Gear Solid V. Uncharted se llevó el premio a la mejor saga, aunque se les haya olvidado indicarlo en la web. En los deportivos vencieron NBA 2K16 y Forza Motorsport 6. Y Rainbow Six Siege se hizo con el de mejor juego competitivo. Los premios honoríficos fueron para James Armstrong, jefazo de Sony España y Portugal, que se jubila ahora, Tim Schafer y Alexei Pajitnov. Sorprendentemente, no entregaron ningún galardón al mejor festival de videojuegos de Europa.
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Genial artículo.
Me he estado informando sobre festivales y tal para mi PFG y salvo muy honrosas excepciones, en la mayoría ves la mano del jefe capitalista desalmado demasiado rápido.
Como mínimo aquí en españa, es un ambiente muy casposo.
Gracias por la crónica, @sabin. Todavía no he podido ir nunca a un Fun & Serious, hay ganas, pero visto desde fuera parece cierto eso de que al festival le falta una verdadera razón de ser. Sobre todo ahora que se ha quedado sin los serious. No es un problema que tengan solo ellos, de todos modos.
Por lo demás, me quedo con Désilets. El tío me sorprendió muchísimo cuando estuvo en Barcelona y me alegra que, a pesar del chasco con 1666 y de no haber enseñado nada de Ancestors, siga con ganas.
Muy buen artículo.
Estuve siguiendo la gala por streaming en su página oficial y la verdad es que tiene cosas bastante mejorables.
Por otro lado, se os ha olvidado mencionar que Enrique (xPeke) jugador del LOL, recibió el premio al mejor jugador español del año por su trayectoria.
Un saludo.
The Witcher 3 arrasando, todo correcto.
Viendo el blog de videojuegos de Vocento y cómo nació, me puedo imaginar el festival. Son un poco vergonzosas estas cosas cuando la misma Euskal mucho más humildemente hace el doble con la mitad de personajes.
Creo que no hace falta decir mas. A mi la impresion que siempre me ha dado este festival es que es un evento hecho para seguir la moda y chupar del bote en el que no se cuenta ni se presenta nada nuevo bajo el sol.
Del blog de juegos de vocento lo unico bueno eran los videos de Borja Perez en su linea.
Me parece un poco cabrón el tono general del artículo. Da la sensación de que hasta jode un poco que los organizadores tengan un buen respaldo económico para celebrar el evento.
Yo no estoy al tanto de los líos en despachos, pero conozco a algunos de los organizadores y doy fe de que son gente limpia con un amor sincero por los videojuegos. También da la casualidad de que trabajo para un medio de grupo Vocento y quizá os sorprenda, pero no todo lo que se hace ahí viene de señores trajeados con ansia de hacer dinero, que se encienden sus puros con billetes de 50 euros mientras una becaria (a la que se tiran) les sirve un copón de coñac. Un grupo de comunicación a fin de cuentas es un negocio y por supuesto que el objetivo es que cada iniciativa de números negros al final, pero al principio de las ideas suele haber gente con inquietudes y ganas de hacer algo interesante, a la que probablemente le ha costado dios y ayuda convencer a los de arriba para conseguir luz verde.
Las observaciones críticas son muy válidas y estoy seguro de que si hubiera podido asistir a alguna edición (me gustaría, la verdad, pero no se celebra en las mejores fechas para mí ) probablemente coincidiría con la mayoría. Pero, quizá porque me toca un poco en lo personal, echo de menos en el texto algo más de apoyo y de estima hacia gente que se ha dejado la piel en que esto salga adelante.
@preacher
Sí, sé que varios de los organizadores son gente limpia con amor por los videojuegos y grandes conocimientos sobre la materia. De hecho, he estado hablando con alguno de ellos durante el festival. No los considero amigos míos, porque no hemos compartido muchos momentos, pero estoy de acuerdo con ellos sobre muchos de los problemas del sector y cómo eso afecta a la prensa y a este evento.
En definitiva, sé que esto no es culpa de ellos, pero es lo que hay. Llevo asistiendo al evento desde su primera edición, como periodista y jugador. Y esta edición incluso he sido moderador de una de las ponencias. Y año tras año sigo percibiendo el mismo ambiente caótico y rancio, con mayor interés hacia lo que parece dar dinero (antes los Serious Games, ahora eSports y youtubers) que hacia los videojuegos. Eso llega a su cumbre con la exagerada gala repleta de famosetes y políticos para salir en la foto que aparece en portada de su propio periódico bajo el titular de «el festival más importante del mundo», como ha ocurrido hoy.
Si el único problema fuera una gala concebida para mayor gloria de los consejeros delegados de Iberdrola, BBVA y el alcalde, y para vender la moto a los medios que les doran la píldora a cambio de patrocinio, comida y contenidos para rellenar en sus revistas para adolescentes, no importaría tanto. El problema es cuando te topas con una charla vergonzosa de Toni Garrido y Castelo haciendo autobombo de su nuevo programa, con dos charlas de autores de cómics, o con youtubers sin discurso alguno que restan tiempo y protagonismo a los que deberían ser los auténticos protagonistas de un festival sobre videojuegos: Schafer, Pajitnov y Desilets.
Es triste porque tienen los mimbres para hacer un festival bueno y realmente interesante, pero se han pasado cuatro años peleando contra la parte indie, como muchos llevamos denunciando desde el primer día. Se dedicaban a contraprogramar sistemáticamente muchas de sus charlas y eventos con tonterías (y mucho dinero), en vez de promocionar actos mucho más loables y necesarios como la charla sobre videojuegos y mujeres que tuvo lugar en hóPLAY el año pasado, con el auge del tema.
De verdad que me sabe mal por algunos de los organizadores, pero esto es lo que llevo viviendo en F&S desde el primer año. Es cierto que se han dado algunos casos en la buena dirección, pero sigue habiendo muchas cosas mal y dudo que Vocento tenga intención de cambiarla. Y todo esto no es únicamente impresión mía.
Entiendo que nuestro premio a mejor Serious game del año con Takos Japanese fue de lo menos importante de la gala, pero para 3 ganadores españoles que fuimos, y encima una persona que os lee y comenta, hubiese sido un detalle comentar algo sobre nuestro juego 😕
«Pero eso de los jueguicos debía de ser aún difícil de vender a ciertas instituciones, así que se sacaron de la manga lo de los serious games.»
Aunque no lo creas @sabin no es algo que se hayan inventado ellos, hay gente que hemos hecho ese tipo de juegos, currando un montón y con mucha ilusión, poniendo nuestro amor indie.
«En la gala de noche, los nominados estaban obligados a asistir con traje, lo que deja muy claro las intenciones del festival; a ver qué se creen los frikis estos, que van a estar rodeados de políticos y famosetes que no han tocado un juego en su vida.»
Pues a mi me parece bien que fuera así, es verdad que había mucha gente que no había tocado un juego en su vida, pero también veo interesante dar una imagen seria. ¿Qué tiene de malo?
Creo que te quejas por vicio, porque de los AZ Play no has comentado nada y evento más indie e informal que ese no hubo, además de que estuvo entretenido y hubo desarrolladores interesantes de muchos lugares del mundo.
Yo junto a mi compañero de equipo, vivimos el festival desde dentro durante 5 días y no se como se ve desde fuera pero ha sido una experiencia genial. Mucho mejor que Madrid Games Week sin ir más lejos.
@reverso13
Bueno, en Anait no se suele hablar sobre Serious Games, así que no creí necesario mencionarlo. De igual forma que tampoco me parece necesario mencionar que el doblador de Batman (otro amigo de los organizadores, pues suele ha dado charlas en varias ediciones, aunque tampoco tenga mucho que ver con los videojuegos) o al campeón de eSports.
No pongo en duda el valor de los serious games. Asistí a varias charlas en las dos primeras ediciones del festival y creo que es algo muy válido y necesario, simplemente considero que su lugar no es un festival de videojuegos, sino el de la máquina-herramienta. Tengo amigos que se dedican a ese campo y están haciendo cosas realmente interesantes, pero creo que deben tratarse en otro lugar. Y por eso ni los menciono en mis crónicas. Ya sé que el concepto como tal no es invención del festival y no niego vuestra ilusión ni vuestro talento, pero es lo que hay.
Y se puede dar una imagen seria sin obligar a asistir con traje sólo para que los directivos del BBVA, Iberdrola, Guggenheim y demás se sientan cómodos entre jóvenes con los que no tienen nada en común. La gala de azPLAY, sin ir más lejos, a la que asistí como siempre y de la cual escribí aquí, me parece un buen ejemplo de seriedad en el buen sentido. Aunque este año redujeran considerablemente el aforo al trasladar la ceremonia a otro lugar.
No dudo que desde dentro, con la millonada que se gastan en el evento, sea la hostia: Alhóndiga, Euskalduna, Guggenheim, hotel Dómine, cena de Josean Alija, visita al Ayuntamiento… Pero si rascas un poco la superficie ves rápidamente que tras tanta pompa no hay mucha sustancia. Eso sí, las 13 páginas de imágenes del photocall en El Correo de hoy que no falten. 🙂
Hola, la verdad es que me he planteado muy seriamente responder, porque soy parte implicada en el Fun&Serious como director del mismo, pero respeto tanto a Anait, sus lectores y a mi trabajo que me he animado, a pesar de consejos amistosos sobre «efecto Streisand» y demás; no busco ni ejercer de censor, ni nada parecido, faltaría menos. Mi intención, de verdad, no es valorar el artículo ni justificar nada porque el trabajo habla por sí solo. Tampoco voy entrar en la noción de festival porque la diferencia entre festival, congreso y feria de producto la conoce todo el mundo; pero sí que me gustaría aclarar algunos conceptos.
Soy consciente de las críticas que un evento como el Fun puede y debe recibir; además estoy abierto a escucharlas para mejorar año a año. Pero me parece muy reduccionista quedarse con la idea de la pasta, de los trajes y las corbatas (creo que el protocolo de una gala en un Museo lo entiende, también, cualquiera) o de intereses espurios contrarios a un interés real por aportar algo a la industria del videojuego en España; así como la crítica fácil e infundada de la contraprogramación sin comentar que hoPLAY cambia sus fechas para acercarse al Fun. Además de dar por sentadas algunas cuestiones, sin conocer el fondo real de las mismas.
Llevo trabajando cinco ediciones en el festival, aprendiendo de la organización de eventos (mi formación es periodística) porque el certamen nació de una inquietud sincera por los videojuegos. El evento ha ido mutando en todo este tiempo, pasó de ser unas charlas y una gala a un festival que pretende aglutinar varias sensibilidades y realidades de la propia industria. Y año a año intentamos incorporarlas con mayor o menor acierto: este año hemos trabajado en una jornada para los estudios indies nacionales e internacionales, intentando traer a gente interesante como Carlos Coronado, Arturo Monedero, Alejandro Miralles, Martin Sahlin, Toby Fox o Sherida Halatoe.
También hemos querido acercarnos a la realidad de la formación en nuestro país y sé que ahí tenemos que mejorar, para que sea un escenario atractivo y realmente potente, donde universidades nacionales e internacionales (estamos trabajando en ello) puedan aportar su verdadero granito de arena, presentando sus proyectos y captando talento.
Hay una cara B, también, de negocio y de reuniones entre indies, inversores y publishers, pero por una razón lógica no trasciende, ni debe hacerlo. Y sí, los eSports, los youtubers son una realidad, no puedo cerrar los ojos a ellos aunque en algunos casos me pillen mayor y a pie cambiado.
Intentamos también que ponentes, moderadores y periodistas compartan momentos juntos, como comidas o espacios de esparcimiento; porque creemos que es una forma sana y diferente de hacer networking; y que tipos como Desilets, Sahlin, Toby Fox o Schafer quieran compartirlos me parece importante. Sin obviar sus comentarios positivos y sorprendidos con la propia organización del evento, asegurando que nunca han visto algo así.
¿Nos hemos podido confundir con alguna de las charlas? Sin duda y me gusta escucharlo para tenerlo en cuenta. A lo mejor el enfoque no era el que buscábamos o el que la audiencia esperaba; o es probable que no supiésemos transmitir al ponente los objetivos de las charlas.
Creo que no sobra el comentario del enorme trabajo humano que hay detrás, con un equipo de seis personas que trabajamos todo el año exclusivamente en el festival (más de 200 durante el mismo); obviamente buscando también un rédito económico, algo evidente en la empresa privada y que no entiendo que se utilice como arma arrojadiza.
No voy a entrar en asuntos de financiación de un evento, porque creo que caen por su propio peso y tratar de encontrar ahí cualquier tipo de argumento para lanzarlo contra el festival me parece un insulto a la ética y a la inteligencia de la gente.
No soy objetivo y repito que he pensando mucho escribir en este artículo, pero creo que no ha sido una quinta edición tan desastrosa como parece al leerlo. Eso sí, el tono tan beligerante utilizado no se corresponde con el que se ha utilizado cuando se ha hablado directamente conmigo y eso me sorprende.
Gracias por leer este tocho, me gustaría entrar en más detalles concretos, pero creo que probablemente no interesen demasiado como temas de protocolo institucional, gestión de equipos, relaciones con invitados etc. ¡Abrazos a todos!
@pontxolo
Hola, Alfonso. Gracias por responder.
Entiendo que no te guste lo que he escrito, pero créeme si te digo que esto no es una sensación exclusivamente personal. Por supuesto, es mi opinión, y me hago cargo de ella, pero sé que hay más gente que piensa como yo. Y no me refiero exclusivamente a esta edición; llevo siendo igual de crítico desde hace años y así lo hice notar en alguna de mis pasadas críticas también publicadas en Anait en su momento.
Sinceramente, tenía pensado dejar pasar un tiempo para proponerte quedar algún día y hablar sobre todo esto en privado. Quizá me haya excedido en mis críticas, pero todas tienen motivos de peso detrás y están fundamentadas en cosas que conozco, he visto o he vivido directamente. Obviamente, tú tienes que defender tu proyecto, pero sé que por otro lado compartimos ciertas quejas sobre este sector y su relación con los medios de comunicación, como hablamos el otro día.
Por supuesto, entiendo que es un evento organizado por una empresa privada (aunque financiado en gran parte por instituciones públicas) y que como tal debe buscar el beneficio económico. Creo que ya he dejado claro en ambas crónicas que se han dado algunos pasos positivos, pero creo también que sigue habiendo muchas cosas francamente mejorables. Y me temo que tú no tienes la culpa.
Saludos.