Gamefest 2011: Así lo vivimos

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La crónica

Viernes 30 de septiembre. A las 9:00 de la mañana nos presentábamos puntuales mi novia y yo en el tercer pabellón del IFEMA, en Madrid, con unas ganas locas de entrar por primera vez en este sarao que llaman Gamefest. La feria celebraba este año su segunda edición y ya aspira convertirse en una vieja conocida en la industria. Las expectativas eran altas: mayor superficie que en su estreno, más compañías haciendo acto de presencia, exhibición de material exclusivo y, lo mejor de todo, el mismo número de entradas a la venta que el año anterior para tratar de evitar las molestas aglomeraciones.

El evento abrió sus puertas a la hora prevista, y apenas avanzados unos metros nos dimos de bruces con la feria en todo su esplendor. Cantidad de stands nos recordaban continuamente que este E3 a la española se encuentra en buena forma. Uncharted 3 en su modo multijugador se situaba a nuestra izquierda. Acompañando al título estrella de Naughty Dog, Sony tenía preparadas unas tarimas donde podíamos probar algunas demos para PlayStation Move. Al fondo, precediendo al espacio de PSP, se había colocado una especie de grada ocupada en cada uno de sus escalones por exclusivos de PS3, como la tercera entrega de Resistance. Pero el plato fuerte estaba en el centro, vigilado por todos. Una sala con luz tenue de color azul acaparaba los sentidos de todo aquel que se acercaba. El tardío gran anuncio de este Gamefest se había cumplido: PS Vita estaba al alcance de cualquiera que quisiera probarla. Qué decir de ella, se siente ligera (aunque sospechamos que no tenía la batería colocada), se ve demasiado bien y sus controles son competentes. Pudimos probar Uncharted: Golden Abyss y Wipeout 2048, dejándonos un sabor de boca estupendo, tanto que ya contamos los días para que llegue al viejo continente.

Microsoft, por su parte, colocó toda la artillería en un espacio generoso, contiguo a la gran tienda de Game que nos recibía en cada visita para intentar hacernos caer en la trampa del hype y las reservas. Kinect fue, para bien o para mal, el gran protagonista de la compañía de Seattle. Pudimos probar la segunda parte de Kinect Sports, Disneyland Adventures, el juego de Barrio Sésamo de Tim Schafer y el controvertido Kinect Star Wars. No sabemos si por la cantidad de gente que teníamos alrededor, ya fuera esperando su turno para jugar o simplemente curioseando, pero no pudimos disfrutar de una experiencia completa en ninguno de esos juegos. La tónica oscilaba entre fallos de reconocimiento y reseteos y cuelgues de las consolas debug. ¿Mala planificación por parte de Microsoft o es que el cacharro no termina de cuajar? La cuestión es que nos quitamos el sabor agridulce del stand con maravillas como Forza Motorsport 4, presentado con un setup antológico: un asiento de conducción y tres monitores que en conjunto recordaban al mueble arcade del Ferrari F355 Challenge de Sega. Tremendo.

También pudimos disfrutar de otras grandes secuelas como Trials Evolution, con un divertido modo multijugador, y Dance Central 2, montado en un escenario para hacerle competencia al resto de juegos de baile de la feria. Otros títulos, esta vez multiplataforma, como Batman: Arkham City, Mass Effect 3 o Rage, reposaban tranquilos sin las eternas colas del meollo principal para complacer a los que preferimos no lanzarnos a escarbar entre la multitud.

Quien apostó sobre seguro fue Nintendo. Alejada de la entrada al pabellón, dispuso un stand en forma de circuito, donde podías probar gran parte del catálogo de Nintendo 3DS y dos de los últimos títulos estrella de Wii: Zelda: Skyward Sword y Kirby’s Adventure. En cuanto a la portátil, destacamos el brillante Mario Kart 7, que incluso llegó a eclipsar a los juegos protagonizados por los hermanos Mario, ya que tanto Super Mario Land 3D como Luigi’s Mansion 2 estaban aún muy verdes. Zelda y Kirby brillaron, como era de esperar. El primero, después de hacer una cola que terminaba en el árbol Deku, nos ofreció un juego más difícil y variado que nunca. Kirby por su parte deja de lado la atrevida estética de Epic Yarn y vuelve a su esencia de colorido visual y dibujos planos para divertirnos como siempre.

En cuanto a las third-parties, EA encabezó el pelotón con grandes despliegues. El primero para FIFA 12, comandado por la Liga de Videojuegos Profesional y sus magníficos torneos, tan profesionales como emocionantes, donde incluso podíamos retarnos contra los mejores jugadores de la LVP. Battlefield 3 deslumbró con un stand espectacular, lleno de vehículos blindados y actores vestidos de soldados que nos metían de lleno en ambiente de guerra. Para Need For Speed: The Run se tiró la casa por la ventana y modelos reales de Audi R8 y Nissan GT-R, entre otros, relucieron ante el asombro del público, que no sabemos si llegó siquiera a saber dónde estaban las consolas donde poder probar esta nueva entrega.

Ubisoft se sacó de la manga una colección de televisores para enseñarnos una vez más y en todo su esplendor el cada vez mejor multijugador de Assassin’s Creed Revelations. Rayman Origins también se dejó ver, y atención con él, porque su cooperativo es de las cosas más divertidas que vamos a ver esta generación.

Los muchachos de THQ decidieron liarla con Saint’s Row: The Third. ¿Que cómo lo hicieron? Pues siguiendo las locas directrices de este juego: se nos invitaba a entrar en un Hummer Limusina donde una stripper nos «contaba» cosas sobre esta tercera parte. Warhammer 40.000: Space Marine y el nuevo WWE tampoco se quedaron cortos y se presentaron a lo grande, destacando el increíble cosplay de Marine Espacial con el que te podías hacer fotos.

Konami pasó bastante desapercibida. Su ubicación era de las más recónditas, y ni siquiera el torneo de Pro Evolution Soccer 2012 consiguió llamar la atención. Un Silent Hill: Downpour lleno de bugs y NeverDead tampoco ayudaron a que la compañía japonesa recibiera más público.

Llegamos a otra de las grandes, Koch Media. Tienen en su haber los derechos de publicación en España del grueso de compañías niponas, como Square Enix, Capcom o Tecmo. También de Bethesda o Deep Silver. Y nos lo hicieron llegar a lo grande. Para los fans de la lucha, Street Fighter x Tekken y Ultimate Marvel vs. Capcom 3 se presentaron con sus correspondientes torneos. Capcom nos trajo además el esperado y a la vez descafeinado Resident Evil Operation Raccoon City, que contrastaba con una de mis apuestas de la feria: Dragon’s Dogma. Aquí la falta de multijugador es mitigada con una gran ambientación y unos enemigos con patrones complejos, que desencadenan combates espectaculares. Rage nos dejaba alucinados con su motor gráfico, el id Tech 5, que consigue mover el juego a unos sorprendentemente sólidos 60 frames por segundo.

Tomb Raider y Hitman Absolution fueron apartados para presentarse a puerta cerrada. Del primero podemos decir, que pese a la decepción al ver el mismo nivel del E3, fuimos recompensados con una continuación directa donde Lara tenía que buscar un botiquín para un compañero herido. Ambientación brutal, muchísimas animaciones y una heroína de aparente fragilidad. A pesar de tener un framerate bastante inestable, arrancó el aplauso entre los espectadores. Otro que los arrancó, y esta vez con más motivos, fue la vuelta del agente 47. La escala del juego es espectacular, y sin necesidad de ninguna pantalla de carga viajamos desde una biblioteca atestada de policías a una estación de metro, pasando por tiroteos en una azotea y un piso habitado por una comuna hippie. La misma libertad para elegir nuestra manera de actuar frente a un objetivo de los originales y la facilidad de Hitman para travestirse siguen presentes, solo que ahora con un envoltorio más bonito que nunca. De los mejores de este Gamefest. Sin palabras nos dejó la escena final, donde nuestro calvo favorito se perdía entre una masa de gente perfectamente modelada y con un comportamiento muy natural.

Sonic Generations acaparó el espacio de Sega, dejándonos mejor impresión que esa demo que petardeaba más de lo deseado. 2K Games aparcó un autobús para presentar NBA 2K12 y cerró las puertas de un The Darkness II que nos convenció a todos. Namco Bandai nos dejó probar el esperadísimo Dark Souls y el nuevo Ace Combat: Assault Horizon, pero pagando un precio muy caro: tener que ver cómo definitivamente se ha prostituido Ridge Racer con RR: Unbounded.

Activision y su Call of Duty: Modern Warfare 3. De ellos solo puedo destacar que fueron los más inteligentes de este Gamefest. Tiraron de mercadotecnia para cerrar un stand hasta arriba de logos del juego, lo llenaron con un buen puñado televisores y listos para crear la expectación más absurda de la feria. Hordas de niños corrían a hacer sus hasta buenas tres horas reglamentarias de cola para probar los zombies de Sledgehammer: el modo Supervivencia. Nada nuevo, nada que no se haya visto en trailers oficiales, pero no nos dejaron grabar. Por lo que pudimos comprobar, la máquina de crear expectación está engrasada y puesta a punto. También pudimos conocer en primicia un nuevo nivel de la campaña, pero eso ya os lo contaremos a su debido tiempo y con todo lujo de detalles.

Además de los juegos, se presentaron periféricos y televisores. LG, Epson, Logitech y Mad Catz, entre otros, se repartieron metros cuadrados para ofertar algunos de sus mejores productos.

RetroMadrid Fest

A la gente de RetroMadrid no se le olvidó hacer acto de presencia en este Gamefest y nos obsequió con uno de los espacios más enriquecedores de la feria. Un puñado de máquinas de Pinball de todas las épocas nos recibieron en los límites del pabellón para las delicias de los nostálgicos. Otra fila, esta vez de recreativas, instruía y a la vez hacía caer la lagrimilla a alguno que otro con clasicazos como Street Fighter 2, Snow Bros, Pac-Man o Space Invaders. También se expusieron sistemas clásicos y una colección de Game&Watch que a alguno le llegó al alma. Spectrum, MSX, Amiga y desarrollos indies de verdaderos apasionados redondearon una presencia retro a la altura de lo esperado.

Conferencias

Una de las actividades que hicieron brillar a esta feria con luz propia fueron las ponencias. Desde un repaso por la historia de Zelda y Mario hasta la presentación de Uncharted 3 y el nivel del desierto a cargo de Richard Lemarchand, diseñador de niveles del juego, los asistentes pudimos disfrutar de auténticos fieras contando sus experiencias y haciéndonos recordar, aprender y admirar. Pudimos, también, conocer de primera mano a Jesús Fabre, responsable de un proyecto mastodóntico como es el documental The Gamer Inside. Desde aquí le deseamos mucha suerte.

Hasta el año que viene

Y con esto terminamos el resumen en líneas generales de una edición de Gamefest completísima, a la que solo se le puede achacar la gran cantidad de gente que hubo durante el sábado y domingo, formando colas interminables donde además no ayudaba el clásico poco civismo de algunos en este tipo de eventos, que parecían haber olvidado que detrás de ellos esperaban varias docenas de personas para echarle mano a un pad.

Esperamos que se siga organizando en 2012 y poco a poco se convierta en una referencia europea.