La semana pasada se celebró el primer Lowtoy Festival en Barcelona. Aunque os avisamos, puede que os lo perdierais; por eso, para asegurarnos de que lo chiptunero y bello que hay en el mundo no se nos escapa, pedimos al todoterreno e imprescindible Pablo Algaba que se pasara por allí, disfrutara de las maravillas del cacharreo y volviera para contarnos qué tal fue. La siguiente crónica pinta un cuadro de lo que fue el festival; las fotos también son de Algaba.
Era como una escena salida de Hackers, tan futurista como profundamente anticuada: una decena de personas encerradas en un gran almacén de techo altos, tuberías anchas como las ruedas de un Volvo y paredes de ladrillo pintadas de negro, iluminados sólo por el parpadeo verdoso del código fuente de un ordenador. Unos y ceros, letras y símbolos ortográficos lloviendo con arritmia y reflejándose en las gafas y retinas de un par de decenas de pasmados. Es septiembre de 2014 y los coches no vuelan, no hay bases humanas en la luna y a la Declaración de los Derechos de los Robots todavía no la atisbamos por el horizonte, pero la imagen de un grupo de personas contemplando Matrix como si fuera la Mona Lisa es, desde luego, una postal del futuro que sí le hemos conquistado a las fantasías de ciencia ficción.
Mientras, en el exterior, el solazo de las cinco de la tarde caía sobre el antiguo barrio industrial del Poblenou barcelonés, hogar de Hangar, el centro de producción e investigación de artes visuales donde la charla de Raúl Berrueco Arte en la época de Grand Theft Auto hacía sonar el primer gong del Lowtoy Festival, una ampliación del campo de actuación de un evento anterior —los conciertos del Lowcycle— hacia terrenos que incluyen desde el circuit bending y la música chiptune hasta cualquier otra estéticas nacida de la colisión entre videojuegos y discursos artísticos con los pies más o menos atornillados en las Bellas Artes.
Permitidme un inciso sobre Mario, los mods y el arte…
«Los mods de Mario llevan décadas haciéndose, y en algunas comunidades de fans han llegado a convertirse más en una forma de expresión artística que en un simple hackeo juguetón. Hoy os traemos algunos ejemplos de esta forma de utilizar los Super Mario como lienzo, y ya os aviso que lo que vais a ver a continuación tiene poco o nada que ver con los videojuegos y mucho con el videoarte o el arte digital.». Leer más »
La inmersión en esta piscina de poéticas digitales comenzó con un vídeo de Cory Arcangel, artista conceptual neoyorkino que desde 2002 lleva explorando las posibilidades discursivas de desmaracar cartuchos de NES, romperlos de arriba abajo para crear una obra nueva con los cascotes. Super Mario Movie, el hackeo sobre el clásico de Nintendo, eleva la psicodelia ya presente en el original hasta límites de puro delirio hipnótico. Mario (en realidad lleva camisa verde por lo que sería Luigi, pero no creo que importe ni un poco), un personaje que, en fin, se define en el movimiento, se convierte en manos de Arcangel en un sujeto pasivo que durante quince minutos se limita a mirar cómo su mundo se descompone.
Esta idea de la destrucción, de encontrar belleza en el acto y el resultado de destrozar lo que no está roto, parece ser un elemento central en las obras que surgen cuando las artes visuales le guiñan el ojo a los videojuegos. Según el propio Berrueco, que bajo el seudónimo de Entter (aquí su web) lleva casi una década tocando todos los palos del arte electrónico, definió durante la charla su proceso creativo como “meter una serie de elementos dentro de una olla a presión y ver cómo explota”. Action paiting, pero con dinamita pixelada. En sólo dos jornadas de Lowtoy Festival se vieron más glicthes y juegos corruptos que en el catálogo completo de Obsidian. El sábado apenas hubo ningún concierto sin VJ que jugueteara en sus proyecciones con píxeles desordenados, sprites sacados de contexto y versiones más o menos macarras de juegos retro. En loops, en espirales, en composiciones de espejo… las imágenes se retorcían, se estiraban, se hacía con ellas lo que se supone que no se debe hacer con ellas y alcanzaban así un nuevo sentido y esa belleza siniestra tan típica del fallo informático.
La imagen de Bergoglio también fue “maltratada”, claro. Ya llego a ese parte.
No sólo del glitch se habló en la charla, aunque, pensándolo bien, el resto de vías de entrada por las que las artes visuales han entrado en los videojuegos también comparten cierta voluntad por derribar y cuestionar convenciones del medio: desde el Machinima, que niega las propiedades interactivas de los juegos para hacer cine, hasta piezas como el Pole Position de Marieke Verbiesen, una instalación que recrea en una maqueta la experiencia de jugar al arcade de Namco y que invita a reflexionar sobre la línea que separa lo digital de lo analógico. En este sentido es muy interesante Grand Theft Vito del colectivo Coll.Eo, un mod para la cuarta entrega de la serie de Rockstar donde Niko Bellic es sustituido por una versión digital del poeta y artista Vito Arcconci. Con el nuevo avatar no vamos pegando tiros ni destrozando el mobiliario urbano con un coche, pero eso no significa que no podamos seguir siendo un elemento de agitación en Liberty City, aunque sea de otra manera. Esta modificación permite representar varias performances clásicas del artista neoyorquino, reclamando, en el proceso, lo virtual como un espacio tan válido como lo “real” para el discurso político, poético y la protesta social. Algo que los participantes en el Gnome Tea Party, la protesta (virtual) que un amplio grupo de jugadores llevó a cabo entre los unos y los ceros de Azeroth para reclamar a los diseñadores de World of Warcraft cambios en las reglas de juego, ya sabían.
Algunos de los conciertos del sábado también abrazaron lo performático. Cream In All Moustache, 4DBoy, Grosgoroth… salieron con su cacharrería electrónica y sus Game Boys modificadas a interpretar lo que en mi iTunes suelo poner bajo la etiqueta “musicote”: 0% introspección, 100% party & pogo. Aunque uno de los platos fuertes del día se trataba de Casper Electronics, proyecto del norteamericano Peter Edwards (que entró en acción mientas el público gritaba «Encended el móvil, que llega el puto Casper»), una de las figuras más reconocidas de la escena internacional del circuit bending y cuyas composiciones a base de ruido blanco, carraspeo de módem y circuitos pochos, pusieron el contraste íntimo y ambiental de la noche.
Y el Papa. No me olvido del Papa. Ya hemos llegado a lo del Papa.
Church of Whatever tocaron inmediatamente después de Edwards, un dúo formado por HISS y Entter haciendo funciones de VJ. [FLASHBACK: la sala de conciertos cumplía el sábado también la función de sala de exposiciones, con instalaciones y trabajos de varios artistas vinculados a Hangar. Entre ellas, la primera que me llamó la atención fue la pared que reunía trabajos de la serie pixel art que Berrueco tiene dedicada al Vaticano y al papado. De alguna manera, el Papa estuvo presente desde el minuto cero. FIN DEL FLASHBACK]. La actuación retomó la línea de musicote bailongo y fusionaba muchas de las formas que las Bellas Artes han tenido de apropiarse del lenguaje y la estética de los videojuegos. HISS apuntaba y disparaba beats directos a las caderas, mientras que Entter, vestido como un cardenal cyberpunk, se dedicaba a lanzar e interactuar con los visuales y a recitar collejas, más o menos ácidas, más o menos inocentes, contra la iglesia católica. En un momento se puso incluso a jugar a un videojuego de creación propia que, cuando os lo explique, vais a querer jugarlo de inmediato: comienza con el ex Papa (el concepto) Ratzinger lanzándose desde un helicóptero militar. Un cielo naranja apocalíptico es el telón de fondo para lo que rápidamente se convierte en un shoot’em up donde Benedicto XVI dispara su pistola láser, abriéndose paso entre cruces doradas y monstruos voladores, hasta que, en su caída, llega hasta el enemigo final, que no es otro que una gran cabeza voladora del Papa Bergoglio.
Bergoglio viendo arder la Casa Blanca y sonriendo porque tiene infalibilidad pontificia y zero fucks to give. Bergoglio lanzando rayos de la muerte por los ojos. Bergoglio descubriéndose como bicha. Bergoglio como nuevo Fu Manchú. En los ochenta, sobre todo, divertidas irreverencias como ésta eran habituales, pero según los videojuegos se han ido domesticando (porque cuanto más dinero mueves, más conservador te sueles volver), se ha ido perdiendo esta agresividad, casi involuntaria, que los títulos retro traían de serie. Cuando veo a un Papa pixelado funcionando como el final boss de un clonazo de Mercs o de Gradius me alegro por ver como desde las Bellas Artes se les devuelve a los videojuegos cierto espíritu punki perdido, pero no puedo sino, al mismo tiempo, sentir melancolía. Que no te cambio yo ni loco los videojuegos de los ochenta por los de 2014; que creo que estamos mucho mejor ahora. Pero, ay, lo punki, el “mal gusto”, el tocar las narices. Eso sí se echa algo de menos.
Y, en fin, esta es un poco la historia de cómo vimos al Papa Bergoglio en un concierto chiptune durante la primera edición del Lowtoy Festival.
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¡¡¡PLAS PLAS PLAS!!! Gran artículo.
Yo también echo de menos ese tono reivindicativo de los juegos de los 80, la verdad es que en aquella época éramos bastante menos «políticamente correctos» y haber perdido eso es una auténtica lástima.
Como asistente a esta primera edición del Lowtoy, me gustaría salir de mi rol habitual de lector pasivo para hacer algunas valoraciones al respecto. En primer lugar, me gustaría subrayar mi decepción con un evento que prometía mucho y ofrecía más bien poquito. Ya no sólo por la -cuanto menos- discutible calidad musical de algunos de los artistas invitados, sino también por las pocas ganas que había de trascender de puertas para afuera. Desde mi punto de vista, se ha perdido una oportunidad única para dar a conocer el chiptune en una Barcelona más que abierta a acoger eventos innovadores. Más que un festival enfocado a la experimentación electrónica a partir de la modulación de los sistemas de sonido de videoconsolas clásicas, parecía más bien una rave cualquiera de aquellas que no hace tanto llenaban los fines de semana en el barrio del Poblenou. Nada de lo que escuche ni ví este sábado merece ser destacado. ¿Críticas al Papa? Desde luego que sí, pero gratuitas, descontextualizadas y dignas de púberes. Las mismas críticas que hacía yo al sistema cuando era adolescente. Los peores siete euros invertidos del mes y una decepción en toda regla. Y os lo dice un fanático del chiptune.
UN TRES Y UN PICO
!!!!1!!
Para el próximo contaremos contigo para la programación. Ya nos pasarás el contacto de artistas chiptune que conozcas y molen mazo, nos propones alguna charla con mas calado teórico, unos talleres que aporten algo nuevo y mas calidad y nos propones un local con mas pedigrí.
No, en serio te lo digo. Tienes pinta de saber del tema TELA y nos hace falta gente como tú para organizar estas cosas. Escribeme.
Amigo/a cronopio81 tu comentario es bastante desconcertante. Si tanto te duele gastarte 7 pavos mírate bien qué se ofrece..el cartel, unos clics.. No tiene por que ser una cita a ciegas. Así te evitas el disgusto, y le evitas el disgusto con tu desprecio a la gente que, con mayor o menor acierto (relativo a ti), haya hecho el esfuerzo de montar el evento.
¡Muchas gracias por la crónica! Esperamos poder veros de nuevo en próximos eventos 😀
@lxtxcx Tío, me encanta tu avatar.
Es epiléptico hasta decir basta.
Bitemap estaba por alli, pero solo de visita ya que tenia bolo esa misma noche.
A chip subcutaneao habria que reliarlo, hablamos con él hace unos meses pero si, esta algo out of bussiness.
Por traernos a tocar nos traeriamos a bitshifter, anamagouchi y su padre en tanga bailando jota, pero por desgracia el presupuesto de estas cosas es cero. ¿Alguien nos regala unos cientos de euros para vuelos y cache de artistas?
Los estilos musicales pueden ser discutibles, para gusto lo colores. A la próxima nos traeremos a Pulpiño viascon y sus muñeiras 8 bit, para que no os quejeis, leñe, que sois unos pussies 🙂 (Va en serio, estamos hablandolo)
Lo de las expos tiene usted razón, hay que mejorar este punto y adaptarse al espacio que tenemos lo mejor posible.
Y eso de estar ahí desde las 15h ¡¡os ganado un buen puñado de kudos!!
@lxtxcx bésame
@wharfinger_kyd
¡Contratado! n_n
@xustafu
@wharfinger_kyd
Vosotros dos os conocéis en persona pero creo que esto solo lo sé yo. 🙂
@pinjed @wharfinger_kyd
¿Concierto de Godspeedyou black emperor?
@xustafu
@wharfinger_kyd
Bingo.