Sega saca las tijeras a pasear

Cerrándose en las próximas horas el años fiscal, Sega ha estado haciendo números y las cosas no encajan. Según han anunciado, la compañía espera que los ingresos hayan sido nada menos que de un 47,7% de lo esperado. Esto quiere decir que de los 346 millones de euros (38.000 millones de yenes) la cifra se ha quedado finalmente en 182 millones de euros (20.000 millones de yenes, buena parte proveniente de las maquinitas y los panchinkos), un agujeraco descomunal entre previsión e ingresos reales que ha provocado que el consejo de administración de Sega Sammy haya optado por tomar decisiones muy drásticas para salvar el barco. No se han dado datos concretos, pero sí se ha hablado de reducir el tamaño de la empresa en Europa y Norteamérica con la idea de centrarse al máximo posible en optimizar los beneficios. Y con «reducir el tamaño» quieren decir «despedir a centenares», por si no había quedado claro. La inversión en proyectos también se va a llevar una buena hostia, y ya han dicho que el dinero va a ir directo a los juegos que tengan más posibilidades de vender mucho en occidente. El resto serán cancelados. Por lo visto, dicen en Joystiq que esta operación de restructuración a la baja le va a costar a Sega, por lo pronto, 7.100 millones de yenes, esto es unos casi 65 millones de euros.