De vez en cuando cae en tus manos un juego del que no sabías absolutamente nada y que te impacta de una manera que no esperabas; el total desconocimiento previo ayuda a acentuar la sorpresa, por supuesto, pero de vez en cuando, insisto, es el propio juego el que pone de su parte para crear un interés genuino, una fascinación independiente de la sorpresa. About an Elf es uno de esos juegos.
About an Elf cuenta la historia de Dam, la autoproclamada princesa de los elfos, y su aventura para instaurar la elfotopía eterna. Desarrollado por Meringue Interactive (un estudio del que no sé nada y del que resulta muy difícil saber cualquier cosa: por su web sé que está en Austin, Texas, y de su Twitter, con 16 seguidores y cero seguidos, no he sabido sacar mucho más), About an Elf se describe como «a point-and-click-ish, rpg-ish, visual-novel-ish game about friendship, and cats, and … gummy bears and other silly things»; es, efectivamente, un pastiche de conceptos sacados de diferentes géneros, desde las novelas visuales, por la importancia principal del texto, hasta los juegos de rol japoneses de los 90, por guiños y alusiones, pasando por las aventurillas gráficas más ligeras, las que dependen menos del puzzle enrevesado y más de explorar con los ojos los escenarios en busca de elementos interactivos.
No será recordado por su complejidad mecánica o por la profundidad de sus sistemas, pero About an Elf tiene un as bien distinto bajo la manga: combinando una estética tremendamente inusual y una estructura cómicamente rígida, el juego es una auténtica metralleta de conversaciones descacharrantes y situaciones absurdas escritas, y descritas, con la agilidad y el descaro del shitpost más afilado; la manera en que abraza la tontería más total es, a veces, literalmente increíble. About an Elf cuenta la historia de Dam a través de la propia narración que hace Dam de sus aventuras a su supuesta mejor amiga Dido, a la que por lo demás mangonea y engaña a placer y sin demasiado éxito; en su periplo por los dominios del Rey de los Terrores, Dam conoce a Roland, un gato de tamaño estándar (gigantesco al lado de Dam, que es diminuta) con el que se alía para entrenarlo y convertirlo en un héroe. Pronto llegan las monstruosidades con las que Dam y Roland deben enfrentarse, muñecotes con disfraces ridículos a los que desafías usando las magiballs, una suerte de canicas elementales de las que depende el sistema de combate: al principio de cada enfrentamiento se te presenta una visión (unos pájaros posados en un cable eléctrico; un hornillo de gas; un faro…), y para vencer tienes que elegir la magiball correcta; por ejemplo, si en la visión aparece una playa, tienes que elegir la canica de agua.
Es un sistema ridículamente plano y que aunque gana un poco de complejidad a medida que avanzas nunca quiere ir más allá de ser una broma, una burla a los sistemas elementales de los JRPG de los que se chotea con frecuencia; apenas son un pequeño escollo para que avanzar no sea tan sencillo como pulsar A una y otra vez, y a la vez funcionan a la perfección como creadores de un ritmo hipnótico, repetitivo pero no machacón, del que el juego se burla también cuando y como le da la gana, metiendo a Roland por medio, por ejemplo, o terminando abruptamente los enfrentamientos por los motivos más peregrinos y surrealistas. Si la factura técnica de About an Elf no fuera tan sólida, casi parecería un ejercicio de escritura automática o un mal chiste que solo se ríe de ti, que estás jugando. Tan excéntricas como son, las imágenes que crea About an Elf tienen un trabajo bastante más meticuloso y consciente que el meme promedio: el diseño de los personajes, las mazmorras o incluso las visiones que preceden a cada combate es fascinante; hasta la música, que mezcla dembow con el tipo de composiciones e instrumentos de una banda sonora de JRPG, parece consciente de su papel dentro de esta gran broma infinita.
La gran sorpresa de About an Elf está en la competencia con que utiliza sus lenguajes (el del videojuego, pero también, y sobre todo, el idioma inglés en el que está escrito; está muy bien escrito, con frases rápidas y chifladas llenas de invenciones y juegos de palabras, de dobles sentidos que no solo generan situaciones humorísticas sino que sugieren y refuerzan tensiones y significados mucho más oscuros y jodidos de lo que Dam y su colorista forma de ver la vida pueden dar a entender a priori) para dar forma a una experiencia que no da más vueltas de las necesarias, que en dos o tres tardes te da todo lo que tiene que ofrecer y se va como vino. Se va y ves como se ríe mientras se aleja. No sabes de qué se ríe; no sabes si se ríe porque sí o si se ríe de ti, por panoli, pero el trabajo ya está hecho y ahí estás tú, pensando en la elfotopía, preguntándote qué es eso y de dónde sale un juego tan único y extravagante, y quizá por qué no hay más como él, o que sepan canalizar la misma energía caótica y divertida que te acaba de caer encima, como un rayo.
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Vi el tráiler en Nintendo Life y flipé en colores. Habrá que probarlo, supongo.
Estaba por la mitad del texto y pensaba: «Esto es lo mismo que percibí cuando jugué por primera vez a The Secret of Monkey Island»… entiendo que esto es más extravagante y puede distar a nivel de concepto mecánico (bueno, y doy por sentado que no puedo esperar lo mismo, soy realista, ojo), pero sentí lo mismo que describes (que para mi en su día fue una sorpresa de la que no sabía nada), y es lo que me empujaba a querer saber más de la historia, de los derroteros por los que me llevaría y porque el absurdo es un arte que, rara vez, se puede contemplar como algo realmente brillante, y este parece un caso a destacar.
Joder, que me lo has vendido y ahora mismo esto vale más en mi mente que cualquier cuádruple o quíntuple A.
Me encantaría que se lanzasen más juegos absurdos con auténtica gracia.
Gracias señor! @chiconuclear
Sold
No necesito saber más, take my money.
🤯
apuntado queda!
P.D: gracias @chiconuclear por no emplear la palabra bizarro/bizarrada ni una sola vez. El mundo es un lugar mejor desde que pasò de moda.
A mi lo que no me parece bien es que se fomente el consumo de ácido entre los crios. Vergüenssa !!
Me encanta cuando habláis de juegos que están absolutamente fuera del radar. Este pinta curioso, directo a la wishlist.
GOTY!
me da miedo
Después de escuchar el podcast Reload lo necesito en vena…. XD
Dam me recuerda bastante a Milla Jovovich, cosa que le añade surrealismo. Ojalá en PC también, me lo apunto.
Después de ver el directo en diferido me ha entrado un mono increíble. Gracias por dar a conocer este tipo de juegos. En cuanto me llegue la nómina se compra sí o sí.
el goty sin ironias