El pobre Tak Fujii no podía encontrar Blades of Time en las tiendas, comentó él mismo a principios de marzo, cuando viajó a San Francisco para asistir a la GDC. En las tiendas no está haciendo demasiado ruido como tampoco lo hizo antes de salir, y si lo hizo a mí no me llegó más que un pequeño rumor: recuerdo un vídeo de cuando el juego se presentó, y ya; apenas conozco su anterior parte, X-Blade, de nombre. Me esperaba lo peor de esta mezcla rusa de hack and slash y disparos, si tengo que ser sincero; quizá por eso Blades of Time me ha sorprendido para bien, pero también creo que algunos de sus aciertos pueden llegar a pesar más que sus fallos para los fans del género. Es mejor pasar lo más por encima que podamos de la historia del juego. Basta con saber un par de cosas: somos Ayumi, una cazadora de tesoros que, por algún motivo que nunca terminé de comprender del todo, se ve atrapada en un mundo desconocido, ridículamente llamado Dragonland. A partir de ahí es un sinsentido constante; la solemnidad con que todo sucede pone la gota que colma el vaso de cualquiera con cierta apreciación por la construcción de historias, pero al menos Gaijin Entertainment tienen la decencia de aprovechar esta sucesión de disparates para plantear situaciones variadas y modificar ligeramente el modo en que tenemos que jugar para evitar que el juego caiga en la rutina total. A los clásicos recursos de hack and slash (ataques cuerpo a cuerpo, varios poderes especiales, un movimiento de esquivar deslizándose muy apañado) Blades of Time añade una peculiaridad: Ayumi también tiene armas de fuego, necesarias para eliminar a algunos enemigos y superar algunas zonas que exigen ataques desde lejos. No funciona del todo bien, y sólo es divertido del todo en momentos muy concretos: cuando nos dan el lanzacohetes, por ejemplo. Por lo general, usar las armas de fuego nos deja demasiado vendidos, y la tendencia es usarlas sólo en los momentos en que por exigencias del diseño del nivel no nos queda otro remedio. Es una oportunidad perdida: a veces da la sensación de que estuvieron a punto de hacer algo muy bueno, pero al final la cosa se torció. El resto del combate, sin embargo, es moderadamente bueno. No es brillante, pero sí muy divertido: Gaijin Entertainment saben qué hace que un juego de este tipo enganche, y aquí no falta de nada. Es ágil, es vistoso, el control es eficaz y preciso… La mediocridad del combate a distancia y el horror de la historia se hacen más que digeribles, si he de ser sincero, gracias a que el combate con las katanas es muy agradable. Vale, sí, tenemos Bayonetta ahí, y Blades of Time tiene algunas torpezas muy feas en puntos básicos (por ejemplo: los impactos que recibe nuestro personaje apenas se notan visualmente, teniendo que dejar de prestar atención a la pantalla para mirar más de la cuenta la barra de salud), pero seguro que cualquiera que guste de un hack and slash de vez en cuando sabrá ver los puntos fuertes y disfrutarlos. Otra de las peculiaridades de Blades of Time es la posibilidad de retroceder en el tiempo para crear clones que nos ayuden en ciertos combates o para resolver algunos puzzles. Cuesta muchísimo más de lo que debería empezar siquiera a comprender cómo funciona este sistema de viajes temporales, porque ni se explica demasiado bien en ningún momento ni es especialmente intuitivo, pero por suerte tampoco son demasiados los tipos de situación en que necesitamos usar este poder: un par de puzzles de pulsar botones, algunas plataformas que se mueven y unos cuantos enemigos a los que tenemos que distraer con nuestros clones del pasado más inmediato. Tampoco termina de funcionar del todo, pero no está mal llevado hasta el desastre y es un algo interesante. Se agradece, también, que Gaijin haya pensado en los que tenemos amigos. Podemos jugar en cooperativo, quizá la posibilidad más interesante, o arreándonos sin piedad contra otros. Este segundo modo pasará desapercibido; creo que no hay por qué tener más esperanzas de la cuenta. Ni la presentación es impecable, ni la dirección de arte es buena, ni los gráficos son suficientemente potentes como para mejorar el conjunto, pero el juego se aguanta sin problemas la mayoría del tiempo (algunas caídas de frame rate aisladas hay, pero nada preocupante); la banda sonora pasa tan desapercibida como merece, aunque no todo es malo audiovisualmente: las voces están dobladas, con bastante buen gusto, al castellano. Que nadie se quede sin enterarse de los disparates de Ayumi por no entender inglés, por favor. Que Tak Fujii no pudiera encontrar Blades of Time en las tiendas es algo más o menos normal; como ciertas obras menores de géneros específicos, parece más razonable pensar que quien quiera jugarlo tendrá los recursos suficientes como para encontrarlo por vías de distribución dedicadas a esa clase de productos. No es, eso sí, porque sea demasiado especializado, sino porque sólo los más apasionados del hack and slash encontrarán aquí la chispa adecuada para jugar, sin demasiado entusiasmo, de principio a fin, o encontrarán en ellos mismos el ánimo para acompañar a Ayumi en su periplo por Dragonland. [6]
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Yo jugué en PC a la primera parte (o primera parte espiritual, al menos la protagonista era la misma) «X-Blade» y era un poco chusta… de este no espero mucho… para cuando cueste 5€ de segunda mano quizá….
@kamikakushi
Sí, es que es justo eso.
La primera parte no estaba mal, no era de lo mejor del genero, pero divertía. Este segundo esta bien, cumple y divierte. Estéticamente me gusta más. Y por 30 euros (que es lo que me ha costado), pues cumple. En ese sentido me recuerda a la segunda parte de Ninety-Nine Nights, que no estaba nada mal, sin ser una marvilla, y cumplía con creces. Son juegos que ni de coña valen 60 euros por ejemplo, pero que por 20-30 si merecen una oportunidad.
Justo venia a decir esto, que entre el look de la prota y lo de «katanas y pistolas» parece el videojuego de Sucker Punch. Y por mi, encantado estaría de que fuera así.
A mi el XBlades me pareció un pestiño de cuidado, que ni para platinarlo, hojga.
De todas formas, si el señor Fuji sigue buscando, en el media markt lo vi a cascoporro.
Si lo compran en la biblioteca del pueblo, igual le echo un tiento.