Espero que tengáis la suerte de mantener en la memoria Old Man Murray, la antiquísima web de Erik Wolpaw y Chet Faliszek, los que luego serían guionistas del increíble Portal 2. Allí nació el Crate Review System, una forma de crítica que intentaba responder a una pregunta: «¿Cómo puede ser un juego juzgado objetivamente sin la imprecisión y la inclinación en potencia hacia Unreal Tournament que siempre ha manchado el tradicional, pero imperfecto, arte de la opinión?»
La clave estaba en las cajas, un elemento común a todos los videojuegos. «Los juegos pueden ser puntuados», se lee en la web, «basándonos en la cantidad de tiempo que pasa hasta que el jugador llega a la primera caja, que representa el punto en el que los desarrolladores se quedaron sin ideas. Este número se mide en segundos y se llama «De Principio a Caja», o «DPaC». Cuanto menor sea el DPaC, peor es el juego». De ahí salió un ranking legendario: el que iba desde los que directamente comienzan con cajas (Messiah o Doom, del que Wolpaw escribió que «recordaba este juego mejor de lo que la ciencia me ha mostrado que es realmente») hasta Battlezone 2, que tarda unos impresionantes 119 segundos en mostrar su primera caja. También estaba Croc 2, que científicamente tardaba -5 segundos por no solo empezar con una caja delante, sino por incluir diálogo sobre esas mismas cajas, con la consiguiente penalización.
En Boxboy! eres la caja. Esa penalización sí que debe de ser dura.
Boxboy! podría estar entre las entradas destacadas de un Ludum Dare. No lo digo como algo peyorativo, ni mucho menos: hace poco me refería a HAL Laboratory como el estudio normcore de Nintendo, y quizá por eso la sensación de que Boxboy! es un experimento es aún más refrescante. Un plataformas de puzzles en blanco y negro protagonizado por un cubo sin apenas expresión que debe llegar a la meta en una serie de niveles, muchos, gracias a su habilidad para crear cubos de su mismo tamaño, extrayéndolos de su cuerpo y usándolos como plataforma, como enganche, como utensilio de escalada.
Lo primero que me llamó la atención de Boxboy! fue su acumulación de buenas ideas. A partir de una mecánica base, Boxboy! va introduciendo nuevas formas de explorarla y aprovecharla: lo que era una simple plataforma que podíamos colocar para ayudarnos a alcanzar lugares a los que nuestro pobre salto no puede llevarnos se convierte en un teletransporte, en un escudo y en bastantes más cosas: los mundos en que está organizado el juego van proponiendo nuevas formas de utilizar las herramientas que nos ofrece Boxboy!, e incluso se atreve a crear una narrativa microscópica a medida que superamos mundos, vamos conociendo a nuevos personajes y se nos explica la historia.
Como si quisieran contradecir el sistema de las cajas de Wolpaw y Faliszek, Boxboy! se niega a dejarnos bajar la guardia cuando la cosa va de recibir ideas mundo tras mundo. Ese es el principal triunfo de HAL Laboratory: la forma en que están organizadas las distintas ideas de diseño crea una curva de dificultad suave y que, casi sin que nos demos cuenta, acaba mezclando todo de maneras muy creativas y estimulantes. Importante en las aventuras de puzzles: sorprender con las resoluciones de los puzzles, despertar esa sonrisa cómplice cuando llegamos a la combinación que nos abre el camino a la salida o nos consigue una de las coronas coleccionables.
A base de coronas y la moneda que conseguimos por superar niveles podemos desbloquear atuendos y música, pero también nuevos niveles que se añaden a la ya de por sí extensa colección principal. Fieles al espíritu de los normales, estos retos extra persiguen nuevas maneras de explotar la mecánica principal, más enfocadas a la habilidad, al tiempo: al contrario que el resto del juego, donde ni siquiera aparece, en estos el contador de segundos tiene un papel importante.
Con sus Kirby han demostrado un dominio de lo suyo que no todo el mundo puede llevar por bandera, y como estudio multiusos que ha dado apoyo a no pocos de los juegos más conocidos de Nintendo. Alegra ver que HAL Laboratory tiene ideas para otras cosas; Boxboy! es un triunfo de la idea casi desnuda, y es un buen ejemplo de ese tipo de diseño puro y duro que a menudo se celebra en los mejores juegos de Nintendo. No juega en la liga de los mayores, y no mantiene siempre el mismo nivel, pero sí sabe estar a la altura de lo que se espera de él: es un inspirador chorro de ingenio, agradable y ligero, impagable en los momentos en que no necesitamos que nuestro muñeco suba de nivel o no necesitemos millones de opciones de personalización. Es un gusto ver que un estudio con treinta y cinco años de antigüedad sabe desarrollar videojuegos como el primer día. [7]
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El análisis da ganas de jugarlo, ya podrían ponerlo también en Wii U baratito (con un bonito cross-buy para que nadie se enfade).
Pues puede ser una agradable experiencia para unas horas. Y el precio rondaba los 5 euros si no recuerdo mal del Podcast, ¿no? @chiconuclear
Buen análisis :bravo:
Voy por el mundo 6 o 7, ahora mismo no lo recuerdo bien, y de momento sólo han habido un par de momentos en que se me haya atragantado un poco un puzzle, en los últimos mundos. Si sigue progresando así, como parece ser el caso, genial.
Lo estoy disfrutando bastante y creo que, a poco que te gusten los juegos de puzzles, es muy recomendable.
Me lo pillare en cuanto me acabe el Pullblox, otro de puzzles que tambien es una maravilla del ingenio.
@nirv
Pues si te gusta, dentro de un tiempo deberías darle al FallBlox que también va bien servido.
Yo a este Boxboy voy a jugar, lo único que no sé es cuándo.
@darkcooledge
Hostia, pues visto un video en Youtube, y ya me lo han vendido!
Es de lo que más me flipó del último Direct.
solo felicitar a chiconucelar por darme a conocer el crate review system, este remark del blood 2 de por que hay cajas pero no hay pales en los juegos me ha volado la cabeza
@juslibollord
Merece la pena leer la web entera, puro genio.
A mi con lo que enseñaron en el ND ya me lo vendieron y siendo de HAL Laboratory, pues es sinónimo de garantía. Si añadimos un precio correcto y le sumamos este análisis obtenemos una compra segura en cuanto llegue a casa
No sé qué rollito te llevas con HAL, @chiconuclear, pero me han encantado los últimos textos sobre Boxboy y Kirby 🙂
Después de leer el texto de Víctor, cómo me arrepiento de haber comprado el último Mario y Donkey en lugar de este. El cual, por cierto, no conocía. Parece tener toda la frescura y buenas ideas que no tiene el mencionado Tipping Stars 😐
Eh, me gusta.
El Sunset Jumper de Nintendo.
Me gusta y mucho, muy probablemente lo pille.
Si el juego tuviera un reto/dificultad jodidamente alto, que me tuviera que partir la cabeza con los niveles, le daría un 10 de 10.
Pero me lo he jugado y pese a amar el concepto, se me ha hecho un paseo aburrido por ser tan fácil.
@aikijuanma
A la larga le vi muchos puzzles medio de relleno (no porque fueran peores y estuvieran solo por hacer bulto, sino porque funcionaba únicamente para dilatar las curvas de dificultad) y se me hizo demasiado «exploitable», y conseguir todas las coronas se me hizo menos complicado de lo que me habría gustado. No me parece sobresaliente ni entre lo mejor del año, pero sí un muy buen juego, de las mayores sorpresas de 2015.
@aikijuanma
En NES Remix las tres estrellas implican necesariamente habilidad, porque si una pantalla tienes que terminarla en cinco segundos para conseguirlas no te queda otra que llegar a los cinco segundos. En Boxboy te dejan usar las pistas con demasiada generosidad, y no hay motivos para no usarlas: es un juego lineal, después de todo, y uno que no quiere que nos quedemos atascados, eso lo tengo claro, porque ni hay límite de tiempo ni de movimientos ni de piezas (excepto para las coronas, y aun así es un límite muy amplio). Es un juego tranquilo que sorprende a base de salidas ingeniosas y variaciones inteligentes de la mecánica base.
NES Remix 2 me parece mejor que el primero precisamente porque tiene más pantallas que animan a jugar mil veces hasta conseguir la mejor calificación, y el primero tiene hasta juegos que me parecen de relleno. Son desafíos distintos y difíciles de comparar.