El gusto por lo retro puede tener distintos grados. Hay quienes disfrutan genuinamente con videojuegos publicados hace treinta o cuarenta años (no me atrevería a decirlo muy en alto, pero quizá también cincuenta, aunque, ¿cómo y dónde jugar a Pong hoy en día?), como quien extrae disfrute genuino del lenguaje cinematográfico de antaño; siguiendo el ejemplo del cine, es más o menos habitual concederle al cine de hace casi un siglo una serie de cualidades a pesar de que su lenguaje sea tan arcaico: como pasa con Space Invaders, podemos concederle un poder de fascinación que a menudo no tiene ninguna relación con su capacidad actual para «divertir» o con las ganas que podemos tener de jugarlo en un momento dado, y ese quizá sea un segundo grado, más intelectual y abstracto pero seguramente también más extendido. También es habitual poner en contexto esos juegos antiguos suponiendo que estaban en un punto «demasiado primitivo» como para resolver ciertos problemas de diseño de maneras más satisfactorias, o que «los diseñadores forzaban que sus juegos tuvieran un nivel de dificultad o una duración» a través de situaciones que hoy serían consideradas injustas e incluso incorrectas, erróneas o mal hechas; por ejemplo, los momentos en los que ganar la partida deja de ser posible. Otro grado podría estar en la nostalgia («aunque hoy no tendría interés en hacerlo, recuerdo haber jugado a esto y eso me gusta») y otro en la pura estética: el sprite de Mario Tanuki en Super Mario Bros. 3 simplemente mola demasiado como para que no te guste y los gráficos de Spectrum tienen un estilo único y que en la actualidad es literalmente imposible de imitar, porque las limitaciones que habría que imponerse para ello son de mentira y no responden a otra cosa que a un capricho propio y con el que hay que hacer un esfuerzo consciente para empatizar; por eso mejor quedarse en la superficie, que tampoco está nada mal.
Todo este rollo para intentar darle un poco de contexto a lo que intenta Cyber Shadow, del diseñador finlandés Aarne “MekaSkull” Hunziker, un arcade «neo retro» que parece interesado en explorar todos los grados en los que se puede trabajar el pasado desde el presente, incluso repitiendo o imitando detalles que hoy damos por superados, llevando un pasito más allá las propuestas en las que claramente se inspira (previo estudio concienzudo y quizá, aunque sea secundaria, con fascinación nostálgica) para darles un plus de profundidad que convive con el convencimiento sincero en que los juegos de NES tan muy wapos, ni más ni menos. Todo el recorrido completo: pleno.
Puede que todos los juegos de su misma calaña hagan más o menos esto (empezando por el extraordinario Shovel Knight, cuyos creadores, Yatch Club Games, hacen aquí de publishers, apadrinando el proyecto), pero Cyber Shadow lo hace de formas más evidentes. Por momentos parece un juego de NES; quiero decir uno que podría funcionar en una NES, como esos que se desarrollan hoy para hardware antiguo, tipo Tanglewood. Pronto queda claro que no es así: el alcance y la profundidad de Cyber Shadow van más allá de lo que podría permitir una máquina de aquella época, y también son actuales algunos detalles de la filosofía de diseño que pueden recordar de hecho a Shovel Knight, por ejemplo en la forma en que se añade un punto de estrategia en los checkpoints, que puedes activar (o no) utilizando recursos para facilitar (o no) tramos peliagudos de ciertos niveles. Algunas decisiones parecen difíciles de justificar, como el hecho de incluir ese molesto empujón hacia atrás cuando un enemigo te alcanza, material para las pesadillas de cualquiera que haya intentado jugar en serio a Castlevania o Mega Man, por ejemplo; sin embargo, poco a poco Cyber Shadow va ofreciendo maneras de sobreponerse a esos guiños (¡de defenderse de ellos!) que resultan interesantes sin ser boutades sino respuestas sinceras a lo que MekaSkull considera una forma de ser tan respetable como cualquier otra, en vez de errores que hay que corregir o que pueden ser «superados».
Por concretar, todo esto se traduce en una serie de niveles divididos de manera más o menos tradicional en secciones delimitadas por checkpoints, con sus midbosses y sus jefes finales, en los que te enfrentas a hordas de enemigos diseñados para poner a prueba tanto los reflejos como la capacidad de sacarle partido a las distintas habilidades que vas desbloqueando. A medida que progresas en el juego se abren nuevas posibilidades para el ataque y para el movimiento, con habilidades que en muchos casos son multiusos: el dash con espadazo es una buena herramienta ofensiva pero también un modo de atravesar distancias largas, y el ataque aéreo está pensado para hacer daño a los enemigos que hay en posiciones inferiores pero también, como el propio juego deja claro bien pronto, para generar momentos de plataformeo gracias al impulso que recibes cuando golpeas algo desde arriba. Esta aproximación multiusos a ciertos recursos mecánicos más o menos comunes es el principal punto fuerte de Cyber Shadow, que sabe sorprender por esa variedad de opciones, que sabe coger lo mejor de los juegos retro en los que se inspira (la sencillez de cada pieza individual, algo parecido a la inocencia en el diseño de muchos de los enemigos, un diseño de niveles muy consciente de dónde están sus límites y cómo puede subvertirlos) sin cerrarse puertas, dejando siempre espacio a ideas o estructuras que beben, consciente o inconscientemente, de referentes más actuales.
El resultado es un juego que da sensaciones muy genuinas, de arcade retro bien entendido y bien procesado, pero que también tiene una frescura no tan fácil de ver en los clásicos en los que MekaSkull quiere que pensemos; de nuevo, más que en cualquier otro (al parecer el principal referente quiere ser el brillante Shadow of the Ninja de Natsume) pienso en Shovel Knight cuando busco otro juego que entienda de manera similar esta manera de diseñar con limitaciones pero no del todo, y resulta muy natural la asociación con Yatch Club. No me atrevo a decir que los mejore, pero Cyber Shadow sí se relaciona con los juegos «retro» que le sirven de referente (y que a mí como jugador me sirven de punto de partida, de base: imposible no verlos reflejados en Cyber Shadow) de una manera a la vez reverencial y juguetona, estudiosa e irónica; los grandes temas resuenan en su argumento, inesperadamente interesante, envueltos en un juego estético por momentos casi cómico. Es un ejemplo muy explícito de lo que tiene de posmoderno toda esta corriente «neo retro».
También es simplemente un buen arcade a lo Ninja Gaiden que sabe ser tan directo y disfrutón como uno requiera en cada momento, aunque no pueda evitar caer en una campana de Gauss que lo hace engañosamente simple al principio e innecesariamente complicado al final, cuando la respuesta a todo tu arsenal de habilidades y herramientas son los enemigos más frustrantes y menos interesantes del juego. Es una lástima pero también es un desenlace natural a lo que propone Cyber Shadow.
Gráficos: 7,5
Jugabilidad: 8,5
Sonido/FX: 7
Diversión: 8
Total:
[ 7,5 ]
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Lo mejor la nota
jaja, me ha encantado la valoración a lo retro (Bueno, y el análisis también).
Puntuación para @chiconuclear : 10 en palabros, 9,5 en plasmación de la cultura videojueguil y 27,6 en convencimiento y artes comerciales no pretendidas… total: 9,5 (la perfección no existe)
Muy mítico el Blue shadow (como todo lo que hacía Natsume), con que se parezca un poco, ya es un winner.
P.D: a Pong puedes jugar con cualquier Atari 2600 (al menos las de madera y plasti lo llevan integrado, o con cualquier máquina de pong, que existen bastantes)
@metalman
Se puede jugar en el navegador en mil sitios, claro, pero es otro rollo.
@chiconuclear
Touche! Pero se juegue donde se juegue, con mando raqueta, por favor (eso es lo que marca la diferencia y potencia la experiencia).
Por cierto, con lo obvio que resulta que se pueda jugar hasta en calculadoras, creo que nunca lo he jugado fuera de una Atari (a veces me siento tan paupérrimo y aferrado a trastos antiguos… Im too viejuner)
@metalman
El Pong bueno se juega en Tailandia, al igual que el Night Trap.
@punkoman
Imagino que estamos hablando del ping pong show xD Recuerdo estar paseando por Bangkok hace ya unos cuanto años y salir un tipo con pinta de Torrente de un callejón diciéndonos a mi pareja y a mi: «tssschh, tssschh, ping pong show?» «tidak terima kasih» fue nuestra respuesta 😅
@xmakitorx
No entiendo cómo le negaste completar la misión secundaria a ese entrañable NPC. Me sale a mí eso con una Singha en la mano y le pongo la exclamación amarilla de cartón en la cabeza.
Estáis empezando a hacer algunas fantasías con las notas que me dan muy mala espina. Pon orden @pep_sanchez
@terrymcguinis
Justo hace un rato estaba pensando que seria gracioso poner en un analisis una ecuacion de segundo grado que debas resolver para saber la nota
@apistograma
BUENO es que eso tendrían que ponerlo para poder comentar en todo internec. Se acabarían las tonterías rápido
Mola
Ni fu Ni fa
No Mola
A mí me parece a un mundo de distancia de Shovel Knight y, al menos en mi única hora de partida, no aprecié nada ligeramente moderno que me animara a continuar con él.
Incluso The Messenger, con lo torpe que es en ciertos aspectos, me parece una puesta al día mucho más estimable. No entiendo el valor nostálgico de lo retro por lo retro, sin buscar nada más que eso, la verdad.
@sabin
Está menos lejos de lo que parece, aunque tarda un poco en verse. De todos modos Shovel Knight es mejor que la mayoría de juegos, a mi parecer, pero a partir de cierto punto (quizá la pantalla 4, cuando desbloqueas el salto en la pared) es más evidente por qué lo ha apadrinado Yatch Club.
@chiconuclear
Ya me imagino que tendrá alguna carta guardada, pero me parece un precio elevado a pagar. Entiendo que Yatch Club habría visto algo en el juego para apoyarlo, pero me sorprende que no les hayan apretado un poco más las tuercas.
@sabin
A mí, sinceramente, tampoco me gustó nada. Y lo pillé con ganas. Lo dejé a las 4 horas y pico, sin atascarme, y justamente no paraba de pensar en la primera parte de The Messenger como ejemplo de algo que, sin volarte la cabeza, me entró muchísimo mejor. Es más, con la «escena retro» que hay estos últimos años en cuanto a calidad, me parece de los productos más chungos que he jugado en tiempo, hasta Inafune con sus Gunvolt está haciendo algo mucho más apreciable (después del descalabro del Mighty N9). Lo que me recuerda que OJALÁ salgan buenos Steel Assault y Aeon Drive (¡Barcelona!).
@akuroshi
Yo tuve exactamente la misma sensación, pero como estaba en Gamepass no me dolió dejarlo al de una hora y ponerme con otra cosa.
Precisamente con todos los juegos de ese estilo que hay ahora, me sorprendió que este no tuviera una capa más de profundidad desde el principio. A todos nos encanta Blue Shadow, pero a estas alturas no está de más añadirle algo más, como el propio The Messenger o Katana Zero.
Sumando todos los apartados la nota debería ser 7,75 🙁
@demo_one
¿Maletines de Devolver?…
@gordobellavista
Eso es porque son unos sonier/xboxer/nintenderos/fans de sonic mania
«Los momentos en los que ganar la partida deja de ser posible»
Aquí me ha venido a la mente el final bueno de Nier autómata. Sin hacer spoilers, ¿llegará un momento en el que sea imposible sacarlo? da cosica eh, dedicarle 30-40 horas a un juego para acabar como decía en el telecupón de Carmen Sevilla nuestro querido Hugo: «Me he quedao colgao como un jamón, colega».
A mí el día que me quiten los rankings del Ikaruga de 360 me dará un síncope. Y no debe estar muy lejos la cosa…
Me uno al club de los que les gustó más The Messenger.
Es verdad que cuánto más avanzas y más habilidades tienes es más disfrutón pero me acabó aburriendo y frustrando en demasiadas secciones cosa que no me pasó en ningún momento con la lisergia ninja de los canadienses.
En fin que cybershadow me dejó un poco frío : (
A mi me flipó cuando lo jugué en Enero gracias al GamePass™, un juego clásico a tope pero con el girito de la modernez pillando cosas y todas buenas de otras genialidades como Shovel Knight, Celeste o The Messenger.
Después de Celeste (que juega en otra liga) quizás sea de mis indies favoritos.
Yo el The Messenger lo empecé con ganas pero lo abandoné antes incluso de llegar al cambio gráfico, este no pude soltar el mando en unos cuantos dias.
A mi el the Messenger me gusto, pero lo note demasiado fácil. Tal vez este me entre mejor
Nunca es tarde si el ninja es bueno. Me entretuvo bastante cuando lo jugué!
A mi se me hace difícil comparar The Messenger con CyberbShadow, son juegos muy diferentes. De hecho, cuando jugué The Messenger pensaba que me iba a encontrar el trillado homenaje/sucesor espiritual/plagio de Shadow Warriors y la sorpresa que me llevé fue mayúscula, convirtiéndose en uno de los mejores títulos que he disfrutado en los últimos años, tiene una personalidad arrolladora y acaba siendo memorable.
En cambio CyberShadow sí que me parece un juego muy Shadow Warriors y está mucho más anclado en el pasado en todo lo que propone a pesar de las obligadas moderneces (muchas habilidades, checkpoints, duración excesiva para que no se nos quejen los del €/hora..
). Lo he disfrutado pero ya me estoy empezando a olvidar de sus niveles cuando no hace ni un mes que lo completé. Además, en general, y salvo algunas secciones, es muy facilón, incluso el final Boss a los pocos intentos le pillas la rutina relativamente rápido. Y eso que yo no soy ni milenial y mis reflejos empiezan a fallar alarmantemente.
Mi nota sería un 6,6 rozando el 6,7. Bien alto.