Astronite es una oda a lo clásico. Dume Games Studio, el equipo español encargado de su desarrollo con Domènec Claret como único integrante, se estrena con un título minimalista que homenajea a una época pasada que ha hecho posible su creación; tiene unos referentes claros y no se avergüenza de acoger lo que en algún momento los hizo únicos.
Astronite se define como un metroidvania en 1bit (ya sabéis, solo utiliza el blanco y el negro), y en él tomaremos el control de un explorador espacial que aterriza en el planeta Neplea. El objetivo aquí será expulsar al ejército invasor que sometió a la civilización que en su momento lo habitaba, a través de un juego con unos cimientos pequeños, pero firmes y generosos, que saben exprimirse para dar lo máximo de sí mismos. El estilo artístico no es la única referencia tomada de Gato Roboto, sino también su elegante simplicidad: en ambos casos las herramientas son muy limitadas (aquí solo hay un jetpack, un dash y una pistola), pero su mapa contenido y su duración corta y perfectamente medida son los entornos que ambos títulos necesitan para desarrollarse.
Astronite va incluso más allá en este sentido, porque limita aún más nuestros instrumentos pero sabe sorprender para darles nuevos usos y sacarles el jugo en todos los exigentes desafíos, tanto de disparos como de plataformeo, que están repartidos por Neplea. Al mismo tiempo que es capaz de transportarte a las situaciones más áridas y delicadas, también muestra su gran capacidad para aprovechar cada una de sus pequeñas piezas y lo termina elevando por encima de sus propias inspiraciones: lejos de limitarse a un juego que acaba resultando agradable y pulido, pero falta de sustancia, el título de Claret demuestra tener cosas que decir a pesar de una historia que, irónicamente, no dice demasiado.
No le hace bien lo copada que está la escena independiente de juegos con inspiraciones similares, pero en ningún momento parece importarle demasiado: Astronite es un proyecto personal, una oda a las pasiones actuales y retro de su creador y al mismo tiempo un título robusto y autoconsciente que encuentra su conexión con quien lo juega en pequeños momentos de complicidad, referencias captadas y situaciones familiares que no buscan inventar nada, sino dar un pequeño refugio de hospitalidad para los que quieran acercarse a él. 2022 fue un año muy positivo para el desarrollo de videojuegos en España, y títulos como Astronite reafirman que, mirando al futuro, el optimismo está más que justificado.
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@orlando_furioso
¿Igual te refieres al Jetpac de Spectrum? Era bien difícil el cabrón, pero como todos los juegos de esa época
@rules
Entiendo que @orlando_furioso se refiere a una recreativa… Con el dato «diferencial» de disparar por el casco, no me viene nada… ¿Algún detalle más? ¿Selección de pantalla? ¿Algún jefe que recuerdes?