Demasiado tentador, esto de empezar comentando las similitudes entre la propuesta argumental de Binary Domain y su realidad como juego. Máquinas que no saben que lo son en un shooter que empieza con problemas de identidad, reflexiones sobre lo que nos hace humanos presentadas por un tipo, Toshihiro Nagoshi, que no está demostrado que lo sea. Diferencias culturales y sociales, formas opuestas pero imitables de pensar y de actuar para acabar hablando, dentro y fuera del disco, sobre prejuicios. Es indiscutible, en cualquier caso, que el Yakuza Studio se disfraza de otro para empezar, para permitir que la parte americana de la Unidad Óxido —Dan Marshall, el prota, y Big Bo, el negro chistoso— se cuele en Tokyo. Las cosas están regular por ahí en el año 2080, tras una inundación muy jodida de la que, por presupuesto, tiempo y ganas, solo se ha recuperado media ciudad. De esa parte pija, con rascacielos blancos y «cabezalatas» sirviendo café en las terrazas, parecen haber salido los Hijos del Éter, androides tan parecidos a humanos que llevaban décadas engañándose a ellos mismos y a todos los demás. Eso va en contra de cierta convención internacional, nos dicen, y la solución pasa por pegar muchos tiros. Lo hacemos, no quiero repetirme, como en tantas otras ocasiones. Casi todo lo relacionado con la acción, con la tercera persona y con las coberturas es tirando a típico en Binary Domain. La chispa, en lo básico, la ponen los enemigos, por esa diversión inherente al despiece, al romper y no solo impactar, que se sabe aprovechar en lo visual —la chatarra saltando llega a gustar más que la sangre— y como mecánica; destroza el brazo con el que sujetan el rifle y que se jodan, que se agachen para pillarlo con el otro. Está también el clásico de la pierna y el arrastre, pero lo mejor de lo mejor es el headshot, porque los robots sin cabeza se dan media vuelta y se ponen a disparar a los suyos. Donde no llega lo fundamental aparece lo accesorio, que no necesariamente menos importante. La manera de apuntalar un sistema limitado, con un control correcto pero sin ajustar lo bastante la fórmula, es lo que deja claro que esta gente sabe. La comunicación con el resto del equipo —cada cierto tiempo se eligen dos acompañantes, con más o menos restricciones por la trama— es inusualmente importante cuando no hay tiroteos, con charlas breves que mejoran o empeoran relaciones en función de las respuestas elegidas. Las damos con el mando o con el micrófono ((En castellano por defecto, en inglés si cambias el idioma de la consola. Nuestro doblaje es más bien flojo, pero el otro tampoco destaca.)), con un reconocimiento de voz correcto pero no infalible, y no son de las que hacen sudar: son casi siempre simples, es poco necesario tener en cuenta la mentalidad del interlocutor y solo en contadas ocasiones producen reacciones opuestas en dos colegas. El invento se queda más cerca del contrapunto curioso, del pequeño destello de personalidad —ya es mucho— que en golpe de efecto deseado. El buen rollo se premia con órdenes mejor acatadas, pero siendo la acción menos táctica de lo que aparenta, también la recompensa se queda a medias. No quiero decir que no me guste la idea; tengo claro que Binary Domain es así mejor de lo que sería sin esto. Los halagos de los compañeros y las flechitas azules hacia arriba son, incluso ignorando sus consecuencias, un feedback positivo del que se agradece cuando acabas con un batallón de hojalata especial eficiencia, con muertes múltiples por explosiones o por el disparo con carga. Los créditos adicionales vienen muy bien para mejorar el arsenal del grupo. Y lo cierto es que, tal vez por eso, tal vez acaba incluyendo a un robot francés sorprendentemente majo, el tío, la Unidad Óxido acaba funcionando como reparto, generando simpatía. Acaban por ser lo mejor de un guión cuidado, pero menos complejo de lo necesario: levanta espectativas en un par de cinemáticas pero se aparca después hasta un desenlace que, sin estar en absoluto mal, teme parecerse demasiado a los referentes obvios y evita profundizar en los temas que él mismo planteaba. Por el camino, ligeramente más largo de lo habitual hoy, montones de enemigos finales hacen de batuta. No buscan justificación alguna, son la parte más inocente, despreocupada —ni dilemas, ni sentimientos artificiales, ni mandangas; un robot motorista de diez metros—, y divertida del juego. Algún enfrentamiento se alarga en exceso en los niveles de dificultad más alta, pero entiendo quien no tiene prisa por abandonar los momentos más japoneses de la campaña. No son los únicos que aportan variedad y se nota que alguien ha pensado donde colocar las huidas, por carretera o en moto de agua. Los pasillos y estancias que conectan escenas y puntos clave no han recibido la misma atención. Binary Domain es un título agradable, más cómodo de lo esperado en un espacio poco poblado; no está demasiado cerca de lo genérico, aunque tampoco lo bastante lejos. Falla cuando nos deja hablar con sorprendidos civiles en estrechas calles sin opciones, pero tiene recursos suficientes como para salirse con la suya casi siempre. Sin poder echar mano de esas peculiaridades, la base se aguanta por poco y así lo demuestra un multijugador —competitivo y modo Horda— hecho con plantilla, por modos y progresión. Ni sus puntos fuertes son únicamente nipones, ni todos sus fallos se explican por la intención de vender en occidente; de cualquiera de las dos partes podría haber salido también el poco de carisma y el punto confianza que le faltan para ser algo más que un juego realmente bueno. [7]
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@Pep_Sanchez Si lo tuvieras que comparar con Vanquish a nivel de trama y espectacularidad, ¿cómo andaría?. Lo digo por sus similitudes como 3rd Person Shooter Japonés futurista; si a uno le gusta la estética (a mi me encanta), se pueden pasar por alto los aspectos mediocres. Y me refiero a los de BD, no los de Vanquish que es una delicia de gameplay.
Me imagino que Vanquish es mas frenético y espectacular, y Binary Domain, siendo plano, tendrá una trama algo menos estúpida ¿Me equivoco?.
y que tal van los comandos por voz ? que así leyendo por encima no lo he visto xD
Un siete, en sintonía a la mayoría de análisis que pululan por la red. Aunque en Anait un 7 signifique más.
El precio de lanzamiento es muy atractivo en UK.
Por el analisis parece más de ocho, pero da igual el numero si dicen que es disfrutable. Y el Yakuza team, joder…
Tengo la impresión de que SEGA lleva 10 años usando el mismo motor gráfico.
@jetsetwillyiv
Vanquish está mejor diseñado, es superior en todo lo relacionado con el control y con la parte esencial de la acción. Se aguanta sin historia y sin añadidos, como demuestran sus misiones.
La historia de Binary Domain es algo mejor —tampoco como para volverse loco—, sí, pero su plus, si te interesa eso, está en lo de notar que formas parte de un grupo, cuando disparas y cuando no.
Siempre me entra una cierta pena cuando juegos como este o, por decir un ejemplo medianamente reciente, Mirror’s Edge, a pesar de ser buenos juegos, fallan en cosas muy claras que normalmente están asociadas al hecho de no querer arriesgar explotando su propio potencial. En el caso de Mirror’s Edge las escenas en flash/tercera persona y una historia un poco simple y, en este caso, una oportunidad perfecta para intentar introducir un argumento un poco más maduro y con unas connotaciones serias y reflexivas.
Al final -a diferencia de Mirror’s Edge, dicho sea de paso- da la impresión de haberse quedado en un buen juego, con unas buenas mecánicas y que tristemente será carne de oferta. Falta por saber si el público considera que es entrecot o una triste hamburguesa.
Tengo ganas de pillarlo, pero con masa efect3 a la vista se me hace difícil.
Me esperaré a otro gueco pero caera,.
Juegazo, otro buen ejemplo del buen gusto del Yakuza Team.
A mí la demo me pareció terrible. Cuando esté a 15€ quizás.
No tenia promocion de hondo xd
a mi la verdad es k me a parecido un juego espectacular y k no decepciona! jugabilidad muy buena y accion continuada! la IA de los robots muy buena y los graficos tambien! la historia dependera de las decisiones k vayas tomando y komo la cagues tus compañeros se kabrean y te ignoran!!!! yo todavia estoy en el nivel oxydo pero espero akabarlo y pasar a sin perdon!!!! lo recomiendo!
@wendigo
Lo acabo de comprar a 8 euros y pico, y espero disfrutarlo en breve.