Análisis de Blood Bowl

Hace unos años cayó en mis manos, versión revista (creo que era GameLive o PC Life), un juego para PC llamado Chaos League del que hubo una versión extendida. Poco después mi grupo de amigos se expandió y entraron varias personas que jugaban a juegos de tablero. Al único que le presté atención fue a uno llamado Blood Bowl, por la parte táctica del juego. Sí, tenía un factor aleatorio que podía fastidiarte en el peor momento igual que podía elevarte a los altares cuando menos te lo esperabas y, además de hacer de entrenador, tus jugadores podían machacar literalmente al equipo rival, pero puedo decir que esa liga que jugué con mis amigos aún la recuerdo. Casualmente, al ir a trabajar fuera me llevé un portátil, y con él el Chaos League. Sinceramente, el juego era una castaña infame. Basándose en el juego de tablero lo convertían en una especie de Command & Conquer deportivo que no había por donde cogerlo, y menos yo con mi mini portátil (estamos hablando del año 2006). Blasfemé lamentando que ese intento a salto de mata de convertir Blood Bowl en videojuego no hubiera salido mejor, y a otra cosa. Pasó el tiempo, mi grupo de amigos dejó de jugar a Blood Bowl, y yo me fui a Lyon a cubrir la GDC Lyon de 2007. Allí me encontré a los que perpetraron Chaos League, los franceses Cyanide. Cuando reconocí quiénes eran les di mi impresión, y me dijeron que estaban empezando a trabajar en la versión oficial de Blood Bowl. Se ve que habían tenido las suyas con Games Workshop, y en vez de llegar a las manos decidieron unirse y hacer un buen trabajo. Este buen trabajo ha llegado el pasado año a distintas plataformas. En verano apareció la mejor versión de todas, la de PC, junto con la de PSP. Poco después me encontré a sus responsables en España, y tras decirles que en mi grupo ya nos habíamos regalado entre nosotros como tres unidades de PC, me dijeron que esa edición se había agotado en España. Al terminar el verano apareció la versión de Nintendo DS, y al final de año la versión mejorada de PC y la de Xbox 360. Como veréis, la historia del juego tiene su miga, y lo aparentemente de lado que se le ha dado por parte de la prensa en general (a pesar de que el equipo de desarrollo y edición ha mandado sus buenas notas de prensa cada cierto tiempo), eso no ha impedido su éxito. Y ahora, después de toda esta introducción, hablemos del juego en sí. El juego nos invita a hacernos un equipo de una raza del mundo de Warhammer, cada una con sus características y sus jugadores específicos, y convertirnos en el mejor equipo de «Blood Bowl» del mundo, que es como el fútbol americano pero a lo salvaje. En el juego te dejan poder elegir el modo «tiempo real», pero digamos que nadie en sus cabales se pondría con este modo, así que supondremos que todos jugaréis por turnos. Una vez elegido el equipo podemos echar un partido amistoso, uno online, o participar en un «modo historia» en el que debemos conseguir que nuestro equipo llegue a lo más alto. Sobre las reglas de Blood Bowl hay un libro que se edita cada cierto tiempo, así que no profundizaré demasiado, pero por ejemplo tiene una norma que hace que cada vez que se enfrentan dos equipos el que tiene peor equipo recibe una cierta cantidad de dinero para poder igualar las fuerzas. Esto hace que cualquier novato puede ganar a un maestro siempre que acierte con la estrategia y la suerte le respete. Las reglas se han llevado de una manera literal al videojuego, y se explican bastante bien con los íconos de pantalla. Vamos, yo no he necesitado de instrucciones de ningún tipo ni acceder al tutorial del juego para entender qué tenía que hacer. Sacas o recibes, eliges tu estrategia, el evento después de la patada, y a batirse el cobre. El aspecto gráfico es realmente acertado, con una animación parecida a como me imaginaba que serían las partidas de tablero. Así, veremos a los diferentes personajes penetrando, placando, pisoteando al rival, esquivando y llegando a meta para hacer touchdowns, con alegría y jolgorio por parte de las animadoras. Todos los personajes están muy bien modelados, aunque evidentemente entre cada raza hay a veces pocas diferencias que provocan que podamos elegir al que no toca. Los escenarios también están muy bien realizados, teniendo en cuenta que además incluyen zonas diferentes para heridos, gravemente heridos, otros jugadores, etcétera. El aspecto sonoro está muy cuidado, con una banda sonora que recuerda a la de Piratas del Caribe, y comentaristas para los partidos bastante graciosos (en inglés, eso sí). La jugabilidad es el aspecto más crítico del juego. Si bien a todos los aficionados al Blood Bowl les encantará, en las versiones de consola ha desaparecido la versión de liga online, que es el punto fuerte de la versión de PC. Por otro lado, las versiones de consola podrían haber tenido un modo más arcade aprovechando sus características, pero… así es la vida. En resumidas cuentas, una adaptación excelente. Mi enhorabuena a Cyanide porque el esfuerzo finalmente ha valido la pena. Actualmente, los ocho colegas tenemos una versión para PC. [7]