Los juegos de puzzles se pueden permitir el lujo de no ser especialmente bonitos, como An Architect’s Adventure, o incluso el de ser directamente feos, como Stephen’s Sausage Roll, porque lo que importa de verdad está en otro sitio. Lo que importa de verdad está en algún punto entre el juego y tu consciencia; es, hasta donde nos interesa en este breve artículo, magia. Menciono los juegos «feos» sin acritud, casi como un elogio; como queda claro con juegos como este BOND, de Gustav Almström (desarrollador del también recomendable. y gratuito, Skala), a veces puede ser una buena forma de regular las expectativas.
El «estilo artístico limpio», como dicen en su página de Steam, de BOND ayuda a centrar la atención en su delicado diseño. BOND es uno de esos juegos de puzzles abstractos que tratan sobre sus propias mecánicas. Tú manejas a un bloque azul que tiene que encontrar la forma de alcanzar y cubrir la «zona objetivo»; para ello, tienes que manipular el resto de bloques del nivel de tal modo que acabes teniendo la forma que te pide el nivel. Un ejemplo: los bloques con un corazón se transforman cuando los tocas, lo que te permite expandirte para cubrir por completo la zona objetivo. Pero, ¿y si el objetivo se extiende en una dirección que no te es posible replicar? ¿Y si se extiende hacia arriba? ¿Y si el objetivo está en un punto del nivel que parece imposible de alcanzar? Más adelante el juego va añadiendo nuevas piezas (bloques grises que puedes empujar, otros que multiplican lo que entra dentro de ellos, otros que te elevan) y proponiendo distintas formas de combinarlas.
El resultado son sesenta y pico niveles pequeñitos, manejables, nunca excesivamente difíciles, pero sí estrictos y satisfactorios, inteligentes e interesantes, que exploran las mecánicas del juego con una sensibilidad encantadora; sin grandes sobresaltos, sin volantazos ni aspavientos innecesarios: solo tú, las mecánicas y la relajada, más que relajante, banda sonora meciendo tus pensamientos mientras buscas la solución de cada rompecabezas. Es una propuesta directa y humilde a la que le va bien, como decía, tener la pinta que tiene para no prometer ni por error nada más de lo que pretende ofrecer: un buen pasatiempo, que nunca se pasa de listo ni deja de estimular el intelecto; unas cuantas tardes, quizá una semana, si te lo tomas con calma, de puzzles sin mucha más pretensión.
Si me preguntáis a mí, no hace falta más; BOND podría tener más puzzles, podría tener mejores gráficos o podría intentar contar algo, pero decide no hacerlo y me parece bien. No hace falta más, insisto. Pero con estos juegos, aprovecho aquí para hacer una confesión, siempre acabo un poco dividido: ¿y si contara algo?, ¿no sería una oportunidad para llevar todavía más allá sus rompecabezas, dándoles un contexto que les dé también esa fuerza, la de un sentido superior al que tiene su propia mecánica? ¿Y si tuviera mejores gráficos?, ¿no sería una forma de explorar, igual que se explora el oficio del puzzle, otra artesanía, de probar sinergias que quizá logren captar la atención de más gente, a la que quizá también interese la manera en que se presentan los juegos? ¿Y si tuviera más puzzles?, ¿no es así como se profundiza en las mecánicas? Se puede pedir lo que se quiera y soy consciente de que los videojuegos, más cuanto más se alejan de los gustos mainstream, tienen que convivir con unas estrecheces que parecen impropias de la industria cultural más lucrativa del planeta; solo pienso en alto, en fin, porque tampoco hay mucho más que decir sobre BOND: que no llama mucho la atención pero sí es un buen juego de puzzles, ni muy fácil ni muy difícil, y que se lo recomiendo a quien le pueda gustar, y al resto no. Fin.
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¿Sarah?
_age?
@orwellkill
43, any problem?
@viorru
no
do you bond_age?