Análisis de Chronicles of Riddick: Assault on Dark Athena

En plena efervescencia etresera ((Que se haya retrasado todavía más la publicación de este texto es ya cosa del editor.)) yo, que siempre voy un poco por detrás (al más puro estilo Sete Gibernau), os traigo la review de Chronicles of Riddick: Assault on Dark Athena. He tardado más de la cuenta, lo sé, pero es que el juego contiene el nuevo (y mediocre) Assault on Dark Athena y el viejo (y remasterizado) Butcher Bay. Distribuye Atari y ha sido desarrollado por Starbreeze Studios, cuyos mayores logros se dividen entre Knights of the Temple II, Knights of the Temple I y el bastante más conocido The Darkness (reconozco que he tirado de Wikipedia para descubrir esto). Mis expectativas para este doble juego no eran demasiado altas, a pesar de la buena fama que cosechó el primer título del súper molón Riddick. Pero como ya sabéis, nunca se puede dar una batalla por perdida, y menos en un videojuego, así que introduje el Blu-ray en mi PlayStation 3 y empezó la odisea… ¿Odisea? Se preguntaran los más osados. Sí, odisea, responderé yo. Odisea porque mi PlayStation (conocedora de mi pasado Nintendero) me odia y se empeñó en hacer que cada partida fuera un reto. Primero, guardando lo que a ella le salía de los mismísimos. Después colgándose cuando había demasiados polígonos en pantalla (suerte que no era un Metal) y después borrando toda mi partida cuando ya sólo me faltaba un santiamén para cantar el alirón. Pero yo, como soy de pueblo y por tozudez no me gana nadie, aguanté el tipo como un hombre. Y si la Play se ponía tonta, yo más. Con ese tira y afloja aguanté los dos juegos prácticamente del tirón, aunque debo reconocer que lo hice con el orden inverso, primero el Dark Athena y después Butcher Bay. ¿Por qué? Pues porque soy tope molón. Y a mí, el orden establecido por los romanos, los árabes o los mesopotámicos me la trae muy floja, y si quiero empezar por el dos para después saltar al uno, lo hago. ¿Y qué? Total, vamos a lo íbamos que si no esto se puede hacer muy largo… Antes de empezar el juego estaba convencido de que los tíos más duros del universo eran Jack Bauer, Chuck Norris y Steven Seagal (en cualquier orden). Pero después de jugar he visto que estaba muy equivocado. Todos estos son como el sobrinito pequeño de Mickey Mouse al lado de Riddick. El personaje de Vin Diesel es el tío más guay, duro y molón de todo el cosmos. Pero lamentablemente también es el más analfabeto de toda la galaxia y parte de Francia. Después de cinco minutos de juego ya me cansé de sus frases cortas, de sus insultos baratos y su poca capacidad de atención. Esto no sería nada grave si no fuera porque en el juego (principalmente en Butcher Bay) Riddick es el chico de los recados y debe interactuar con todos y cada uno de los personajes que aparecen, dando como resultado unas conversaciones sosas, insulsas y exageradamente pretenciosas. Después de cinco horas de juego ya estarás hasta las cejas de “yo hago lo que quiero”, “tu vida depende de mí” o “yo trabajo solo”. Odioso a más no poder. No me alargaré contando el argumento de ambos juegos. En el primero (el primero de verdad, no mi primero) Riddick debe escapar de la prisión de Butcher Bay, una enorme prisión con un sistema de seguridad que deja bastante que desear. Sean Connery se hubiese escapado de ahí antes de entrar en la celda. Para lograr nuestra huida deberemos contactar con muchos personajes que nos irán desvelando secretos y contando la historia. Eso sin contar los muchos inquilinos de la prisión que nos ofrecerán trabajitos secundarios para ganar dinero espacial, del todo inútil en la aventura, pues lo que puedes comprar con esa pasta te lo encuentras tirado en el suelo cada dos por tres. En el segundo juego, Dark Athena, el planteamiento es el mismo: escapar. Esta vez de una nave espacial que ha sido apresada. Dentro también tendremos que jugar al chico de los recados, aunque bastante menos que en el otro juego. Por suerte, en DA hay menos diálogos horrorosos que escuchar, y abunda mucho más la acción. Pero este punto a favor se compensa con una repetición extenuante de escenarios y enemigos. En vuestra cabeza, la pregunta “¿por aquí no he pasado antes?” se repetirá millones de veces. Tanto que llegaréis a preguntaros “¿es probable que sólo haya un decorado?”. La respuesta a ambas preguntas es un categórico y rotundo SÍ. La historia gustará a los fans de las dos películas de la trilogía (ya sabéis que falta la tercera), pero los poco interesados en ese universo deberían dejar a un lado el guión. Poco entenderán… Pasemos ahora a hablar de gráficos, ese apartado que tanto gusta a sonyers y xboxers y que tanto odian los nintenderos (aunque antes no era así, sniff). Butcher Bay, como ya he dicho, es una remasterización del juego original que apareció en el lejano 2004, cuando sólo teníamos una Champions. La verdad es que han hecho un buen trabajo, y el juego está, prácticamente, al mismo nivel que Dark Athena. Además, Butcher Bay cuenta con unos escenarios más variados, más coloridos y bastante más amplios. Lamentablemente aún se aprecia un ligero popping y algunos enemigos, al caer al suelo atraviesan paredes, vallas o puertas como si nada. Otro aspecto que se debería haber pulido son las físicas. Seguramente hace cinco años estaban bien, pero ahora, dos Champions después, se ven desfasadas y, sobre todo, muy ortopédicas. Riddick no tiene mucha expresividad, y alguno dirá que es por su carácter, pero los otros personajes con los que interactuamos tampoco parecen, precisamente, Jack Nicholson. Si tenemos en cuenta su origen la cosa no está tan mal, incluso podríamos decir que es un buen título a nivel gráfico, pero si osamos compararlo con los juegos de hoy en día la verdad es que Butcher Bay sale bastante mal parado. Espero que nadie tenga la desfachatez de compararlo con Killzone, Gears o GTA. Pasemos ahora al segundo juego, seguramente el que más palos se llevará, puesto que éste no se puede esconder tras la excusa de los años. Dejadme dejar claro, primero de todo, que Butcher Bay no es un mal juego. Dark Athena, lamentablemente, sí. Gráficamente el juego está a la par de Butcher Bay y eso, nos guste o no, es una mala noticia. Los errores del Butcher están presentes en este (popping, transparencias, pocos polígonos…) y además éste Dark Athena cuenta con el inconveniente de la localización. Prácticamente toda la historia pasa dentro de la nave espacial, con lo que los escenarios serán muy poco variados entre ellos. Lo mismo ocurre con los enemigos. Nos parecerá estar todo el rato matando el mismo cabrón tocapelotas con infrarrojos en los ojos y traje de pedófilo. La expresividad de los personajes y ciertas animaciones sí que han mejorado considerablemente, pero no lo suficiente como para ocultar los otros grandes defectos (u olvidos). El personaje de Vin Diesel sí que muestra una evolución lógica por el paso de los años. En DA está mucho más definido, más poligonado y sus expresiones y animaciones han mejorado considerablemente. Pero como ya he dicho, todo esto no consigue ocultar la gris monotonía que envuelve todo el juego. ¿Diversión? Los dos juegos son divertidos… un ratito. Después de varias horas, uno se cansa de ir de punta a punta de mapeado para llevar un puto objeto a alguno de nuestros “amigos”. Ambas partes son shooters, aunque con mucha menos acción de lo que estamos acostumbrados (principalmente el primero). Los dos juegos tiene la peculiaridad de la oscuridad, en la que nuestro personaje se puede esconder para atacar por sorpresa. Para hacer esto, el bueno de Riddick cuenta con unas gafas, topemolonas, que le permiten ver en la sombra. La idea mola, lo que pasa es que no es de vital importancia para la aventura. Me explico. Una vez dominemos los controles de las armas y la lucha cuerpo a cuerpo, podremos hacer eso (que tanto nos gusta) de avanzar-matar-y poco más. Además, no siempre sirve esconderse en la oscuridad, ya que muchas veces, sin saber exactamente por qué, los enemigos nos descubrirán igualmente (¡jodidos franceses!). Y por si todo esto fuera poco, en el juego (en los dos) hay poquísimas armas y cada dos por tres nos las quitan y nos obligan a luchar cuerpo a cuerpo, que a mi parecer es bastante más aburrido. Y para más inri, si sois de los que no instaláis los juegos en el disco duro, ya podéis prepararos para chuparos largas esperas con la palabra “cargando” en pantalla. Y las bromas con esta palabreja se limitan a un simple, y escatológico, cagando, con lo que a la quinta vez que hagáis la risa la cosa perderá muuuucho interés… En resumen, este doble juego de Riddick es una buena opción para los amantes de los shooters, siempre y cuando no tengan que pagar 60 euracos por él. Con esto no pretendo incitar al robo, nada más lejos; si llega a vosotros en forma de regalo no es una mala opción. Pero si tenéis en mente compraros un buen shooter debéis saber que hay muchas y mejores opciones que este Riddick. Claro que ningún juego tiene un personaje tan molón como éste. Además, el juego mezcla shooter y RPG de una forma, cuanto menos, original. En fin… vosotros sabréis, ésta es mi modesta opinión. Nota Butcher Bay: 7 Nota Dark Athena: 5 Nota media: 8. ¡Digo 6!