chachi-que-sí a chachi-que-no

Análisis de Door Kickers

Análisis de Door Kickers

Hubo una época en que los tiroteos del cine más realistas eran parecidos a la magistral escena climática de Operación Rolling Thunder o el último tramo de Secuestro infernal: largos intercambios de plomo desde coberturas, recargas con la espalda pegada a la pared, pausas dramáticas antes de pulsar el gatillo y disparos imposibles de fallar que no dan en el blanco. Eran emocionantes combates de boxeo a muerte donde la improvisación, la astucia y la épica terminaban siendo determinantes en el desenlace. Con los años los tiroteos a corta distancia (o CQB, close quarter battle, como los llama el survivalismo más documentado) se han ido profesionalizando, probablemente gracias al asesoramiento de exmilitares y expolicías ejerciendo de coreógrafos basados en su experiencia. Los tiroteos realistas son ahora justamente eso, profesionales: rapidez, coordinación, precisión y mucha inteligencia táctica. Donde antes de destrozaban los marcos de las puertas a balazos, las botellas explotaban y las paredes eran coladores; ahora cada proyectil del SWAT o los SEALs va directo al cráneo del enemigo, no se desperdicia ni una ráfaga y los agentes se comunican con un código de gestos que al espectador, que no entiende nada, solo le transmite la sensación de que esos tíos de negro o de camuflaje saben muy bien lo que hacen. Matones funcionariales impregnados de una suerte de badassery tecnificada, cerebral y eficiente.

Door Kickers busca reproducir esa filosofía de la justicia exprés recapitulada y concentrada en armas automáticas y tecnología de visión nocturna. Cuando los malos son demasiado malos el gobierno se salta la burocracia y echa mano del brazo fuerte de la ley: barrenderos preparados para extirpar de la sociedad a esos tumores de camiseta manchada y olor fuerte, representantes del crimen organizado que hay que cargarse, claro, organizadamente.

Esta es la clave: la organización. En vista cenital y con el tiempo pausado, Door Kickers es un juego de estrategia al estilo Commandos o Frozen Synapse que nos ofrece la posibilidad de preparar nuestro asalto hasta donde nuestra capacidad de planificación nos permita. Podemos elegir por dónde acceder al edificio, en qué orden hacerlo, si queremos tirar la puerta de una patada o plantar explosivos, podemos ver en qué distribución están colocados los malos usando una microcámara bajo la puerta, y podemos organizar la misión de principio a fin o ir planeando cada paso a base de pausar tras una maniobra exitosa. La primera opción es sin duda la más compleja pero también la más satisfactoria: trazar numerosas rutas simultáneas y acciones coordinadas y verlas ejecutarse con limpieza es parecido a pasarse la tarde montando un circuito de piezas de dominó y verlas caer todas justo como habías imaginado. La segunda opción, la más viable: despejar una zona, pausar y pensar cómo encaramos la siguiente estancia. Y hay una tercera, que es avanzar en tiempo real, que se parece un poco a proponerle un trío a dos desconocidas: técnicamente se puede hacer, y si sale bien es estupendo, pero lo más probable es que acabes muerto, haciendo el ridículo o las dos cosas.

Quizá lo mejor de Door Kickers es la inteligencia con la que sus autores han implementado todas las herramientas que podamos necesitar en nuestras incursiones en territorio criminal. Al establecer la ruta no se trata solo de ir del punto A al punto B, sino que podemos introducir paradas o acciones intermedias, como lanzar una granada cegadora, y estipular si es necesario hacia dónde queremos que mire nuestro agente mientras se desplaza, lo que garantiza el avance perfectamente coordinado y seguro. Hasta podemos añadir condicionantes, como por ejemplo que un agente no inicie su ruta hasta que otro haya despejado la habitación, o si lo preferimos asociar cada acción a unas órdenes en forma de botones A, B y C que podemos ir accionando cuando lo creamos oportuno. Hay poquísimas cosas que no podamos hacer en el juego, y el grado de personalización del plan es tan completo que nos permite planificar cada mínimo detalle, paso o movimiento con una minuciosidad rayana en el Asperger.

Eso sí, a medida que avanzamos por sus misiones independientes y posteriormente por la campaña que se desbloquea, el juego se vuelve cada vez más complejo y difícil de domar. Cada vez podemos utilizar más agentes, y los agentes empiezan a tener cualidades distintas, y comenzamos a poder equiparlos con otras armas con sus ventajas y inconvenientes, y se despliega ante nosotros un abanico de clases, progresión y árboles de habilidades, además objetivos como desactivar bombas, arrestar criminales, salvar rehenes o evitar la destrucción de pruebas, todos ellos elementos que multiplican varias veces la versatilidad del juego y la complejidad de sus mecánicas.

Análisis de Door Kickers

Porque cuando digo que Door Kickers es complejo, también quiero decir que es difícil. En ocasiones bastante difícil y en algunos momentos muy difícil. Es un juego en el que vas a morir mucho y vas a fallar todavía más. Uno de esos en los que Restart se convierte en tu apellido y te cuesta cinco, diez intentos superar una misión. Es algo que normalmente conduciría a la frustración a más de uno, pero en este caso los rumanos de KillHouse han conseguido que el jugador crezca en el fracaso. Cada error que da al traste con la operación tiene algo de educativo: nos deja ver con claridad qué hemos hecho mal y cómo debemos afrontar esa zona en la próxima intentona. Y ese conocimiento se acaba asimilando y aplicando a la siguiente misión. El juego tiene también su parte de aleatoriedad, aunque siempre controlada y sin dar lugar a disparates, y eso hace que para cumplir una misión nos nos movamos en función de dónde está cada enemigo o qué comportamiento ofrece, sino de la maniobra más eficiente y segura para nuestros hombres, vengan de donde vengan los malos.

Quizá la falta de un contexto narrativo en la campaña le aleje de la excelencia más depurada, pero desde luego Door Kickers es la mejor incorporación de los últimos años al género del RTS táctico y viene trufado de contenido, tanto oficial (las misiones de briefing o las tres campañas) como de la comunidad, con un editor de misiones sencillísimo de usar y la posibilidad de descargar las creaciones de otros, además de un invento demencial, el generador automático, que es capaz de crear misiones nuevas al instante mezclando ideas de otras misiones del juego. Coronado por una IA propia (los SWAT disparan por sí mismos) y ajena de lo más sólida y razonable, y los añadidos casi semanales de sus desarrolladores, la sensación es de que Door Kickers es magnífico y va camino de ser todavía mejor. Quizá la próxima puerta que derribe, amigo de la táctica y la estrategia, sea la de tu corazón. [8]

Redactor
  1. Majere

    ¡Van dos sonrisas! XDDD Ya ha llovido desde Hot Shots 2, joder…

  2. Joker73R

    Me lo has vendido desde el

    CHACHI-QUE-SÍ A CHACHI-QUE-NO

  3. AMaldito

    Mola: anoto el juego y las dos pelis.

  4. mio_tony

    Tiene buena pinta, pero no sé qué coño me pasa que últimamente que si un juego no es roguelike o tiene el sistema de items RNG y con rareza basada en colores no me interesa una mierda.

  5. Ryszard

    @petete_torete dijo:
    Vale, me has sacado una sonrisa con el chachi que sí a chachi que no. Reconozcolo.

    Se te ha escapado la vena asturiana… xD.

    _______________

    Gran análisis. A mí la metáfora del trío me ha parecido soberbia.

    El juego en sí, me lleva llamando mucho tiempo, no pide muchos requisitos y hasta mi ordenador podría hacerlo funcionar. Igual en alguna rebaja…

    Nunca pensé que fuese tan tan completo, lo veía algo más directo como si de un Hotline Miami se tratase. Me gusta que sea tan táctico.

  6. MarkMKIII

    Llevo unas horitas jugandolo, y por el momento me lo estoy pasando teta, me recuerda muchisimo al SWAT 2 pero con un dinamismo extremo, aqui la idea es cumplir las misiones en cuestion de segundos.

    La unica contra que le veo es el forzadisimo sistema de progresion. No le veo sentido tener todo el equipo bloqueado de primeras en un simulador tactico de estos. Aparte de forzarte a echar horas y horas para desbloquearlo todo :S

  7. Borjius

    Venia a decir que son cosas como las de «chachi que si…» las que hacen que sea un visitante habitual
    En cuanto al juego… No lo conocía y ahora lo necesito

  8. Mr. Arbogast

    @nin
    perdón, creo que te he puesto un negativo por error que alguien muy inteligentemente ha compensado. Eso de navegar con móvil ya me ha hecho equivocar varias veces.

  9. Yipee

    ESTAMOS EN EL MOGOLLÓN.

  10. Nessin

    @nin dijo:

    @risarovi dijo:

    @petete_torete dijo:
    Vale, me has sacado una sonrisa con el chachi que sí a chachi que no. Reconozcolo.

    Se te ha escapado la vena asturiana… xD.

    Me he sentido como en casa al leer su comentario XD.

    ye lo que hay! aquí hay unos cuantos! 😀

  11. djnead

    Juegasssssssssssso. Me lo he pillado esta tarde y me encanta.