Análisis de El increíble Hulk

enc-increible-hulk1 El guión de un juego como El increíble Hulk no tiene el menor misterio. Eres un bicho grande y verde que destroza cosas. Podríamos entrar en el paralelismo del mito del Dr. Jeckyll y Mr. Hide en el que está basado el cómic original, o en la interpretación psicológica del personaje que le dieron en los 80, o cómo Ang Lee hizo una película de Hulk donde casi no salía Hulk. Pero lo dejaremos en que eres un bicho grande y verde que destroza cosas porque, a fin de cuentas, es de lo que va el juego. El escenario del juego es una versión comiquera de Manhattan, mezclando edificios existentes con los específicos del universo Marvel. En una escala muchísimo más pequeña que el GTA IV, claro está (a fin de cuentas, nuestro personaje mide el triple que un inmigrante serbio), pero también con un nivel de detalle muy inferior. A pesar de que no se han cortado con las decoraciones y pequeños objetos del escenario (que acabarán destrozados a la mínima que nos acerquemos), los edificios tienen esa apariencia cúbica tan típica de los juegos de entorno abierto de la PS2. Ése es posiblemente el gran problema del juego, que en muchas ocasiones parece poco más que un juego de PS2 en HD. Exceptuando a Hulk. Si este juego fuera sólo Hulk, un Hulk enfrentándose contra otros Hulks, en un escenario compuesto por estatuas de Hulk, se llevaría un 10. Porque todo lo relacionado con este bicho verde está cuidado al detalle. El modelado, las texturas y animaciones están muy trabajadas, y a años luz de los escenarios o demás energúmenos. Pero, abandonando un poco el graphicwhorismo, todos los movimientos, todo el sistema de lucha, es muy convincente. Tendremos varios ataques que podremos ir mejorando o adquiriendo al ir completando “logros”. Y no estamos hablando sólo de pegar un puñetazo más cañero, sino de cosas como utilizar partes del escenario como escudos, construirnos unos guantes de hierro con la carrocería de un coche destrozado o conducir ciertos vehículos enemigos. Evidentemente, tendremos también a nuestra disposición todos los movimientos esperables de una mole de músculos de cuatro metros. Correr, embestir, saltar, trepar, palmadas sónicas, agarrar lo que sea, arrojarlo donde sea, golpear el suelo, arrancar el suelo, aplastar a alguien contra el suelo, básicamente todo tipo de combinaciones entre un elemento recibidor de impacto (llamémosle enemigo) y un elemento que produce el impacto (llamémosle parte del cuerpo de Hulk o del escenario). Pero parece ser que, una vez que consiguieron representar a Hulk como debían, se olvidaron del resto. A la poca carisma de la ciudad le tenemos que sumar unos personajes con modelados muy irregulares, unas misiones muy poco trabajadas (y, peor aún, con una extraña fijación a protege el convoy/objeto/vehículo/personaje/Rick Jones), llenas de bugs que nos obligarán de tanto en tanto a repetirlas porque algún script ha saltado mal y el siguiente checkpoint no aparece en el mapa, unas cinemáticas realizadas con el motor del juego propias de PS2, y más. Y es una lástima, porque el juego tiene mucho potencial. Un entorno completamente destruible. Al completo. Un personaje que corre, salta, escala y, sobre todo, combate por la ciudad de una forma muy cuidada (y que no tiene nada que envidiar a otros juegos con mucho más caché basados en el combate de esta generación), y un montón de transeúntes, vehículos, decoraciones varias, militares y robots que podemos coger, lanzar o utilizar como armas. Solo faltarían peces ballena y poderse sentar para ser perfecto. Y, de hecho, no es un mal juego. Si uno pasa por alto la mayoría de misiones y se dedica a hacer el cafre, e intenta no fijarse mucho en los detalles de la ciudad o en los múltiples bugs de cámara o de clipping, es muy fácil divertirse con este juego. A medida que pegamos hostias y destrozamos cosas, el nivel de amenaza aumenta, vienen más militares, la destrucción se incrementa y los edificios caen, vienen más militares, nos lo pasamos bien un rato y después… después nos da pereza meternos en otra misión de buscar a cual o pascual, de proteger a alguien mientras desactiva bombas, y apagamos el juego. Lo mejor: Hulk. Lo peor: El resto. Nota: 6
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