Estimado señor Molyneux, Hace unos días encontré en mi buzón, acompañando a una copia del último juego de su estudio Lionhead, una carta firmada de su puño y letra. En ella alababa usted, como es cosa de fácil comprender, la tercera entrega de esa saga suya que ni es una aventura, ni es de rol, ni es de acción a la que, por mor de la comprensión mutua, acordaremos ahora mismo llamar Fable. Sin menoscabo del elogioso juicio que a su parecer merezca el juego (tengo su opinión en gran estima, como es siempre menester cuando se trata de uno de los grandes gurús del mundo del entretenimiento digital), seguro que sabrá disculpar que me tome la inmediata libertad de ponerlo en suspenso por unos instantes bajo la razonable sospecha de que usted como cualquiera no da duros a tres pesetas y prefiere señalar en su misiva los aspectos que considera más positivos de un producto cuyo éxito, sería inútil negarlo, sólo puede depararle beneficios a su compañía. Con esta cautela previa, señor Molyneux, y desde el inmenso respeto que me inspira su persona sacrosanta e incorrupta como el brazo de Santa Teresa, permítame en las líneas que siguen expresarle en qué aspectos concretos considero que el optimista contenido de su carta sobre Fable III y su cruda realidad se miran, apenados y anhelantes, desde una distancia infranqueable. Sabrá usted, señor Molyneux, que afirma en su misiva que espera que cuando juegue a Fable III pueda «notar toda la dedicación, sudores y lágrimas» que le han dedicado al título, y quisiera comenzar diciendo que yo también espero que pueda usted apreciar cuánto de esas tres cosas me han sido necesarias a mí para acabarlo. Y es que, estimada luz de Occidente, me ha apenado y dolido ver una vez más cómo una buena historia y una buena idea han quedado sepultadas bajo un aluvión de decisiones cuestionables que han convertido un juego potencialmente maravilloso en una experiencia que sólo disfrutarán en su totalidad los devotos de la excelentísima orden que lleva su nombre. Quiero pensar que sé apreciar un guión razonablemente bien escrito y es gracias a esta disposición mía que puedo entrever, bajo la nebulosa traducción de la edición española, que Fable III es un juego bien escrito, lleno de ocurrencias y de escenas emocionantes o divertidas, con temas de cierta profundidad y con un espíritu que permite replantear ciertos tópicos encastrados desde antaño en el mundo del videojuego. Es sólo parcialmente cierto eso que usted afirma de que «Fable III es más dramático y emocionante (…) con una historia más épica», pero es verdad que el corazón del planteamiento no está nada mal. El argumento, que nos lleva desde la envidia fraterna hasta la revolución popular y nuestro consiguiente reinado, es una buena pieza bien ambientada y bien contada. Tampoco vaya usted a creerse que es cosa digna de Shakespeare o de Molière, pero en líneas generales es lo suficientemente interesante como para mantenernos jugando felices. ¿Por qué motivo, me pregunto entonces, señor Molyneux, han decidido interponer entre el jugador y esta ocurrente e interesante apuesta un sistema jugable tan opaco, entorpecedor y repetitivo? Es verdad que Fable III se parece mucho a su anterior entrega, pero aún quedaban en Fable II algunas mecánicas jugables que podrían haber sido rescatadas o al menos mejoradas, algunos brillos de diversión, de reto, de habilidad, algunos momentos de esos en los que quien juega se siente como un campeón, siente que lo que está haciendo importa, que es relevante que elija un arma u otra, una estrategia de combate o la contraria, una opción moral o su opuesta. Porque, estimado señor Molyneux, los jugadores tienen la comprensible aspiración de que un juego les deje jugar. Y para jugar hace falta sentir que hay algo que está en juego. Tampoco hace falta que nos conecte electrodos en las gónadas que nos chamusquen la futura prole cuando recibimos un golpe del enemigo, pero no estaría de más que la muerte fuese un factor a tomar en consideración. A fin de cuentas, la muerte se ha hecho popular a lo largo de la humanidad por ser una cosa importante o, cuando menos, altamente irreversible: si los enemigos nos dan una paliza y nos levantamos sin haber perdido otra cosa que casi los mismos puntos de experiencia que vamos a conseguir al matarlos, no puede usted esperar que el combate nos parezca algo estimulante. Claro que poder hacer algo que no fuese apretar botones al buen tuntún (algo como poder hacer combos, o apuntar, por ejemplo), también ayudaría. Este sistema de combate ya se demostró corto y limitado en Fable II, así que ¿por qué limitarlo más aún? Tampoco puede pretender que emplearnos como mano de obra en los diferentes y poco glamurosos desempeños laborales de Albión (cosa que, incomprensiblemente, podremos hacer incluso habiendo llegado ya al trono) nos resulte llamativo si al hacerlo sólo recibimos sucio dinero y no una mejora en la autoestima por ir desbloqueando niveles de dificultad crecientes. Dedicándole tiempo y esfuerzo a ser herreros no nos convertiremos en herreros mejores. Sin embargo, llevando a cabo otras misiones, ganando combates o eructando en la cara de los aldeanos sí que ganaremos la experiencia necesaria para desbloquear nuevos niveles de herrería o pastelería abriendo cofres inmensos en una especie de espacio onírico que remeda nuestro progreso hacia el reinado. Excúseme, estimado señor Molyneux, si esto me parece ligeramente falto de sentido. Comprendo que los motivos que le han llevado a eliminar los menús del juego pueden escapársele a un observador instalado en la gusanada de la industria como yo mismo, pero no quisiera dejar escapar la oportunidad de llamarle la atención acerca de este particular. En Fable III usted debe saberlo bien el menú del juego ha venido sustituido por una suerte de mansión habitada por un lacayo, en la que las diferentes estancias hacen las veces de armería, ropero, tesoro, mapa… y hasta las que hay que desplazarse para poder retocar esos detalles del juego. Sin embargo, una vez paseamos hasta el lugar necesario, cuál es nuestra sorpresa cuando nos encontramos con un submenú para elegir la ropa, la espada o la transacción monetaria deseada. Es decir, que no han eliminado ustedes en Lionhead los menús, sino que simplemente nos han obligado a los jugadores a dar un paseo para entrar en ellos. Hay ocasiones en que la pereza me invade hasta el punto de impedirme andar hasta el frigorífico a por un refresco, señor Molyneux, así que ¿qué le hace pensar que voy a tomarme esa misma molestia dentro del juego para ir a cambiarme de sombrero? En su intento por simplificar el juego han acabado ustedes haciéndolo más engorroso. De la misma manera, en su intento por delimitar claramente las opciones morales en la historia, han acabado desdibujando los matices que aparecen en el guión. En su nota usted apela al enorme interés de nuestro perfil moral en el desarrollo de nuestra aventura, pero las opciones son siempre ser unos bastardos indeseables, unas alimañas despreciables que no deberían poder sostenerse la mirada en el espejo o comportarnos como unos santos devotos, unas luminarias de virtud impoluta que se elevan sobre la mugre del mundo. Usted mismo dice en su carta: «¿Decidirás erradicar la pobreza de tu reino o invertirás todo el dinero del reino en pintar tu castillo de rosa?»: pues ni tanto, ni sin ofender tan calvo, señor Molyneux. Se trata de opciones tan burdamente presentadas que ni Sánchez Dragó o Ágatha Ruiz de la Prada tendrían dudas al respecto. Plantear elecciones tan planas ante problemas complejamente elaborados en el texto del juego sólo consigue que los jugadores se sientan encorsetados, reforzando la ya aplastante sensación de que Fable III no les deja hacer nada como quieren. Por lo dicho queda claro, señor Molyneux, que el juego ni es tinto ni es blanco, pero en pura honestidad hay que decir que color sí que tiene. En Lionhead tienen ustedes un equipo de diseño artístico estupendo que a buen seguro estará molesto con cómo se ha trasladado su trabajo a la pantalla, con esos desplomes de framerate en un juego visualmente idéntico al de hace ya dos años, con esas texturas que se agazapan entre las sombras y aparecen de golpe como inspectores de Hacienda, con esos errores de iluminación. Comoquiera que sea, estas inestabilidades en el aspecto vienen a juego con las limitaciones de la inteligencia artificial de todas las criaturas que pueblan Albión. Señor Molyneux: ya sabemos que sólo tenemos que pulsar un botón sin la necesidad de mirar a la pantalla y esperar a que los enemigos mueran, pero si encima de esto nuestros oponentes de vez en cuando se quedan todos muy quietecitos sin atacar, sin insultar, sin ni siquiera parpadear, poco nos vamos a divertir. También tardaremos mucho más de lo necesario si la brújula del juego, ese brillo dorado que nos marca el camino hacia la misión activa, funcionase bien y no insistiese tan tozudamente en desaparecer así por nomaqs. Igualmente, es difícil amar realmente a nuestro perro si no hace mas que dar vueltas como un tonto, señalar en direcciones en que nada hay o hacer la croqueta mientras nos peleamos con media docena de mercenarios. Para eso ya están nuestros perros en la vida real, estimado y excelentísimo señor Molyneux: en el juego queremos perros que funcionen, gracias.
No quisiera despedirme, admirado señor Molyneux, sin comentar que si pretende hacer un juego con PEGI 16, en el que hay orgías, divorcios, condones, adulterios, revoluciones, travestismo, comunismo, sindicalismo y otro montón de prácticas degeneradas, no estaría de más que las misiones secundarias y los diálogos que las acompañan no estuviesen pensados para chicos de doce años: esto, de nuevo, no hace sino subrayar la inmensa distancia entre lo que este Fable III podría haber dado de sí y aquello en que se ha quedado. No hace sino más dolorosamente patente el hecho de que podría haber sido un juego sobresaliente, inmensamente divertido y gratificante, profundo y controvertido, y se ha quedado en apenas una medianía con apenas unas tres o cuatro horas de diversión. Sin embargo, y no quiero alargarme más, usted también dice una gran verdad hacia el final de su carta: Fable III puede parecer distinto al resto de juegos que has jugado recientemente. Y usted que lo diga, señor Molyneux. Y usted que lo diga. Saludos, enteramente suyo, Cohaagen. P.D.: [6]
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Señor Cohaagen, es usted un maestro.
Vaya amor de redacción <3
Gran análisis. El juego…pues lo que todos esperábamos me temo.
Salu2
Qué bueno es mi Cohy cuando quiere.
PS: ¿cuándo se le caduca a Molinete el título honorífico de »gurú de los videojuegos»?
Texto muy farragoso de leer (esos párrafos interminables…), pero análisis sobresaliente de igual modo. Enhorabuena, Cohaagen.
Un poco espeso, sí, pero así es como Cohy ofrece su amor. Ya te acosumbrarás.
Hay algo que no me queda muy claro, y es que los errores comentados ya estaban en el Fable II. A mí siempre me ha parecido que para que te guste Fable has de ser un poco raro (como es mi caso). Entonces, si lo que se comenta en el análisis son defectos prácticamente asumidos en la saga. ¿Le gustará Fable III a quien le gustara el II, o es tan malo que no hay redención posible?
PD: Felicidades por el análisis, aunque me ha parecido un poco pedante. Sin acritud.
La misma nota que en eurogamer que curioso……
@tayco2
Mismo redactor, misma nota. Incomprensiblemente inflada en ambas páginas (dado lo que se explica en el texto) pero acompañada de imprescindibles redacciones ambas dos.
Este análisis es un win sobre win para Cohaagen. De hecho hay tantos esparcidos por el texto, que no sé cómo definirlo.
La P.D. es perfecta, de hecho.
Permítame que me descubra ante usted.
@marius
si fuese igual que el dos yo me lo compraba, me lo pase muy bien pero visto lo visto está aun MÁS simplificado, puede rozar lo ridículo
Pero que bien que escribe éste hombre siempre!
@Miguel Angel Martínez
No es que esté inflada, es que es u juego «bien», ni fu ni fa, un meh. Lo que le hace aprobar y un poco más es que hay unas cuantas horas y cosas buenas entre mucho despropósito.
Pero en su conjunto es un gran MEH.
Y el tono de la carta es deliberadamente pedante, exageradamente educado, irónicamente respetuoso, chicos.
Esto lo escribio el Gordo de Minessota ?
Bueno, yo estoy gordo, pero no llego a eso.
Por cierto: gracias a todos por vuestros benévolos comentarios. MUACKS.
@cohaagen
No, si eso está claro. Lo que pasa es que yo soy un meapilas y siempre pienso que por muy truño que haya quedado la cosa, la gente que lo ha hecho ha dedicado un esfuerzo, y es muy fácil para el crítico, que sólo juega al juego y elabora una redacción, ponerse en una postura de superioridad destructiva. Es una gilipollez, pero quería comentarlo.
Ya sobre el juego, es una lástima que para una de las pocas propuestas originales y con personalidad que rondan por ahí, su principal desarrollador se meta en estos fangos de simplificaciones cutres sin venir a cuento para nada.
Humm… créeme, le he buscado cosas buenas al juego y las he puesto en lo que he comentado. El problema es que guionistas y artistas han trabajado mucho y bien, pero la dirección jugable del juego arruina por completo esos logros.
No he pretendido ser destructivo: el juego tiene un seis, tiene cosas buenas y unas pocas horas de diversión. Pero ahí acaba la cosa.
mas de lo mismo pero con menos de lo mismo… una pena
Pues lo mismo este es el mejor análisis que he leído en Anait.
Si bien yo empecé a pasar de Fable tras la primera entrega, que ya era mediocre.
Y todavía Molyneux seguirá dándoselas de erudito, declarando payasadas, recibiendo aplausos de las masas y viviendo de una saga que uno ni se explica por qué coño sigue siendo relevante.
Cohaagen, te acaban de comparar con Sterling. Preocupate.
Por lo demas, EXCELSIOR, como siempre.
Yo no voy a opinar sobre el III y su nota por que soy un hater de este juego, me robaron el dinero con el II y era un juego notable-sobresaliente.
Pero el analisis es osom
Pues yo soy de los que disfrutó mucho de Fable 2, y una de las cosas que hacía en Fable 2 con cada uno de mis personajes era chetar experiencia para no estar grindeando toda la historia. Que hayan quitado la experiencia me parece la simplificación más radical respecto al anterior juego, pero me encanta! Yo disfruté de Fable 1 y 2, y Fable 3 me está encantando. Hay quien dice que no tiene dificultad, pues menuda novedad, que desde el primer Fable estaban los alardes de «pasarse la misión sin un rasguño»…
@tetas al viento
A COHONES le faltan unos kilos de distancia para llegar al nivel del GORDO.
Progresa adecuadamente, por eso.
Para que te vas a quejar de que Fable X es facil, si el anterior ya lo era? para que quejarse para que mejoren algo flojisimo en el juego? para que? si total cualquier cosa se puede defender por los lulz en esta vida.
PD: Y no, Fable no es facil. Se juega solo.
@cohaagen
Éste me parece un análisis bueno y razonable. Puede que hasta benévolo, incluso…siempre he ponderado la figura de Molyneux como el precursor que creo que es, pero últimamente lo veo en horas bajas…y no estoy muy seguro de querer pagar precios de salida por experimentos como éste.
Aprecio una buena aventura, aún si deciden que el personaje va a jugarla por mí, pero me gustan los palos. Sigo dándole de vez en cuando al online de Gears 2 y eso ya habla de lo mucho que me gusta que me mastiquen los triunfos en un juego. Ésta me parece una fea tendencia que ya hemos podido ver en otros proyectos y que personalmente espero ver desaparecer, a la voz de Ya.
Por lo demás, no hagas caso de las comparaciones con Sterling. No creo que te falte talento para escribir tan bien o mejor que el gorderas éste, y desde luego tienes un largo camino por delante para llegar a los niveles de hastío, de tedio existencial y de solipsismo tarado que despliega este tipo en sus escritos la mayoría de las veces.
Es sólo mi opinión, pero el tío Jimmy ya se me hace clavado al devorador compulsivo de porno por internet que, cuando por una increíble carambola del destino tiene por fin a una mujer de verdad en situación con él, sus maneras y su forma de discurrir están ya tan podridas por el vicio solitario que no sabe qué hacer con ella.
@cohaagen
Bueno, no quiero ahondar mucho en la nota porque me parece retarded entrar mucho en estas cuestiones, pero desde luego tu criterio y tu capacidad de entretenerte es obviamente es algo que no me concierne. Personalmente un juego cuya mecánica jugable es A·B·S·L·O·U·T·A·M·E·N·T·E plana, cuyo desarrollo tiene poca elaboración y (si sigue la tónica de los otros) cuyo diseño de niveles es más bien inexistente es un juego que falla en todo lo que se pude fallar como juego.
Los juegos para mí son más que eso: sí, pero cuando funcionan. De hecho son elementos que suman puntos cuando el título es jugable e imprescindibles para alcanzar las más gloriosas notas, pero no salvan de la quema a un juego donde se ha fallado en todas las decisiones del departamento de diseño (se entiende aquí que no es el de diseño artístico).
Si a eso le sumas que el cabrón está hecho con dejadez o con la ingeniería mal adaptada a la falta de medios (ver Wet: ejemplo de cómo ser elegante siendo un juego que se sabe pobre) casi me dan ganas de haber hecho el análisis yo para poder ir con mi habitual mala baba (casi: el ensañamiento público no compensa las horas perdidas en Albion).
En todo caso, y como he dicho, es lo de menos porque cualquier persona que tenga las suficientes neuronas como para no babear cada cinco minutos puede leer tu análisis (en concreto la parte donde dices que el prota es inmortal y que todos los combates se resuelven pulsando un botón) y alejarse del título en una reacción ludovico style.
He leído el análisis sólo por divertirme mientras me tomo el café. Del juego en sí, ninguna sorpresa. Nuestro querido Moulinete en sus eternos experimentos fallidos, ahora descubre el maravilloso juego en el que no hay que jugar. Po fale.
Antes de nada mis más sinceras enhorabuenas al redactor por el artículo, tanto por como lo ha escrito como por su contenido.
Bueno, podéis considerarme alguien de los que les gusta los fable, habiendo jugado al 1 y 2 y todos sus DLCs. Ahora he jugado este Fable 3 y mis conclusiones no se alejan mucho de las de Cohe. Fable 3 es un Fable 2 capado. Si cuando uno juega a Fable 2 termina con la sensación de que al juego se le podría haber sacado mucho más partido a este Fable 3 le pasa lo mismo pero aun más.
Uno ve como los escenarios, los personajes, la historia, gráficos y sonido están cuidados y se han gastado pasta para luego «cagarla» en lo que es el juego en si (supongo que justamente donde nuestro amigo Peter más a metido la mano). Y esto da rabia.
Si alguien le pusiera un 9 al Fable 2 a este Fable 3 le pondría 7. Porque como dice cohe es más de lo mismo pero menos.
Se puede leer, pero un texto con oraciones larguísimas, con cinco subordinadas y abuso de paréntesis, facilita la pérdida del hilo de la lectura. Muy farragoso para mi gusto. cohaagen, el Faulkner de los vidriojuegos.
Qué gustazo levantarse un domingo y acompañar el primer café del día con un artículo como este. Me gustaría tanto que alguien le tradujera y se lo pasase a Molyneux, le haría un favor tan grande leer esto.
@majin_antonio
Hay tres paréntesis en todo el texto.
Lo vuelvo a explicar: el texto está escrito como si fuese una carta, con un regusto hortera y decimonónico (muy en la línea de las espantosas novelas epistolares del XIX), con un exceso de distancia y de educación, con obvias referencias al estilo en que Molinete suele tirarse el rollo.
Además, se ha optado por no ponerle imágenes para no romper esa imagen epistolar.
Ironía, amigo. IRONÍA.
Y Faulkner no es farragoso. Farragoso es Muñoz Molina; Faulkner es poco menos que un dios venido a la Tierra.
@Miguel Angel Martínez
Yep.
Cohaagen, no le digas eso al pobre Molinete. Con la ilusión que le pone a lo que hace.
Puedes justificarlo como quieras. El estilo del texto es el que es, y entiendo que le hayas querido dar ese toque irónico, pero eso no quita que la lectura se haga pesada.
Detesto el estilo de Faulkner, lo siento: la casi total ausencia de puntuación, los cambios en la línea temporal sin aviso (gran parte de culpa la tienen las editoras de la época, no obstante), los cambios constantes en el tema principal del discurso… todo ello incita a perder el interés en lo que estás leyendo. Y sí, supongo que dirás que es culpa del lector y no del escritor, y mira, llevarás toda la razón del mundo. Sólo digo que esta clase de textos, ya sean en novelas, ensayos, o en análisis de videojuegos, no son para mí.
Sea.
@cohaagen
…..levántate y …..anda.
PD: No entiendo como Molyneux a prescindido de Kinect aunque sea para los menús. Los hubieran «volao» ó.Ò’
[/ir off]
Decir que este texto es difícil de leer me hace pensar en qué tipo de lectura se suele echar la gente al buche.
En mi humilde opinión, este tipo de análisis debería ser la tónica de cualquier blog independiente sobre videojuegos. Para un análisis enumerando virtudes y defectos sin más ya están las páginas más grandes.
Felicidades Cohaagen, me ha gustado mucho el análisis, la verdad.
Debo decir que, a pesar de sus defectos, me gustaron el primero y el segundo. Debo llevar unas … no se, ¿6 horas? jugando a este Fable 3 y me parece el peor con diferencia, una involución dentro de la saga. Te llevan mas de la manita que nunca, hay muchas mas cosas sin sentido o que no encajan, la ia de los npcs raya lo absurdo, la dificultad directamente es inexistente y la historia encorseta mas el desarrollo que en sus precuelas.
Pero lo mejor de todo son las tan cacareadas opciones de moralidad que ofrece el juego: todo es blanco o negro. Puedes ser o bien un buenazo o bien un hijoputa. Hay menos grises incluso que en Fable 2. Cuando a dia de hoy cualquier rpg de medio pelo te ofrece dilemas morales infinitamente mas profundos, lo que nos plantea Fable 3 es de risa.
Es la primera vez que me siento realmente estafado por Molinete. Me pasaré el juego, para amortizarlo mas que nada y para ver si al ser monarca la cosa mejora un poco (tampoco es que tenga muchas esperanzas), y tras eso a venderlo lo mas rápido posible. No merece ocupar un lugar en a mi estanteria.
PD: Mejor que no lo saquen en PC, porque los gordopeceros lo van a machacar sin piedad.
los «analistas de juegos» no son jugadores , Peter Molineux dixit …
Enome, cohaagen. Enorme.
Y siento sr así de «malo», pero ojalá el juego se la pegue bien pegada. A ver si así aprenden de una maldita vez y no sólo Molinete o Microsoft que si quieres hacer un juego casual tienes que plantearlo como tal desde su mismo origen. No puedes coger una saga o una idea más o menos compleja y mutilarla, someterla a una cirugía estética atroz, que la deja artificial y sin el menor interés para el jugador tradicional. Lo de los paseos por la mansión para cambiar de arma es de lo más grave que he visto en tiempo.
Y por el amor de Dios, las abuelas y las soccer mom no van a tocar un Fable en su vida, por muy fácil que se lo pongas. No es culpa suya ni de nadie, pero son incompatibles con el movimiento libre en entornos 3D. Lo hemos visto ya tantas veces que me sorprende que la gente se siga chocando con ese muro.
Ah, y la carta de Peter es totalmente real, castillo rosa incluído. Por si alguien tenía la duda.
Pues ahí está el tema; si Moly se plantea esto como una aventura gráfica campestre (que es lo que parece en realidad, bajo un farragosísimo maquillaje) le hubiera quedado un juego muy distinto a lo tradicional y no necesariamente «peculiar», pero anunciándolo de esa forma, ya la gente va a tiro hecho -si le van esa clase de cosas-, nadie se siente como si le hubieran timado, y todos contentos…
He probado el juego y realmente la evolución sobre Fable 2 es puramente cosmética, y como tal… realmente no existe. Antes es al contrario, por desgracia.
Ahora, si este hombre hubiera planteado el juego entero como una aventura de texto en la que después de cada decisión ves una escena que la reproduce con todos los parámetros que contiene, y añadido la posibilidad de pifiarla, (sin la cual un juego deja de ser un juego para convertirse en un paseo narrado, una película, un cuento), pues hubiera quedado algo bastante más divertido que este invento. Supongo que Moly acabará por entender en algún momento de su fructífera carrera que el hecho de innovar no acarrea de serie la exención terrenal de dejar cadáveres por el camino.
Es uno de los desarrolladores más importantes de esta industria, a día de hoy…, pero también un analista muy nefasto, la verdad.
No puedo estar de acuerdo, y me duele cuando todavía hace un par de semanas que estuve echando unas horitas jodidamente divertidas con Dungeon Keeper.
Molyneux lleva viviendo de su nombre demasiados años ya. Ha llegado un momento en el que sus (sobre el papel buenas) ideas son incompatibles con el mundo del videojuego, y no se ha dado cuenta, así que ahí sigue, inasequible al desaliento, para choteo o vergüenza ajena del personal, según sea el caso.
Creo que ya lo he contado por aquí, pero nunca está de más recordarlo: Molyneux perdió el norte durante las pruebas de testeo de Fable. Como recordaréis, el tío vendió la moto de la «libertad absoluta» dentro del mundo del juego en lo que era su pauta principal: hacer el bien o hacer el mal, sin restricciones. Pues bien, él mismo contaba en un documental que durante dichas pruebas, se encontraron con un betatester que tuvo la feliz idea de entrar en una aldea y pasar a cuchillo a cada hombre, mujer, niño, perro y gallina que pasaba por allí; a la pregunta: ¿por qué lo hiciste? respondió con un simple ‘porque podía’.
Huelga decir que Fable se reprogramó de nuevo para evitar tal «horror» y se convirtió en el juego bochornoso e infantiloide que fue finalmente. Puede que fuera por la edad, por su contrato en exclusiva con esos meapilas de Microsoft, o qué se yo. Lo único que tengo claro es que al antiguo Peter le habría hecho mucha gracia aquella anécdota y hubiera seguido para adelante con el desarrollo: no en vano el antiguo Peter dejaba en sus juegos que los jugadores hiciéramos cosas tan divertidas como lanzar por los aires a descreídos aldeanos para espachurrarlos contra el suelo y ponerlos así firmes como velas.
Y así hasta hoy.
darkpadawan: Molinete ya perdio el norte con el Black & White.
Se ve que como nadie exigio su cabeza por aquello se ha dedicado alegremente a vender parcelas en la Luna desde entonces.
@Ocelote
Cierto, porque jugablemente era un desastre absoluto.
B&W partía de una idea cojonuda: una IA mutable y con capacidad de aprendizaje real (que sí, no es suya, viene de Creatures). Lo que pasa es que -lo mismo que le sucedía con el Milo de los cojones-, como concepto puro está muy bien, pero lo difícil es aplicarlo a un juego, y por eso B&W salió como salió.
Pero B&W fue un intento fallido. En mi parrafada anterior pretendía decir que Fable no fue siquiera un intento. Lo cual es mucho peor.
@darkpadawan
Bueno, decir que sus ideas son incompatibles con el mundo del videojuego es un poco bestia, y más cuando de los 3 juegos que componen la saga Fable, 2 son muy potables y especialmente originales.
Lo que no discuto es que ya hace tiempo que se la ha ido la olla, y que como siga por este camino puede acabar hecho un Romero de la industria, pero para eso tiempo al tiempo.
@marius
Sus ideas son incompatibles porque no las puede trasladar al videojuego. Lo de «Mr. Hype» no es gratuito, el tío lanza ideas irrealizables que le bullen en la cabeza cuando habla de sus juegos, y no se quita esa manía. Siempre le ha pasado, pero con Fable ha sido especialmente ridícula la distancia entre sus planteamientos iniciales y el producto final.
Y como los gustos son respetables, pase con que Fable te parezca potable -a mí me parece un despropósito-, pero ¿original? Pues ya me dirás en qué.
Hablo en singular porque sólo conozco el Lost Chapters, y en principio me baso en que de ahí la cuesta abajo (¿mas?) parece evidente por lo que se dice.
@darkpadawan
Fable II es un juego único en el sentido de que es la mejor casita de muñecas que hay como juego, tiene una mecánica muy particular donde el objetivo es personalizar la vida de tu personaje de una forma que no se puede hacer en otros juegos, pero sobre todo, intentarlo es divertido. Los combates están bien, y la exploración es agradable. No es ninguna obra maestra, pero nos hemos tirado a la cara juegos mucho peores en lo que a jugabilidad se refiere, y a mí no se me viene a la cabeza ningún juego que se parezca a Fable II en su planteamiento ni que te ofrezca la misma cantidad de opciones y del mismo tipo. Es más, yo creo que de Fable I a Fable II no hay una cuesta abajo sino una clara cuesta arriba. De ahí que sea tan decepcionante este Fable III.
@marius
Pero personalizar el que? el juego no tiene opciones para personalizar practicamente nada. Juega al Sims, y podras personalizar muchas mas cosas de la vida de un personaje. En Fable, casarse por ejemplo, es la cosa mas insulsa de la historia, solo sirve para que la chica en cuestion te consuma dinero cada X minutos. Tener una casa tampoco sirve realmente para nada, por que la casa no es interactiva, es un modelado al que puedes entrar.
Y asi en general con todo, por que puedes trabajar, pero no es normal que te pases 2 horas haciendo de herrero para nada, por que tu trabajo va a ser el mismo(apretar A) aunque seas un maestro del manejo del metal.
Los combates no estan bien. Un combate en el que puedes enfrentarte a 200 personas machacando X no es bueno.
La exploracion nuevamente es insulsa. No aporta nada, ni siquiera es demasiado abierto, tiene limites por todos lados y pantallas de carga cada pocos minutos.
Por poner algun caso mas, su moralidad es un desproposito. Siempre es «se un desalmado» o «se un heroe», y eso cuando lo hay, que es bastante poco para tener en la portada un personaje avanzado con doble moral.
ghrasias.
@Chico_Zombye
estás muy equivocado.
Tipo y color de pelo, vestuario (que también puedes personalizarlo tiñiéndolo), y puedes hacerte tatuajes, además según las decisiones que tomes, la magia que uses y los golpes que recibas iran surgiendo cicatrices, marcas, auras… haciendo tu personaje todavía más único.
No. En función de lo contenta que la tengas te regalará objetos mejores o peores (o nada), entre otras cosas *guiño*guiño*
No. Tener una casa sirve para alquilar y sacarte unas pelas, y como quien no quiere la cosa para controlar la economia de Albion cuando tienes cierto número de propiedades. Además las casas puedes amueblarlas y en función de lo «buenos» que sean los muebles podrás cobrar cierto precio sin que a los ciudadanos les resulte «caro».
No. En el trabajo de herrero por ejemplo, no es lo mismo el minijuego con una estrella de experiencia que con cinco, ya que el «area válida» de martilleo se ve ampliada. Aparte de que a más nivel te dan más pasta. De todas formas lo de los trabajos no deja de ser un minijuego para sacarte pelas en las partes tempranas del juego.
No. La exploración no es de un mundo abierto, pero por lo menos ya tienes la opción de salirte del camino y además te ponen incentivos para ello (gárgolas, llaves, armas..). De hecho las mejores armas del juego no las esperes encontrar si sigues «el camino».
Entonces la del Fallout 3 o la del Mass Effect también lo son. Aún así la del Fable pese a no ser mucho mejor, tiene un par de decisiones bastante ambigüas y no te das cuenta de sus repercusiones hasta bien avanzada la misión. Una pena que sea cosa de misiones secundarias.
En lo único que tienes parte de razón es en lo del combate, pero aún asi es debatible. En los God of War el combate no es mucho mejor, aunque el reto sea mayor al poder morir y al haber más variedad de enemigos, y la gente no se queja tanto.
De nada.
PD. y para la próxima intenta jugar más de 20 minutos al juego antes de criticarlo
@kei
Le tengo un buen buen puñado de horas, peor soy critico con lo que pierdo el tiempo.
Lo que has puesto para rebartir todo entra en mi descripcion de «nada» o insulso. La definicion perfecta del quiero y no puedo.
Comencemos
«las mejores armas del juego no las esperes encontrar si sigues el camino.»
«aunque el reto sea mayor al poder morir»
Ronda de preguntas:
Para que quiero yo esas armas?
Y por que es divertido tenerlas si no las necesito?
Y para que voy a explorar si no sirve, de nuevo, para nada?
Fin de la ronda de preguntas.(y juego mal diseñado)
Por vuestra culpa Molyneux esta acabado. Y duele ver que lo defienda gente a la que le gustan los juegos y que sabe que Molyneux puede hacer grandisimos juegos. Esto es como el que se queja de que la television es una mierda y ve dia tras dia hombres mujeres y viceversa.
@Chico_Zombye
Eres un exagerado. Fable no es un Vanquish o un Halo de la vida, donde lo que más esperas es que la máquina te las haga pasar putas. La gracia de Fable está en todo lo que tú consideras insulso, y donde te ofrece posibilidades que no te ofrecen otros juegos, siempre dentro de unos límites claro. Y en Fable II hay «auto-reto», las mejores armas no te sirven para pasarte el juego, te sirven para poder hacer las 8 rondas perfectas en el coliseo, por ejemplo. Además de que el combate sí tiene cierta diversión a medida que vas mejorando las habilidades, y tampoco es tan fácil para matar a 200 pulsando el mismo botón.
En cualquier caso, te estamos dando unas razones de por qué el juego tiene algunos méritos, no es algo del plan «es que me gusta la mierda», como para que vengas a decir que si somos culpables de no sé que.
También hay que decir, que según el baremo que le estás aplicando, le podríamos meter unas hostias guapas a Fallout 3 o Mass Effect.
???
Argumentos de peso los tuyos. A las preguntas ya te han respondido, aunque me gustaría añadir que aunque no tengan utilidad real (o tu no se la veas, en muchos RPGs las mejores armas no suelen ser necesarias para superar el juego pero si sirven para hacerte sentir como dios), encontrarlas sigue suponiendo un reto adicional.
ChicoZ queda claro tu odio y desprecio hacia la saga Fable y al tio Molinete, no es necesario que sigas insistiendo.
¿fanboy yo? ¡Yo lo defiendo a ciegas pero al que no le guste es un sucio hater de mierda!
Esto si que es un LOL
Y que lo digas, amigo, y que lo digas.
@kei
Todas esas «opciones» sociales palidecen frente a Los Sims. La parte RPG palidece frente a casi cualquier RPG del mercado (tiene tela las comparaciones entre Mass Effect y Fable). Y lo de que el combate de God of War y Fable son iguales… en fin.
Madre mía. Creía que lo había leído ya todo.
@Luzeryn
En serio, cuando escribo me gusta que me lean. Cuando comparo Mass Effect con Fable II es solamente haciendo referencia al sistema de moralidad, que en ambos casos está implementado de una forma bastante simple e incluso cutre, ya sea porque las decisiones no suelen ser difusas (salvo un par de honrosas excepciones en el Fable II, y ninguna en el ME que sigue su esquema de decisiones buenas arriba, decisiones neutrales en medio y decisiones malas abajo a rajatabla, durante el transcurso de toda la aventura) o porque sólo te ofrecen 2-3 opciones. Sobre que palidece contra los Sims… normal, por mucho que pretendais, los Fable no son simuladores sociales, sólo en parte. Y lo del RPG nadie te lo discute, pero las virtudes que yo le veo son otras y apenas están asociadas a este género (sino estariamos apañados).
@Bttls
Obviamente salvando las diferencias. Comparaba los God of War y el Fable II en el sentido de que al final el combate de ambos no dejan de ser simples y planos en su género (por mucha profundidad que pretendan darle). Vamos, que acaban siendo unos machacabotones, en distinto grado, pero machabotones al fin y al cabo. No le deis más trascendencia a esa comparación porque no la tiene, se que tipo de juego es cada uno porque los he probado y me encantan ambos, no necesito que me lo recordeis porque se de lo que hablo.
PD. no lo dije en ninguno de mis comentarios anteriores, pero comparto lo dicho por Dr. Kabuto. Buen análisis cohaagen.
Nadie ha dicho aun «Demon Souls»?
En Fable III se puede apuntar (si no, lo de los gnomos de jardín iba a ser horrible).
Hay que sacar el arma, apretar gatillo izquierdo y pasas a ver en primera persona con una mira pequeñita (un círculo enano con un punto dentro). Si acercas esa mira a un enemigo, se va directa a él.
Ya sé que se puede apuntar, y es igual que en el Fable II. Lo que digo es que no hay necesidad de hacerlo, que es cosa muy distinta.
Esto es lo que pasa cuando dejas que alguien de letras analice un videojuego. Y además boxer!!! Y comunista!!!! Y director de cine! Y de la academia del cine español!!!
vamos que esto os pasa por poner a un perroflauta con un avatar de perro, sin flauta creo entender, que juega al fable esperando un juego bueno y luego le casca un 6.
A los que se quejan del análisis: vayan a leer a los libros de Teo va a la escuela.
A los que se quejan de la nota: denle la vuelta al monitor y MAJIAAAAA! es un 9 y sanseacabó.
@cohaagen No es necesario del mismo modo que no es necesario en muchos otros juegos, sobre todo los que no tienen cuenta de la munición.
A mí me molestó mucho más la falta de inventario, sobre todo para llevar la cuenta de las pociones cuando voy a atizarme con algo.
Madre mia, que COÑAZO es la parte en que eres rey, por Dios. Mas sencillo y lineal que jugar al parchís. Y con la misma profundidad.