La FIFA son una manga de viejos hijos de puta.
—José Mujica, presidente de Uruguay
Alta fidelidad es posiblemente una de las novelas (y películas) que mejor retrata el indescifrable misterio de la química humana, las relaciones complejas y las angustias sentimentales de los adultos del primer mundo. Alta fidelidad tiene un peso específico en la trayectoria del escritor Nick Hornby, pero no fue su primer libro. Su primer libro se titulaba Fiebre en las gradas y era un ensayo a medio camino entre la autobiografía novelada y el bildungsroman en el que el fútbol jugaba un papel esencial, casi vertebrador, en el acontecer de la vida de Hornby. Su niñez viendo sus primeros partidos del Arsenal y cómo creció, rió, lloró, triunfó, fracasó y se enamoró sin que los cánticos de los gunners y las noches de éxtasis y tragedia en el césped y las gradas de Highbury dejaran jamás de acompañarle. Es un libro especial por la forma en que señala cómo la trayectoria de su equipo de fútbol reflejaba una y otra vez los altibajos de la vida personal y profesional del autor, pero sobre todo por señalar la enloquecedora cantidad de cosas que el fútbol es capaz de enseñarnos sobre las personas. Hacia la mitad de Fiebre en las gradas, Hornby hablaba de cómo invertimos horas, semanas y meses de nuestra vida en liturgias, debates, lecturas y relecturas de algo sobre lo que no tenemos ningún dominio, pero que de algún modo nos hace sentir poderosos si las cosas van bien y afligidos y débiles si se tuercen. Hablaba de fútbol, pero la misma reflexión podría aplicarse de principio a fin a otro concepto: el de la vida misma.
Así que, como decía Letras en su análisis de FIFA 09, el fútbol importa. Y EA Sports está en una situación delicada. Los años pasan, FIFA sigue siendo el mejor simulador de fútbol, pero con un deporte tan dado a los trascendentalismos, tan rico y variado e imprevisible, las pinceladas de color y los gimmicks empiezan a no ser suficientes para reproducir la épica y el drama sobre el césped y las gradas.
Arsene Wenger me dijo que probara en el Arsenal cuando tenía 17 años. Le dije que no. Zlatan no hace audiciones.
—Zlatan Ibrahimovic
Docenas de pequeños detalles, animaciones e interacciones buscan hacer de FIFA 15 algo más vivo, más humano, pero en realidad parecen más una estrategia para iluminarnos la mirada con los fuegos artificiales y nos olvidemos de que estamos viéndolos por la ventana de una prisión turca. FIFA 15 es un perro viejo que ha descubierto la seducción científica y quiere llevarnos al huerto con el menor esfuerzo, a base de artimañas de control mental y trucos de cartas, pero no tiene verdadero interés en arriesgar, en innovar, en romper las reglas del método desde la honestidad. Quizá porque sabe que en el fondo no lo necesita.
Y es que FIFA 15 sigue funcionando en el mismo momento en que el pad cae en nuestras manos. Este año parece que no necesitaremos veintisiete toques para dominar un balón, pero el peso de los futbolistas y la sensaciones de que los tacos se clavan en el césped a cada zancada es prominente. La dinámica del juego de toque sigue siendo ágil, pero las conducciones se notan más pesadas, aunque al mismo tiempo un regate o un cambio de ritmo parece algo más orgánico y contextual que memorizar combinaciones y filigranas. Si uno domina la física de los jugadores, hay algunos futbolistas particularmente explosivos que salen beneficiados de esto. Con Neymar, por ejemplo, si aprendemos a balancear el peso del cuerpo podemos lograr un pico de aceleración muy útil a la hora de superar líneas rivales, y eso supone una vuelta al box to box de FIFA 13 por una vía algo cuestionable: la pérdida de equilibrio.
Desde que se inventaron las excusas se acabaron los errores.
—Juanma Lillo
Los porteros son otro de los factores que se sienten distintos en este nuevo FIFA. Son un personaje particularmente poco agradecido: el jugador menos interactivo y el que nos puede joder la tarde en nuestra portería o en la contraria. Este año los arqueros han sufrido el mismo baño de humanidad y detalles emocionales que el resto del juego, pero en mayor medida: han mejorado en la elasticidad, la colocación y los reflejos cuando se encuentran en situación de uno contra uno (algo que pone algo de freno a la orgía de dribblings que podría terminar en diez goles por partido), pero al mismo tiempo se comportan como si tuviesen un ataque de pánico cada vez que la situación requiere algo más que un despeje. Una mezcla de autoridad y pánico, de jerarquía y babeo, de paradas imposibles y pifias demenciales, como si viviese un Mono Burgos en el interior de cada uno de ellos.
Y luego está el elefante en la habitación del que nadie habla: ¿qué trata de simular EA Sports? ¿El deporte o la retransmisión deportiva? El año pasado todo parecía enfocado a la fluidez, y detalles como los saques rápidos de falta o el saque de banda sin cortes siguen estando ahí, pero al mismo tiempo en FIFA 15 se ha optado por añadir varias interrupciones televisivas, repeticiones y moviolas en mitad del encuentro, algo que corta el ritmo y contradice esos avances anteriores con los que también comulga. Nadie puede caminar en dos direcciones opuestas a la vez, y el que lo intenta es un idiota que acaba con los aductores destrozados.
Esa es un poco la sensación que se desprende de la serie en sus últimas entregas: parece que el terror a destruir una fórmula exitosa ha atenazado la creatividad de EA Sports y que se haya olvidado de que lo más importante de un proyecto a largo plazo es tener clara la dirección que se quiere seguir. FIFA 15 es la confirmación de un estancamiento preocupante en una franquicia a la que le urge dar un golpe sobre la mesa si no quiere que le crezcan los enanos. Lo que debería ser una montaña rusa de ideas, experimentos y efervescencias con tal de acercarse al realismo más impactante sin perder de vista la diversión se está convirtiendo en una mecedora a la que ya le empiezan a salir telarañas y cuyo vendedor, con su americana a cuadros y su bigote grasiento, nos quiere convencer de que cada balanceo invariable, hacia adelante y hacia atrás, es una novedad excitante y que el olor a alcanfor es afrodisíaco.
Incluso en su propio desconcierto FIFA 15 sigue siendo un magnífico juego, adictivo, quizá el mejor del año en su deporte a falta de ver qué nos trae Konami dentro de un mes y medio, pero las milongas, lo cuentos y las historias prefiero que me las cuente Nick Hornby, que, como sufrido aficionado del Arsenal, él al menos no tiene nada que perder. [8]
—Philipp Lahm, tras ganar el Mundial.
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Primero las frases celebres, luego leerse el análisis. En ese orden.
Ya en el 14 se notó que se estancaban. Vengo de jugarlo 2 horas y la sensación no puede ser peor. Para colmo hemos perdido los clubes PRO en 360 (mi modo principal). Este año que no me esperen.
Estooo…GUAU!
Coincido con lo dicho en lo jugable y añado aparte que para mí otra de las cosas más preocupantes es el escaso mantenimiento que hace EA de Ultimate Team, el cual es raro el día que no falla o no tiene problemas de conectividad.
Coño, has descubierto un modo de juego que es adictivo como pocos y en el que la gente se gasta cientos de € en comprar puntos para abrir sobres, lo mínimo que puedes hacer es gastarte uno de los miles de millones que te va a reportar FIFA en mantenerlo todo en orden y contratar buenos servidores. Pues no. Que nos den por culo.
Muchas gracias por el análisis. A pesar que ahora este mas polarizado lo de defensa vs delantera, somos unos enganchaos que vamos a comprar y jugar esto como locos.
El sistema defensivo de este FIFA es la bacalá más grande que se han marcado en años, completamente infumable.
Como fan del Arsenal solo puedo decir: #PutoZlatan
Me encantan estos análisis que son agradables de leer a pesar de que te de igual el juego del que se habla.
«La FIFA son una manga de viejos hijos de puta.» > TOP
Que bien escribe este cabrón, joder.
Me la soplan los FIFA y los juegos de fútbol en general. Yo he entrado aquí por las citas del análisis.
Lo tiene jodido EA, es el mejor FIFA que ha existido pero su recibimiento ha sido muy tibio, con muchos renegando del juego por la falta de novedades y otros tantos mirando de reojo a ver si PES podía ser una alternativa.
Es comprensible porque cuando uno se compra un juego nuevo busca eso, novedades, aunque a la larga FIFA sin esas novedades de peso de muchísimas horas de diversión, pero es innegable que necesitan dar un golpe en la mesa, y los usuarios necesitamos que Konami espabile para ser una competencia seria que apriete a EA.
Y a pesar de todo será el juego al que eche más horas… Grande Pinjed!!!
A mi es que si me empiezan un análisis de FIFA hablándome de Alta Fidelidad, pues me enamoro joder.
@pinjed Me sorprende que, teniendo ya atado y dominado el formato del análisis de FIFA, te hayas superado de nuevo con este. JUSTO AL CONTRARIO QUE ELLOS #JARL
@pinjed RELOAD YA
@pinjed dando en el clavo, genial y con fundamento. Yo llevo unas cuantas partidas en la 360, está bien como siempre. El fallo que le veo es el que ha comentado todo el mundo, el aspecto visual, creo que va siendo hora de que FIFA deje de ser un futbolín con muñecotes y ofrezca el nivel de realismo que otros géneros ya consiguieron hace tiempo. Por lo demás bien.
Insisto me encantan los artículos de @pinjed
Yo creo que solo entro todos los años en estos análisis por las frases que acompañan el texto. Pero de nuevo, y como siempre, gran análisis
Echaba de menos las citas célebres. Y el análisis, eso también.
Yo lo vengo diciendo desde hace tiempo. A partir del 10 cada FIFA es menos divertido que el anterior. A mí eso de que cada año hagan a los jugadores más troncos pensando que ese es el tipo de realismo que necesitamos me jode mucho, pues yo me la pasaba genial con lo dinámicos y divertidos que eran los FIFA de antaño.
No te la soplará tanto cuando «entiendes» esas citas futboleras, one thing leads to another
La demo para PS3 me ha molado, desde mi perspectiva de defender a ultranza con el Borussia y salir de contra con Spiderman e Inmobile. Cada contragolpe es casi gol asegurado, vaya, entiendo que fastidie, pero es un reflejo del futbol que se lleva hoy en dia.
Algo que me flipa es la velocidad de los menus, sobretodo en direccion del equipo. En 5 segundos intercambio las posiciones de Mkhitaryan y Reus, cambio a Sahin por Gundogan, y a Kuba por Aubameyang. De locos.
El analisis pues fantastico, ha llegado al fondo de mi corazon latino. La conexion entre la vida y la aficion al futbol es totalmente veridica. Y mas aun siendo gooner, es very difficult sobrellevar tantas emociones. En estos momentos no se que sentir exactamente con el puto Welbeck, un poco de frustracion y resignacion, ¿como es posible que estemos invictos en liga y nuestro 9 haga esto? Debe ser una moraleja: no importa lo torpe que seas, mientras estes en el lugar y momento indicado el destino encauzara tu camino y el de tu circulo cercano.
Volví a caer en el 13 y en el 14.. pero este año he probado la demo y parece que van a peor cada vez… menos mal que tengo mi football manager
La imagen de Eto’o con la lumbalgia me ha alegrado el día
Una pregunta, quizá un poco tonta, pero si me pillo el FIFA14, con eso de las actualizaciones de plantillas automáticas, tendría las de este año?
Es una pena que la falta de novedades o el justito apartado gráfico hayan menguado el entusiasmo general por esta entrega. Es una pena porque me parece el mejor FIFA con diferencia, muy, muy bueno.
Después de un mes con este FIFA 15 yo estoy muy decepcionado. Parecía que iba a ser el mejor de todos hasta la fecha y a día de hoy me parece uno de los peores. Una IA de la CPU completamente descompensada en cualquier nivel de dificultad (pueden encajar cinco goles y tener casi un ochenta de posesión) por culpa de que este año se han cargado por completo el sistema defensivo que tan bien funcionaba en la entrega anterior. El online es un correcalles insufrible donde prima cualquier cosa menos fútbol y los porteros una broma de mal gusto, además de resultar imposible encontrar partidas en manual. EA me ha hecho una buena jugarreta este año. Han decidido cuál quieren que sea su público y está claro que yo no estoy incluído. Para mí ha supuesto un chasco memorable. Y además lo he comprado digital, para más inri…