El minimalismo en la decoración me parece una horterada. Pretencioso, poco práctico y sobre todo muy impersonal. En los videojuegos, por suerte, no necesitas guardarlo todo en cajones para mantener la armonía, tu mujer no te grita cuando dejas las llaves sobre la mesa y la personalidad viene determinada por otros muchos factores. Frozen Synapse es un gran ejemplo de ello: un juego indie de estrategia por turnos en el que un aspecto entre lo simple y lo directamente elemental bajo el que se oculta una maraña de mecánicas y opciones de tal magnitud que a uno le empiezan a entrar los mismos sudores fríos que cuando te ponían un examen enfrente y descubrías que te habías estudiado el tema que no tocaba. Sería estúpido esconderlo: para los juegos de estrategia y gestión soy lo que vendría a llamarse popularmente un subnormal premium. Mi cerebro no piensa en términos lógicos y la frase “es que yo soy de letras” suele salir de mi garganta hasta cuando me preguntan la hora ((Y es bastante divertido cuando el que pregunta es un desconocido.)), así que atreverme con este análisis es para mí como jugar a la ruleta rusa con un .44 y tres balas: una temeridad, pero una temeridad con un par de huevos. Supongo que alguno de vosotros tiene un pasado tan oscuro como el mío y también ha echado sus partidillas al Cruzada Estelar y otros juegos de mesa por turnos en los que los tiroteos, al igual que el sexo, en aquella época sucedían solo en tu imaginación. También como en el sexo, cuantos más jugadores intervinieran, más divertido se volvía a pesar de las discusiones a la hora de organizar ciertos elementos o de repasar ciertas reglas. La espera entre turnos se convertía en algo tedioso, pero tras cada sesión uno aprendía a aprovechar ese tiempo para pensar el siguiente movimiento con mayor exactitud. Era caro comprarlo, sí, aunque siempre podías tomar prestado el de alguien que no lo usara, como un primo tonto. Con los juegos de mesa pasaba lo mismo. Acercarse a Frozen Synapse, por tanto, se volvió algo menos aparatoso cuando me di cuenta que bajo esa pátina de minimalismo hipster y gráficos vectoriales que harían chorrear a los fans de Neon Indian, el sistema venía a ser el mismo de siempre: vista cenital, determinado número de unidades divididas en clases por arma (metralleta, escopeta, lanzagranadas, francotirador, etc.), un escenario aleatorio y una serie de opciones ingeniosamente implementadas que nos permiten otorgar mucha precisión a todas nuestras maniobras. Para poner todo esto en práctica, un interminable modo campaña nos brindará misiones tan diversas como infiltrarnos, eliminar a todo el personal enemigo o solo a ciertas unidades objetivo o escoltar a un VIP a través de zonas hostiles. La gracia aquí está en que las estructuras de cada nivel son completamente aleatorias, y si fracasamos no nos servirá de nada el método prueba/error al reintentarlo porque el entorno habrá cambiado. La IA está bastante trabajada y a menudo nos sorprende con movimientos inesperados, pero al ganar uno tiene muchas veces la sensación de que ha sido más gracias a haber dado con un comportamiento errático de la CPU, de haber explotado un bug, que por el mérito de nuestra privilegiada mente de estrategas. Y cuando perdemos, la mayoría de veces era porque, llanamente, esa vez no se podía ganar. La frustración es parte del aprendizaje igual que es parte de la vida, y hasta que uno no toma las riendas de Frozen Synapse y se familiariza con su idiosincrasia y sus manías, no termina de sentirse cómodo. Incluso en el modo multijugador, la auténtica joya de la corona que deja todo lo demás a la altura de un tutorial hipertrofiado, abundan los codazos en las costillas. Un juego tan parecido en esencia al ajedrez no ha podido escapar del mismo defecto: lentitud, mucha lentitud. He llegado a estar en partidas en las que mis oponentes se tomaban más de una hora para terminar su turno, y no sé si lo hacían como tortura psicológica, pero desde luego les funcionaba. Al final, a fuerza de bostezos, a uno se le enciende la bombillita y se da cuenta de que puede abrir varias sesiones y, como en el poker online, ir haciendo rondas por cada mesa dando órdenes a nuestras unidades sin arrancarnos la barba a pellizcos de pura ansiedad. La primera impresión es, desde luego, complicada. Su simplicidad visual es bella, agradable a la vista, pero su repetición invariable, a pesar de los cambios de orden y morfología, acaban convirtiendo la experiencia en un baile mental de posibilidades y previsiones que se disocian completamente de un universo, de una identidad viva, y todo queda reducido a matemáticas. Apasionantes en muchos momento, sí, y un reto constante para cualquiera que sepa hacer algo más que meterse una cuchara en la boca o pedir tabaco. Requiere persistencia y amplitud de miras, pero Frozen Synapse ofrece, y no exagero, centenares de horas de juego si sumamos los modos campaña, escaramuza y multijugador, siendo este último el punto más adictivo del juego, cuando uno se percata de que compitiendo contra mentes mejor dotadas para la estrategia, a veces incluso perder es algo bonito y enriquecedor. No creo que Napoleón dijera lo mismo cuando el Duque de Wellington aplastó a sus tropas en Waterloo, pero aquí hay un detalle diferencial: él era francés. [8]
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Siempre he querido que me gustasen este tipo de juegos, pero soy tan jodidamente manco que me frustro. Intentaré darle un tiento.
A lo de francés, inevitablemente me recuerda a … http://www.youtube.com/watch?v=SezmfZHkgv8
Un analisis muy bueno, y veo que tambien aprovechaste a comprartelo hace dos dias cuando lo rebajaron un 50% en steam (como yo).
Yo llevava esperando que lo rebajaran desde que salio y lo probe y quede flipado.
Hay que decir que es un juego, que aunque parezca simple, esta muy completo, me encanta la manera en la que la estrategia esta desarrollada, que con unas 8 o 10 acciones se pueden hacer mil cosas.
8? Yo te mato!!!! Ponle un 9 o te corto la virilidad!!!
@deimos
Con escenarios cambiantes (ni siquiera digo muy trabajados) habría sido un 9.
Me recuerda horrores a un juego de PC de finales de los 90 que me encantaba. Era de marines espaciales y estrategia por turnos, tenías distintas unidades que comprabas por puntos al principio de cada partida/fase y te podías dar candela en modo hotseat. ¿Alguien se acuerda de como se llama?
Por cierto se sabe si este saldrá en xbox live/ps network?
¿A que te refieres con escenarios cambiantes?
estrategia+PC= Age of Empire2 the conqueros
para cuando un AoE 4?¿
PD siiii el 2 el 3 no lo aguanto, sera xq en mi pc va a saltos, sera xD
Space Hulk?
@deimos
No, pero de ese rollo. El que digo era un pelín mas claustrofóbico tenía una atmosferilla más tirando a alien que a Warhammer. Arght, da igual, ya me acordaré.
Hombre, con lanzacohetes se pueden abrir boquetes en las paredes y «cambiar» los escenarios, que ademas se generan aleatoriamente(creo que ni la en la campaña se repiten cuando haces 2 veces la misma misión). Así que ale, a ponerle el 9.
@deimos
A que no fuesen siempre todo bloques azules con ventanitas. Que hubiese un pelín de variedad a nivel artístico (a nivel estructural es perfecto, el sistema de generación pseudoaleatoria es la vida), aunque fuese sin abandonar el minimalismo.
¿Incubation?
Graphic Whore
No lo es, tranquilo.
@feroxido
¡Joder sí!
Gracias. Vaya juegazo. Horas y horas de diversión con los colegas.
Hacer un analisis de un juego del que acaba de expirar la oferta es de ser muy mala persona, pero lo compensa lo del frances.
@koru_kun Has jugado a pocos juegos de estrategia e… Y no, hacer rush todo el rato y quien lo haga más rápido gana, no es estrategia.
No si eres un bárbaro D: