A cualquiera que haya disfrutado (enamorándose por el camino de su protagonista, sus personajes y su estrambótico sentido del humor) de un WarioWare en el pasado le resultará extraño que Game & Wario, el debut en Wii U del tan necesario contrapunto avaricioso, egocéntrico y perverso de la mascota de Nintendo, no sea una colección de microjuegos como aquellas que tantas noches de risas y aullidos descontrolados nos han dado. (No me refiero exclusivamente a cuando jugamos con más personas: no es difícil volverse tarumba jugándolo en solitario, como los miembros del Programa Embajadores de 3DS quizá hayan comprobado con la versión para Game Boy Advance.) Game & Wario es un repositorio delirante de minijuegos, ideas, experimentos, pequeñas piezas de comedia interactiva; nunca antes un juego de Intelligent Systems había ido tan lejos al mezclar, sin aparente orden ni control, todo o casi todo lo que se les pasa por la cabeza.
Los minijuegos, la parte central del paquete (aunque no siempre la más interesante), son sólo la punta del iceberg. Los hay de todo tipo; tenemos alguno conformista, casi reciclado de Nintendo Land y sólo salvable por la marcial noción del diseño de videojuegos que tienen este tipo de pequeñas aventuras que crea de vez en cuando Nintendo: Arrow, por ejemplo, es una variación del juego de los ninjas del muestrario de posibilidades del GamePad que venía con algunas Wii U, y Ski es una revisión incluso más aburrida del deslavazado minijuego del Capitán Falcon en Nintendo Land. También están los que no llegan a sorprender, pero resultan extrañamente atractivos; por algún motivo, me lo pasé muy bien con el minijuego que te pide dibujar a ojo ciertas figuras o líneas con la mayor precisión posible (puntuándote del 0 al 100 en función de cómo de preciso sea uno calculando ángulos, diámetros o longitudes), y también encontré muy estimulante Camera, en el que somos una fotoperiodista que debe capturar con su cámara las caras de algunos sospechosos a través de distintos escenarios.
También los hay sorprendentes, por más de un motivo. Pirates, por ejemplo, es la repesca en clave de puro ácido lisérgico de una demo técnica que se enseñó hace un par de años en el E3, y que dentro de Game & Wario renace como una delirante prueba de ritmo en la que tenemos que bloquear las flechas que nos lanza el pirata Wario siguiendo la música, mientras a nuestro alrededor se desarrolla una coreografía multicolor de fauna marina que bien podría ser el interior del cerebro de Bob Esponja si Woodstock ’69 hubiera tenido lugar en Fondo de Bikini. Patchwork sorprende menos por sus mecánicas que por su entidad: Kat y Ana, las simpáticas ninjas de WarioWare, protagonizan un juego de puzzles en el que debemos encajar una serie de piezas de tela dentro de un tablero para formar figuras que se descubren, rollo Picross, cuando descubrimos la combinación correcta. Es menos divertido de lo que podría haber sido, pero casi podría haberse vendido por separado: sus 90 niveles dan para estar bastantes ratos con el GamePad en la mano.
Del mismo modo que la progresión por desbloqueo se convierte en una experiencia intensa y casi mágica, de regresión a la edad en la que todo lo recibíamos con sorpresa (porque es difícil no sorprenderse con las pruebas, vídeos, músicas, escenas animadas e incluso con las pantallas de título de los minijuegos de Game & Wario), también es fácil echarle en cara su brevedad, más aparente que real: en un par de horas o tres desfilan ante nosotros los títulos de crédito, si vamos jugando lo mínimo como para pasar al siguiente hasta desbloquearlos todos. Hay mucho más, claro: volver a cada minijuego nos descubre nuevos niveles, modos de juego y sorpresas que son menos evidentes de lo que podría parecer; a Game & Wario no parece importarle mucho si vuelves atrás a ver qué te estás dejando, y quizá confía un poco más de la cuenta en la voluntad del jugador (o de cierto tipo de jugador) para repetir y experimentar con lo que ya conoce sin darle algún incentivo claro y directo.
El mayor incentivo son los coleccionables que podemos conseguir en una grotesca máquina dispensadora, activada con monedas que nos dan por superar ciertos hitos en los minijuegos y que nos premia con una bola (que sale disparada de entre lo que parecen ser las nalgas de una gallina robot) de la cual sale un pequeño regalo. La idea no es nueva (estaba en Smash Bros, claro, y estaba también en Kid Icarus Uprising) pero sí lo es la cantidad de delirio que espera al que tenga la suficiente paciencia como para desbloquear todos los juguetes. Es aquí donde Intelligent Systems se dejan el filtro en casa y deciden apostarlo todo; experimentos visuales, muñecos virtuales, teléfonos con otras galaxias, coñas marineras, espejos de última generación: todo cabe entre las muchas decenas de chorradas que se pueden desbloquear en Game & Wario.
Se nota que Nintendo sabe que lo que tiene entre manos no es para todo el mundo. Desde su precio (cuarenta eurillos), está claro que no les resulta posible considerarlo un plato fuerte de Wii U; para eso ya habrá tiempo, parecen querer decirnos. De Game & Wario se pueden decir tantas cosas buenas que quizá por eso las malas sean algo menos condenables: su falta de entidad, su incapacidad para guiar al jugador a partir de cierto momento, su algo desaprovechado multijugador (a pesar de Islands, que es la hostia; los otros tres minijuegos para varias personas, a pesar de poder llegar a cumplir una función determinada en un momento concreto, no consiguen destacar demasiado dentro de la recopilación), su incapacidad para ofrecer todo su contenido de una manera más clara, menos embarullada. Y sin embargo es imposible no recomendar, a la mínima que uno sienta un poco de curiosidad por qué puede haber dentro de este chiflado paquete, por lo menos darle un tiento, juntar a amigos en casa y explorar juntos esta especie de colaboración entre Encarta y la casa de locos más sobrepoblada de Japón.
Está claro que el chiste que cuenta Game & Wario no llegará a todo el mundo, pero los que lo pillen se reirán tanto que necesitarán tener una palangana a mano, por si las moscas. [7]
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Y para mi, son estos juegos los que hacen grande a Ninty, el ir a su puta bola tiene beneficios, porque aparte de tener la libertad de hacer lo que quieran, encima les sale notable o sobresaliente casi siempre. Estos experimentos en otras casas no llegan más que al esperpento.
@chiconuclear, como siempre, un gran análisis, y me encanta que seas el encargado de analizar todas las obras de Nintendo últimamente. Enhorabuena apañero!
Yo creo que la saga WarioWare siempre ha estado un poco infravalorada. Son juegazos divertidísimos y originales; de lo más inspirado en materia jugable que tiene Nintendo porque son boacdos jugables sencillos pero intensas. Es cocina de autor servida en un psiquiátrico.
Jo, con este, de todas formas, dudo si pillármelo de salida. Veo que @chiconuclear coincide con otras reviews en que lo mejor es la parte de los hermanos nintenderos. Y el resto parece un batiburrillo desigual… Aunque algunos de los minijuegos asimétricos como el del fotógrafo tienen pinta de ser muy divertidos en compañía. Supongo que al final caerá.
No me gustan este tipo de juegos; sin embargo, aplaudo a Nintendo por hacer lo que le da la gana, y a los que juegan, por apreciar los pequeños detalles de la vida.
Diós, cuánto amo esta serie! Otro pa la lista de juegos que se vendrán pa casa el día que pille una WiiU!
Esta saga es la leche. Me quedo con Warioware DIY. Hacerte minijuegos en pixelart era una la risión.
Si algun dia lo veo rebajado se que me lo comprare, pq todos los «wario & ware» me han resultado bastante divertidos. No son juegos de echarles mil horas, pero el tiempo que le dedicas suele darte muchas risotadas y buenos momentos.
hasta ahora no me ha decepcionado ninguno de la saga, me lo pillo seguro
@chiconuclear
En alguno de los videos de promocion del juego, me parecio ver que incluia una especie de «pictionary online» que me llamaba mucho la atencion ¿esta dentro de G&W o han sido todo imaginaciones mias?
@ikky
Con Miiverse, sí. A día de hoy todavía no está activo, imagino que porque el juego ni ha salido.
@chiconuclear
gracie mile.
probablemente este minijuego me haga perder un millon de horas. (mas o menos las mismas que el puto isketch)
El juego es una bomba, artisticamente, la banda sonora, no he juggado mucho para recomendarlo publkcamente. Gamer es lo mejor.