Tenemos suerte. Godzilla no existe, es sólo un personaje de ficción: salido de la mente de un amarillo cuyos padres decidieron que Tanaka Tomoyuki era un nombre estupendo para su hijo, nos ha deleitado en la pantalla durante décadas. Pero por suerte, digo, no existe en la vida real. A fin de cuentas es un monstruo gigante, radiactivo y que no suele preocuparse por la arquitectura urbana cuando sale a dar un paseo por Tokio. Maldita sea, es un bicho que si existiera ya habría acabado con toda la vida del planeta, por eso me alegro de que no exista. Con su condición de monstruo-gigante-destruye-ciudades, cabrearlo es lo último que merece la pena hacer. Como con ese perro que veis por la calle y decís al dueño, oye, qué perro tan majo, y el dueño os dice, no le toques mucho las narices que muerde, y tú coges un palo y se lo empiezas a pasar por el hocico mientras dices cosas ridículas. Ese perro, claro, te muerde y (dependiendo de la gravedad del estropicio) te toca aguantar las miradas de los médicos en el hospital con la certeza de que eres gilipollas. Ese hipotético palo con el que cabreamos al perro es Godzilla: Unleashed. El perro sería Godzilla. Por suerte, ya digo, no existe.
Sangre Que me jodan si soy exigente con los juegos de Godzilla; a mí con manejar a un bicho grande y que reviente casas me basta. Godzilla: Destroy All Monsters me fascinó, es uno de mis juegos favoritos de GameCube; para darle tintes humanos a este análisis, diré que se me cae una tímida lagrimilla cuando pienso en esos maravillosos años cuando un buen amigo y yo nos saltábamos una clase para ir a mi casa y jugar al Destroy All Monsters (una clase que se convertía en toda la mañana, claro). Luego me cogieron en Anait y desde ese día no he vuelto a jugar a una consola, porque quién quiere consolas teniendo supermodelos y coches deportivos. La cosa es que así como Destroy All Monsters es uno de mis juegos favoritos de GameCube, este Unleashed ha pasado por mérito propio a ser uno de los juegos que más odio de DS. Argumentemos esto.
Empezando por lo menos importante, hablemos de gráficos. Los gráficos de Godzilla: Unleashed son malos. Malos a rabiar. Al principio parecen graciosos pero pronto te empiezas a sentir incómodo: ¿es eso Godzilla? ¿Acaso esa
salchicha con alas tiene que ser Mothra? Nada o prácticamente nada en el juego es bonito o agradable a la vista. Vale que no es una PS3, pero el modelo de Godzilla es de risa y miedo. Los dibujos de las secuencias que llevan la historia rozan también el nivel del ridículo. Nada, repito, nada es fácil de ver en el juego. Si hablamos del aspecto sonoro, más de lo mismo: parece que se gastaron todo el presupuesto en conseguir el rugido del saurio atómico y se quedaron sin pasta para grabar más, porque algunos enemigos ni siquiera hacen ningún sonido. Nota para los desarrolladores: si coges el micrófono y te lo pasas por los sobacos a veces salen sonidos parecidos al rugido de dinosaurios mutantes de doce metros, y si no siempre se puede retocar un poco para que dé el pego. Cualquier cosa antes que dejar a los enemigos mudos, hombre. Pero vamos a lo grave del asunto: cuando coges los mandos del Rey de los Monstruos.
Sudor Todo lo anteriormente descrito podría ser perfectamente pasable si el juego fuera tremendamente divertido, dinámico, un reto, original. Los antónimos de estos adjetivos pueden usarse para describir, desgraciadamente, la aventura
desatada de Godzilla. El juego, para empezar, no es divertido. Aburre. Godzilla se mueve muy lento, el desarrollo es cansino a más no poder (avanza, golpea, esquiva si se tercia, cambia al monstruo de la pantalla superior que es aún más aburrido,
repeat), y desde luego no anima en absoluto a seguir. ¿Qué te dan imágenes de los monstruos? Yo qué sé, seré un rarito pero a mí esa recompensa me parece un poco escasa. Formalmente, es un
beat’em up bastante normalillo. Los enemigos vienen hacia ti y tú eres el encargado de machacarlos con tus dotes de saurio gigantesco. En este caso los enemigos no paran en ningún momento y ni siquiera
te atacan, simplemente dejan caer bombas y demás y si te dan, que hay bastantes posibilidades teniendo en cuenta tu tamaño, pues te dieron. Entre fase y fase se nos cuenta una historia que en este caso no sirve ni como excusa, y que parece creada por alguien con serios problemas con el mundo. Parece que poner a Charles Manson a escribir el guión no fue una buena idea, chicos, mejor suerte la próxima vez. Las dos pantallas se aprovechan (si es que esto es aprovechar) teniendo dos monstruos en el equipo: Godzilla y Mothra. Esta alternancia entre monstruos no aporta ninguna profundidad estratégica ni nada parecido a la diversión, porque jugar en la pantalla superior es lamentablemente peor que jugar en la inferior. Podría seguir diciendo aspectos del desarrollo del juego que no son nada inspirados, como los combates con los jefes finales, que están mal pensados hasta la desesperación, o los minijuegos de destruir cosas usando una suerte de combos que aparecen en pantalla, que aburren y cabrean, pero para qué hablar del juego pudiendo no hacerlo.
Lágrimas La conclusión es sencilla: el juego es malo. Malo a rabiar. ¿Que alguien quiere jugarlo? Yo quise, claro que quise, y me arrepentí al instante. No se me ocurre ahora mismo ningún tipo de público al que pueda gustarle esta chapuza, que ha pasado automáticamente a la triste lista de los juegos de los que esperaba algo (en este caso diversión) y no me han ofrecido nada. Quizá si eres muy fan de Godzilla, y ese muy significa que tengas muñecos, posters, todas las películas en cinco versiones distintas y una novia tan fea que si midiera un poco más podría aterrorizar a la siempre honrada ciudad de Tokio, en ese caso cabe un remota posibilidad de que se le pueda sacar algo a este despropósito de juego.
Para todos los demás, huid de esto tan pronto lo veáis en la estantería de la tienda. Y dad gracias porque Godzilla no exista, porque ver su imagen en un producto de estas características sería suficiente para que la humanidad estuviera condenada a morir bajo su aliento atómico. Nota:
2 | Ficha técnica Plataforma: Nintendo DS Desarrollador: Santa Cruz Games Distribuidor: Atari Género: Acción Código PEGI: 7+ Precio: 29,99 Fecha de salida: 29/02/2008 Web oficial: Disponible |
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Godzilla >>> Cubitorah.
Gran análisis.
«Luego me cogieron en Anait y desde ese día no he vuelto a jugar a una consola, porque quién quiere consolas teniendo supermodelos y coches deportivos»
Empezaba a echar de menos frases de estas por Anait.
Es la pura verdad.
No me interesa nada este juego, tu analisis, SI! jeje
Todo el mundo sabe que los guiones se le daban mal a Charles Manson y que su fuerte era el diseño de producción.
Grandísimo y loleante análisis.
Buen trabajo, chiconuclear. Te has ganado un par más de juegos malos (que deberías haber recibido ya)
Esperaba este análisis desde 1979
Para cuando el analisis de la versión de la Wii? esta me encanto.
El análisis de la versión de PS2 llegará en poco tiempo.
En resumen, lo mejor del juego es el análisis ¿no?
Bueno, si analiza este chaval la frase anterior podría aplicarse hasta en el Portal.