He visto un par de veces ya los documentales de Noclip sobre Hades. Primero para intentar, con relativo éxito, quitarme la espinita por no haber estado ahí durante el Early Acces. Este fin de semana, con menos suerte, en busca de la clásica anécdota con gancho para esta introducción. Nada. Lo cierto es que son vídeos medio aburridetes, porque ni siquiera el saqueo en la oficina del Supergiant Games tiene grandes consecuencias. Todo es preocupantemente normal, hay solo gente trabajando.
Desde luego no nos descubren nada sobre lo apropiado del acceso anticipado al desarrollar un roguelike: cuanto más se juegue a algo así, dentro y fuera del estudio, mucho mejor. Como tantos otros proyectos antes, Hades ha ido incorporando y refinando ideas, creciendo y cogiendo forma a golpe de actualización, desde que se estrenó a medio terminar en la Epic Games Store, a finales de 2018. No recuerdo ningún otro juego, sin embargo, en el que resultara tan satisfactorio ver cómo se va desplegando su diseño.
La fuga de Zagreus parece una misión imposible durante las primeras partidas. Ni los rayos de Zeus, ni las flechas de Artemisa, ni las bendiciones de medio Monte Olimpo bastan para que el hijo de Hades consiga escapar de las mentiras y el culebrón familiar del Inframundo. El progreso y el aprendizaje son una parte esencial del juego, que va siempre varios pasos por delante del jugador sin importar cuánta suerte tenga o cómo de agudos sean sus reflejos; Hades se lo toma con calma porque hay mucho que hacer y que contar, pero sobre todo porque cada paso, grande o pequeño, es importante. Constantemente, durante horas y horas, abre la puerta a nuevos sistemas, retos, personajes y subtramas que redefinen tanto una partida, esa, como el propio juego —conmigo hizo todo ‘clic’ la primera vez que vi el Caos, lo recuerdo perfectamente, pero hay docenas de mecánicas y situaciones que pueden tener el mismo efecto.
Más allá de la fabulosa dirección de arte y de los diálogos brillantes, que no es poco, Hades se presenta como uno más. Con su vista isométrica y con sus mazmorras procedimentales divididas en pequeñas estancias y sus recompensas después de cada enfrentamiento. Van cayendo llaves y objetos varios, ya se verá para qué, y también todos los potenciadores para armas y habilidades que uno pueda llegar a imaginar: el golpe triple de la lanza, la bonificación de crítico para el ataque especial, el daño por borrachera de Dionisio, o el muy deseado dash reflector de Atenea, para devolver proyectiles cuando la cosa se pone un poco bullet hell.
Como todos, insisto. A estas alturas sorprenden poco los números y los colorines, las combinaciones interminables de variables con una rareza y un nivel. Hades inventa poco, pero hay una harmonía especial en su forma de agitar la baraja y repartir las cartas, de traducir atributos y estadísticas al lenguaje de los botones del mando y de las hostias en pantalla. Las explicaciones son concisas, no cansan, pero la clave está en la legibilidad de la acción: es milagroso lo de las estelas para cada tipo de daño elemental, los destellos que avisan cuando se llena una barra, los iconitos y los mensajes para saber qué está ocurriendo en el barullo que montan esqueletos y demás indeseables. No es necesario un tutorial para explicar que las puñaladas por la espalda duelen más o que las columnas pueden aplastar a los enemigos, porque lo pone ahí. El juego está especialmente cómodo cuando funciona a una velocidad muy por encima de lo esperado, cuando esquivas por instinto y dejas de ponerle pegas al control —que no es perfecto, quizás por culpa de unas pocas animaciones extrañas, pero casi.
Las aguas rojas del Estigia añaden algo de poesía a cada muerte y cada reintento, pero Hades no recurre a la mitología griega en busca de excusas porque no las necesita. Aunque no es un juego especialmente fácil, tampoco deja espacio para la frustración: una mala run, la típica que te cortan la Hidra o los jodidos Campeones del Elíseo, habrá servido igualmente para conocer mejor a Eurídice, para asumir que con el escudo no hay manera o para ahorrar algo de Oscuridad. Las ayudas que consigues en cada partida desaparecen al morir, claro, pero hay ciertas redes de seguridad y la progresión funciona a muchos niveles. Vas invirtiendo en mejoras permanentes, a tu ritmo, y se desbloquean para siempre tanto las armas como los artefactos —solo puedes equipar uno de esos accesorios, pero se te permite cambiarlo al final de cada mundo para ajustar estrategias y reducir un porquitín la aleatoriedad de las partidas.
De por ahí sale la personalidad de Hades, su característica más envidiable: el mismísimo infierno es aquí un lugar en el que siempre apetece estar, un hogar, a ratos inconfundiblemente bonito, a pesar de la lava y de las almas atormentadas. Es una ambientación compleja y total, que gracias a la espléndida banda sonora y al carisma de todos (pero todos, todos) los personajes hace malabares con las emociones: es un juego optimista y melancólico, gracioso y trágico, especialmente acertado con las respuestas y las revelaciones para intercalar la historia entre las decenas de «tentativas de huída» que protagoniza Zagreo.
Y digo decenas porque sigo —por poco tiempo— en las dos cifras, pero en el viaje hacia el Epílogo se puede subir el desafío hasta lo absurdo y disparar también el contador de horas. Y siguen ahí, de la manita, una fuerza narrativa abrumadora y un trabajo de diseño ejemplar. No sé yo si esa parte más metódica acabará teniendo celos de las ya míticas ilustraciones o de las maravillosas libertades que se toma el guion, pero sería injusto intentar explicar el triunfo monumental de Hades pensando en Supergiant como el típico alumno aplicado; hace falta mucho más que trabajo duro para conseguir que un juego huela a ambrosía.
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Pep, pero es el nuevo Nuclear Throne o no?
@berto
Ni de lejos
@berto Es el Ciudadano Kane.
Buf me siento muy out con este juego, no me ha entrado para nada. Imagino que es cuestión de echarle unas pocas más de runs, por aquello de que miles de jugadores no pueden estar equivocados… pero me va a costar pillarle el momento.
@jk_eye
Siendo un gran fan de los roguelike, me ha pasado lo mismo, no me cuadran las mecánicas ni me entran las animaciones (con hollow knight me ocurrió igual). Eso sí, la parte artística y narrativa está muy bien, pero le falta ese no se qué de un Dead Cells o un Nuclear Throne en lo jugable para mi gusto.
Yo tuve que dejarlo porque me enganchó de mala manera.
En tanto que indie rotundo y reciente, comparo mucho este juego con Hollow Knight. Sin embargo, me sorprenden la unanimidad y las notazas inapelables que han acompañado a este juego de manera constante frente a la mayor contención con que fue recibido el titulo del Team Cherry, al que considero un escalón por encima. ¿Será que 2017 fue más competido que 2020 en términos de indies -Edith Finch, Night in the Woods, Hellblade, Cuphead…- y de juegos en general -Marios, Zeldas, Fortnite, Persona 5, Nier, REVII, Prey, Wolfenstein…- y eso afecta a nuestra percepción de los juegos?
Estoy teniendo mala suerte con los monográficos. Los dos últimos no me interesaban y este no quiero leerlo hasta haber acabado el juego. Sé que esta libre de spoilers, pero me gusta llegar muy virgen a los juegos.
Lo he echado al pocket, pa cuando me lo acabe. Este tipo de trabajos deberíamos verlos como algo más atemporal, como cuando te compras un libro. En dos años su vigencia estará intacta, no tengo dudas. Pero Internet tiene esta mierda que impide que lo percibamos así.
En cualquier caso, mola el monográfico. Me va a gustar cuando lo lea.
Me alegro mucho de que hayais elegido Hades para este monografico. Lo acabé hace tiempo, creo que no me queda ninguna linea argumental por ahí que exprimir, pero sí que de vez en cuando entro a jugarme una o dos run o me engorilo una semana para ver si puedo batir mis record de velocidad o si puedo sacarme los dos logros que me quedan
Análisis de Pep después de incontables meses, instaread.
@thelastikilla
Hace poco hizo el del Sakuna.
@gordobellavista
Joder, es verdad, no lo había visto no se por qué.
Aún no he jugado a Hades pero voy a leer este monográfico conforme se vayan publicando los artículos porque le tengo mucho interés y no creo que el argumento sea de una importancia tal como para considerar que haya spoilers.
Lo que sí me gustaría saber es una cosa antes de tener la oportunidad de jugarlo; los premios y críticas positivas me están engorilando y he leído, no pocas veces, comparaciones con Dead Cells, juego del que soy muy fan y uno de mis favoritos de los últimos años: ¿este punto de partida me influirá positiva o negativamente a la hora de entrar en Hades?
@alexman85
No son comparables, no. De hecho en Hades el argumento importa tanto como el gameplay, porque hay varias tramas independientes que interesa conocer. Son juegos muy distintos que solo comparten el diseño procedimental de cada partida.
Que grata sorpresa de análisis y de monográfico.
Me encanta Hades, aunque sé que no tengo tanto tiempo para dedicarle como para algún día pasármelo cada hora que paso en su mundo es un puro disfrute.
@airrel
la primer victoria se puede conseguir dentro de las primeras 10 o 15 horas tranquilamente, con un arma con la que te sientas cómodo y las bendiciones correctas se hace tranquilo. Luego para desentrañar toda la trama entera si ya necesitarás una cuentas horas/runs más.-
@hernik420
He llegado hasta el final de los Campos Elíseos y me mató el jefe. mirando el mapa veo que no es ni la mitad del juego xD
No sé cuántas horas le habré echado, igual 7-8 así que a ver si mejorando y pillando buenas bendiciones voy avanzado.
Quedó buena la vaina
Llevo un tiempo que quiero jugar a este «Hades» pero, en la práctica, acabo de comenzar «Dead Cells» así que tendrá que esperar. ¿Alguna posibilidad de que termine saliendo en formato físico para Switch?
¿Los que habéis jugado a ambos, cuál os ha gustado más?
@magenta yo tras haber jugado 25-30 horas a cada uno, me quedo con Hades. Dead Cells es más rogelike puro (con la adicción que ello conlleva) pero me parece mucho más agradable en manejo Hades, y hasta diría más divertido, pero esto es muy subjetivo. Amén de que los personajes que rodean al príncipe del inframundo le dan un aquel que siempre quieres saber más.
@franstark
Tengo la impresión, tal vez equivocada, de que «Hades» es más amable con los jugadores que, como yo, se acercan por primera vez al género que «Dead Cells». Tarde o temprano jugaré al título de Supergiant Games pero quería saber, por curiosidad, qué opinan los expertos en rougelikes / rougelites. Gracias
.
@magenta
Ciertamente es menos áspero que un rogue puro y duro. El hecho de tener una progresión general con independencia del loop hace que siempre se vea cierto avance. Y la narrativa es directa, con mucho peso, en lugar de ambiental, lo cual también anima mucho a continuar.
De cualquier modo Dead Cells es un pepinazo, no hay elección mala entre los dos! 😀
Llamadme loco, pero me imaginé que este juego lo analizaría Don ChicoNuclearThrone.
Encima viene de analizar la cosa japo esa…
Hago votos por un mundo con Pep analizando triples A otra vez! xD
Me pillé este juego dejándome llevar por las críticas, sin informarme de prácticamente nada y Ay Mama. Qué absoluta locura, qué delicia de control, de animaciones, de escenarios, de diseño de personajes, de narrativa y de Todo :_)
Hacia rato que no lograba calarme tan hondo un juego.
No me gustan los juicios tajantes, incluso los que no están deseosos de sobrepasar los límites de mi subjetividad, pero sería injusto si no admito que Hades ya es uno de mis juegos favoritos de toda la vida.
En los últimos años parecía muy raro que un juego pueda hacerme click de una manera tan salvaje y rabiosa. Hades lo hizo, no puedo tomar a la ligera eso.
Al oirlos hablar de Nuclear Throne a Victor y a Pep, siempre quise encontrar ese juego con el que obsesionarme, al cual ponerle sin ningún temor la etiqueta de «Perfecto». Si bien Nuclear Throne me gusta mucho, y tuve casi un año de entero de vicio desenfrenado con Enter The Gungeon y Dead Cells es un juegazo, tuve que esperar hasta jugar Hades para encontrarlo. En ese juego todo encaja a la perfección, no hay ni un rincón, ni un pixel, ni un solo segundo en el que Hades no brille y te atrape como una lámpara a una polilla. Me encantó el análisis y casi que grito de la emoción cuando vi que el monográfico nuevo era de Hades (es el primero de un juego que he jugado y no leí el de TLOU2 por los spoilers), son lo mejor de lo mejor. Un abrazo desde Argentina
Qué alegría leer más análisis de Pep, además a este le tenía muchas ganas.
Personalmente he caído en las garras de Hades hace bien poquito (aún no he conseguido completar ninguna run) pero me tiene bastante obsesionado. Encima jugarlo en Switch hace que le dedique cada ratillo tonto que tengo.
La banda sonora, como en todos los juegos de supergiant, es punto y aparte. Increíble cómo se reinventa este Darren Korb.
Debería de poner una un sección donde te envía a todo los monográficos haya escrito en la web porque es difícil encontrar los anteriores.
En mi opinión, Hades es el tercer mejor videojuego del año 2020. Lo que me parece más meritorio del último título de Supergiant Games es la habilidad que tiene creando una obra que combina, de manera tan notable, la narrativa con el apartado interactivo. Además, me ha introducido al género de videojuegos al que pertenece.