Espíritu aventurero

La nueva entrega de la saga de simuladores da un giro de timón mezclando los elementos tradicionales de la franquicia con una aventura con estructura de JRPG que estimula su diseño anquilosado.

Creo que es más sencillo examinar el fenómeno que supone Stardew Valley analizándolo por piezas y sin distraernos con la imagen que conforma la suma de sus partes. En conjunto, la propuesta de Eric Barone puede interpretarse como un «Harvest Moon independiente», como otro más de los múltiples clones de la franquicia que, por los factores que sea, ha acabado encajando perfectamente con los fans. Una lectura de este tipo puede apoyarse tanto en el pasado de Barone como creador de mods dentro de la comunidad que se agolpa alrededor de los simuladores, como en el hecho de que todas ideas presentes en Stardew Valley se han probado antes en alguno de los títulos de Story of Seasons o de Harvest Moon. Pero, como decía, es al despiezarlo cuando nos damos cuenta de la entidad que Barone otorga a cada una de esas ideas. La manera en la que consigue hacer interesante y estimulante hasta lo que podríamos considerar «mecánicas de compromiso», acciones que deben estar en el juego solo porque suponen la parte esencial jugable dentro de lo que construye el género.

En el mundo de los simuladores lo complicado no es hacer que el jugador haga una cosa sino conseguir que siga haciéndola una y otra vez. Aunque los aficionados disfruten al sumergirse en una rutina tranquilizadora, es muy importante que todas las acciones resulten constantemente estimulantes y reflejen algún tipo de progresión que evite que lleguen a resultar vacías o tediosas. En Stardew Valley, Barone utiliza multitud de recursos para potenciar cada uno de los elementos del gameplay y sus mecánicas, desde la narrativa a la hora de construir los eventos del corazón a la recompensa directa para hacer que no nos olvidemos de regar, pasando por los elementos de acción disruptivos si nos decidimos a explorar la mina. Stardew Valley es considerablemente más «dificil» (menos amable) que los títulos con los que normalmente comparte página y, sin embargo, la dificultad está nivelada de forma que el esfuerzo siempre consigue tener una recompensa satisfactoria. El éxito del juego desarrollado por Eric Barone ha fijado un nuevo estándar del que el resto de los simuladores de granja no pueden escapar. Y esto, por supuesto, incluye también a la saga que lo inspiró en un primer lugar.

Harvest Moon: Un Mundo Único supone un regreso a la saga principal, abandonada en 2017 tras la polémica publicación de La Luz de la Esperanza. Lejos de volver por la puerta de atrás, y en un intento evidente por distanciarse de Story of Seasons: Friends of Mineral Town, publicado el pasado año, y el inminente Story of Seasons: Pioneers of Olive Town, Un Mundo Único no solo se atreve al cambiar la premisa tradicional de este tipo de simuladores sino que arriesga al atacar incluso el sistema de estaciones que forman parte del ADN de este tipo de juegos. Lejos de mudarnos a la tranquila granjita dejada en herencia por nuestro abuelo o llegar a un pueblo remoto con una economía deprimida, Un Mundo Único se inspira en el incidente incitador que caracteriza la mayoría de JRPGs: Un peligro se extiende por el mundo y nosotros somos los elegidos capaces de solucionarlo.

En Un Mundo Único la Diosa de la Cosecha ha desaparecido y, como consecuencia, las tierras están dejando de ser fértiles, las semillas son difíciles de encontrar y la comida disponible está empezando a escasear. Tras una serie de encuentros fortuitos, nuestro personaje será capaz de entrar en contacto con los espíritus de la cosecha que, además de mantener nuestras provisiones de semillas, nos otorgarán una misión: viajar por todo el mundo encontrando los amuletos de la Diosa que servirán para volver a despertarla. Aunque la dinámica de encontrar amuletos, piedras u otro tipo de coleccionable como requisito para marcar la progresión de la historia principal no es nueva en la saga, sí lo es el hecho de tener que recorrer un mapa extenso para poder hacerlo. Pero como los viajes no parecen encajar en un primer momento con las obligaciones propias de una granja, este título incorpora lo que llama La Granja Expansiva, un sistema por el cual podremos comprimir nuestros edificios y animales y echarnos a la carretera en busca de otra zona propicia para sembrar. Y aunque la incorporación de esta «granja de bolsillo» supone dejar de lado mecánicas como la terraformación o el diseño de cultivos (solo podemos establecernos en zonas concretas con las áreas de cultivo ya limitadas), el cambio es extremadamente refrescante en lo jugable y en lo narrativo, funcionando además como una herramienta para acelerar las partidas al conseguir que dejemos de ser dependientes de las estaciones. 

En Un Mundo Único encontramos cinco zonas principales en el mapa: la inicial que, al estilo tradicional, tiene un aspecto verde y primaveral; una zona playera, estancada en un clima veraniego y tropical; una complicada zona desértica donde será casi imposible avanzar; un encantador pueblito con clima otoñal y una región nevada encajada entre las montañas. Aunque el título hace posible dejar nuestra granja estancada y movernos entre zonas a caballo o activando la opción de viaje rápido, si trasladamos nuestra granja (algo que podemos hacer con un coste casi simbólico) y nos movemos entre las diferentes áreas es muy posible completar todas misiones y tipos de cultivo en solo un año, tarea que no nos llevará más de 20 horas. La curva de dificultad en Un Mundo Único es muy suave y en ningún momento ni la energía ni el dinero funcionan como elemento limitante que nos impide explorar el juego a nuestra manera. Para compensar esta sencillez, el título se abre muy poco a poco, por lo que constantemente encontramos novedades interesantes que explorar y nuevos elementos jugables (cultivo, ganadería, pesca, minería, artesanía, cocina…) con los que seguir sorprendiéndonos.

Sin embargo, y aunque el título es todo un avance dentro de la saga Harvest Moon, ciertos elementos del diseño no pueden competir con lo que ofrecen simuladores de granja independientes más actuales y varias de las mecánicas se vuelven rápidamente vacías y, por tanto, tediosas. Mientras que juegos como Summer in Mara o Stardew Valley revisten a sus secundarios con historias y personalidades que nos animan a interaccionar con ellos y a seguir conociéndolos, los personajes que pueblan este mundo único son avatares sin fondo que, en ocasiones, ni siquiera llegan a apuntar correctamente al tropo que quieren representar. Por otro lado, el poco esfuerzo que nos cuestan ciertas cosas, desde encontrar semillas a explorar las minas, impiden que ciertas partes del juego sean lo suficientemente satisfactorias y hacen que la progresión que hacemos sea percibida como totalmente plana. A todo esto hay que sumarle el mal rendimiento y el framerate inestable que el juego presenta en Switch y que se incrementa especialmente al jugar en el modo portátil.

A estas alturas, es dificil saber qué tipo de sentimientos albergan Natsume y Rising Star Games en relación a Harvest Moon. Sí es fácil adivinar que Harvest Moon: Un Mundo Único podría haber sido un juego excelente si, junto con su refrescante premisa inicial, encontráramos algún tipo de personalidad visual y más cariño a la hora de plantear los elementos clave que siguen definiendo la saga. A diferencia de Stardew Valley, juego que podríamos considerar la obra de un fan, Un Mundo Único no aguanta un análisis minucioso y centrado en cada una de sus partes. Y aunque es un título indispensable para los fans de la franquicia, sigue sin ser el juego que los fanáticos de los simuladores esperaban.

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Redactora
  1. landman

    Comentario taliban: a Natsume ni agua.

    Añado: los fans de la franquicia están en story of seasons, estos son los que se han quedado con el nombre, y ya.

    Editado por última vez 15 marzo 2021 | 16:39
    1. Marta Trivi

      @landman
      No quería entrar abiertamente en el análisis pero, aunque estoy de acuerdo con que a Natsume nada de nada, tengo que admitir que este Harvest está mucho mejor que los dos anteriores Story.

      1. landman

        @martatrivi
        Tanto con Rune Factory como con Story of Seasons de momento solo hemos podido catar remasters en switch, a ver a partir de los próximos títulos qué podemos decir de ellos. Ganas no faltan (aunque los quiero en PC que es donde granjeo más a gusto xd)

  2. Aku

    Pues un poco de bajona, justo estaba buscando un juego del estilo para jugar y stardew valley lo tengo demasiado fresco.

    Había leído que los story estaban bastante bien, pero cuál sería ahora mismo el referente aparte de Stardew? Se supone que también sale en breve Littlewood aunque parece un poco distinto.

    1. landman

      @aku
      A final de mes sale el story of seasons más reciente, el Olive Town:

      https://youtu.be/hAJfRBI_9I0

      Y en mayo sale en japón, aquí no se fecha, el Rune Factory 5, que es más en loq ue se basa Stardew Valley al tener el mazmorreo:

      https://youtu.be/Im1z6RHiVoQ

      1. IndiAlien

        @landman
        Joder el Olive Town le va a flipar a mi sobri, con lo de poner tener perro y gato, hacer fotos…
        ¿Son juegos sencillos? Ella juega a veces al Stardew y le gusta pero lógicamente al tener 6 años se le queda muy grande.

      2. landman

        @airrel
        Igual que stardew valley, el juego va a tu ritmo, no plantes tanto si no te da tiempo a nada más hasta que no mejores herramientas, etc

      3. IndiAlien

        @landman
        Guay, al menos gráficamente parece más amigable. Gracias!

  3. Ein

    Yo vi el trailer y pensé que el juego era feísimo, luego leí reviews de usuarios que comentaban que a nivel diseño tenía cosas muy estúpidas.

  4. V de Vastardo

    No entiendo como esto puede tener caidas de framerate en Switch si (resolución aparte) parece un juego de Wii.

    Editado por última vez 16 marzo 2021 | 11:52