En uno de los últimos artículos de su blog, Mike Bithell, el autor de Thomas Was Alone, reflexionaba sobre la manera en que todas las mecánicas detectivescas en videojuegos acaban fallando una detrás de otra. Muchas son satisfactorias y divertidas, de eso no hay duda, pero está claro que no tienen nada que ver con un proceso de investigación real; no en la medida en que disparar un arma o conducir un vehículo sí tienen cierta similitud con el acto real. Al final todo suele reducirse a recoger los cuatro objetos que el diseñador ha escondido en el escenario, circular por un sencillo árbol de conversación o unir los puntos que nos lleven invariablemente a la conclusión prefijada. La razón, dice Bithell, es evidente: no somos tan listos.
Él mismo lo compara con la ayuda al apuntado para quienes son incapaces de acertar con sus disparos o los saltos perfectamente seguros de Assassin’s Creed en los que el personaje encaja en una especie de rieles invisibles que garantizan un salto más o menos perfectos. Si disparo, el malo muere; si salto, llego al otro tejado; estas son las concesiones, la fantasía funciona, la satisfacción es inmediata, todos contentos. Pero cuando se trata de procesos de deducción, ninguno de nosotros es Colombo o la señora Fletcher o Sherlock Holmes, verdaderas máquinas investigadoras capaces de unir su intuición a su observación y su capacidad analítica muy por encima del resto de seres humanos porque, en efecto, no son seres humanos sino artefactos narrativos andantes.
Su tarea, como la de los verdaderos detectives, requiere habilidades intelectuales que difícilmente se pueden trasladar con efectividad al manejo de unos sticks o la navegación por unos menús. Ahora mismo ningún juego consigue hacer eso, pero hay uno que se acerca más que el resto, y ese es Her Story.
El juego empieza con el pitido, el zumbido de unos ventiladores y el crujir del procesador de un viejo ordenador de finales de los noventa. Tenemos delante una base de datos con interfaz LOGIC y un par de archivos de texto que nos explican cuatro pormenores sobre el estado del material multimedia que almacena la base. Una tercera aplicación corre un diagnóstico que nos revela la fragmentación de la base de datos, o lo que es lo mismo, el contenido localizado y por localizar. Y ese contenido gira en torno a un solo caso: la muerte de un tal Simon en 1994.
El terminal nos da acceso a las siete sesiones de la entrevista a la mujer de la víctima, principal sospechosa del asesinato, dividida en dos centenares y medio de vídeos (de imagen real, protagonizados por la actriz Viva Seifer) de pocos segundos, separando todas las declaraciones de la mujer de manera que podemos hallar vídeos concretos a base de escribir una de las palabras que la entrevistada pronuncia. Como dice el propio creador del juego, Sam Barlow: «Si sabes usar Google, sabes jugar a Her Story.»
Quizá sea lo extremadamente rudimentario de su mecánica, buscar vídeos sin más, justo lo que apuntala una propuesta que ahora mismo no se puede comparar con ningún otro juego. La forma de desvelar su historia, un guión tan fijo como cualquier otro pero con una linealidad que depende solo de la trayectoria de pensamiento lógico que nosotros trazamos, de las deducciones que nos lleven a otras deducciones y nuestra capacidad de ordenar el mosaico de datos. El propio relato, sencillo pero plagado de matices y de elementos abiertos a la interpretación, se desgaja de manera distinta para cada jugador, y el conjunto hace que Her Story sea de los pocos juegos de la historia que se presta a usar postits, alfileres e hilos de colores en una pared para visualizar la trama como lo hacen los detectives de Hollywood un poco más obsesivos de lo saludable. Como producto cultural está más cerca de The Jinx que de L.A Noir.
Su cercanía al mockumentary interactivo es evidente, pero Her Story tiene pequeñas ideas que le desmarcan de parecerse un CD-Rom de la enciclopedia Encarta y emparentarse con nuestro medio. La más significativa quizá sea limitar las búsquedas a solo cinco resultados visibles. Al principio me pareció que se trataba de una trampa, una forma de encaminar al jugador para que abriese los vídeos en el orden correcto a base de bloquear o desbloquear estratégicamente el contenido, pero Barlow me hizo callar enseguida.
La libertad que nos dan para circular por su base de datos es total y absoluta desde el primer instante, pero la cantidad de vídeos visibles por búsqueda es siempre la misma. Si la palabra “murder” arroja 28 resultados, solo los 5 primeros vídeos estarán disponibles. Habrá que acompañar “murder” de “weapon” o de “body” o de lo que se nos ocurra para ir estrechando el círculo sobre cada segmento de entrevista. Es la regla de oro que convierte este experimento en videojuego. Si me lío a golpes con un desconocido, se trata de una pelea; si me lío a golpes con él pero antes los dos introducimos algunas normas, la pelea se convierte en un deporte, un juego.
La libertad en Her Story es tan incondicional que, de hecho, es posible toparse con el gran giro de guion final nada más empezar a jugar, pero el diseño de las entrevistas y el cálculo de cada palabra es tan preciso que seguiremos sin ver toda la big picture, lo importante, lo que da sentido a todo. Cada dato y cada declaración aporta un matiz con su peso específico a la historia, y hace que la cronología no sea tan vital a la hora de generar un impacto. El relato crece en nuestra cabeza y en nuestra hoja de papel o nuestra pared, y empezamos a desarrollar empatías, a conocer antecedentes, a descubrirnos a nosotros mismos cambiando de opinión sobre alguien o abocetando teorías sobre lo que sucedió el día en que Simon apareció sin vida.
Es un juego que hace darle vueltas al coco después de cada sesión, incluso después de haber visto todos sus vídeos. Apetece lanzar interpretaciones y leer las de otros, intercambiar el conocimiento de pequeños detalles o explicaciones creíbles que no habíamos tenido en cuenta. Acceder al directorio de vídeos guardados y revisar un par de frases que, con el conocimiento posterior sobre el personaje, cobran un sentido del todo distinto y más profundo.
La complejidad de la interpretación de Viva Seifert, la forma de comportarse frente a los agentes que la entrevistan según el tramo concreto de las sesiones, la increíble capacidad de convertirse en un personaje poliédrico y en demostrar que hasta sus puntuales sobreactuaciones tienen todo el sentido del mundo. La manera en que el juego fabrica una ambientación inmersiva a pesar de la brutal limitación que impone la propuesta, usando la música y el reflejo en la pantalla curva del monitor CRT en momentos clave. Y sobre todo la tremenda laboriosidad puesta en la forma de escribir el monólogo y de cortarlo en pedazos redondos y perfectos hacen que Her Story no se parezca a nada que haya jugado hasta ahora. Y eso, a estas alturas de la película, no es ninguna tontería.
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Al juego le tengo unas ganazas loquísimas, pero sé que voy a tener que cogerlo con tiempo suficiente, porque seguro que es para degustarlo y analizarlo hasta tenerlo desgranadísimo.
Efectivamente la tal Viva Seifer está fresca. Eso siempre suma, claro está. Pero lo importante es que el FMV ha regresado y ojalá esto suponga la llegada de Night Trap 2, aunque sea por Kickstarter.
por esto mola Anait, por descubrirte estos juegos
Voy a quedar de catetazo terminal, pero «español: no disponible» ni en subtítulo me quita todas las ganas. A lo mejor con tradu fandom acabo cayendo.
Me lo habeis vendido, la verdad.
Cuando lo ví pensé que era una peli, pero leí la reseña de RockPaperShotgun y lo puse en mis deseados instantáneamente. Tiene que ser una experiencia.
Una pregunta, está en español? Como sospecho que no, tiene al menos subtítulos en inglés?
Menudo descubrimiento. Nada más leer la reseña he ido a Steam y me encuentro que tiene un precio muy atractivo.
Gracias por hablar de estas joyas, chumachos.
Se agradece una propuesta así, sobre todo tras tanto juego fallido como LA Noire o Soul Suspect. Además, debe ser de lo poquito que pueda mover mi portátil chusquero, así que igual le doy un tiento
@minsc
Lleva todo el fin de semana en la portada de GoG y bien en grande, así que muy escondido no está.
A la lista de deseados. Más análisis de juegos así, por favor.
Interesa, con los subtítulos en ingles me bastaría.
Sí, de hecho vienen activados por defecto porque son esenciales para la mecánica. Es un juego muy lingüístico, muy de fijarse en las palabras.
@chocodrop
Yo te diría que en el ordenador, básicamente porque la mecánica lo pide a gritos: se supone que estás delante de un ordenador. Y, además, el sonido del teclado es maravilloso; pierde chiste si es teclado táctil.
Yo me lo bajé al escuchar el podcast y me tiene loco. Cómo se agradecen cositas frescas de este estilo. Y también se agradece que se analicen y más aún que se les ponga 9.
<3
Lo descubrí hace relativamente poco y me entraron unas ganas locas de tenerlo pero es que ahora con este análisis esas ganas se han multiplicado. Por fin un juego diferente a los demás joder
Me interesa mucho, pero en un juego de este tipo sin subtítulos en Castellano no lo disfrutaría al 100%.
Desde Silent Hill: Shattered Memories supe que Sam Barlow no era uno más. Hace falta más gente así en esta industria, y menos gente como David Cage.
Fue escucharlo en el podcast, ver que estaba a menos de seis eurazos y para la saca.
No sé si tomará referencias del asesinato real de Travis Alexander, perpetrado por su ex-novia Jodi Arias, pero tiene toda la pinta.
Vale juegos así nutren una industria y me hacen creer que de verdad hay nuevas mecánicas tanto en lo jugable como en el modo de contar una historia que no todo son disparos, quick times y cinemáticas.
BINGO.
Gone Home
– Metascore: 86
– Metacritic User Score: 53
– Análisis de usuarios de Steam: 77% positivos
Her Story
– Metascore: 85
– Metacritic User Score: 65
– Análisis de usuarios de Steam: 94% positivos
Con estas cifras se puede ver lo importante que es el precio de cara a la valoración de los usuarios. El porcentaje de Steam lo refleja mejor por proceder de usuarios que han pagado sí o sí, y que en general saben a lo que van al comprar el juego.
@pinjed
Ajá. Y… ¿cómo se me había pasado a mí ese señor artículo? Gracias.
El inicio del artículo me recuerda poderosamente a ese dilema de los juegos de rol en los que los PJ’s tienen la característica de INTeligencia… Porque si mi personaje es más INTeligente que yo… ¿cómo interpretas eso?
Hace unos días que lo jugué y he estado esperando a madurarlo en mi cabeza para leer tu estupendo análisis, @pinjed, pues suponía que me descubriría algunos elementos que había pasado por alto.
Por cierto, yo tampoco había visto tu artículo de hace meses sobre Her Story, así que me ha venido bien entrar aquí tarde y leer todos los comentarios para enterarme de sus existencia. Para mayor comodidad e interés de los lectores, creo que deberías enlazarlo en el propio análisis. 😉
Ahora mismo voy a leer el artículo de Bithell. Y aún no he visto The Jinx, pero lo tengo pendiente hace tiempo. Creo que para quienes no estén familiarizados con la labor de Jarecki estaría bien una breve descripción o un simple enlace a la ficha del documental en IMDb.
Lo acabo de terminar y suscribo palabra a palabra tu texto @pinjed