Es un error pensar que sólo hemos crecido nosotros, los videojuegos también han cambiado. Madurado. Dejado atrás parte de su entusiasmo e inocencia en la búsqueda de la espectacularidad y la sofisticación que caracteriza a un medio evolucionado. Cuando miramos a los nuevos lanzamientos, tanto los adultos que hemos tenido que aprender a jugar como los niños que han nacido usando con fluidez su lenguaje audiovisual exigimos ahora una complejidad y una coherencia —jugable, narrativa y de diseño— que contrasta con la inocencia de una época en donde todos pensábamos que lo único importante era divertirse.
Gran parte de las críticas a las últimas entregas de la saga Pokémon nacían de su inmovilismo, de su compromiso con una fórmula que la había hecho grande y que seguía rindiendo en lo económico, pero que había terminado por alienar a una audiencia que no podía ignorar lo que otros juegos hacían y lo que Pokémon podría hacer. Como RPG, Pokémon Espada y Escudo, por ir al último gran lanzamiento, se sentían constreñidos en su estructura, limitados en cuanto a la tecnología y contradictorios en el campo de la narrativa. El lanzamiento de 2019 ponía sobre la mesa la necesidad de cambio, no de cara a ganar más sino a ganar mejor; a continuar siendo una serie de referencia no solo por las cifras de venta sino por su influencia en una industria para la que había funcionado en sus inicios como puerta de entrada. En este sentido, Leyendas Pokémon: Arceus se queda a medio camino. Es un paso adelante pero sin contundencia. Un titubeo. Un juego que hace camino pero que aún tiene que demostrar que sabe ponerse a andar.
Pero seguimos siendo niños.
El inicio de Leyendas Pokémon: Arceus nos lleva desde un presente avanzado y tecnológico hasta un pasado en el que los humanos y los pokémon no han conseguido aún vivir en paz. Para sus habitantes, los monstruos que nosotros tan bien conocemos son temibles y extraños, seres peligrosos que es mejor evitar. Y la respuesta ante esta incertidumbre la buscan en la ciencia. En el profesor Lavender y en el resto de investigadores del equipo Galaxia que se encuentran en este momento en proceso de creación de la primera Pokédex. Gracias a nuestra habilidades para atrapar pokémon y establecer vínculos con ellos pronto empezaremos a ascender en el equipo y a descubrir la misteriosa fuerza que está afectando a los diferentes señores de la región de Hisui.
El nuevo planteamiento puesto en marcha por Leyendas Pokémon: Arceus acierta al cambiar el objetivo último de los protagonistas desde la competición a la investigación. En primer lugar, porque ahora el personaje principal ya no se rige por los deseos egoístas de «ser el mejor», entrando en contradicciones con otros temas de la saga como el respeto por la naturaleza y la amistad. En segundo, porque el paso al mundo abierto casa mejor con la exploración y el descubrimiento que con el ansia de mejora y de enfrentamientos con los demás. Sin embargo, todos estos cambios no alcanzan a la trama en toda su profundidad y, de nuevo, los creadores introducen contradicciones entre lo que se dice en el diálogo y lo que experimentamos al jugar.
Merece la pena aquí hacer un parón para hablar de la caracterización del Equipo Galaxia pues refleja muy bien la forma en la que los diseñadores narrativos de la saga parecen tener problemas a la hora de reflejar aquellas ideas que quieren explorar. En el centro de Leyendas Pokémon: Arceus se encuentra la ciencia y la necesidad de conocer mejor nuestro mundo para poder sentirnos confiados y seguros. Por eso mismo resulta chocante que los científicos del juego, más allá del divertido Profesor Lavander, se comporten como soldados y se adhieran a una jerarquía militar. Más allá de lo que pensemos de la «militarización» de los grupos en las ficciones, este cambio parece sugerir que el deber es una fuerza motora mejor que otros valores como la curiosidad, la cooperación o el contacto con la naturaleza. Es evidente que esta militarización viene de la necesidad de sustituir las medallas de los gimnasios por Estrellas de rango del equipo. Es la solución más sencilla. Pero cabe preguntarse, entre otras muchas cosas, por qué el único personaje con la habilidad de enfrentarse a los Pokémon Señoriales tiene que mantenerse a las órdenes de un general y obedecer cada una de sus decisiones.
Las primera horas de Leyendas Pokémon: Arceus las pasamos de la mano de Game Freak aprendiendo cómo han cambiado los sistemas y la amplitud total del nuevo loop jugable. La estructura de esta nueva propuesta se asemeja a la de sagas como Monster Hunter, por la cual podemos explorar a placer un territorio limitado con varios objetivos y posibilidades, tras lo que tendremos que «regresar a la villa» para cambiar nuestro equipo, abastecernos de materiales o recibir nuevos encargos. A pesar de que este sigue siendo un diseño encorsetado, no muy diferente al de sucesivos pueblos y gimnasios separados por peligrosos y variados caminos, lo cierto es que se percibe mucho más fresco, moderno y natural. Evidentemente, el mapa se va abriendo de forma progresiva, atendiendo a nuestro nivel. No obstante, es de agradecer que incluso en los escenarios iniciales podamos encontrarnos de primeras con monstruos poderosos a los que solo podremos esquivar.
Sin embargo, Leyendas Pokémon: Arceus no se siente tan vivo como debería, especialmente si lo comparamos con títulos míticos —pero contemporáneos— como The Legend of Zelda: Breath of the Wild. A la región de Hisui que encontramos en Leyendas Pokémon: Arceus le faltan los comportamientos emergentes y la interactividad entre sistemas que tanto nos sorprendían en la llegada de Link a Nintendo Switch. En Breath of the Wild, descubrir que el fuego generaba corrientes que podíamos aprovechar para elevarnos con la paravela o recibir la descarga de un rayo si llevábamos metal equipado en medio de una tormenta no solo era una agradable sorpresa sino una interesante forma de hacer que su mundo de fantasía se sintiera real. En contraste, la región de Husui se siente como un espacio de juego, un «mundo digital» donde se aplican las reglas de los videojuegos en lugar de la lógica natural. En este sentido tampoco ayuda la IA de los pokémon, que parece poco trabajada y que en la mayoría de ocasiones se limita a detectarnos y a atacar o huir según sea necesario.
Parece injusto exigir complejidad en los sistemas a un juego cuyo público objetivo incluye a niños y a jugadores casuales. Precisamente Breath of the Wild es uno de esos títulos cuyo atractivo inicial puede quedar empañado a ojos de los jugadores primerizos debido su apertura a lo abrumador de todas sus posibilidades. No obstante, tengo la impresión que la decisión de Game Freak de no trabajar en las opciones de la IA y en la profundidad de los comportamientos emergente no tiene nada que ver con las habilidades del público casual e infantil porque entre las novedades del juego se encuentra un acercamiento al combate de acción cuando nos enfrentamos a los enfurecidos Pokemon Señoriales.
Para poder avanzar en la historia de Arceus tendremos que ayudar a diferentes clanes a volver a conectar y controlar a los pokémon que protegen las diferentes zonas de la región de Hisui. Nadie sabe por qué, pero estos pokémon parecen poseídos por una extraña fuerza destructiva, y la única forma de tranquilizarlos pasa por derrotarlos a través del combate y del lanzamiento de calmaesferas, unos saquitos creados con sus comidas favoritas. Mientras que durante el combate podremos estrategizar a través de nuestro equipo, el lanzamiento de calmaesferas tendremos que hacerlo mediante el apuntado y la esquiva, algo que puede no atraer demasiado a jugadores primerizos o no demasiado familiarizados con los controles y el manejo de la cámara. Por si fuera poco, el mapeado de controles no está lo cuidado que debería, por lo que es posible que tanto dentro como fuera de los enfrentamientos confundamos el lanzamiento de pokeballs con el de uno de los miembros de nuestro equipo y viceversa.
A pesar de todo esto, Leyendas Pokémon: Arceus tiene también grandes aciertos tanto en el campo del diseño como en el de la jugabilidad. Empezando por lo más pequeño, hay que destacar lo útil que resulta poder lanzar pokéballs desde la interfaz de juego, sin tener que entrar en el menú del zurrón, o lo práctico de poder elegir a cualquier pokémon para empezar una pelea sin la necesidad de parar el juego para ponerlo como principal. El sistema de apuntado y la información que podemos tener al observar un pokémon fijado acelera muchísimo nuestro avance, y resulta imprescindible para poder alcanzar el rango 10 en las páginas de la pokedex. Es una pena en este sentido que las diferentes monturas, con excepción de las que nos permite viajar por el agua, nos limiten la gran mayoría de estas opciones.
En cuanto a la captura, el entrenamiento y la compleción de la pokedex, es una agradable sorpresa ver como Leyendas Pokemon: Arceus ha incorporado pequeños elementos de los los diferentes spin offs de la franquicia. De Pokémon Go!, Arceus toma la necesidad de capturar monstruos rápidamente y de forma masiva para poder completar realmente la pokédex. Esta mecánica, además de complementar la narrativa alrededor de la investigación, planteándose como la necesidad de entrar en contacto con diferentes especímenes, nos permite jugar usando el sigilo, llamando a los diferentes pokémon a través de bayas y trampas. De Pokémon Snap, Arceus toma la observación de diferentes fenómenos como una forma de subir de nivel y aprender más sobre los monstruos. Por eso, además de atrapar pokémon para conseguir el rango 10 en su página de la pokédex, podemos verlos usar diferentes movimientos o realizar misiones relacionadas con su forma de ser. Este es, hasta el momento, el acercamiento más compasivo de la franquicia principal a la propia figura de los pokémon, ya que por primera vez hace posible crecer con nuestro equipo dejando (en parte) de lado el combate y la violencia.
Entre las novedades que parecían interesantes sobre el papel pero que acaban diluyéndose un poco en la partida se encuentran el crafteo y la recolección de diferentes recursos. Aunque resulta muy potente desde el punto de vista narrativo crear, entre otras cosas, nuestras propias pokeballs, la mecánica se desluce a no contar con una animación propia de fabricación (todo se hace desde el menú) y ante la facilidad con la que encontramos todos los ingredientes en casi todas las áreas del mapa. El caso contrario se da con las pequeñas misiones que podemos desbloquear tanto en la aldea como en los campamentos, encargos que resultan especialmente atractivos y prácticos a la hora de subir de nivel de cara a la historia principal. Aunque no todas las misiones están igual de bien diseñadas, algunas de ellas serán imprescindibles para descubrir secretos de mapa o conseguir coleccionables.
Leyendas Pokémon: Arceus se mueve entre la frescura y la pereza. Entre el brillo de sus nuevas ideas y lo conservador de su puesta en práctica. Lo que debería haber sido una declaración de intenciones, una llamada de atención a todos aquellos que creíamos que la saga ya no tenía nada que aportar, es de nuevo una promesa de que el Gran Pokémon está aún por llegar. Pero qué promesa. Arceus no despeja todas nuestras dudas, ni nos aclara nada al respecto del futuro de la franquicia, pero es divertido y, en ocasiones, emocionante. Tan absorbente como vacuo, tan simple como encantador. No es el Gran Pokémon pero es el que más se le acerca. El que más me convence de que valdrá la pena esperar.
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Muy de acuerdo contigo Marta. Es feo y tosco, como lo eran Rojo y Azul, pero divertidísimo y absorbente, como también eran Rojo y Azul. Llevo 40 horas y aún no he cumplido todas las misiones, y estoy disfrutando cada momento.
Mi problema con él es que no puedo aceptar esa ‘tosquedad’ ni seguir esperando ‘un futuro para la franquicia’ de un estudio muy veterano y de una empresa que tiene todo el dinero del mundo y que siguen haciendo lo mínimo para el aprobado raspado.
Con esta saga siempre me pasa lo mismo, siempre que lo juego lo disfruto mucho, los bichines ME APASIONAN, pero siempre me acompaña la frustración de lo que podría ser y nunca es. Sé que debería juzgar las cosas por lo que son (un juego muy, muy divertido) y no por lo que deberían ser, pero es que sería tan fácil hacerlo mejor 🙁
Quizás, sólo quizás en algún momento vamos a tener que exigir a Pokémon esos mismos estándares que exigimos a todos los demás.
Cuando se compara este juego con Breath of the Wild no es por una manía o por que por fuera puedan parecer similares, es por que ese mimo en el detalle del mundo de Zelda que lo hace tan vivo es perfecto para la saga Pokemon y daría para un juego que marcara época.
La primera vez que se vio este juego me vino a la cabeza el señor de la montaña de BotW, esa montura mitológica que solo aparece ciertas noches en una montaña muy específica precedido de una luz muy intensa. En el juego puedes descubrirlo simplemente de manera casual, por que el diseño de la orografía del mundo hace que la montaña destaque, y cuando brilla por que ha aparecido puede que te des cuenta y vayas a ver que es por curiosidad. Pero también puedes descubrirlo charlando con algún npc en algún pueblo o puesto que hay cerca de la montaña.
Es uno de esos pequeños secretos de BotW que hace que sea un juego tan enorme y se sienta tan vivo y real su mundo, y es muy fácil imaginar eso trasladado a un Pokemon por que incluso ha hecho cosas parecidas desde Game Boy (si no recuerdo mal, en uno de los primeros juegos, Lapras solo aparecía cierto día a ciertas horas, por ejemplo).
Es triste que hablando de una de las franquicias más grandes del mundo parezca que exigirle hacer algo así en una máquina que ya lo ha hecho de forma excelente hace 5 años sea «pedir demasiado».
Pero bueno, es Game Freak y Pokemon Company, e igual que no puedes esperar que un Assassin’s Creed consiga la excelencia de Zelda teniendo que salir cada año o dos, tampoco se puede hacer si tienes el mismo margen con Pokemon.
Un análisis muy bueno, por cierto. Hablaba Marta de su visión del juego como fan y su visión como crítica el otro día en el podcast, y creo que ha conseguido unir ambas perspectivas muy bien en el análisis.
Muchas gracias por el análisis Marta. En lo personal, lo veo como un juego con una buena base, frescura y nuevas ideas para una saga tan estática como Pokémon pero que por pereza han dejado a medio hacer. Estoy seguro de que si lo compro lo voy a disfrutar, pero no me siento cómodo financiando la dejadez de unos nombres como Game Freak, The Pokémon Company y Nintendo. Es una saga que vive de las rentas, que sabe que con ir a por el suficiente pues sigue generando beneficios y creo que Pokémon le tenemos que exigir, sino más, lo mismo que a todo lo que nos rodea. Y respecto al tema gráfico, será lo de menos, pero es una muestra más de la dejadez.
No comulgo, para nada, con el planteamiento del juego. Es decir, no me divierte capturar pokémon haciendo pesca de arrastre, tirando pokéballs a diestro y siniestro, para ver si tengo suerte y me sale el que tiene buenos stats, o si aparece el shiny.
Hasta ahí bien, no es culpa del juego que no conecte con su planteamiento centrado en el farmeo. Fuera de eso, ¿qué queda?
Queda un juego con un hilo argumental y un desarrollo simple. Que acompaña, sin molestar, pero que no interesa.
Queda un mundo lleno de pokémon, tirados de cualquier manera en el mapa, que ni coexisten con su hábitat ni viven de una manera orgánica. Por no hacer, ni siquiera se relacionan entre sí. Están. Dan vueltas, como muertos vivientes. Qué bonito habría sido que lo hicieran, como en Pokémon Snap. Pero solo están puestos ahí, esparcidos vagamente, esperando a que una pokéball les golpee el cogote.
Queda una factura técnica imperdonable, de la que ya se ha hablado largo y tendido. Los que quieren ir de «a mi es que los gráficos me dan igual» hacen como que no ven lo que está pasando. Pero pasar, pasa. Y es bochornoso.
Leyendas Pokémon: Arceus pasaría sin pena ni gloria por la sección de indies en oferta de cualquier store digital. Se juega porque es Pokémon, y se le alaba por nadar a contracorriente. Conmigo no ha ido, pero me alegra que con otra gente sí. Ahora, usemos la misma vara de medir que hemos usado con este proyecto de un estudiante de Unity con el resto de juegos.
@orlando_furioso
¿Una losa?
No te entiendo… ¿Necesita que la levanten? ¿O lo dices en plan que no es manejable? Porque luego a luego harán un shooter y un hack and slash y cubrirán todos los géneros habidos.
@orlando_furioso
Creo que, mientras venda como vende y mientras la crítica edulcore lo que hacen como lo hace, para The Pokémon Company no existe ningún problema que solucionar.
El dinero llega y los jugadores que se van encuentran reemplazo en las nuevas hornadas, que no tienen con qué comparar lo que les ponen delante. ¿Que ahora Pokémon va de caminar, 320 poké balls en ristre, e ir capturando a cuanto ser semi-inerte te encuentres para ver si con suerte te sale uno con buenos stats? Pues será que Pokémon es eso.
Si la crítica profesional le sigue haciendo la cama a la franquicia, y la gente continúa comprando todos los juegos como si fueran caramelos, Pokemon seguirá teniendo este estándar de calidad para toda la vida. Lo digo para mi desgracia, que llevo 12 años, desde Pokemon Blanco y Negro, esperando con ganas volver a la saga. Pero no a cualquier precio, por muy ilusionante que sea la renovación.
@alexrevg
Sí, claro… Por la prensa vende pokémon… Como si la prensa no alabara cosas que deberían vender más o no atacara cosas que se venden como churros. En los videojuegos no pasa como en broadway, en los videojuegos no somos un público tan gregario.
@caveleira Si te fijas no he dicho eso…
He dicho que si la crítica por un lado (independientemente de las ventas) sigue poniéndole esas notas, el estándar de calidad va a seguir igual.
Puede haber cabida también la posibilidad de que toda la prensa le ponga de media un 3, siga vendiendo igual (lo más seguro), y sigan haciendo un juego paupérrimo.
Desde luego las ventas las tiene aseguradas hagan lo que hagan. Ahora, si hay un lado por el que se le puede meter caña, es por la crítica profesional. Es el único resquicio por el que se pueda presionar a una posible mejoría, pero es que ni eso parece plausible.
@alexrevg
Claro, te he entendido a la primera, por eso quería apuntar que solo el público y las ventas importan.
Quizá me quedo mal tono porque no me gusta que se mezcle a anait con la demás prensa (de hecho a pesar de ese 8 lo pone a caldo marta)
De todos modos yo espada y escudo pasé (aunque no le tiré mierda) pero este si lo apoyaré, estos caminos dan lugar a soñar con mejorar.
Grande, Marta.
Reconozco que estoy dentrísimo del juego, y tan emocionado por estar emocionado (valga la redundancia) con un Pokémon, que me hacía ilusión pensar que podía caerle un hiperbólico [10].
Eso sí, la tosquedad general en la que todo el mundo parece estar de acuerdo, yo no termino de verla; el juego me está pareciendo bellísimo, el gamefeel del simple hecho de correr con el personaje es muy fino y un ejemplo del acabo cuidado me parece algo cuya mención estoy echando de menos en casi todos los análisis: la música y, en general, el apartado sonoro. Hay temas que recuerdan a los de Into the Breach, por los sintes, y que son increíbles.
Yo me lo estoy gozando muchísimo y estoy muy sorprendido, voy por donde Arcanine aún y he vuleto a regiones anteriores para explorar las zonas de agua. Cuando más lo juego más claro tengo que la mayoría de lso que lo critican ni lo han jugado y se quedan con la fachada, sin más.
No me parece un juego de 10 y tiene cosas que mejorar, pero como alternativa y futuro a la saga creo que es una gran promesa. Por cierto, creo que después de esto un nuevo Pokemon Snap no tiene sentido. Perfectamente se podría incluir en este o en otros juegos futuros hacerles fotos para completar la pokedex, sin las limitaciones de los railes de snap.
Hot take: a mí me parece más feo y sin alma el Horizon.
@demo_one
Exagerao… Too hot, man.
Ni von Braun se hubiera atrevido, y está on fire últimamente.
@demo_one
Así como una réplica humana mientras mas cercana es a la realidad mas miedo causa, el fotorrealismo en los juegos tiene la desdicha de verse con falta de amor. Se sintetiza muy bien en el famoso mantra adolescente: «los gráficos no importan»
Lo cierto es que si hablamos de alma algo como el Horizon lleva mas trabajo y dedicación, mientras que lo que salga de Pokemon sigue siendo un trabajo de pereza brutal. Habrá que definir mejor eso del alma en un videojuego.
Después cada uno podrá ser mejor o peor por diferentes motivos, pero lo del alma no cuela me parece.
@nahuelviedma
No me entiendas mal, ninguno de los dos juegos tiene alma. Aunque no es así exactamente, quizá cuando yo hablo de alma me refiero a la conjunción de la dirección artística con la jugabilidad. Alma tiene el Death Stranding o el Shadow of the Colossus; el Gravity Rush o el Patapon; el Splatoon o el Breath of the Wild. Y puestos a comparar, veo más encanto en el propio diseño, yo que sé, de un Psyduck o un Arcanine -aunque no sea algo propio de este título, sino de la saga- que en cualquier robot del Horizon.
Este juego no llega a tener alma, pero está en el camino: el siguiente ‘Leyendas’ puede ser un juegazo. Y un intento torpe y desganado de la saga Pokemon -una saga que no debemos infravalorar, porque hay, o había en las primeras generaciones, muy buen gusto y mucho curro- por abrirse a ser algo más es, por sí mismo, superior a lo que ofrece el Horizon Zero Dawn, al que su universo le sujeta irremediablemente a la mediocridad. Habrá que ver el Forbidden West, pero huele igual de mal.
@demo_one
Son ejemplos terriblemente injustos y de los cuales Horizon está lejos y Pokemon … bueno, mejor no pensarlo.
Y no, tampoco esta mas cerca de esa idea de alma. Me juego tranquilamente un brazo a que en Guerrilla están mas entusiasmados y le ponen mas amor propio a sus Horizon (aún con sus graves limitaciones como estudio) que a cualquier cosa que salga de The Pokemon Company o Game Freak. No veo mas conjunción del arte con lo jugable por ninguna parte. Que la secuela puede ser buenísima no lo dudes, pero es aplicable a cualquier cosa e independiente del camino tomado.
@nahuelviedma
Por cierto, en el podcast de la semana que viene Marta lo explica mejor que yo, por lo que estoy escuchando. Si eres Patreon ya está subido, desde esta mañana! Si no la semana que viene lo escuchas 🙂
No me quedan euros para ver algo tan feo.
Truñaco de mecánicas.
Me das un 0.005% del budget usado para el juego y te encuentro a un recién graduado aún verde que aún así te programa un movimiento más orgánico por las montañas que esa… COSA.
Por dios, que hay paquetes open source de IK gratis que ya te Dan el trabajo hecho me cago en todo Gamefreak.
Mecánicamente hay algún Pokemon bueno? Es una saga a la que nunca he jugado, pero viendo jugar me parecen simples y aburridos.. por los millones de copias vendidas y de fans seguro que estoy equivocado, pero desde fuera no le veo la gracia
De acuerdo con el análisis sobre todo porque soslaya, supongo que de manera intencional, la obtusa manía de detenerse en las capacidades técnicas de Switch etc. Entonces la redactora se da el cada vez más extraño lujo de hablar y valorar el videojuego como si fuera eso, un videojuego. A veces me sorprende ver gente supuestamente lúcida con la sorna constante o el demérito permanente con todo lo que sale para Switch. Es como si en tiempos de Super Nintendo no se pudiera disfrutar de la gameboy pura y exclusivamente por un tema de especificaciones técnicas.