¿Cuántas veces habéis oído o leído aquello de «braaaiiins…«? Es una petición casi indivisible del zombie como icono de la cultura pop. Si un zombie tiene que decir algo, dirá eso, y curiosamente la inmensa mayoría de no muertos que hemos visto en el subgénero no parecen muy locuaces ni tienen una especial predilección por la masa gris; se apañan con cualquier cosa. ¿Os habéis preguntado entonces de dónde viene ese tópico? Pues lo parió el legendario director Dan O’Bannon en El regreso de los muertos vivientes, una parodia de las películas zombies que trascendió su propia condición y a estas alturas se codea con las más grandes en cualquier lista de los mejores filmes de señores podridos, y buena prueba de ello es lo extendido del «braaaiiins…«. Los zombies de aquella cinta no solo podían mantener una conversación, digamos, al nivel de Sergio Ramos, sino que también podían pensar con relativa lucidez. En cierto momento, cuando dos enfermeros aparcan su ambulancia ante la casa donde se esconden los aterrorizados protagonistas, una jauría de cadáveres andantes los devora en segundos, y uno de ellos se dirige al radiotransmisor del vehículo: «Envíen más paramédicos…», solicita. Aquella petición, como quien se para en el McAuto, da una idea del cachondeo que impregnaba a todo el metraje, y creedme si os digo que la mezcla de terror y humor no era tan habitual todavía. ¿Y qué tiene que ver esto con Lollipop Chainsaw? Os preguntaréis. Pues tiene que ver básicamente lo que vendría a ser todo. Tranquilos, ahora me explico. Con el guionista de Amanecer de los muertos, James Gunn, en el equipo de desarrollo estaban claras dos cosas: una, que habría sangre; y dos, que el juego no se iba a tomar en serio a si mismo ni un maldito instante. Y así ha sido. Me remito al argumento: Juliet, la hija mediana de una familia de cazadores de zombies, acaba de cumplir 18 años y es el estereotipo andante de la cheerleader rubia, tonta y de tetas enormes que se mueve como pez en el agua en la draconiana jerarquía social clásica del instituto americano. Lo hemos visto mil veces: los góticos, los deportistas, los hippies, los punkis, los jebis. Hay todo un bestiario, un organigrama adolescente que llevamos toda vida mamando en películas y series. A todos nos es terriblemente fácil de identificar al vuelo, y a algunos nos sigue fascinando el ese cúmulo de clichés. Pues Lollipop Chainsaw recoge todos esos referentes que tan familiares nos son y se monta una ensalada loquísima con mundos oscuros tratando de invadir el nuestro, rituales satánicos y, claro está, zombies. Y aquí está el nexo de unión con la obra de O’Bannon: zagales representativos de la decadente cultura juvenil del momento (porque los jóvenes, en todo momento y en todas las civilizaciones, siempre han dado la impresión de ir cuesta abajo y sin frenos) se ven castigados por las fuerzas del mal ((Hay todavía un homenaje más obvio al subgénero: la escuela se llama San Romero y visitamos la Granja O’Bannon y el Centro de recreo Fulci. Triple felación; incontable amor.)), su crueldad y sus malas maneras se han girado en su contra. Igual que en El regreso de los muertos vivientes, desde el primer momento Lollipop Chainsaw el juego hace gala de una honestidad absoluta y total: se muestra tan pueril desde el principio que es imposible no sentir simpatía hacia esa inocente mongola hipersexualizada (que no hipersexual: por cómo se comporta, Juliet no parece conocer todavía el glorioso poder que todos sabéis y que, salvo casos preocupantes, no tiene nada que ver con motosierras y zombies). La apuesta tontorrona se acentúa en el momento en que empieza la acción: los zombies balbucean frases vagamente relacionadas con su vida (el profesor que pregunta «¡¿dónde está mi manzana?!» o los alumnos que simplemente ponen a Juliet de zorra para arriba), los ataques incorporan golpes de pompón y la música es lo más hortera jamás compuesto. He tenido que jugar entre carcajadas de gozo mientras se mezclaban maravillas guitarreras con auténticas salvajadas de los ochenta como Mickey de Toni Basil o You Spin Me Round de Dead or Alive, aunque el gran Akira Yamaoka también ha puesto de su parte: imaginaos a Kandinsky dibujando pollas con el Paint, pero en música. Supongo que lo que os interesa saber es si se juega bien o no, porque ha quedado claro que no podría comulgar más con su propuesta estética, pero me temo que aquí no puedo ser tan benévolo. Como beat’em up ha conseguido esquivar en parte esa sensación de repetitividad que acaban desprendiendo muchos títulos, casi como una propensión congénita. Y lo hace a base de minijuegos y objetivos concretos en momentos puntuales. Eso está bien. El problema viene de la base, de un sistema de combate (que al fin y al cabo es lo que más vamos a hacer: repartir guantazos) algo arisco e insatisfactorio. La inicial incomodidad con la que Juliet balancea su motosierra al principio empieza a compensarse a medida que compramos combos, pero uno nunca llega a quitarse de encima cierto grado de molestia y lentitud. A veces parece que el juego ponga más atención a las animaciones de Juliet, que debe terminar sí o sí (porque no nos dejan cancelar ataques), aunque los muertos sí pueden interrumpir nuestras acciones. Esto redunda en una fuente de frustración bien puta: tienen una IA de gusano, como zombies que son, pero cuando te ves rodeado por dos docenas de ellos da bastante rabia ser derribado cinco veces seguidas sin remedio. Y lo peor: hay combos de hasta siete golpes, que es algo que suena maravilloso, pero olvidaos de ellos porque jamás vais a conseguir ejecutarlos sin que un manotazo corte la acción. El sistema de esquive es bastante útil para huir de esos gangbangs improvisados saltando sobre la cabeza de uno de los muertos, pero se echa en falta algún tipo de protección o contraataque. Los golpes con los pompones, que vienen a ser el ataque débil para aturdir a los enemigos antes de decapitarlos, no transmite el impacto, ni la herramienta cortadora de cabezas termina de darnos las sensaciones que debería. Pero quizá lo que más me ha pateado las entrañas mientras jugaba ha sido una de las peores cámaras que he visto esta generación y aún más trágico: su combinación con un sistema de bloqueo de objetivos desastroso. Mientras uno se dedica a dar hostias, es fácil olvidarse de él y proyectar los golpes en la dirección que queramos de forma manual, pero cuando entra en juego cierta arma de fuego, ahí sí que la hemos cagado porque el asunto funciona de pena. Os acordaréis de mí en la fase del partido de béisbol, os lo aseguro. A cambio Lollipop Chainsaw ofrece una amplia variedad de movimientos (que debéis pagar), algunos de ellos muy útiles, y un par de salvoconductos como la barra de estrellitas que una vez llena podemos activar para matar de un solo sierrazo y ser invencibles durante unos segundos, o la ruleta que podemos iniciar con los Nick Tickets y que nos otorgará diversos tipos de ataque prolongado en combinación con Nick, la cabeza parlante y sarcástica del novio deportista de Juliet. Como los locos psicóticos que habitan el mundo, Lollipop Chainsaw tiene una personalidad muy marcada. Arrolladora, diría yo, y no lo digo solo porque haya zombies y tetas (que también), sino porque en su dinamismo casi exagerado, su agitación permanente y su epilepsia demencial tienen un aroma inconfundible a salón recreativo. Recuerdo ese contraste entre los juegos de mi consola y las recreativas cuando jugaba a máquinas tan dispares como The Lost World, Supersidekicks, Crazy Taxi o Daytona USA. A lo mejor esto solo me sucedía a mí, pero siempre tuve la sensación de que aquellos juegos de centelleaban hipnóticamente a toda velocidad estaban fatal de la cabeza, que iban drogados, que se movían a un tempo distinto que lo que me ofrecían mi Megadrive o mi PSX. Esto me pasaba entonces y Lollipop Chainsaw me ha transmitido la misma sensación. A estas alturas ya es difícil dejarle a uno alucinado, pero aunque no te desmayes de pura nostalgia al sentirlo, el olor a palomitas sigue sacándote una sonrisa de vez en cuando. Lo nuevo de Grasshopper Manufacture no está a la altura de su habitual brillantez, es justo admitirlo. La unión de dos zumbados como Suda 51 y James Gunn era tan imprevisible como esperanzadora, y su fruto es un juego con las ideas muy claras (sobre todo en la cuestión del humor, que desde luego va a suscitar ceños fruncidos entre los meapilas que lo jueguen), con encanto y con una autoconsciencia de su propia estupidez que se hace visible desde el arranque mismo. Visualmente es un amor, y aunque las animaciones flojeen, su cóctel de cómic y grindhouse le entran por los ojos a cualquiera con una mínima alegría de vivir. En su contra, un combate plano, tosco y antipático le colocan justo al borde de ese foso donde se retuercen y gimotean los juegos mediocres. Que el balanceo le deje fuera o dentro depende de la actitud con la que uno lo encare, pero el logro de inclinar la cámara para verle las bragas a Juliet debería ser capital en vuestra decisión. En la mía lo ha sido: pulgar hacia arriba. [7]
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Precisamente hoy sería el 85 cumpleaños, si siguiera vivo, del gran maestro del terror y el gore Lucio Fulci, al que dices que hace referencia el juego. =)
Lo quiero, pero por no más de 20 pavos.
Parece que el puto suda51 toco techo con no more heroes y desde entonces nunca mais.
Yo me lo acabé ayer y me parece una nota justa. Juego para comprar por menos de 25 euros
A ver, entonces un juego con un gameplay «justo al borde de ese foso donde se retuercen y gimotean los juegos mediocres» ¿se ha salvado gracias al rollito sexual?
Llamadme meapilas, pero me da la impresión de que más que reirse de esos clichés ha caído en ellos. Y ha tenido éxito.
Puedo entender el 7 como, no sé, un producto de entretenimiento, pero no como un videojuego, porque lo único propio, y lo más importante de éste medio es jugar, jugar y jugar, y no que la tipa haga alusiones constantes a pelis de zombis o felaciones.
Y no me refiero a que el gameplay exprese el mesaje del juego, porque eso lo han hecho media docena en 40 años que llevamos, pero que al menos sea sólido.
«Yamaoka también ha puesto de su parte: imaginaos a Kandinsky dibujando pollas con el Paint, pero en música» BRAVO
Juego del siglo lo llamaban.
¿Cuando aprendereis a no darle mas credito al Suda51? Es un director incompetente que solo vale para darle un toque original a sus juegos y ultimamente parece que ni eso es capaz de lograr.
Pero oye, que la OST mola y tal y tal. En fin…
@octopene
Se ha salvado gracias a un apartado técnico más que decente, una dirección artística con mucha personalidad y sentido del humor y una dinámica muy variada.
Meapilas.
Estos juegos es que deberían salir directamente a 30 euros. Sería un ahorro de tiempo para todos, ellos podrían amortizar antes el desarrollo, el trabajo de marketing no se iría por el retrete y nosotros no tendríamos que esperar a verlo en un Mega Monday de Zavvi.
Cada vez que veo imágenes promocionales de este juego me entran ganas de ponerme una porno de Bree Olson.
En serio.
A mi el No More Héroes me molo mucho, y el Shadows Of The Damned también aunque más flojucho pero con un grandísimo humor.
Este cae fijo, pero cuando baje de precio eso si.
olía a juego mediocrón desde los inicios, aunque siendo justo y por mucho que se empeñen unos pocos, Shadows of the Dammned pese a ser mejor, también lo meto yo en la categoría de normalitos, eh?
El mejor juego sin duda de Suda hasta la fecha es Killer 7, después metería el primer No More Heroes y luego el resto que ha salido esta gen sin muchas preferencias.
¿Dónde se está el botón para favoritear frases de @pinjed ? Porque es una puta mina el análisis.
«La peli es mediocre, pero tiene efectos especiales y una tía buena. [7]»
Una pena que no llegue a JUEGAZO como NMH, pero bueno, tiene buena pinta.
Yo sólo vengo aquí decir que no hay ninguna persona en ninguna página web del mundo más indicada que @pinjed para hacer este análisis.
Y que el logro de verle las bragas a la chica inclinando la cámara debería estar en Resident Evil 4, porque ahí sí que era un logro lograrlo.
@octopene
Lo que te está diciendo, si quieres hacer comparaciones con una película, es que aunque los actores lo hacen regulero y el guión es simplón, la película es divertida y se deja ver bien. A partir de ahí, interpreta lo que quieras.
Una pena que, con lo bien que pintaba el juego por descerebrado y loco, al final haya sido un control tosco y poco inspirado el aspecto que lo ha hecho caer de categoría. Un detalle no demasiado complicado que podría resolverse fácilmente en una hipotética secuela, si no fuera porque será carne de oferta en Zavvi.
En fin, magnífico análisis, @pinjed, me he reído muchísimo con algunas frases y rememorando la brutalérrima película de O’Bannon.
Ni con zombis y tetas creo que me acerque… lo único que me gustó de Suda fue Killer 7, y eso perdonándole cosas. Buen análisis en cualquier caso, como de costumbre.
Modo Garci on:
@pinjed O’ Bannon es legendario, pero por su faceta de guionista, sólo dirigió en dos ocasiones!
«Con el guionista de Amanecer de los muertos, James Gunn, en el equipo de desarrollo estaban claras dos cosas: una, que habría sangre; y dos, que el juego no se iba a tomar en serio a si mismo ni un maldito instante. »
Eso define también al 100% a Suda51…
Mañana me llega a la ofi… GANAS!!
Fue guionista nada menos que de Alien. En todo caso, Return of the Living Dead es genial.
Lo dije en su momento y lo digo ahora.
Mediocre.
@postaldude pues si no viste The Resurrected y te gusta Lovecraft, no te la pierdas. Pero lo dicho, lo suyo eran los guiones. Por encima (para mí) de Alien: Dark Star, Lifeforce y Dead & buried son de lo mejor que se ha parido en sci-fi/terror, originales, diferentes.
En ningún momento la cosa pintaba mejor. Atufaba a mediocridad por todos lados.
@mrmerrick
Pues me la apunto porque no la he visto, ¡vergüenza debería darme! Gracias por la recomendación. Aunque creo que incluso antes irá Dark Star, porque debe de ser de las pocas que no he visto de Carpenter y fijo que mola. Dead & Buried la vi hace un montón y me llamó mucho la atención, y precisamente la tengo grabada para volver a ver en breve, no sabía que el guión era de O’Bannon.
A quien le guste este tipo de disparates jugables le parecera un juego entretenido; a mi desde el principio me daba que seria bastante cacota.
Cuando los trailers y promociones todo el mundo «Melafo» «GOTY», ahora todo el mundo «Si ya lo decía yo, olía por todos lados a mediocre»
Me ha gustado el análisis. Creo que el juego me va a gustar bastante.
@pinjed Por lo que he leído, el juego me recuerda a un Onechambara, no es nada del otro mundo, pero tiene pinta de ser muy divertido. ¿Que opinas de la comparación?
@epetekaun
Tienen similitudes, desde luego, aunque personalmente sintonizo mejor con el humor americano que con el japonés, que parece como menos obvio y como que se toma más en serio a sí mismo. En cuanto a la mecánica, Onechanbara (Bikini Samurai Squad, que es el que jugué) es más repetitivo y más «dynasty warriors» pero con un combate más técnico y sólido.
Todos los juegos de Goichi Suda han sido mediocres en su jugabilidad pero siempre se han salvado por su innovación gráfica, su buen gusto en diseño o su propuesta narrativa.
Pero siempre le falla el lado «juego» de video-juego a este hombre.
Por 20 me lo pillaba. La nota me parece justa teniendo en cuenta la jugabilidad, además que se ve claro que no es un título que apueste por la rejugabilidad.
Ni por asomo. Sin ir más lejos:
http://www.anaitgames.com/videos/mas-gameplay-de-lollipop-chainsaw
i fapped so hard
Una lástima en lo técnico, pero por 20-25 leracos es justo para ser un juego de Grasshopper.
Fuerte http://ppcasalarreina.blogspot.com.es/2007/11/su-majestad-el-ladrillo.html
Ya lo probé , Mu malo
Con los trailers me puse ultra palote GOTY, Day One, etc, hasta que enseñaron jugabilidad real, y la destrempada fue mayúscula. Por 20 lereles lo mismo cae, pero antes, va a ser que LOL.
En cuanto baje de precio me lo pillo fijo, a pesar de los fallos en la jugabilidad, me sigue atrayendo mucho este juego.
Gran análisis.
Con su duración, es carne de alquiler
Pues a mí me está gustando más que NMH. de momento, lo tengo de alquiler, pero seguramente le echaré un vistazo en The Hut o similares… No os perdáis las descripciones de personajes en el «Álbum Zombi», lagrimones de risa.
Todos los juegos de Grasshopper son un «Shadow of the Dammed»
Pues le pasa basicamente lo mismo, solo que en ese el argumento y el diseño lo petan lo bastante como para compensar que el equipo solo sepa montarse una jugabilidad medriocre