En septiembre, tal y como muchos nos temíamos, se confirmaba que el lanzamiento de The Last Guardian se retrasaba hasta finales de 2011. A la mayoría nos fastidió ese anuncio, pero estoy bastante convencido de que para la gente de Game Republic supuso un enorme alivio.
No sé si las similitudes entre lo próximo del Team Ico y el juego que nos ocupa irán más allá de la pareja protagonista, pero en cierto modo me alegra que Majin and the Forsaken Kingdom tenga su momento, me parece justo que no sea eclipsado.
Majin es más una historia ‘de’ amistad que ‘sobre’ la amistad. No está centrada en las emociones, no profundiza en el concepto, no parece querer invitar a la reflexión ni recurrir a la evocación. Es ‘solo’ un cuento, uno simple, sobre la típica maldición que se apodera del típico Reino y corrompe, cubriendo de oscuridad, a sus típicos habitantes. La única esperanza son un ladronzuelo que solía vivir en el bosque y una bestia de nombre Teotl, otrora Guardián —o Majin— del lugar. Un clásico, sí, pero tremendamente cómodo en su papel, perfectamente consciente de sus aspiraciones y, seguramente por eso, muy centrado en sus puntos fuertes.
El que más, sin duda, y no sólo por las piedras que rompe, los portones que levanta o los enemigos que aplasta, es el Majin. Por su torpe pero graciosa forma de hablar y por lo entrañable que resulta cada vez que aplaude, feliz, cuando sabe que le vas a dar una fruta para mejorar sus habilidades, el bicho se hace querer. Canaliza la simpatía y la ilusión que hay detrás el juego.
Pero nosotros controlamos únicamente a Tepeu; junto a su compañero casi siempre, sin su ayuda cuando toca colarse por un agujero y tirar de sigilo hasta que damos con la palanca que abre la puerta principal para que entre también el amiguete, pero solo a Tepeu. Es la decisión acertada, porque el sistema para dar órdenes funciona como debe y la gracia de la aventura pasa por no identificarse en exceso con el monstruo, pero tampoco hubiese estado mal cuidar un poco más al protagonista; el diseño de este Aladdin gitano con perilla pero sin carisma echa un poco para atrás y va a peor con cada nuevo atuendo que encontramos.
No intenta nada raro a nivel de estructura, con un único mapa dividido en pequeñas zonas y una libertad limitada por impedimentos que lo siguen siendo hasta que desbloqueas la magia correspondiente —de aire, electricidad, fuego y purificación—. Hay un único camino posible, moderadamente indicado, de manera que nos enfrentamos a los enemigos finales en orden. Sin complicaciones que puedan acabar convirtiéndose en fallos.
La simplicidad —que no sencillez; Majin no es difícil, pero tampoco un paseo absurdamente apto para cualquier nuevo jugador— se mantiene en unos puzzles familiares aunque bien implementados, pero tal vez se lleva demasiado lejos en unos combates donde lo ideal, porque es más divertido y permite subir más rápido de nivel, es aturdir a los enemigos con Teotl y acabar con ellos usando ataques combinados. Las mecánicas cooperativas son más funcionales que originales, y por eso no impiden que, salvando las distancias, el juego recuerde un poco a la saga Zelda, especialmente por los final boss y rompecabezas concretos, como los que implican el uso de bombas.
Durante 11 horas y poco me he llevado otras gratas sorpresas en forma de buena banda sonora, correcto doblaje o ejemplar equilibrio entre lo obligatorio y lo opcional. Desgraciadamente, conviven con problemas como los ridículos animales parlanchines, el pesado tramo del desierto, un backtracking que los teletransportes no disimulan como deberían o unos gráficos más bien de Wii que ni siquiera sirven para que el juego se mueva con especial fluidez.
Majin and the Forsaken Kingdom no es The Last Guardian, pero tampoco lo pretende. Y ahí está su triunfo; Game Republic ha hecho aquí un ejercicio de resignación tremendamente saludable, necesario y recomendable. Porque cuando demasiados juegos se creen mejores de lo que realmente son, cuando las crueles cifras de ventas legitiman a iluminados con un discurso equivocado o mal aprendido, la humildad puede hacer que, para algunos, un juego sepa mejor de lo que realmente es. Este tiene demasiadas limitaciones y errores como para pasar del notable, pero en su nota no hay sitio para la decepción; no es una genialidad, pero sí un título a reivindicar, mucho más oportuno que oportunista, y por eso merece una oportunidad. [7]
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Excelente análisis. El juego no me interesa lo más mínimo, pero me gusta que se le cuide por aquí. Felicidades Pep.
Bravo.
Pep, has conseguido que el juego entre en mi radar. Gran análisis.
¿Lo recomendarías para un niño? Como regalo digo.
yo lo vi malo la verdad… realizado a toda prisa para calmar las ansias de los que esperan the last guardian, y más de uno picó…
Genial análisis Pep. No me llamaba la atención este juego, y sigue sin llamarme después del análisis, porque me has dejado bastante claro que, a mí personalmente, que no me va a gustar.
Los gráficos de la última capturan duelen al mirarlos.
Voy a contar algo para aquellos que relacionan esto con The Last Guardian.
Hace 3 años trabajé para una empresa desarrollando un juego llamado Troll & Armor. Cuando yo fiché por la empresa, esta ya llevaba 3 años intentando hacer ese juego, así qe estoy hablando de un proyecto que empezo hace 6 años. Para aquel entonces The Last Guardian no existía ni en los sueños más humedos del Ueda.
El juego estaba ambientado en una epoca victoriana e iba sobre que un mago echa una maldición a un reino y al prota de la historia, convirtiendo el reino en un mundo steampunk y dividiendo al prota en dos partes, Una armadura «embrujada» la cual es lo que el jugador controla (representaba la valentia del caballero), y un Troll al cual da ordenes (el cual representaba las emociones del caballero).
El juego me parecía una real mierda, tenia fallos muy gordos de diseño por no hablar de la dirección del proyecto, y tenía yo razón ya que la empresa cerró a los 6 meses de que me contrataran y me quede sólo en un país muy lejano teniendo que buscarme la vida (estoy siendo dramático, en un mes encontré otro curro
.
El caso es que las similitudes entre ese juego que estaba desarrollando (el cual pasó por conferencias como la GDC y E3 varios años) y este Majin son muchas, muchísimas. Tu controlabas a la armadura con un control muy parecido al de los Zelda en 3D y el troll te ayudaba a derribar puertas, salvar obstaculos o matar varios enemigos de golpe, todo ello con magias que asignabas a diferentes botones de la 360, y ah! alimentabas al troll con piedras que dejaban los enemigos al ser aniquilados. Pero ni aun así me atrevería a insinuar que algun japo vió nuestro juego en alguna GDC y se pudo manos a la obra, porque eh, sabeis que? La probabilidad de que gente tenga ideas parecidas es muy elevada, y en la industrua del videojuego se cuece mucho, mucho más de lo que veis en GameTrailers o leeis en Anait.
Edito: Que cosas, hay un «trailer» del juego en youtube Ahora que lo veo despues de tanto tiempo…para ser un prototipo no estaba tan mal juasjuas
a mí la demo me gustó bastante y la dejé a medias porque decidí comprar el juego un día de estos
Principal problema del juego: es aburrido.
Los combates son penosos, ademas.
Una palabra: KAMEO (y es del 2005)
Ya me leo el análisis mañana.
PERO digo ya que ni con un palo.
Muy buen análisis Pep. Más claro, imposible.
hoy he petado el juego y aquí dejo mi opinión: es como un Soulreaver o un Darksiders, juegos de estos que tienes que volver luego por donde has pasado cuando tengas un nuevo poder para abrir nuevos caminos y tesoros. Me encanta este género, como a (casi) todo el mundo, pero a este Majin le falta algo de profundidad y más importancia para cada poder. Técnicamente no es Crysis2 pero es bonito de jugar. Es un juego fácil y divertido y que recomiendo, ha sido un placer jugarlo
Paso por aquí para defender el juego aunque después de 6 años desde su lanzamiento y correspondiente análisis dudo mucho que alguien lea mis palabras. Me lo he pasado anoche y me lo acabo de pasar ahora, cargando la última partida, con el final bueno y todo, (reuniendo todos los recuerdos coleccionables) y me ha encantado. No sabía nada de este juego, lo encontré tirado de precio en una tienda de segunda mano, en su versión de Xbox 360, (uno que sigue en la «old gen») y me ha dado cerca de unas 17 horas de diversión completar todos sus secretos y desafíos. Una agradable sorpresa, la verdad es que tienes razón, @pep_sanchez, con eso que comentas de que merece una oportunidad. Supongo que más vale tarde que nunca 🙂
@diewito
Me alegra mucho leer esto: últimamente me acuerdo bastante de Majin and the Forsaken Kingdom. De hecho, actualicé la maquetación del análisis al anunciarse la vuelta de The Last Guardian.
Y debería comprarlo en 360, que lo tengo solo para PS3 y me es más fácil jugarlo en Xbox.
@pep_sanchez
El poder de mencionar, jeje.
Me encanta descubrir joyitas como ésta, es de las que te encuentras y te preguntas cómo es que nadie te había hablado de ella o recomendado (no recuerdo haber leído tu análisis en su momento) En este caso me llamó la atención por la portada, por el troll en cuestión ya que, casualidades de la vida, había diseñado un personaje muy muy parecido hacía poco. Con lo que no contaba es que fuera a gustarme tanto. Me suele pasar que me gustan más los juegos de notable que los que sacan sobresaliente. Quizás sea porque espero menos de ellos porque, con sus errores, tienen sus aciertos y encanto o porque «la humildad puede hacer que un juego sepa mejor de lo que realmente es» como tú bien dices. Y el de Majin es un claro ejemplo.
Si buscas puede que lo encuentres baratito, a mí me salió por 3 míseros euros… aunque la verdad es que no es un juego que se deje ver mucho por ahí.
Gracias por contestar, Pep. Un saludo.