El sábado 8 de noviembre de 1963, cerca de la media noche, ya dejado atrás el horario de prime time, la NBC estrenaba Night Gallery, su nuevo programa de terror. Escrito y presentado por Rod Serling, el creador de Twilight Zone, Night Gallery era una serie antológica en la que cada episodio contenía tres cortometrajes que eran presentados por el narrador a partir de unas imágenes macabras, extrañas o perturbadoras. El concepto del programa —en el que debutaron directores de la talla de Steven Spielberg—, además de inspirarse en éxitos como Alfred Hitchcock presenta o El gran teatro de la ciencia ficción, se basaba en la literalización de la expresión «museo de los horrores». Y es gracias a este acierto en la ambientación que el programa sigue fresco incluso en la memoria de aquellos que no disfrutaron de su emisión original.
Sería otra serie, Black Mirror, la que 54 años después se atreviera a presentar un museo lleno de relatos escalofriantes. En Black Museum, el sexto episodio de la cuarta temporada, Charlie Brooker utiliza una exposición perdida en lo más profundo del desierto de Nevada para contar tres relatos a la vez que homenajea todo lo que ha sido su serie hasta ahora. Narrativamente, el episodio funciona gracias a la anticipación. La curiosidad que el artefacto (o imagen, en el caso de Night Gallery) activa en el espectador y que le anima a escuchar el relato hasta el final. El mecanismo es muy sencillo y, aún así, Man of Medan, el primer episodio de The Dark Pictures Anthology, no consigue ejecutarlo bien. Y esto es solo un avance de la torpeza que está por llegar.
A nadie se le escapa que aunque Supermassive Games produce videojuegos, el lenguaje y los referentes que toma para su narrativa provienen directamente del cine. Es por eso que su anterior título, Until Dawn, es una puerta de entrada perfecta para aquellos que aún dudan de si pueden disfrutar jugando. Sin embargo, y con el punto de vista estrictamente fijado en los juegos, es evidente que Man of Medan tiene miedo de aprovechar cualquier tipo de posibilidad que lo aleje de la sencillez y el espíritu de blockbuster que tenía su antecesor.
Man of Medan empieza, como es habitual en su género, con un detallado prólogo que no solo nos indica el tipo de terror que utilizará la historia sino que, como pasaba en Until Dawn, funciona como tutorial para empezar a jugar. Estamos en China en los meses posteriores a la segunda guerra mundial. Dos soldados norteamericanos aprovechan la noche y la mayoría de sus ahorros para emborracharse y divertirse en algunos de los puestos del muelle donde su barco, un enorme bombardero, se encuentra preparado para zarpar. Ya en cubierta, ambos jóvenes se pelean por unas monedas con tanta violencia que un superior se inmiscuye para poner calma, deteniendo a un soldado y noqueando al otro por su insubordinación. Solo han pasado 15 minutos desde el inicio de la partida y ya nos encontramos con uno de los tropos que caracteriza el cine de género, en este caso, las historias de zombies. Cuando Joe se despierta en la enfermería no sabe qué ha pasado pero todo es muerte a su alrededor. Junto con su amigo, al que libera de una celda aislada, recorren el barco en busca de explicaciones hasta encontrarse una terrorífica figura a la que intentan detener. Recordemos que esto es un prólogo. Todo sale mal.
Después de esta introducción, que muestra perfectamente cuáles van a ser todas las mecánicas jugables, pasamos a conocer al Conservador, un bibliotecario que, además de remitirnos al inquietante psicólogo de Until Dawn, va a funcionar como maestro de ceremonias, uniendo espiritualmente todos los capítulos de la antología que está por llegar. El problema con este personaje, cuya función es tanto la de conservar las historias como la de transcribir aquellas que nosotros mismos vamos sacando con nuestras decisiones, es que sus monólogos e intervenciones no están escritos con la suficiente brillantez. Aunque pequeño, el papel del narrador en las antologías (desde Twilight Zone a Cuentos de la Cripta pasando incluso por Historias para no dormir o las Midnight Scenes de Octavi Navarro, ya dentro del videojuego) es clave para establecer el tono de las mismas con su discurso inicial, a la par que ayuda al espectador a sacar conclusiones y reflexionar sobre aspectos o personajes concretos de la obra. En Man of Medan el Conservador no hace otra cosa que interrumpirnos. Su segunda intervención, una vez la historia ya ha presentado a los cinco personajes principales y nos ha dejado tomar algunas decisiones para definir los rasgos más importante de su personalidad, se limita a resumirnos quienes son y a contarnos exactamente lo mismo que podemos encontrar en el menú de características que tenemos siempre a nuestra disposición.
Es en los menús donde se hace más evidente que Man of Medan no es que siga la fórmula de Until Dawn sino que resulta una copia exacta de lo que conocimos en el exclusivo de PS4. La figura de las mariposas, una señal visual para indicarnos que todas las acciones tienen consecuencias (efecto mariposa), aquí se transforman en brújulas (morales) para ilustrar que cada acción nos dirige a un camino concreto. Los totems, coleccionables que en el slasher nos permitía ver fragmentos de un futuro aún incierto, aquí se presentan directamente como cuadros que tendremos que observar para acceder a los clips de pistas que nos ayudarán a mantener a todos los personajes con vida. Por supuesto, se mantiene la pestaña en la que podemos observar a cada uno de los protagonistas con las características que les hemos activado sobrevolando su cara y otro menú en el que se detallan los niveles de relación entre unos personajes y otros (en este es especialmente sangrante ver como todos los personajes parten del mismo nivel de afinidad más allá de si son hermanos, pareja o completos desconocidos).
Entre las mecánicas se encuentran las esperables. Elegir entre varias opciones en los diálogos, moverse e interaccionar con el escenario, escoger entre varias acciones y, por supuesto, presionar los botones necesarios en los quick time events que se inician en los momentos más inesperados. El único cambio evidente con respecto a la jugabilidad de su predecesor se basa en cambiar la manera en la que podemos calmar a nuestro personaje en las escenas de tensión o sigilo. Mientras que en Until Dawn debíamos agarrar el mando con firmeza, evitando movimientos que pudieran interpretarse como un temblor, aquí el movimiento no nos penaliza y nuestra misión será pulsar los botones al ritmo de los latidos del corazón del personaje principal.
Pasando ya a la historia central del juego, dejando atrás la introducción y las escenas del narrador de la antología, descubrimos que el desarrollo es bastante irregular. Por un lado, los personajes son más interesantes y no están tan estereotipados como los que encontramos en Until Dawn. Por otro, los diálogos con los que se expresan y relacionan entre ellos no están lo suficientemente cuidados, dando lugar en ocasiones a escenas de lo más vergonzosas. La historia, que transcurre en su mayor parte en un pequeño barco pensado para excursiones de submarinismo, es lo bastante estimulante como para mantenernos interesados hasta el final. No obstante, la necesidad de incluir todos y cada uno de los tropos relacionados con el terror en el que el escenario, junto con los antagonistas, también puede matarte, termina por asfixiar al jugador en las apenas 4 horas de duración del episodio.
Sin embargo, el gran acierto de Man of Medan se encuentra en su modo multijugador, en el que cada partida aumenta en emoción y posibilidades especialmente si la disfrutamos en cooperativo local. Tras asignar los personajes a cada uno de los jugadores (de 2 a 5) el juego se las apaña muy bien para que, teniendo la supervivencia de todos como meta final, tengamos que convivir con decisiones que van a perjudicarnos en escenas inmediatas. Un twist en los modos cooperativos que permite que la comunicación fuera del juego quede en un segundo plano frente a la comunicación de los personajes dentro de él.
A la espera de ver qué nos ofrecen los siguientes episodios de la antología The Dark Pictures, podemos decir que el inicio es decepcionante. En Supermassive Games siguen dejando claro que se conocen todos los tropos, arquetipos y referencias importantes dentro del terror cinematográfico pero no se atreven a innovar con el lenguaje y las posibilidades que les brinda el estar desarrollando un videojuego. Man of Medan cuenta una historia interesante pero se olvida de construir secuencias de horror estimulantes para reguardarse en los jumpscares cuando quiere sobresaltarnos. Y como amante del género, encuentro esto intolerable. No obstante, hay espacio para la mejora. La condición de antología y las múltiples posibilidades que maneja el horror permiten un optimismo moderado. El deseo de que quizás la próxima vez el Conservador nos ayude a escribir una mejor historia. [7]
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Buen y un poco descorazonador análisis. Me ha sorprendido la nota (que da igual) porque por lo expuesto parecía que sería un 5 o un 6 como mucho.
Ya me había olvidado de este…No he acabado aún con la despensa de juegos de 2018, que en apenas semanas de diferencia tenemos esto, Gears 5, Borderlands 3, The surge 2, Outer worlds, Doom Eternal, Greedfall, Remnant: from the Ashes, Monster Hunter, Blasphemous,…que no doy más de mí, enserio. Puto septiembre abrumador. Menos mal que los nños vuelven al cole, que si no me tengo que saltar la siguiente gen para ponerme al día.
¿Ni siquiera para pasar un rato con colegas con palomitas y unas cervezas? Pues vaya decepción. No sabía lo del formato episódico, así que al menos queda esa pequeña esperanza.
Los «jumpscares» son al terror lo que los chistes de pedos al humor.
@joker73r
En cooperativo es otra experiencia. Desde luego con amigos y cerves es un SÍ
Medan a mí que lo va a jugar poca gente.
Bravo.
Con lo del cooperativo y el 7 me lo has vendido total, ignoraré todo lo negativo que comentas para ser consecuente con mis incongruencias vitales y mis pasiones inexplicables.
@martatrivi
¿Habrías tenido una mejor impresión si este hubiese llegado antes que «Until Dawn»?
@joker73r
Absolutamente sí. Aquí no he contado con el factor sorpresa y eso es importante. Además no habría visto la reconversión de los símbolos (tótem=pinturas) de una forma tan clara
Acabo de terminarlo y la dirección es, por momentos, vergonzosa. Hay cambios de tono increíbles (literalmente), fallos de algo que a falta de un término mejor llamaré raccord y todas las elecciones dan la sensación de mala aleatoriedad que no le hacen ningún bien. Coincido en todo en lo que dices; sobre todo en esa sensación de no saber qué tono pretenden tener con el juego. Una oportunidad perdida; pero es Until Dawn con otra skin.
@martatrivi
Gracias por responder. Espero que dejen de vivir de las rentas para los próximos capitulos porque la fórmula me parece que tiene muchísimo potencial, como entretenimiento pero también por lo que comentas de acercar el videojuego a gente que no ha dado el paso.
El juego, a falta de darle otra oportunidad en una segunda partida, sabe a poco y no muy bien.
Personalmente creo que los personajes arquetipo de Until Dawn fueron un acierto, y aquí se echan en falta. Los protagonistas de Man of Medan parecen réplicas de marca blanca con los que no se han atrevido a darles personalidades definidas, con la única excepción de la capitana del barco. Esto hace que los vínculos entre ellos sean más endebles y las conversaciones en general más insípidas. Que el guión en general sea mucho menos juguetón que el de Until Dawn tampoco ayuda (aquel juego explotaba las convenciones del género slasher para girar sobre sí mismo de forma super convincente, saltando de Saw a Halloween y de ahí a The Descent como quien no quiere la cosa, haciéndote dudar de en qué tipo de historia estabas sin siquiera necesidad de salirse de los tópicos).
Y sobre el coop, que en principio es buena idea, tiene el inconveniente de que algunos personajes pueden caerse de la historia de la forma más tonta y eso hace que los jugadores puedan perder tiempo de juego de formas un tanto arbitrarias. Yo, sin ir más lejos, perdí a un personaje porque logré que se escapase de los piratas al principio de toda la aventura. No murió, simplemente hice bien todos los QTEs y se escapó para no volver jamás. En una narración interactiva, habría sido de esperar que esto diese lugar a un nuevo storyline, pero en su lugar dio lugar a una penalización similar a si el tipo hubiese muerto, sólo que dejando un vacío un tanto más torpe en la historia.
Esperaré a Supermassive de nuevo con Little Hope, pero no sé cómo el mismo equipo, guionistas incluidos, dio forma a algo tan sólido como Until Dawn con la de líos que tuvo aquello… y ahora se nos han quedado a medias aquí.
@darkcooledge
Amigo, la nota es lo de menos. Lee el análisis y saca tus conclusiones, la nota en verdad es exigida muchas veces para que la página no caiga en el olvido, lo importante es el análisis.
Saludos.
Viendo que Until Down era una castaña jugable, este sera mas de lo mismo.
@mimercio
Iba a contestar que el juego parece que ha funcionado bastante bien en ventas… Pero simplemente he decir que me quito el sombrero ante este post.
@mitrandir
«Amigo», ya lo sé. De hecho en mi mensaje ya pongo «(que da igual)».
@darkcooledge
El uso excesivo de comillas no lo logró entender. Será por mi poca capacidad o simplemente….. en fin, en ningún lugar noté que colocaste que te «»»da igual»»»» pero allá tu. Si te gusta leer el bendito numerito del final y quedarte con eso. Aplausos para ti.
Saludos.
@mitrandir
Es que creo que a mi me pasa un poco como a @darkcooledge, leo el análisis y no veo nada bueno en él, pero llego a la nota y veo un 7, y entonces no entiendo. No sé si solo ha querido destacar los fallos en el análisis pero aún así es una experiencia disfrutable o es que todo lo que sea menos de 8 es una mierda. A mi me gustaría aclararlo.
Until Dawn me pareció decente (bueno incluso jugando al lado de la parienta o viendo a algún colega jugar y decidiendo), me gustaría saber si a este, aún siendo más soso o peor, se le puede sacar ese rendimiento bueno con alguien al lado.
Después del directo de ayer, es el GOTY. Difícil pasarlo mejor con un grupo de desconocidos en Internet.