Análisis de NyxQuest: Kindred Spirits

La crítica de videojuegos tiene bastante de saber qué es lo que se está analizando y contra qué se está comparando. El juego que nos ocupa es un desarrollo hecho por una base de cuatro personas durante un año, con el apoyo de otras no muchas personas más —músico, diseñador de niveles, voz de la prota y animador, amén de ayudas varias—, y que cuesta 1000 puntos de WiiWare —10 euros—. Con esas condiciones de tiempo, equipo y dinero, es muy difícil encontrar un juego mejor realizado y más disfrutable que éste. Con todo, con la nota que le pongamos estará compitiendo en igualdad de condiciones con proyectos en los que participan centenares de personas durante varios años y por los que pagamos seis veces más. Comencemos. NyxQuest: Kyndred Spirits (aunque cuando yo lo compré su nombre era Icarian: Kyndred Spirits, y así ha quedado reflejado en mi consola) es el primer juego de los chicos de Over the Top Games. Básicamente os puedo decir que es un juego de plataformas con jugabilidad 2D y gráficos 3D pensado para la Wii, y que aprovecha de ésta su puntero infrarrojo —pues el acelerómetro no se usa para nada—, el Nunchuk para mover al personaje principal y el botón A del Wiimote. Encarnamos a Nyx, en principio una chica alada (al final del juego se revela su verdadera identidad, pero si queréis saberla antes no tenéis más que investigar un poco) que queda prendada de Ícaro. Al inicio de la partida, sólo salta, vuela un poco, planea y corre. Pero durante la aventura los Dioses le irán cediendo poderes, y así podremos al final mover objetos, manejar las corrientes de aire e incluso disparar rayos. Con estos ingredientes se ha realizado un juego de plataformas bastante lineal, pero con muchas sorpresas guardadas en la manga. Podemos decir que cada pantalla, además de contener ciertos secretos, tiene un elemento diferenciador que nos indica que este juego es una evolución en toda regla de los plataformas de siempre. Por ejemplo, normalmente se empieza corriendo hacia la derecha de la pantalla (como en casi todo plataformas clásico que se recuerde), pero hay momentos en los que si vas hacia «atrás» nada más empezar te encuentras algo, y otros en los que el camino correcto es hacia la izquierda. Hay una fase (la llanura de Argos) donde vemos un ojo gigante (a lo Sauron del Señor de los Anillos) que de vez en cuando se abre y tenemos que buscar cobijo tras algún elemento del decorado, porque si nos ve lanza un ataque que nos mata sí o sí. Y todo esto a lo largo de 12 niveles que se pueden completar en cuatro horas más o menos, aunque después es rejugable mediante una serie de objetos que si encontramos nos abren un nuevo modo de juego. Como detalles a comentar, hay momentos en que el juego hace gala de esa mala leche que aún tienen los desarrollos realizados en España, como el «monstruo» final, algún reto que otro (que casi es mejor hacerlo a dobles, uno con el Wiimote y otro con el Nunchuck), y algún salto que demuestra que este es un juego de plataformas, y no una excusa para meterle en un género cualquiera. Estéticamente hablando, es uno de los juegos más inteligentes que he visto en mucho tiempo. En total nos encontramos la gran cantidad de… ¡3 tipos de enemigos! Los 3 negros, además. Sólo hay un fondo, las texturas son muy sencillas y los personajes no tienen demasiados polígonos. Pues todo está realizado con tal gusto ((Como muestra del gusto con el que estos chicos han realizado su obra, podemos ver su página web, donde tienen un foro para responder las dudas y los comentarios, y de vez en cuando se gastan detalles graciosos; el del oráculo me encanta.)) que ha sido comparado con los juegos del Team ICO, con los cuadros de Dalí y con otras obras similares. Parte de la culpa de todo esto la tiene su magnífica banda sonora, obra de Steven Gutheinz. Tampoco son demasiadas pistas, pero están las que tienen que estar. En resumidas cuentas, y llega la hora de ponerle la nota, NyxQuest me parece un juego muy interesante. Desde aquí mis más sinceras felicitaciones a sus desarrolladores. Sus cotas de producción no alcanzan las de un triple A, pero se acercan. Si tuviera que poner una nota teniendo en cuenta lo que he dicho antes, tendría un 8 o tal vez un 9. Si tengo que poner una nota sin tener nada de todo eso en cuenta, seguramente sería un 7. Así que, en un ejercicio de ponderación… Nota: 8