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Análisis de Ori and the Will of the Wisps

Análisis de Ori and the Will of the Wisps

A veces, a la hora de encarar un análisis, me cuesta encontrar un hilo del que ir tirando para desgranar los diferentes aspectos del juego. Otras veces, se me ocurren tantas formas de iniciarlo que no sé por cuál decidirme. Con Ori and the Will of the Wisps me ha pasado esto último. Podría empezar, por ejemplo, hablando de lo complicado (imposible, diría) que es muchas veces juzgar una secuela como un producto aislado, sin compararla con su entrega anterior. A raíz de eso, podría explicar cómo en el caso de esta segunda entrega la gente de Moon Studios parece no haberse puesto totalmente de acuerdo entre tirar por el camino más continuista o probar cosas radicalmente nuevas.

Sin embargo, antes de esos puntos que, me temo, acabarán surgiendo en este texto, permitidme quitarme de encima la parte desagradable de Ori and the Will of the Wisps: los problemas técnicos de su lanzamiento. Primero, porque si todavía no lo habéis jugado no es algo que deba preocuparos demasiado: el juego va ahora bastante fino; segundo, porque un juego en general tan cuidado no se merece quedar asociado a eso. De hecho, si lo menciono es precisamente para tranquilizar a los dudosos. Cuando el juego se lanzó, su rendimiento era problemático para muchos usuarios. Daba tirones, a veces se quedaba congelado durante varios segundos y acciones tan simples como abrir el menú o el mapa suponían varios segundos de pantalla negra. No voy a decir que fuese injugable, pero sí era ciertamente desagradable. Varias semanas y dos parches después, no parece quedar nada de esos problemas, así que centrémonos en lo positivo.

Y es que Ori and the Will of the Wisps tiene muchas cosas positivas. Lo que llama la atención desde el primer momento es su aspecto visual y sonoro. Ori and the Blind Forest ya era un juego muy bonito y esta secuela lo es todavía más. La estética general es muy agradable, los escenarios tienen más profundidad y son más detallados y variados que en la primera entrega y Ori ha aumentado considerablemente de tamaño, algo que se agradece. La banda sonora es simplemente espectacular y se adapta a la perfección a los diferentes momentos que viviremos en el juego, ya sea explorando, huyendo, luchando o escondiéndonos. También la jugabilidad es, a grandes rasgos, mejor que la del original. Seguimos estando ante un metroidvania 2D en el que el plataformeo y los desplazamientos en vertical tienen muchísimo peso, aunque hay pequeños cambios. El control es más fluido y preciso y se han corregido algunos problemillas del primer juego. Por ejemplo, en el primer Ori, cuando trepábamos por una plataforma vertical el personaje daba un saltito al llegar al final. Si la plataforma era estrecha, el saltito era suficiente para caer al otro lado de la plataforma. Ese tipo de cosas ya no ocurren.

Análisis de Ori and the Will of the Wisps

Con todo, el cambio más importante a nivel jugable quizá sea que ahora los combates tienen mucha más importancia. Por ejemplo, en el primer Ori la forma de atacar a nuestros enemigos era usar a Sein, la luz que nos acompañaba, para que lanzara ataques a distancia. Ése y un ataque que podíamos recargar eran las dos únicas habilidades ofensivas. En esta segunda entrega, nuestra arma principal es una espada de luz, lo que nos obliga a estar mucho más cerca de los enemigos, pero también tenemos un arco y flechas, una especie de shuriken, una lanza, un mazo… Esa nueva importancia del combate se refleja también en enemigos más variados, activos y ágiles, así como en un puñado de combates contra jefes. Pese a este cambio, Ori and the Will of the Wisps me ha parecido considerablemente más sencillo que su primera entrega. La vida y la energía aumentan más fácilmente y cosas como chocar contra los omnipresentes pinchos no implican una muerte segura. Los combates contra jefes son largos, pero en absoluto difíciles y hay muchísimos menos momentos frustrantes que en el primer juego. Aprovechando el tema de la dificultad, es importante también mencionar el cambio en el sistema de guardado. En el primer Ori teníamos los pozos para guardar partida y, además, la opción de crear puntos de guardado a voluntad gastando energía. En esta secuela se mantienen los pozos, pero el juego tiene además autoguardado. Personalmente me parece una opción extraña para este tipo de juego, pero esa menor dificultad que os comentaba hace que tampoco tenga una importancia clave.

La forma de usar las habilidades también ha cambiado. Ahora podemos diferenciar entre dos tipos: por un lado tenemos las habilidades pasivas, que en su mayoría son habilidades de desplazamiento y que podemos usar en cualquier momento en el contexto adecuado: el doble salto, respirar bajo el agua, moverse bajo nieve y arena o el famoso bash, que sirve para propulsarnos usando a los propios enemigos o sus proyectiles y que es ya una de las señas de identidad de la serie. Por el otro, tenemos habilidades activas, como esas armas que comentaba antes. A esas habilidades accedemos en Xbox One pulsando el botón L y las podemos asignar a los botones X, Y y B, quedando el botón A para el salto.

A estos dos tipos de habilidades hay que sumar la posibilidad de equipar unos modificadores de estado o power-ups. Al principio solamente podemos equipar tres, pero ese número se puede ampliar completando determinados retos. Esos power-ups son, en general, positivos (tener más vida, disparar el arco más rápido, que los enemigos suelten más orbes de vida o energía, que los orbes floten hacia nosotros…), aunque también encontramos algunos con truco: gastar menos energía con nuestros ataques pero que los enemigos nos hagan más daño, subir nuestro ataque a costa de bajar nuestra defensa, hacer que los enemigos hagan respawn más rápido, etc.

Cuando matamos a enemigos o recorremos los escenarios, podemos obtener tres tipos de orbes, como en el primer juego: los de energía, que nos permiten realizar ataques especiales y usar algunas de las habilidades del juego; los de vida y los de luz. En el primer juego estos últimos hacían el papel de puntos de experiencia y nos daban acceso a un árbol de mejoras y habilidades. En esta secuela son básicamente dinero con el que podemos comprar nuevas habilidades, mejorar las que ya tenemos, adquirir nuevas shards o comprar mapas.

Otra novedad significativa es la presencia de muchos personajes secundarios. El primer juego era una aventura en general muy solitaria, con Naru, Gumo, Sein y Kuro como únicos personajes además del propio Ori. En Ori and the Will of the Wisps, el mundo de Niwen está habitado por muchos personajes que nos pedirán ayuda para realizar un buen número de misiones secundarias. Nada muy complicado, pero sí una forma de descansar de la aventura principal y alargar la duración de un juego que puede terminarse en unas 10-12 horas sin demasiadas prisas. Además de esas misiones secundarias, el tener un mayor número de NPCs con los que interactuar le da un mayor trasfondo al mundo y a las historias personales de quienes lo habitan, algo que ciertamente se echaba en falta en Ori and the Blind Forest.

Jugándolo, he tenido la sensación de que Ori and the Will of the Wisps se debatía constantemente entre ser muy fiel al original y, a la vez, introducir novedades significativas para justificar su existencia. Lo primero lo consigue. Es claramente una secuela directa, con una estética casi idéntica, mismo tipo de jugabilidad y mismas sensaciones generales. Incluso el argumento sigue un claro paralelismo. En cuanto a las novedades, tenemos ese mayor peso del combate, la existencia de jefes, las misiones secundarias, la nueva forma de adquirir y gestionar algunas habilidades, los power-ups… Son elementos que ya hemos visto en otros juegos recientes del mismo género (yo no podía parar de pensar en Hollow Knight), pero que aquí son añadidos menos relevantes. Por poner un ejemplo, en el juego de Team Cherry es absolutamente clave gestionar de forma adecuada los charms. Aquí no. Pueden venir bien puntualmente, pero no marcan la diferencia entre la vida y la muerte. Entre otras cosas porque la exigencia es mucho menor. En cualquier caso, aunque el reto sea menor y el juego, quizá, menos redondo, he disfrutado mucho de esta secuela, tanto o más que de la primera entrega, que ya me pareció un juego excelente. [8]

Análisis de Ori and the Will of the Wisps
  1. gonzalo_ht

    Que pena que por género y por dificultad no termine de entrar, porque visualmente es precioso.

  2. Elijah

    A mi me ha gustado pero no tanto como el primero. No creo que cuadre bien la historia que está contando y lo pequeño que es el protagonista con que para al final de juego estés manejando una temible máquina de matar. En el primero te sentías siempre pequeño e indefenso, en este en cuanto tienes unos cuantos ataques te conviertes en Hollow Knight, pero es que en Hollow Knight sí que se supone que va de cómo te vuelves súper fuerte (y que aún así te revientan la cabeza).

    – Padre, lo de la disociación lúdico-narrativa.
    – Déjame hija, que estoy esperando la muerte.

  3. Potajito

    @airrel dijo:
    Que pena que por género y por dificultad no termine de entrar, porque visualmente es precioso.

    @airrel Ojo, que ni es muy metroidvania (a mi no me suelen gustar, este me encantó) ni es muy difíficil. Solo hay algún jefe que hay que repetir un par de veces, pero es todo bastante inmediato. Para ponerte un ejemplo, me pareció muuucho más tediosa y enrevesada la parte de metroidvania del primero que del segundo. Un placer de juego.

  4. NycteriX

    A mí me parece de lo mejor que he jugado esta generación. Audiovisualmente es una obra maestra pero es que jugablemente tiene una fluidez que hace que no puedas soltar el mando, mejorando en casi todo al primero: se mantienen las fantásticas fases de escapada pero, además, se suman unos jefes finales maravillosos. Y así con todo, se ha crecido en todos los aspectos.

    De hecho, el principal fallo que le veo al juego es no explotar todo lo que pudiera las herramientas que te pone a disposición: el combate es muy satisfactorio y te da absoluta libertad para usar el arma y las mejoras que quieras pero, por contra, no llega a haber verdaderos retos que te hagan exprimir al máximo lo que puedes hacer. Y eso es todavía más acusado en la parte de plataformeo: pocos (por no decir ninguno) juegos de plataformas 2D te dan tantas opciones que funcionan tan bien para moverte por el entorno pero, por ello mismo, creo que es fácil echar de menos zonas que supongan un verdadero reto y que te lleven a sacarle todo el jugo a la forma de moverse de Ori y todo lo que has aprendido a lo largo del juego. Ojalá una expansión con zonas verdaderamente retantes en todos los sentidos.

    Pero vaya, repito que me parece uno de los mejores juegos que he jugado en la generación y, en mi humilde y personal opinión, un juego al que un 8 se le queda bastante corto.

  5. Oldsnake

    A mi me entristece que en mi fatbox One los personajes del bosque y escenarios lucen muy pixelados, no entiendo la razón, es un juego precioso pero de ninguna forma es técnicamente exigente.

  6. Mikewan

    Yo también me esperaba más de un 8. Supongo que la dificultad poco exigente, habrá ayudado a bajar un poco la nota. Pero bueno, un 8 sigue estando muy bien.

  7. *Winnie*

    Para mi es el GOTY de momento. Muchas ganas de ver el siguiente juego de Moon, que por lo visto es un RPG.

  8. mio_tony

    Me da algo de pereza, aunque el 1 me pareció decente.

  9. gonzalo_ht

    @potajito
    Pues yo me quedé en la parte metroidvania del primero, así que si esto lo es menos me lo apunto para darle una oportunidad en algún momento.

  10. Javynolo

    Venga ya lo digo yo
    Ojala en Switch…

    PD: por cierto se menciona Hollow Knight al final, y me viene a recordar que no se analizo en esta santa casa no?

  11. darklm

    Le tengo la mira puesta desde que lo anunciaron, pero no sé si lanzarme a por él viendo que el primero tuvo dos versiones y termine comprando ambas, aunque admito no me había divertido tanto con un juego así en mucho tiempo

  12. raül

    Probé la demo del primero en Switch y fue tan tan diferente a lo que me esperaba (culpa mia supongo) que le di carpetazo y a otra cosa.
    Seguro que no tiene nada ver pero encontrarme con un hollow knight con combates descafeinafos y con brilli brilli … bajonazo.
    Entiendo que solo es la demo, pero fatal fatal.

  13. albertaker

    A mí me ha gustado. Al principio me parecía demasiado inspirado en el Hollow Knight (casi todas las novedades se pueden encontrar ahí) pero al final es muy continuista con el anterior, fluye como todo en este juego.

    Y como el primero, en cuanto mejoras al personaje hasta un punto,se convierte en un paseo con pocos hitos complicados, pero es un placer visual dar vueltas por estos mundos.

  14. PUNKOMAN

    Lo peor es que lo tuve que jugar en PC ya que en ONE, sin parche, iba regulero. Pero mira, mantener partida y a seguir a 60fps sin pagar un duro más, tampoco voy a quejarme mucho.

    En cuanto al juego, se agradece profundamente que pese a ser un metroidvania el backtracking sea mínimo, siendo uno de los más lineales del género que recuerdo. 11-12 horitas, una experiencia redonda y unas animaciones (los forúnculos de la araña moviéndose joder) que quitan el hipo. Yo hasta agradezco, en los tiempos de diarrea de contenido que corren, que sea conciso. Y el final…qué cosa más chula.

    Deseando ver qué puede hacer esta gente en una IP y género nuevo.

  15. pabliter

    BUen texto @Christian

    yo me lo empecé a jugar en la xbox one s y por suerte puede jugarlo en PC que había actualizado poco antes. por algún motivo en la one S el juego tenía unos bugs terroríficos y caídas de frames e incluso pantallazos. Lo bueno, es que pude seguir la partida en pc sin poblema con el guardado en la nube.

    El juego me parece mejor que el primero a nivel técnico. Le veo algún poblema con alguna de las misiones secundarias o es que yo no he sabido seguirlas (y mira que las indican en el mapa).

    Controles muy finos y ajustados, jefes espectaculares y tal vez, y solo tal vez, demasiadas opciones a la hora de elegir tipo de combate (siempre dudo si coger un tipo u optro de evoluciones o mejoras) y al haber tantas me pierdo un poco.

    Juego muy recomendable. Muy bonito. Muy entretenido. Tal vez 20 horas me duró para pasarmelo al 90% y pico

  16. Pechron

    Oportunidad perdida de subtitular el análisis «Más y mejOri». Por lo demás, el juego es precioso y si sale en Switch como el anterior, cae fijo, porque menuda maravilla.

  17. ErnestRodes

    Es un videojuego visualmente precioso, y uno de los exclusivos de Microsoft que más me apetecería jugar si tuviese un PC o una Xbox One.

  18. Christian Olivares

    @bliter
    Muy de acuerdo con lo de las opciones. Te dan muchas cosas, pero la gran mayoría no hace falta usarlas para pasarse el juego. Yo hay habilidades que juraría que no he utilizado en toda la partida.

    @pechron
    Fuck. Muy bien ahí.

  19. Ronso

    Obviamente es cuestión de gustos, pero al igual que Street of Rage 4, Ori and the Will of the Wisps es un juego de 10.

    Resuelve cualquier punto débil de la primera parte -que ya era excelente, y la mejora justo donde debe hacerlo-, artística y técnicamente está el top de la generación y la capa de pulido que necesitaba al lanzamiento se la han dado con un par de parches.

    Junto a Hollow Knight y DKC Tropical Freeze, es el mejor plataformas actual, género que nunca debió perder la importancia que merece.

    Luego les llueven los sobresalientes a los open world de moda, con su sigilo y hierba alta, todos iguales…

  20. DarkCoolEdge

    Qué bien volver a ver un texto largo tuyo ^_^