Controlar lo que la RAE define como un «cuerpo de volumen constante cuyas moléculas tienen tan poca cohesión que se adaptan a la forma de la cavidad que las contiene, y tienden siempre a ponerse a nivel» suena muy coñazo, pero si algo nos demostró el majestuoso Flower es que a veces encarnar a la naturaleza o las leyes de la física puede ser una experiencia muy divertida y hasta cierto punto catártica. Por eso este Puddle me ha entrado con una facilidad indecorosa: manejamos una serie de líquidos hasta su destino tirando de algo tan elemental como la gravedad y la inercia, y si os digo hasta qué punto eso es complicado, desafiante, y chachi piruli, probablemente no me creeríais. A ver si os convenzo. Veamos: pensad en el café, esa deliciosa sustancia aromática. Dejando de lado su función principal de ser bebido, degustado y estimular nuestro sistema endocrino, el café solo sirve para joder. Jode las camisas, jode los teclados, jode las mesas, jode el suelo. En este juego nuestra primera misión va a ser ayudarle en su árdua tarea, ya que empezamos con la vista puesta en un vaso de plástico lleno de café que debemos balancear hasta que se vierta. Si habéis jugado al ligeramente decepcionante LocoRoco, la cosa funciona más o menos igual: con los dos gatillos del pad inclinamos el escenario hacia izquierda y derecha hasta cierto límite, de modo que el balanceo será una herramienta clave para avanzar. Resulta sorprendente que un juego basado en una idea tan primaria y básica como llevar sustancias gelatinosas de un lugar a otro pueda tener una historia, pero la tiene. Una historia a su vez también rudimentaria y tosca, pero que funciona: seguimos el recorrido de este café en sus distintas fases por el mundo: del vaso al suelo, del suelo al desagüe, del desagüe a las tuberías, de ahí a la caldera, de la caldera (que, spoiler, terminamos haciendo explotar porque somos un supercafé espeso y con un par de huevos y si la misión es joder, pues se jode pero bien fuerte) al jardín, nos mezclamos con el pesticida y nos enfrentamos a plantas, nos depuran, llegamos a un laboratorio y somos engullidos… Todo un fascinante recorrido por lugares tan inhóspitos como el sistema digestivo humano, el sistema circulatorio o unas alcantarillas, convertidos en este caso en la mugre, con grumitos y todo, desprendida del cadáver de una rata tras ser rociada con pipí. Delicioso, ¿eh? El caso es que cada nivel tiene sus propia peculiaridad, e incluso el líquido cambia su comportamiento aumentando o disminuyendo en gelatinosidad, haciendo que se disperse en más o menos módulos, introduciendo nuevos elementos de ayuda u obstaculización, como los cambios de fricción, y en ocasiones hasta variando de forma bastante radical los parámetros de la mecánica de juego. Me dejó especialmente atónito el nivel del sistema arterial, en el que en lugar de desplazar las moléculas de líquido a base de inclinar el resto, lo que hay que hacer es bombearlas, asignando el juego a cada gatillo del mando un movimiento cardíaco de sístole y diástole (con vibración incluida), acelerando el pulso para subir e ir más rápido o aminorándolo para ir más bajo y más lento. Magistral. Pero tratándose más de un plataformas que de un puzzle, aunque no se pueda saltar, no nos iban a poner el asunto tan fácil. En todos los niveles hay peligros como metal caliente, plantas esponjosas, tubos de absorción y otras decenas de elementos malignos que intentarán diezmar nuestras reservas de líquido, señaladas en un indicador en forma de depósito en una esquina de la pantalla. Si descendemos más allá de la línea roja que hay en ese depósito (esto es, si perdemos demasiado líquido), el nivel se reinicia automáticamente. De este modo sus autores introducen un factor más de dificultad: si una fase en concreto nos exige llegar a la salida con mucha cantidad de fluido, las vamos a pasar bien putas para conseguirlo. Añadid a esto que las medallas desbloqueadas al terminar cada nivel se deciden en una ecuación que tiene en cuenta el tiempo empleado y la cantidad de caldo «salvada» y tendréis una estupenda montaña rusa de euforia, tensión y frustración, como una pequeña réplica de vuestra vida social. Los que esperen un puzzle, porque me consta que ese es el género que le han impuesto oficialmente, quizá Puddle no sea lo que busquen. Bien es cierto que en algunas ocasiones, sobre todo hacia las últimas fases, hay que darle un par de vueltas a ciertas situaciones para averiguar cómo se abre aquella compuerta o cómo puedo pasar por ese conducto evitando esa plancha vaporizadora o sin que un eructo de chorizo ibérico abrase las justísimas reservas de fluido que me quedan, pero no reside ahí su enjundia. La parte desafiante, lo que te pega el pellizco en la membrana de lo lúdico y lo adictivo, corresponde más a la ejecución. A tener paciencia y tenacidad. A dominar el timing, a afinar la precisión, a no desesperarse. Puddle es un título que, con mecánicas extremadamente accesibles en un diseño sencillísimo y sin artificios, se las apaña para proporcionarnos una seductora experiencia, satisfactoria pero muy desafiante y, desde luego, no apta para niñitas pataleantes. De hecho el juego nos ofrece dos «comodines» para pasar de nivel si estamos cansados de intentarlo, ¿y sabéis cómo se llaman? «Lloros». Brillante, joder. Brillante. [8]
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Si hubieras empezado la review con lo de los lloros no me habria hecho falta leer nada mas. Sold directo.
@lockeric
Lo sé.
@kamikakushi
Hey, sí. Gracias.
Sólo he probado la demo pero JUEGAZO. Y JODIDISIMO.
La hostia. Me encantan estos juegos.
Considérame convencido.
El juego pinta genial y el análisis es tremendo, como siempre, pero le pones un 8 y leyéndote uno diría que es un juego de 14,6.
¿Soy el único que ha reparado en que el 95% de los análisis de esta casa acaban con 8?
¿Soy el único que ha reparado en que el 95% de los análisis de esta casa acaban con 8?
Perdón por el double post :S
Triple post dirás…
Esto no tiene nada de original o que no conocen el FLUIDITY del Wii?
@mariachilocolima
No son comparables. El Fluidity tenía unas físicas como las de Adventure Time.
Admito tener un problema con los análisis de @pinjed, los dos o tres primeros párrafos suelen ser tan jodidamente buenos que cuando el análisis se vuelve mas convencional en su parte central, me acaban sabiendo a poco y solo espero llegar al final para que vuelva a sorprenderme con un último párrafo/chascarrillo magistral.
Así que el juego pasa a ser lo de menos y dá igual si es un posible GOTY o el mas mediocre de los juegos.
@pinjed
Será pero Fluidity es mucho mas divertido.
@jack_bauer Con Pinjed pasa como con @cohaagen normalmente lo que menos me importa es sobre qué están escribiendo. El bizarrismo de uno y el estilo del otro son suficientes para disfrutar el texto.
vaya análisis, si lo he entendido bien se le ha puesto la etiqueta «juego de puzzles» pero habría que diferenciarlo como puzzles de física y no de lógica, de estas cosas rarunas uno nunca se fía pero joder @pinjed te odio me lo has vendido
[ERROR DOBLE POST]
Hombre, yo creo que cuando requiere más habilidad que lógica (o una mezcla equitativa de ambas) es un error llamarlo juego de puzzles y ya está.
Eso sí, tampoco se me ocurren temas más tontos que como etiquetar a X juego.