A pesar de que el black metal nació en distintos puntos de Europa durante la llamada Primera Ola, se ha ido extendiendo la creencia generalizada de que su lugar de origen está en Noruega, y concretamente en la banda Mayhem. Es algo que la ortodoxia oficial del género nunca se ha molestado en desmentir, sino más bien todo lo contrario: conviene hacer hincapié en el relato del suicidio de Per Yngve Ohlin alias Dead, el vocalista del grupo, y del posterior asesinato del guitarrista, Øystein Aarseth a.k.a. Euronymous, a manos del célebre Varg Vikernes, hombre orquesta de Burzum. Que la banda más representativa y seminal del black metal fuese un grupúsculo de chavales desequilibrados que se autolesionaban con pedazos de vidrio sobre el escenario y se mataban entre ellos respaldaba de algún modo la plétora de rumores que ellos mismos se encargaban de alimentar: desde el culto a Satán hasta historias sobre entierros voluntarios en cementerios, ingesta de sangre, quema de iglesias y sacrificios rituales de animales antes de los conciertos. Hay cientos de anécdotas al respecto: se dice que Dead llevaba siempre consigo una pequeña bolsa negra que contenía el cadáver de un cuervo porque le gustaba oler el hedor de la muerte antes de salir a cantar, o que al descubrir el cuerpo de Dead después de suicidarse lo primero que hizo Euronymous fue ir a buscar su cámara de fotos y sacar instantáneas de su amigo muerto. Una de esas fotos, donde se ve a Dead con la cara reventada por disparo de escopeta a bocajarro, sirvió de portada en 1995 para el disco bootleg grabado en directo Dawn of the Black Hearts. La foto de un muerto tomada por un chalado al que habían apuñalado dos años antes.
La forma en que el black metal siempre ha ido recalcando los hechos más truculentos de su historia, y absorbiendo y procesando cada rumor y habladuría a cada cual más retorcida y sanguinaria, se explica porque es un género profundamente visual. La narrativa de nihilismo y locura que se ha ido construyendo a su alrededor ha beneficiado esa vertiente artificiosa de un estilo que, aunque a menudo brillante en lo musical y lo técnico, siempre ha pecado de apoyarse mucho en el factor estético. En el caso de algunas bandas es casi el único argumento, y esto es lo que parece haber sucedido con Slain!, un juego que invierte todo su talento en una sola cosa: la fachada.
Y qué fachada. Bastan un par de gifs o unos pocos segundos de tráiler para maravillarse con las bondades de una dirección artística sublime, sin fisuras, y con las ideas tremendamente claras: pixel art de la más bella y compleja factura para ilustrar una imaginería que bebe de todas las fuentes del heavy metal más oscuro: esqueletos empapados en sangre, insectoides del Averno, forzudos caballeros con el torso desnudo y la cabeza de un lobo, meteoritos calavéricos de sonrisa maligna o árboles que caminan encorvados sobre garras afiladas son solo algunas criaturas salidas de mil portadas de discos con tipografías retorcidas y casi ilegibles. Entornos de lo siniestro a lo abiertamente infernal con un aspecto barroco, recargado, y una riqueza ambiental que los juegos pixelados de hoy en día rara vez alcanzan gracias a un nivel de animación a la altura de sus dibujos. Partículas de hojas secas nacidas de los grises bosques otoñales de Noruega atraviesan la pantalla arrastradas por el viento que sopla antes de la batalla, enormes esculturas de voluptuosos atributos femeninos con una llama roja en cada mano, portones antiguos de madera carcomida enmarcados de piedra y musgo y coronados por cabezas demoníacas de gárgolas que hacen parpadear sus ojos rojos.
Quizá Slain! sea uno de los juegos más bonitos que haya dado esta nueva ola de pixel art, a menudo una excusa para apelar a la nostalgia sin demasiada inspiración, y en honrosas ocasiones como esta, auténticas obras de arte en movimiento.
Pero Slain! es un grupo de black metal que sube a un escenario en forma de pentáculo entre la niebla artificial, rodeados de antorchas y árboles quemados, ataviados con la más elaborada corpse paint y sus mejores galas satánicas, pero justo antes de atronar la primera nota se dan cuenta de que se han dejado los instrumentos musicales en el backstage. El desequilibrio entre su virtuosismo visual y el resto de facetas roza la tragedia. Y no es necesario entrar a detallar los muy abundantes problemas críticos al arrancar, cuelgues, bugs que rompen el juego, problemas con el control en teclado, congelaciones y demás desastres que vienen denunciando los jugadores (yo he jugado en Mac con un mando de PS4 sin problemas, pero sus foros rebosan más amargura y drama que un psicoanálisis de Dave Mustaine). Lo triste es que, hasta funcionando bien, Slain! sigue sin ser un buen juego.
Tratándose de un hack‘n’slash de la vieja escuela, sorprende negativamente lo poco que se han fijado sus responsables en algo tan esencial para el género como son las sensaciones. El peso del personaje, la impresión de que atravesamos carne a espadazos, la respuesta de los combos… No hay nada de eso en Slain!, en parte por culpa de la programación de sus mecánicas y su control y en parte por la casi total ausencia de efectos de sonido, que no solo vienen con un bajísimo volumen por defecto, sino que también son livianos en su diseño y en su coherencia con la rotundidad de lo que está sucediendo en pantalla. Es casi como un gif interactivo: muy bonito pero sin incidencia en nuestras manos, con feedback sensorial de un hacha inflable contra la nada absoluta.
Son cosas que se podrían solucionar con algunos retoques y actualizaciones, pero la esperanza de un nuevo día se oscurece como un eclipse apocalíptico cuando uno se arremanga, decide seguir con el juego a pesar de todo y se da cuenta de que ni siquiera el diseño de niveles, el razonamiento tras los puzles o la curva de dificultad hay por dónde cogerlas. Enemigos que caen con dos golpes comparten ruta con bichos que rondan el medio centenar de espadazos antes de claudicar. No hay ni el más mínimo rastro de estrategia en los enfrentamientos con jefes finales, que se limitan a esquivar sus patrones de ataque, golpear y alejarse hasta que la barra se agota. Ni la barra de maná, ni el ataque con proyectiles mágicos, la explosión que se lleva por delante a la mayoría de enemigos de la pantalla o las distintas armas que nos van proporcionando aportan algo de vida al mustio devenir de su descalabro jugable.
La somnolencia de Slain! en todo lo que no es maquillaje y pose resulta irritante porque es uno de esos juegos que uno quiere que le gusten, que evidencian un talento descomunal al primer vistazo. Esa puesta en escena (y una banda sonora brillante a cargo de Curt Victor Bryant, excomponente de Celtic Frost) le salva por los pelos de ser un atropello en toda regla, una de esas tomaduras de pelo que se merecen un numerito en rojo y una buena Hostia de Padre antes de salir por la puerta. El extático flechazo directo al corazón que muchos sentimos al saber de la demoníaca existencia de Slain! se ha convertido en una puñalada envenenada, o quizá algo peor: un disparo en la boca del estómago, que no solo es mucho menos glamuroso, sino que también duele una barbaridad y no suele acabar nada bien. [5]
Solo los usuarios registrados pueden comentar - Inicia sesión con tu perfil.
Uf, menuda decepción. Ha resultado ser una cáscara vacía, todo lo que no es estética falla estrepitosamente. En fin, esperaba bastante de este.
Es humo del que engaña
A mi no me afecta porque no paso por caja el año de salida, pero le ofrezco el pesame a los incautos compradores del juego
PD: Y lo del 5? Pensaba que si la parte jugable fallaba el juego no tenia mas que ofrecer y se consideraba un fracaso como tal, y aunque alguien se compre el juego solo para ver sus diseños entonces no se podria considerar «juego», no?
@triple_r
La cuestión numérica es complicada. Mi razonamiento ha sido: jugablemente es un 3, pero en gráficos y arte es una maravilla y además la BSO es espléndida. Aprobado raspadísimo por hacer muy bien algunas cosas.
Y también un poco porque la estética me apela mucho personalmente.
El 5 se lo gana cualquier juego que lo instales y funcione.
Desde que supe de su existencia sólo pensaba en una cosa al recordarlo, y era que la jugabilidad acompañara a su aspecto gráfico. Por desgracia tendré que pasar de él, no puedo con los juegos pobres en jugabilidad, por muy bonitos que sean.
El análisis fue un balde de agua fría.
@pinjed
Es que habia mirado la politica de puntuaciones y no le encontraba sentido
Gracias por explicarlo
Pinjed, me ha encantado el analisis.
Muy buen trabajo.
La metafora del principio que tanto te gusta usar para empezar los analisis te ha quedado genial. Muy bien explicado todo.
Felicidades.
¿Soy el único que se olía esa falta de jugabilidad desde hacía mucho?
«Slain!» es de esos juego que me recuerdan a ese bollo que compras relleno de crema, pero que cuando vas a comerlo ansioso al ver la buena pinta que tiene, por dentro solo hay aire y un poco de crema, pues estaba simplemente inflado.
«hacha inflable contra la nada absoluta» es un hallazgo
@haru
No estoy de acuerdo. Para que un juego sea pasable digo yo que al menos tendrá que ser un poco entretenido o divertido, no tener mal control…
No será el primer juego que me parece de suspenso sin tener problemas de bugs.
@elemith
Po no. El diseño claramente 1D se veía desde el primer trailer.
Que la luz nos lleve a todos, señores.
From the pinnacle…
To the pit.
It is a loooong wayyy baaaaack
Genial artículo, jamás pensé que se podría hablar de black metal noruego, Vikernes, Euronymous y el Inner Circle en un análisis de un videojuego. Una pena lo del juego, ahora sólo nos queda rezar por Mother Russia Bleeds que desde aquel anuncio en el E3 no se ha vuelto a saber de él.
De loco xD
Pues yo me cogía todo lo que tienen para hacer un nuevo diseño del gameplay, niveles, mecánicas etc… que con ese estilo y OST la verdad que ya hay que ser malos para hacerlo tan mal en el apartado jugable.
Pedazo texto. Brutal.
Yo es que no he tenido ningún problema con el juego, excepto con el sonido y su balance, y el control me parece perfecto, las zonas de saltos bastante chulas y la jugabilidad en genereal es buena…que no excelente.
Es cierto que le falta «sensación» a la hora de golpear (quizá sea lo que le hace parecer más común de lo debido) pero yo no logro ver un mal juego, sino más bien uno que no ha sabido destacar.
Yo lo he disfrutado bastante, la verdad.
EDIT: lo de los enemigos es cierto, suelen ser muy resistentes, pero en mi segunda ronda me percaté de que depende mucho del arma elegida (no es lo mismo matar brujas con el arma de fuego que con el hacha [con esta es imposible, de hecho) o la espada simple), por ejemplo. También es cierto que no hay combos, pero existe la posibilidad de realizar un ataque especial (una magia tocha que afecta a todos los enemigos en pantalla), una contra bastante bien sincronizada que acaba en decapitación, decapitación simple para enemigos menores (de esta forma se recupera algo de maná ), parada de ataques mágicos, ataque a distancia y esquiva, fases de scroll forzado en forma de lobo gigante… Quiero decir, hay más de lo que parece a primera vista (Y, curiosamente y como antaño, no se explica nada durante el juego, tienes que aprenderlo por ti mismo).
Que conste que el análisis me ha parecido estupendo, señor @pinjed , pero por algún extraño motivo mi posición es algo más positiva, ya que me parece más un juego de 6 o de 6,5 (yo lo aproximaría mucho al 7) que un cinco raspado. (El final es para dejarlo en 6………..)
En cualquier caso, comparto que en cierto grado es una decepción, porque parecía mucho más especial en la distancia. (Por cierto, yo en mi recomendación tampoco pude evitar mencionar al Inner Circle…).
saludos!!
Joder que putada, le tenía muchas ganas.
Cuando el análisis es mil veces mejor que el juego.
Qué bueno eres, Pinjed. Cago en dios ya.
Lo compré en gog el día 1, y me quede descontentísimo con la basura jugable que es. a los dos minutos, sin exagerar, esta ya harto de juego. Por no ofrecer, no ofrece ni opciones en el menú de opciones!!!!! se limita a más y menos volumen de banda sonora y efectos sonoros.
Afortunadamente me han devuelto el dinero, que solicité la devolución.
NO LO COMPRÉIS
En GOG, al día siguiente de ser lanzado, ya había una versión actualizada que solo mostraba el fallo del sonido (se baja un par de puntos y queda solucionado).
Saludos!
Pues vaya chasco! Esperaba vuestro análisis porque ya se barruntaba que no olía bien, aunque sonaba de maravilla!
Me voy a escuchar un rato al sr. Mustaine a ver si me alegra la tarde. 😈
Pedazo de primer párrafo. No tenía ni idea de esas historias.
Una lástima lo del juego, hacía tiempo que me había entrado muy fuerte por los ojos. Carne de bundle.
Bonito sí que es el juego, ya deberían hacer más juegos pixel art así. El análisis, excelente.
Que lastima se veía muy bueno
Un 5 al juego, pero un 10 a los dos primeros párrafos del artículo. WAHT
Yo viendo los vídeos previos al lanzamiento ya noté alguna cosa rara con animaciones como el salto, pero no me esperaba ni de coña que fuese un desastre jugable.
Una pena porque me ponía todo burro el pensar que pudiese ser el juego metalero por excelencia, esperemos que aprendan de este y para su siguiente intento lo borden donde fallaron.
Ahora solo espero que lo de mañana con Hyper Light Drifter no sea un chasco similar WAHT
Me uno al bajonaco general, porque la ambientación y la bso me llamaban mucho la atención. Carne de futuras rebajas, cuando duela menos pagar por un envoltorio bonito con poca chicha dentro…
Al menos ha servido para que, a través de este excelente análisis, alguno conozca la enternecedora historia de Mayhem y los inicios del Black Metal. Puro amor. Putos vikingos disfrazados de mapache…
Los problemas de jugabilidad ya me los temía, me pasa igual con hyper light drifter, son muy monos pero estas todo el rato haciendo lo mismo.
Vaya por dios, qué decepción. Al ver algunos gifs algo se intuía, pero no me esperaba tal desastre. ¿Cuándo llegará un juego que honre un poco al género? (Brütal Legend no vale)
Juego para foticos y poco mas.
HOSTIA.