«Necesita un milagro», me decía Pep procurando que no me ilusionara demasiado con la resurrección de Splatterhouse tras tres generaciones a base de ports y revivals de poca enjundia. «¿Pero es muy gore?», le preguntaba yo haciendo caso omiso a sus intentos de disuasión. Y es que cuando uno repasa el juego original y se molesta en fijarse en el momento cultural en que nació y respondiendo a qué tipo de demanda se da cuenta de que mi pregunta escondía el auténtico leitmotiv de la saga, que aquí lo único que de verdad importa es, efectivamente, la sangre. Por aquel entonces Freddy Krueger nos brindaba ya su cuarta pesadilla, posiblemente la más juvenil y descarriada de la saga, e incluso se estrenaba la serie de televisión que consagraba al entrañable psicópata onírico como el moderno movie monster (compartiendo podio con Jason Voorhees, que ya andaba por su séptima matanza, y Michael Myers, que tras su quinta visita a los vecinos de Haddonfield la cuarta, en realidad decidía colgar el cuchillo y tomarse algo más de un lustro sabático) en la época dorada de la casquería y el disfrute descarado por la ultraviolencia de verbena. Pero los videojuegos aún no tenían nada que extrapolase esa insaciable sed de sangre que presentaban un buen número de adolescentes, así que Namco decidió arriesgarse y la jugada le salió redonda: Splatterhouse no era un gran beat’em up, ni un gran plataformas. Carajo, ni siquiera era un gran juego si debo ser honesto, pero tenía algo único hasta el momento como era ese culto a la tripa, la podredumbre y los monstruos que más que miedo daban pena y asco, babeantes, cubiertos de tumores, arrastrándose hacia nosotros como podían para que termináramos de una vez con su sufrimiento. Y además lo hacíamos controlando a Rick, un perdedor al que las circunstancias han convertido en una bestia muy alejada de la imagen del príncipe en busca de rescatar a su princesa. Su físico y esa máscara maligna evidentemente inspirada en Viernes 13 nos daba a entender que nuestro personaje era tan malo o quizá más que aquel hatajo de mindundis con la piel del revés que habían osado llevarse a nuestra amada Jennifer. Fuego con fuego, que dirían los Scissor Sisters. ¿Y qué nos depara entonces esta nueva versión de Splatterhouse? Pues básicamente la misma filosofía. Estamos ante un beat’em up del montón, con una cámara terrible y momentos de plataformeo que son más un lametón en la oreja al fan de la saga original que un valor añadido al título, con una mecánica de combate imprecisa, tosca y falta de ritmo que incluye repetitivas secuencias de obliteración excepcionalmente violentas que hacen gracia dos veces pero a la tercera empiezas a preguntarte por qué has sido tan idiota de volver a pulsar el botoncito rojo. El desarrollo de los niveles es el que cabía esperar sabiendo lo anterior: estancia, enemigos, siguiente estancia, más enemigos y de vez en cuando el pequeño homenaje al original haciéndonos avanzar en scroll horizontal saltando fosos y zonas de pinchos retráctiles. Se agradece la diversidad en este sentido, precisamente uno de los puntos débiles de la saga, pero lo cierto es que a juzgar por el trabajo puesto en este tipo de fases, parece que se haya incluido a regañadientes, obligados por una distribuidora obsesionada con saciar a los puristas de la franquicia. Como decía Pep en sus primeras impresiones, el desarrollo del juego ha sido problemático hasta el punto de llevarse por delante a un estudio entero, y quizá ese sea uno de los motivos de que el resultado haya sido un juego tan huérfano de espíritu y carente de la audacia del primer Splatterhouse. Ni siquiera la dirección artística, muy cuestionable pero también firme en sus propias convicciones y su propia búsqueda de lo brutal, ha conseguido darle una personalidad rotunda y distinguible. Quizá sea esa influencia del cómic la que lo haya alejado de sus viscosos burbujeos originales, de esa mezcla de asco y fascinación por encorvadas criaturas fetales cuyos tejidos ceden con pasmosa facilidad frente al impacto de una barra de metal y terminan aplastados contra un muro, deslizándose lentamente como un tomate podrido. El nuevo Splatterhouse es más furibundo, más enérgico, de una violencia más feroz y unos diseños más agresivos, y aunque esa revitalizada mala leche debería contribuir positivamente al resultado final, la cruda realidad es que se convierte en otro clavo más en su ataúd. La posibilidad de desbloquear los tres juegos originales y el puro completismo se tornan en las únicas razones de peso para hacerse con este título siempre que el precio entre en los márgenes de lo razonable. Si no conocisteis en su momento al original, un verdadero fruto de su tiempo difícil de disfrutar a los mismos niveles ahora que la sangre y las cabezas arrancadas a hostias son el pan de cada día en el medio, me temo que solamente os queda la esperanza de que los incontables litros de plasma y las costillas al aire toquen algún resorte subrepticio en vuestro interior que os haga pasarlo en grande con esta revisión que asoma medio cuerpo por el abismo de lo fallido. Conmigo, desde luego, no ha funcionado. [5]
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pues sí.. lo empecé en el modo salvaje y me quedé intentando hacer combo combo combo + splatterkill hasta que me di cuenta que el juego no soporta combos.. pero tiene algo bueno los chorretones de sangre y vísceras repegándose al fondo de la pantalla cuando sales y entras en los menús son la polla..
me acabo de registrar en vuestra web un saludo anaiter@s
Solo comento para decir que me al ver el título me he reído y he dicho en voz alta «por Pinjed, cómo no». En breves leeré el análisis.
Pinjed, una pregunta, ¿Los tiempos de carga son tan pesados como dicen? He leído que son muy largos y que afectan al ritmo de juego.
Verbena, amigos catalanoparlantes.
No pintaba muy alla, pero al menos tenia ilusones de que podia ser mas o menos aceptable. Por lo que parece no llega ni a eso.
Habra que esperar a que le bajen el precio.
Coincido contigo en todo lo que has dicho, pinjed. No esperaba menos de ti si te había gustado aquella frase mía… xD
Epetekaun, sí, los tiempos de carga son MUY pesados. Al principio estuve a punto de tirar el juego por la ventana, porque me mataban muchas veces (lo puse en nivel Salvaje, creo que se llamaba) y no aguantaba tantas pantallas de carga largas y tediosas, pero como lo había alquilado no era plan…
@Aratz
Lo tienes en Zavvi a 23
Se veía venir…
valla no se demoraron nada en el analisis.
y sobre el juego como con el original simplemente le are fo, un tu contra el barrio sobrevalorado que lo unico diferente es el gore y la ambientacion.
@doggonelover
los originales los tienes íntegros son un desbloqueable más, amén de un modo desafío, imágenes de diseño y otras ñoñerías, mi consejo: espérate a que baje de precio
@rojovelasco
Gracias por el aviso. Esperare un mes o dos y ya lo tendran por 15 o menos
@doggonelover
Si, si que vienen, es una de las razones porque le quiero echar el guante, pero sin prisa.
@Taban
¡Corregido, gracias!
Para mi es una maravilla en cuanto a la esencia, que como bien dices, y además de sus novedades como título de la generación actual, suma el poder rejugar los de la Megadrive. Eso lo convierte en muy atractivo.
Es de mucho agradecer que te den los tres arcades del Splatterhouse incluidos en el juego, y que no te hagan pasar por caja en el Live para tenerlos.
Otro que se esperará a que esté por 10 pavos o así, que por lo que se ve, no tardará mucho. Buen análisis.
pues tío a mí me está satisfaciendo a tope el jueguico, me encanta. Los combos que vas adquiriendo son muy intuitivos y los utilizas casi sin pensar, no como en otros juegos en los que necesitas el cerebro del puto Einstein para memorizar la lista de movimientos. La música es un deleite, hay que ser sordo para que estas melodías no te hagan bajar la vista hacia las manos para ver si el mando que sostienes es el de la xbox o el de la megadrive (salvo cuando suena el heavy, que es aún mejor). Y qué decir de la matanza contínua que hay en pantalla: puñetazos a la cara, tuberías, machetes, presas, chorros y charcos de sangre, y escenas QTE ultragore de un par de botones. Compré el juego en Game por 13€, voy por la fase 5 y lo estoy disfrutando muchísimo. Es un bocado simplón y super brainless, está claro, pero cumple muchísimo su propósito y encima con los 3 originales. A este juego se le ha tratado peor de lo que merece, que a nadie le quepa duda.
Por cierto lo de los tiempos de carga pues sí, es un coñazo: cada vez que te matan el juego se tira un buen rato (unos 10 segundos en lenguaje de hoy en día) cargando, da bastante por saco pero es todo, mientras juegas no hay cargas ni nada. Esto pasa aunque tengas el juego instalado en el HD