Pues a mí Masahiro Sakurai me hace pensar en SEGA, qué quieres que te diga. Jugando al genial Kid Icarus: Uprising no podía dejar de imaginar lo glorioso que sería recuperar a Alex Kidd de una forma similar. Lo de Super Smash Bros. es más evidente: es el tipo de juego que cualquier compañía querría tener. El que algunos han intentado imitar. El que solo Nintendo puede hacer.
Es envidia sana, desde luego. No puede uno enfadarse con el Smash porque, como dicen en las películas, es más grande que tú y que yo: el valor que tiene como celebración, casi como museo, es de todo menos anecdótico. Los trofeos coleccionables, las descripciones graciosas y los temazos a desbloquear son parte fundamental de un proyecto cada vez más inclusivo; está Luigi y está Kirby, pero también hay Tetris, hay Galaga y, nunca se dirá lo suficiente, las mejores versiones de Sonic, Pac-Man y Mega Man que hemos visto en varios años. La cantidad de cariño que maneja y lo bien que lo reparte es quizás la característica más destacable del juego.
Super Smash Bros es también interesante como espejo de la propia Nintendo. Si le hacemos caso, la compañía no ha cambiado tanto durante estos últimos años: la entrenadora de Wii Fit es una más de la familia y Wario vive ahora en su mejor minijuego, con esa madre histérica que nos quiere a todos durmiendo cuando las luces se apagan. No hay personaje o referencia que se le resista, absolutamente todo se incorpora y se acomoda con una naturalidad increíble. Literalmente: para muchos, lo del perro de Duck Hunt tenía que ser fake sí o sí. Pero ahí lo tienes, como uno más en la lista de los nuevos que incluye también a Little Mac —necesita solo un par de ganchos para convertirse en favorito—, a la encantadora Palutena —por su culpa, este es el juego con mejor guion de 2014— o al Aldeano de Animal Crossing —su ataque de plantar, regar y talar un árbol para que caiga sobre el rival es un sueño de artes marciales.
Hay que ir a los detallitos para hacerle justicia a Smash Bros. Las generalidades lucen menos, aburre hablar de porcentajes de daño, de movimientos de recuperación, de Pokéballs y de equilibrio en la plantilla. Nada de eso apetece especialmente si no es con un mando, a poder ser de Game Cube, en la mano; entonces sí, lo que sonaba a juego de lucha simple y sin gracia se convierte en un divertimento inagotable. Soy incapaz de verlo como algo que no sea un juego de sofá con amigos, debo confesar. Por pasar, paso hasta de un online que funciona bien, pero que no es lo mismo.
Lo poco que quiero saber me llega para apreciar que aquí hay más de Melee que de Brawl, y me parece fantástico, pero también creo que se podría haber mirado un poco más hacia adelante. En Eurogamer.net hablaban de unas «expectativas a cumplir» que probablemente han marcado en exceso el diseño de este Smash; aunque sus intenciones no podrían ser mejores, porque se parte del respeto al fan, sí llega a notarse cierta obligación. Responder a las necesidades conocidas es aquí más importante que crear algunas nuevas, era preferible hacer más —lo cual es muchísimo— que hacerlo mejor.
Sí es evidente lo que se ha ganado en cuanto a gráficos, pues la alta definición llega, por fin, con luchadores más expresivos y combates más legibles. No encontramos aquí la iluminación mágica del Capitán Toad ni la belleza next gen de Pikmin 3, pero la apuesta por los 1080p y 60 fps es incontestable y la coherencia del conjunto, a nivel visual, es un pequeño milagro.
Sin eso, Super Smash Bros. para Wii U no podría haber sido más papista que el Papa: el modo para ocho jugadores, excesivo y magnífico, se acuerda hasta de los que tienen que sentarse en el suelo y acaba siendo un party game mucho más efectivo que Mundo Smash, una modalidad extraña con tableros, putaditas y palos en las ruedas.
En eso, de nuevo, puede perderse uno solo si lo necesita. Como en la versión portátil, capas y más capas de menús se reparten una cantidad casi absurda de modos de juego, porque de otra forma no caben tantos retos y trofeos. Todo está conectado de una forma muy pensada, los desafíos se aseguran de que no te dejas nada: ni nuestro querido saco en el campo de béisbol, ni las pruebas de supervivencia contra montones de pequeños Mii, ni los ataques alternativos con los que puedes tunear a los luchadores, ni el final auténtico en La Senda del Guerrero…
Es algo abrumador, en todos los sentidos; sin un tutorial digno de ese nombre ni un entrenamiento específico para cada personaje, cuesta saber por dónde empezar. Incluso si vienes con lo básico aprendido de entregas anteriores, tal vez eches de menos alguna explicación más avanzada sobre los combos, una curva de aprendizaje clara, para afrontar con garantías las pruebas más trambólicas de Master Hand y Crazy Hand. Y es que la flexibilidad de Smash Bros se aplica también a una dificultad que va del cero al cien con parada en todos los números.
Con la confianza de quien sabe que esto se le da así de bien, de quien ha convertido una pachanga simpática en una enciclopedia videojuerguista, la respuesta de Nintendo a esos pequeños problemas es la misma que repite ante todas las dudas, ausencias —para ti Ice Climbers, para mí Wonder Red— y carencias de Super Smash Bros: CALLA Y JUEGA. En ello estamos. [9]
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BRAVO.
Por cierto, para quien viva en BCN: El pasado viernes, en la FNAC de Diagonal Mar tenían adaptadores y mandos de GC a patadas 😉
Sinceramente, pensé que al final Pep no lo conseguiría (como muchas otras veces…xD). Voy a leerlo.
No puedo negar que hechare mucho de menos El Emisario Subespacial. Me parecio un modo historia cojonudo, asi como un plataformero de lucha glorioso. A dia de hoy le sigo hechando horas
Joder, qué gran análisis. Ha merecido la pena esperar.
Lo compré de salida, es mi primer Smash, y sí que es cierto que me he visto superado y abrumado, pero en seguida empecé a divertirme de mil formas distintas. Y las que quedan.
Yo el único Smash que he jugado ha sido el de N64 y tampoco es que me haya parecido un gran juego ni mucho menos, los posteriores ni los he tocado, es lo que tiene haber pasado olímpicamente de las consolas de nintendo desde Cube en adelante.
Este ultimo Smash lo he visto frecuentemente en centros comerciales, pero ni siquiera me he acercado a jugarlo, con verlo me basta, que me conozco y se que probablemente me va a acabar enganchando y las ganas de comprar una Wii-U serían inminentes, que cuando jugue el demo de Mario Kart 8 no me quería ir y me tuvieron que sacar de la tienda con guardias.
«Pues a mí Masahiro Sakurai me hace pensar en SEGA, qué quieres que te diga. Jugando al genial Kid Icarus: Uprising no podía dejar de imaginar lo glorioso que sería recuperar a Alex Kidd de una forma similar.»
Frase del año.
Pues a mí en escenarios me ha encantado comparado con brawl, que eran todos plataformas volando por ahí (aquí se recuperan unos cuantos)
Pero hay unos cuantos muy únicos, con un metagame interesante (el de DK, el de Ridley, el de la caverna de kirby, el de wrecking crew) Lo que es incompresible es que han recuperado el de dk clásico.
«Pues a mí Masahiro Sakurai me hace pensar en SEGA, qué quieres que te diga. Jugando al genial Kid Icarus: Uprising no podía dejar de imaginar lo glorioso que sería recuperar a Alex Kidd de una forma similar.»
Frase del año y goty. Entre esta frase y un podcast sobre Dreamcast hoy casi lloro. Que alguíen compre Sega y haga lo que tiene que hacer. Dreambox, Mega Nes……necesitamos que Sega vuelva.
No debería haber leído el análisis, que no me puedo costear una Wii U… xD
Vengo a hacer ruido por lo de Alex Kidd… con la cabecera de mi perfil anaitero:
Ay, mi primer juego. En la PSP lo tengo metido lleno de savestates para echar partidas rápidas.
Por triste que suene, yo también suscribo lo de que lo mejor para el legado de Sega es que venda las franquicias cucas a Nintendo y termine de morir de una vez, como los osos panda.
Como reza el análisis, -genial por cierto- a Smash Bros no se le puede exigir nada porque es una oda al trabajo puro y duro de la programación y un besito de abuela en la frente con cada nuevo desbloqueable en forma de trofeo, aliado, tema de música etc
Sin embargo y como nintendero ya maduro después de muchas generaciones comprando sus máquinas, he visto que al igual que con Zelda, incomprensiblemente cada nueva entrega desde el Melee y Wind Waker, en vez de ir para adelante en términos de diversión, han ido para atrás.
Este Smash se me está haciendo como muy pesado, y eso que el Brawl ya lo jugué una cuarta parte de lo que jugué el Melee por sentir algo parecido. Pero como ya comenté a mi entorno a las pocas horas de juego, pese a llevar mucho sin jugar a ningún Smash (el de 3DS no lo toco ni con un palo), la sensación que he tenido es como si lo hubiera jugado hace 2 días. Eso hasta cierto punto es bueno, pero también muy malo.
Pongo a Mario Kart como referencia para próximas entregas de Smash y Zelda a Nintendo si quieren volver a sorprender bien.
+1 al Luigi 😀
A ver si engancho a los amigos, que el insulto cara a cara es mucho más satisfactorio que por la red de redes 😛
La primera sensación que me ha dado el juego es que no sabía por donde empezar, un poco abrumadora. Pero poco a poco uno le va cogiendo el tranquillo y a disfrutar.
Al leerlo precisamente me he acordado de ti xDD
Genial análisis, estoy con Pep, me faltó un Wonder Red!!! 🙁
Si le meten algo de platinium le cascais el 10
se os ve el plumero xD
El análisis antes que el podcast. xD
Genial el análisis. Es un juego divertidisimo al que le estoy echando muchisimas horas. En cada maratón con amigos redescubro un personaje. Ayer le tocó a wii fit trainer que es un personaje cojonudisimo. Muy divertido y con unas animaciones hilarantes.
Es un nuevo smash, con todo lo bueno que ello implica.
Joder si, un Wonder Red con los skins a lo bowsy lo hubiera petado tan fuerte… y cambiándoles el ataque especial con todos los protagonistas, o que fueran alternando según el ataque… anda que no había posibilidades!
Tendremos que esperar a la Nintendo Vita con El Smash 5 y el Wonderful 102 (si yo quiero pensar que habrá un Wonderful 102 dejadme en mi mundo).
El análisis fantástico Pep, si todos sabemos que eres un hombre de palabra aunque tu fama diga que no xD
A mí me falta una Bayonetta repartiendo estopa, pero en general el juego me parece al nivel de siempre. El de WiiU no lo estoy tocando tanto por falta de tiempo, pero al de 3DS le estoy sacando el jugo a base de viajes en tren.
Ahora que leo que echamos en falta tantos personajes, y viendo lo bien que lo han hecho con MK8, me relamo sólo de pensar en cómo serán sus DLC’s…
Es cierto que para los neófitos se hace un juego un poco abrumador, pero hay que perder el miedo y simplemente, empezar a jugar. En seguida empieza la diversión.
Me falta tiempo para darle como se merece, pero ya llegará el momento. Eso si, las dos sesiones maratonianas con amigos que he podido hacer han sido muy épicas. Hay algo muy mágico en ver a Mario, Megaman, Pac Man y Sonic dándose guantazos en un escenario del Galaxy; y yo diría que el random del selector de personajes no lo es tanto, porque estas combinaciones salen de vez en cuando para hacer del mundo un lugar mejor.
La verdad es que me esperaba un 10 como una casa. El análisis es tremendo, se nota que le has dado fuerte. Yo por ahora estoy encantadísimo con el juego, tanto en 3DS como en Wii U. Juegos como este son los que reafirman a Wii U como la mejor consola «Next-gen» para las navidades.
PD: Antes que a Bayonetta, prefiero mil veces a Wonder Red en un Smash.
@apache
A mi me pasaba algo parecido, me parecía que no terminaba de despegar. Pero después miré cuantas hora llevaba y me sorprendí. 26 horazas y lo que me queda…
Y ninguna mención en el análisis a esos monstruos psicópatas llamados Amiibo.
Ahora en serio, me da miedo mi Samus amiibo, socorro.
Mataria por un DLC Platinum: Bayonetta, Wonder Red, Jeanne, Wonder Blue, Rodin y Wonder Green……….,
CLONK!!!!!
Vale, estaba soñando otra vez…