Un nuevo y prometedor despegue

Análisis de The Council – Episodio 4: Burning Bridges

Análisis de The Council - Episodio 4: Burning Bridges

Anteriormente…

Análisis del Episodio 1: The Mad Ones
Análisis del Episodio 2: Hide and Seek
Análisis del Episodio 3: Ripples

A raíz de las recientes conversaciones sobre el crunch y las condiciones laborales de los desarrolladores, una artista española, con experiencia en el sector, señalaba varios matices a tener en cuenta para poder hablar del tema. Sin defender en ningún momento a los estudios que recurren a estas prácticas, argumentaba que, en parte, son consecuencia del mal funcionamiento de la industria. Un videojuego —por lo general— es un objeto multidisciplinar en el que trabajan varias personas durante un largo periodo de tiempo. Ese trabajo y ese tiempo cuestan mucho, mucho dinero y un retraso puede multiplicar las cifras de producción y disminuir los ingresos. La creación es una fina lámina de hielo con muchas papeletas de romperse.

El aficionado, además (y esto ya es de mi cosecha), está acostumbrado a pagar un precio alto por un alto número de horas y cualquier otro trato le parece sospechoso. Así, muchos desarrolladores descartan trabajar en títulos de longitud media o corta por considerarlos más difíciles de rentabilizar. Entre los nuevos modelos de distribución para sortear este problema está la serialización.

El debate sobre las ventajas y los inconvenientes de los juegos por capítulos está íntimamente asociado a The Council y no solo porque durante mis análisis me haya empeñado en introducirlo a la menor ocasión, sino porque en este cuarto episodio el título vuelve a dar un vuelco y reconecta con la calidad, los temas y la ambición presentada en el capítulo inicial. De nuevo, es inevitable pensar que, quizás, de no haber tenido que rellenar partes o de haber podido consumirlas todas de un tirón estaríamos hablando de un producto más sólido. Con un inicio contundente y un final que, parece, va a seguir la misma estela, The Council no se merece la pereza que ahora me ha producido. Lo único que puedo hacer es ser justa durante el análisis.

Burning Bridges se inicia tras los traumáticos y atrevidos acontecimientos con los que cerraba Ripples. A diferencia del resto de los acertijos anteriores, el último (en mi caso fallido) nos trajo serias consecuencias que se mantienen durante el cuarto episodio en forma de agradable tensión. La sensación de que nuestras acciones producen reacciones que no podemos desestimar. Narrativamente, se divide en dos grandes misiones siendo la primera un puzle clásico a gran escala en el que tenemos que recopilar información para poder escoger correctamente entre varios objetos similares. Este acertijo se distancia de los presentados anteriormente en donde la necesidad (totalmente autoimpuesta, como descubrimos en este mismo episodio) de introducir referencias a la biblia o a diversos cuadros famosos hacían posible terminarlos, Wikipedia en mano, sin necesidad de pararse, siquiera, a investigar. El enorme puzle que inicia Burning Bridge, y las condiciones en las que lo hace, resultan altamente satisfactorias y, pese a que su dificultad no es demasiado elevada, el aplicar dotes detectivescas, de observación y de deducción resulta tan gratificante como podríamos esperar.

Análisis de The Council - Episodio 4: Burning Bridges

Justo a mitad del episodio encontramos EL (en mayúsculas) giro de guion que, considero, hubiera funcionado mejor y podríamos haber aprovechado más, de haberse producido antes. Este momento funciona como una ruptura. The Council por fin muestra todas sus cartas, señala a sus personajes y explica —de manera quizás demasiado literal— cuáles son sus temas. El juego gana enormemente dejando a un lado la ambigüedad y demuestra que los escritores sabían perfectamente a dónde se dirigían. La explicación, pese a mis dudas iniciales, ata todas las tramas abiertas, explica el comportamiento de los personajes más rocambolescos e, incluso, justifica la elección de la época de su ambientación.

Aunque la forma de entregar la información al jugador es bastante perezosa: un diálogo que se siente como un interrogatorio (en el que se elimina el componente de tiempo o de fortalezas/debilidades que guía el resto de interacciones) con un personaje que, precisamente, no es muy dado a charlar, lo que nos cuenta nos interesa, a la vez que subraya que, debajo de todo ese disfraz religioso, histórico y político, The Council tiene lore propio y no tiene miedo a usarlo. Este punto de inflexión funciona como reenganche a una historia que quizás ha sido estirada pero que ahora se ve con una luz que no solo es nueva sino, además, propia.

Burning Bridges nos presenta e introduce en una batalla que no está protagonizada ni por el bien y el mal, ni por ángeles y demonios. Todo es mucho más gris. Con dos bandos moralmente reprobables el juego no se corta en presentarnos el progreso en forma de un capitalismo que esconde nuestras cadenas pero, en muchos sentidos, nos somete más que cualquier otro sistema de gobierno anterior. El equipo de The Council no duda en insinuar que la abolición de la esclavitud, la emancipación de la mujer, así como otros avances sociales, al final han terminado por beneficiar a «los de siempre», manteniéndolos en el poder. Tras ese discurso deja a nuestra elección decidir lo que hacemos con esa información, una jugada fresca que ayuda bastante a volver a identificarnos con Louis.

Análisis de The Council - Episodio 4: Burning Bridges

La segunda parte del episodio consiste en pequeñas revelaciones separadas por retos menores, para alguno de los cuales, para mi alegría, tenemos que volver a recurrir al lápiz y el papel. Resolver códigos alfanuméricos ingeniosos, tomar decisiones y superar batallas dialécticas hacen de este capítulo toda una delicia tanto para los fans de los puzles como para los que disfrutan con las historias bien pensadas. Llegados este punto hay que hacer una breve pausa. A la vez que The Council rechaza la mitología y el folklore tradicional en favor de uno propio, también recurre a clichés y tropos que muchas otras ficciones tienen superados. Ya en el análisis del episodio dos comentaba lo innecesario de la sexualización del personaje de Emily Hillsborow. Para el episodio cuatro el equipo aún no ha aprendido a tratar bien a las mujeres y no solo las utiliza como eye candy sino como shock value. The Council se construye a través de mujeres muertas.

A lo largo de los cuatro episodios, The Council ha perdido a cinco personajes y cuatro de ellos son femeninos. A dos de los cuales es imposible salvarlos con nuestras acciones. Quizás no hubiera mencionado esto de no ser porque una de las muertes es dejada totalmente a nuestra elección. Creyendo que era imposible que el juego me dejara acabar de manera explícita con una de las vidas (y tentada por ver qué sucedía en realidad) me encontré de repente asfixiando a una de las invitadas a la mansión Mortimer. Lo más doloroso fue ver la falta de consecuencias. En el capítulo inicial, The Mad Ones todos se olvidaban rápidamente de la mujer que yacía en la sangrienta habitación. Poco después descubríamos que la muerte solo era una herramienta de diseño, una estratagema narrativa, poco sensible, para hacernos interaccionar y sospechar de los demás. En The Council las mujeres son cosas y, en consecuencia, se usan como tal.

Pero pese a su innegable machismo no puedo evitar tener ganas de llegar al próximo episodio, de conocer cómo todo se cierra y se plantea el punto y final. Jugar con la información recién descubierta y probar las nuevas habilidades que he podido desbloquear. No queda nada de la apatía y del desencanto que acompañaba a los episodios anteriores, como Louis, ahora estoy despierta. Lo único que lamento es el tiempo «desperdiciado» antes. [8]

Redactora
  1. robertosf92

    Tienes pensado publicar cuando salga el quinto un análisis ( o aunque sea un párrafo dentro del análisis del quinto) valorando el juego en su conjunto? Quise esperar a que terminara de publicarse y leyendo los análisis separados no me queda claro si el juego en si merece la pena o si es, en general, normalucho con momentos notables y ya

  2. Marta Trivi

    @robertosf92
    No tenía pensado hacerlo pero me parece muy buena idea. Me la apunto 🙂 (hasta ahora lo que tengo claro es que es una buena idea ejecutada de forma regular)

  3. robertosf92

    @martatrivi
    Bueno, supongo que pasaré, pero voy a darle el beneficio de la duda hasta que esté completo…