The Plague Doctor of Wippra

5 de octubre de 2022
PC
Electrocosmos / Application Systems Heidelberg

Una de las subtramas más breves en The Plague Doctor of Wippra nos lleva a la sala de visitas de un pequeño monasterio en la que nos espera, sentada bajo el cálido sol de la mañana, una condesa. La mujer, que sufre constantes migrañas, nos informa de que su médico de confianza ha fallecido por la peste y que nosotros tendremos que continuar aplicando su tratamiento habitual: sangrías trimestrales en partes concretas del cuerpo que se identifican siguiendo la teoría astral. Podemos negarnos, por supuesto. El juego pone a nuestra disposición varias opciones que nos permiten desde obedecer sin rechistar los requisitos de la señora hasta poner en duda la efectividad de procedimiento. Pero hay una cosa muy importante que tenemos que tener en cuenta, el juego se ambienta en un siglo XVI en el que las sangrías no solo eran habituales sino que estaban consideradas un importante avance de la ciencia. Y el título de Electrocosmos quiere, ante todo, que la historia que narra se sienta real.

The Plague Doctor of Wippra es un point & click que adapta una historia corta del mismo nombre centrada en exponer las diferentes dificultades y peligros que tenía que enfrentar la medicina de la época. El protagonista es un joven médico que llega a la localidad alemana de Wippra pocos días después de que el alcalde imponga severas medidas para enfrentar la peste. Así, una de las primeras cosas que aprendemos es que las casas de los afectados eran tapiadas, haciendo que los enfermos murieran de hambre si es que acaso conseguían sobreponerse a la enfermedad. A lo largo de la breve experiencia acompañamos al médico durante todo un día de trabajo en el que tendrá que realizar tanto consultas particulares como rondas en el hospital publico del convento, atendiendo diferentes casos de distinta gravedad. Cada uno de los pacientes funcionará como un puzle que tendremos que resolver, siempre con ayuda de nuestro libro de medicina, un tratado que no solo nos permitirá a identificar la enfermedad sino también conocer algunos remedios más populares del momento. Sin embargo, y a pesar de que utilizar el trabajo del médico para añadir jugabilidad sin necesidad de tocar la historia original es ingeniosa, el diseño de puzles es extremadamente inconsistente, mezclando algunos brillantes rompecabezas de lógica con momentos p’aca p’allá propios de los peores títulos del género.

A nivel narrativo, la propuesta de Electrocosmos resulta tan fascinante como evidente a la hora de introducir algunos de sus temas centrales. Es llamativo como, siendo uno de sus puntos fuertes la manera en la que nos obliga a comportarnos como un hombre culto de la época, es capaz de obviar la naturaleza de su protagonista en el momento recrear algunas de las tensiones políticas más importantes. Aunque es muy interesante que el juego se detenga a exponer el auge del antisemitismo ligado a la peste, y los primeros compases de la ruptura con el catolicismo y los inicios de la Reforma, es extraño que lo haga convirtiendo de la nada a su personaje en un avatar del jugador moderno, que no entiende las tensiones religiosas que marcaron la Edad Media. En la exposición de antisemitismo en especial, se hubiera agradecido un primer acercamiento menos explícito —una representación de la violencia subyacente— antes de llegar a su clímax en la escena del pozo. En contraste, el final del juego, y especialmente la decisión concreta que desbloquea el final bueno, es un excelente punto de reflexión, que nos ayuda a entender las enormes limitaciones a las que siempre se ha enfrentado el conocimiento.

Junto con su acercamiento al point & click moderno y su narrativa histórica, The Plague Doctor of Wippra utiliza una presentación «retro» que pone en el centro un arte pixelado que influyen profundamente en su ritmo y en la interacción con el entorno. Para exponernos como jugadores a las elocuentes reflexiones del protagonista y sus diferentes análisis, el juego nos obliga a mirar los objetos como paso previo a utilizarlos. Y eso, que puede ser frustrante para los jugadores impacientes, se revela como un acierto cuando consigue sumergirnos en un tono cotidiano que contrasta con fuerza con las escenas de mayor urgencia. Por supuesto, y teniendo en cuenta la desagradable ambientación del título, el arte pixelado funciona como una excelente barrera, que evita que tengamos que mirar de cerca heridas, sanguijuelas y llagas derivadas de la enfermedad.

The Plague Doctor of Wippra es, sin duda, un título diferente, cuyo acercamiento a la ficción histórica se sale de los cánones videojueguiles (en la línea de Ambition: A Minuet in Power) para tomar lo más interesante de la novela histórica: la fascinación por un periodo concreto y por las diferentes líneas de pensamiento que lo formaron.

[ 7 ]

Redactora
  1. Hechss

    Nunca dejéis de analizar rarezas como ésta. Con lo corto que es, creo que caerá pronto.