Cuando salió el primer Fable, suficientes años atrás como para poder poner Anniversary en el título a su remake, Peter Molyneux era un tipo sensiblemente mejor considerado por los jugadores que ahora, y la palabra de Lionhead era ley. Si me esfuerzo un poco, podría deciros exactamente qué estaba haciendo cuando se anunció el juego, y qué día era cuando lo jugué por primera vez. Disfrutar de Fable hoy me parece posible, pero implica varios ejercicios: uno de abstracción, para pasar por encima de ese tiempo que le pesa en la espalda al juego de Lionhead, aun a pesar del lavado de cara; otro de intelección, porque las cosas interesantes que hace el juego, que las hace, son hoy día estándar, cuando no están ya dos o tres generaciones de ideas por detrás.
El otro ejercicio es de nostalgia. Igual que parece más fácil disfrutar Fable Anniversary con la cabeza que con las entrañas, es recomendable intentar pensar en cómo éramos nosotros cuando el juego salió, hacernos un demake y jugar con la mirada de hace diez años.
Un ejemplo. En cierto momento durante el primer tramo del juego, un mendigo está siendo acosado por un matón; apelando a su pasado como aventurero («como vos», nos ablanda; nuestra fama nos precede de una forma para la que Fable no ha sabido prepararnos, por ese principio más atropellado de lo que los estándares actuales exigen), nos pide ayuda para librarnos de él. Un cartel nos avisa: podemos utilizar expresiones corporales con la cruceta, y quizá sean útiles. En el HUD hay un icono que representa un culo; con esa tosquedad algo encantadora de principios de siglo, espantamos al canalla a pedos, algo que divierte mucho al antiguo aventurero: el uno echa a correr, y el otro aplaude y se parte de risa. Quizá le volvamos a ver, avisa. Esta es una de esas decisiones, constantes y que alinean a nuestro personaje con el bien o con el mal, que vamos tomando durante todo el juego; también es un ejemplo de cierto tipo de humor que se extiende por todo el juego y que parece muy hijo de su momento. Hoy, ya digo, no lo vemos como algo tan especial; en su momento, la visión de Molyneux acertó en algunas dianas que hasta entonces no sabíamos ni que estaban ahí.
Con esa emoción por lo diferente a un lado, lo que queda en Fable es menos favorecedor de lo que Lionhead parece creer. Quizá algo de distancia de su propio proyecto habría estado bien; el remozado gráfico es evidente, aunque el frame rate no sea tan estable como debería (ni los vídeos se hayan actualizado: la compresión es bastante sangrante), y la cosa pinta muchísimo mejor que en la primera Xbox, pero que sólo hayan adaptado el esquema de control para acercarlo a Fable 2, en lugar de rehacer lo más desde cero posible el sistema de combate, por ejemplo, me hace pensar que confían demasiado en las mecánicas de un juego que ya en su momento era ya aparatoso, blandurrio y poco interesante. Quizá el trabajo de hacer que el combate Fable se sostenga hoy se escapara de los dominios del remake, claro, y el proceso de modernización conllevara el rediseño completo de las misiones, pensadas para el ritmo y posibilidades que nos ofrecen las mecánicas; los alardes, esos objetivos adicionales de las misiones que nos ponen retos (no sufrir daños, jugar desnudo, conseguir determinado número de eliminaciones o proteger a cierto número de personajes, por ejemplo) y recompensas extra por conseguir hacerlos, se ven resentidos precisamente por esto: a veces da la sensación de estar intentando hacer una operación a corazón abierto con un martillo neumático y las manos pringadas de aceite.
Es una pena, porque dentro de Fable todavía quedan ideas muy buenas, muy visionarias y que siguen funcionando a la perfección. El sistema de progresión del personaje, por ejemplo, nos sigue dando la libertad que Molyneux imaginó en su día; el juego construye bien la fantasía de estar creando un avatar a nuestra medida, y la manera en que nos relacionamos con el mundo es interesante, aunque las limitaciones de su día le pesan hoy día, ya con tantos mundos vivos y abiertos a nuestras espaldas. Estos son los ejercicios de intelección y abstracción que necesitamos hacer si queremos que la cosa no se haga demasiado cuesta arriba: aunque es tosco y bastante poco agradecido con el jugador de 2014, si conseguimos ponernos en situación y lidiar con el tedio del combate, el fárrago de los menús y los (bastante menos perdonables) problemas técnicos, todavía veo posible revivir las aventuras de este primer Albión, porque algunos de los cimientos que construyó Lionhead todavía aguantan.
Con Halo lo tuvieron mucho más fácil, hay que reconocerlo, pero este Fable Anniversary sabrá interesar a los fans de la serie (además de una serie de extras menores, se incluye también un paquete de expansión que alarga la partida, y unos logros bastante mejor diseñados que la media), y quizá a los curiosos que se pregunten cómo empezó todo. La historia de Fable es la historia de muchas cosas: es la de Peter Molyneux, diseñador y visionario, dando tumbos de un lado a otro e intentando llevar sus ideas mucho más allá de lo que las restricciones de los géneros (el rol, en este caso) e incluso de los videojuegos le permitían; la de las consolas Xbox, haciéndose un lugar en un mercado que no era el suyo con juegos como Fable o Halo, relativamente inéditos en los salones de las casas; la de todos los videojuegos, en los que diez años pesan como cien: a pesar de que se defiende mejor de lo que podría haber recordado, Fable Anniversary deja en evidencia, además de celebrar su cumpleaños, muchos puntos flojos del original, y demuestra que a veces una capa de pintura no es suficiente. [6]
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Lo que más me preocupaba era el tema del control, con que lo hayan dejado como en el II me conformo.
@chiconuclear La anotación lateral me sale montada sobre una de las fotos en Chrome. En IE sale bien.
@bliter
Prueba a darle a inspeccionar elemento y luego recargar la página. No entiendo por qué pero a mí me lo ha arreglado.
Quiero probarlo, por curiosidad, pero era evidente que lo de actualizar solo la superficie —y tampoco del todo— no iba a ser suficiente para Fable.
Los logros ya eran lo mejor de Fable: The Journey. Y sigo pensando que algo hay que saber para hacer eso, que algo bueno debe quedar en Lionhead; a ver si es verdad lo de su nuevo proyecto y se aparta un poco de Fable o de Kinect, porque ahí ya no hay nada que hacer.
En mi mente mezclo cosas del 1 y del 2. La verdad es que fueron dos juegos que me encantaron y me dejaron muchas historias en la cabeza (la matanza que monté cuando los Hobbes secuestraban a mi hija), me gustaría revisitarlos.
Fue un muy buen juego, como el II, y a los que nos gusta no nos importa especialmente el tema del control.
El primero no lo terminé, però el segundo me encantó y estoy disfrutando del tercero ahora mismo. Quizás le daré una nueva oportunidad a este Anniversary. Siempre me ha parecido una saga simpática la de Fable, con todo lo bueno y malo que trae.
Es el que estoy jugando ahora que lo encontré tirado de precio este fin de semana y te doy toda la razón, @chiconuclear, es necesario ese ejercicio de abstracción e intelección que comentas. En su día le di mucha caña, cuando salió en PC, y era uno de mis juegos favoritos pero es una pena que no hubieran aprovechado el momento para retocar no sólo el apartado gráfico sino también el jugable. Me doy cuenta ahora de lo depurado y perfeccionado que está en los siguientes que hicieron, sobre todo con el detalle de fijar a los enemigos, que con este Anniversary no le doy cogido yo el truco… me está costando el juego por ese detalle, cualquiera diría que estoy jugando a un Souls en lugar de a un Fable…