Ya lo hemos dicho, tanto Letras como yo, en anteriores análisis de esta saga: el mayor mérito de FIFA no es haber aprendido a refinar sus rebabas, a recortar sus flecos y a tapar sus agujeros. Ni siquiera lo es el ir trepando anualmente por la escala evolutiva de la simulación futbolística, que se puedan pegar piscinazos para engañar al árbitro o que las arruguitas de la ingle del pantalón de los jugadores posea una textura desesperantemente creíble. No. El mayor mérito es haber conseguido todo eso sin haber roto nada, haciendo que todo sumara y que ni siquiera el clásico jugador conservador al que un cambio en la dirección de la brisa le amarga la tarde tenga la tentación de cambiarse de chaqueta.
«Me llamo Pablo, ¿qué hago aquí?»
El habitual añadido de cada entrega es en FIFA 13 menos vistoso que otros años, pero tiene una carga de verosimilitud que le pone a uno una sonrisa en la boca en cuanto lo experimenta. Algo tan aparentemente llano como la forma de controlar el balón al recibirlo se ha alterado por completo y ahora ha cobrado una importancia tan descomunal como la tiene en el fútbol de verdad, donde un control perfecto puede decidir un partido y uno defectuoso, por muy ventajosa que sea nuestra posición, puede dar al traste con un gol cantado. Aquí entran también, y más acentuados, los rasgos del Personality+ que se incorporó el año pasado: probad a hacer el mismo control orientado recibiendo un pase de 60 metros con Andrés Iniesta y luego con Albelda y entenderéis de qué os hablo. La fluidez del juego también se ve afectada en términos absolutos: el tiki-taka es ahora más difícil que nunca y hay que fijarse muy bien en qué intentamos hacer con qué jugador antes de cometer frivolidades en la propia área, pero también resulta más satisfactorio gracias al siguiente punto: la IA.
Sí, caballeros, ya no tenemos a once autómatas oxidados que solo se mueven cuando llegamos a línea de fondo o cuando abusamos de la condenada pared (o más en general, del toco y corro) que se había convertido del arma más sobreutilizada de FIFA 12, un poco como el puto (PUTO) pase de la muerte en los PES de hace unos años. Ahora los desmarques han ganado, más que en el cómo, en el cuándo. El año pasado los jugadores ya hacían diagonales para arrastrar centrales, ya realizaban pantallas a balón parado y ya la pedían al espacio. Ahora se desmarcan más menudo, con mayor criterio y con una mejor coordinación. Casi me caigo de boca cuando vi a Benzema haciendo un amago de desmarque o a Robben reprochándome con gestos no haberle pasado el balón cuando le ganaba la espalda a los centrales, y con razón. Supongo que el cenit de la inteligencia artificial viene cuando ésta puede permitirse decirte lo idiota que eres. Lo siguiente quizá sea tomar conciencia de sí misma y entonces sí que estaremos jodidos.
«En 1969 dejé las mujeres y la bebida. Fueron los peores veinte minutos de mi vida.»
En la faceta defensiva no hay añadidos pero sí mejoras: la defensa táctica (que sigue siendo opcional pero a estas alturas deberíais tenerla ya dominada, malandrines) parece más asentada en el propio sistema de juego y se integra mejor con el tipo de juego que practica el equipo en cuestión. No se posicionan del mismo modo defensas como Terry o Cahill, especialistas en interrumpir acciones de ataque resguardados por el resto del Chelsea, haciendo más de obstáculos que otra cosa; que Piqué y Mascherano, centrales solitarios en la llanura de espacios abiertos que son los cuartos traseros del Barça con nueve jugadores en campo contrario. El comportamiento de las defensas parece más orgánico, más humano, con resbalones y ocasionales faltas de concentración, evidenciando el barniz específico, algo que ha sido clave en el ensamblaje de FIFA 13.
Y ese elemento, niños y niñas, es el caos.
Sí, sí, tal cual: el caos, el concepto cosmológico que deriva en la imprevisibilidad y la incertidumbre. No sé si se debe al refinamiento bastante perceptible del sistema de colisiones que introdujo FIFA 12, si la física de balón y jugadores ha sido depurada o si en el esqueleto del juego hay un módulo como Wheatley que en lugar de aportar estupidez provee de casualidad a la experiencia. O quizá sea un cóctel de todo eso. Ni puta idea, muchachada, pero la sensación no se puede ignorar mientras uno juega: FIFA 13 es también más realista en tanto que genera situaciones fruto de la arbitrariedad. Esos «pequeños detalles» de los que hablan los futbolistas, esos partidos con veintisiete tiros a puerta y cero goles, esas carambolas locas que acaban en gol en propia meta o en absolutamente nada, esos efectos raros, esos botes extraños y esos tiros mordidos. Esas cosas que suceden en el fútbol, ocurren también en el nuevo FIFA y en una medida adecuada, moderada y proporcional.
Con esa incalculable pátina de aleatoriedad, EA Sports le pega un hachazo en toda la cara a la más notoria mácula de los juegos de fútbol de dos generaciones y media: la sensación de que todo iba, de un modo u otro, sobre raíles. El corsé invisible que convertía en artificial e ineficiente la recreación futbolística ha reventado por fin y los michelines de la libertad y el realismo se expanden en todas direcciones, prometiendo aplastar al jugador exigente contra la pared de la gloria y la satisfacción en la más dulce de las agonías.
«Me toman por un idiota que solo sabe de fútbol.»
Entre tanto calco de la realidad, FIFA 13 nos ofrece un mundo de diversidad futbolística sin berreos, sin ismos y sin olor a anís con una selección de modos más cuidada que nunca. El modo Temporadas Cara a Cara, que ya se postulaba como la princesa del baile en la anterior edición, es ahora la directora del centro en lo que al online se refiere, y ya no solo porque ocupe un espacio propio en la algo confusa barra de menús, sino porque sus alargados tentáculos se han ocupado de invadir otras áreas, dotándolas de su adictiva mecánica. Ahora el modo Pro, ese en el que cada jugador es controlado por una sola persona y que a menudo genera las más vergonzantes escenas de majadería e inanidad mental, se somete a las reglas de Temporadas, con sus puntos, sus divisiones, sus trofeos y sus momentos de épica y de frustración. Bien visto, EA.
Otro acierto brillante: ¿os acordáis de los entrenamientos? Esos partidos contra los suplentes, esos lanzamientos de falta y esas mierdas desangeladas han pasado a mejor vida. FIFA 13 se ha mirado en el mejor espejo que han dado los juegos deportivos en los últimos quince años: el inolvidable Virtua Tennis. Los entrenamientos se llaman ahora Juegos de habilidad y nos proponen una serie de minijuegos la mar de adictivos para mejorar distintas vertientes de nuestra relación con el pad. Juegos de hacer vaselinas, de lanzar faltas con rosca, de centrar, de driblar o simplemente de pasar el balón; todo ello con dianas, con cajas, con conos y con marcadores de puntos, repartidos a lo largo de tres ejercicios (bronce, plata y oro) que una vez superados dan paso a un cuarto minijuego más perdurable en el que ponemos en práctica lo aprendido. Mención especial para el de pases, que no es más que el rondo que suelen hacer los futbolistas reales en sus sesiones: un círculo pasándose la pelota y dos tíos en el centro tratando de interceptarla. Simple y divertido.
La otra pata de FIFA 13 es el modo Carrera. Ya sabéis: llevar a un jugador o entrenador a lo más alto posible. Esta vez entran en juego las selecciones nacionales, que le dan un soplo de aire fresco a un modo que ya de por sí se hace un poco denso. En la variante Mánager, mi favorita, se abren nuevas posibilidades al ofrecer y solicitar cesiones de jugadores, desplegar ojeadores por el globo buscando perfiles concretos y poder añadir a futbolistas en un trato como pago. Yo con el Barça ni me lo pensé: treinta y cinco millones más Song por el glorioso regreso de Touré Yaya. Bienvenido a casa, guapetón. ¡Cómo has crecido! ¿Quieres un Colacao? Muac.
«No soy racista, tengo un amigo japonés que es sexador de pollos.»
Junto a la puerta de los lavabos, en la mesa peor iluminada y menos visible de la fiesta, esa en la que la camarera tiene el pelo sucio y solo viene cada media hora, languidece una minoría de añadidos que cayeron al suelo picados y algo verdes cuando EA Sports agitó el árbol de las buenas ideas. Los feos y los raros. Los modos como el Match Day, que es una anecdótica forma de revivir partidos de la jornada o de echar un amistoso en la mismas condiciones físicas que los equipos reales (esta semana: el Barça, sin centrales pero con un Tello on fire; el Madrid, sin entrenador y con un Cristiano triste), suenan mejor de lo que se juegan. Eso sí: la actualización por parte de EA promete ser rigurosa, rápida y gratuita, que no es poco. También anda por ahí el Ultimate Team, que parece mejor equilibrado y más intuitivo en sus menús, ofrece conectividad con teléfonos móviles y parece que se está asentando con moderada firmeza en el ecosistema FIFA.
Dice el mismísimo Dios Todopoderoso en su cuenta de Twitter que su primera idea fue crear el fútbol y que el Universo ya vino después. Considerar a EA Sports una deidad sería extralimitarse en el ejercicio de la admiración y coquetear con las artes felatorias (algo que estaría plenamente justificado con David Rutter, digámoslo ya), pero esta vez se ha alcanzado tal masa crítica de calidad que uno no se extraña de que ellos actúen del mismo modo: es el envoltorio, los menús y los modos comparsa lo único a lo que uno le encuentra escasísimos defectos. El fútbol sin más que se practica en FIFA 13 es, de nuevo, lo más cercano que ha estado la tecnología de representar el llamado deporte rey con total realismo, pero con un matiz sobre anteriores entregas: empieza a ser complicado, por no decir imposible, dar con errores, grietas o incoherencias. Quedan pocas cosas que solo se puedan hacer en el césped pero no en el juego, y la mayoría tienen que ver con la violencia y la escatología. Así que vuelvo a reivindicarlo: señores nerds canadienses, ya que os habéis sentado en el regazo de doña perfección y ésta os mece en su seno, ¿por qué no escupirle a la cara? [9]
Solo los usuarios registrados pueden comentar - Inicia sesión con tu perfil.
Well, BAM.
«Me llamo Pablo, ¿qué hago aquí?»
—Pepe
QUE GRANDE.
«No soy racista, tengo un amigo japonés que es sexador de pollos.»
—Luis Aragonés
For ever and ever, i love you, Luis.
Apruebo FUERTÍSIMO este análisis, que al igual que Fifa, suma inteligentemente cada año sin cargarse el elemento principal del que lleva tiempo presumiendo: Las paridas.
FUKKEN’ SOLD también y tal.
PD: Ese 9 es un 10, y todos vosotros lo sabéis.
Puto culé de Pinjed metiéndose con Pablo!
Las cosas bien dichas, están bien dichas.
Buenísimo el análisis @pinjed
por otra parte y que conste que jamas he cuestionado una nota en mi vida por que sinceramente, me dan igual si que me gustaría saber porqué si éste fifa 13 es mejor que el 12 en todos sus sentidos, porque tienen la misma nota ¿porqué? yo me pregunto porque…
genial el análisis, de verdad.
@mrmarston
Tratándose de una saga anual, se le presuponen mejoras y se la da la misma nota si la progresión es adecuada. De lo contrario, teniendo en cuenta que FIFA 09 tenía un 9 y se ha mantenido en la cumbre mejorando cada año, FIFA 13 debería tener un 13.
¡Espectacular el análisis! Casi me convence de comprarme el juego, y no me gustó la demo así que…
P.D. ¿Dónde está Letras? Queremos saber.
Lo echaron porque era del Madrid (como la gente de bien, he de añadir)
@corrupt
Letras es del Celta, creo.
@pinjed Pero de segundo equipo.
¿Todavía esas horribles camisetas efecto »chicle»?
Es lo único que les falta joder, y justamente lo podrían copiar del PES. Espero que el efecto del balón siga mejorando año tras año, pues sigo viéndolo un poco »globo».
Yo lo siento muchísimo, pero voy a pasar muchísimo de FIFAs este año y muy probablemente lo haga también en los que están por venir. Cada vez estoy más desencantado con el mundo del fútbol en general, cada vez los amortizo menos (no recuerdo cuándo fue la última vez que toqué FIFA 12) y son unos 60 euros demasiado bonicos como para no gastarlos en un Dishonored, en un Assassin’s Creed III o en un Sleeping Dogs.
Eso sí, como siempre, he de aplaudir este análisis hasta con las orejas. Cada día me consigue usted un poco más, maese @pinjed xD.
Estoy a un pelo de convencerme… y el último juego de fútbol que compré fue el FIFA 97 para N64 con Raúl en la portada… No sé si esperar ya al 20 aniversario de celibato futbolístico-digital, que, total, no queda tanto…
El análisis es crema y da gustito leerlo. El FIFA 13 está muy bien y es digno de compra.
Digo ambas cosas siendo de esos que se la pela un poco el futbol y que juega a los FIFAs y los PROs en casa de colegas.
¿Lo de cascarse un pedazo análisis con cada FIFA nuevo va a ser costumbre en esta casa? Porque yo firmo ya. Enhorabuena, @pinjed, no siempre estoy de acuerdo con tus textos, pero este lo has clavado.
Por lo demás, tengo ganas de córneas sangrantes con este juego, como diría el Pui.
¿Alguien sabe el precio del juego si se compra a través de la consola (Xbox)? vamos, el precio de la copia digital.
Creo que es el mejor artículo que te he leído Pinjed. Muy bueno! Y sobre el juego, tengo ya unas ganas locas de jugarlo y engancharme como un loco al Modo Carrera.
@jdmalpa
En Xbox360 aún no hay copia digital, pero cuando salga, seguro que vale a precio de físico (entre 59.99 y 69.99).
Bueno y que es eso de arriba??
Excelente análisis @pinjed, pero desde que comenzaron a decir lo bueno que es (casi desde el e3) ya en mi mente lo tenía comprado, hoy mismo he hecho la compra en amazon usa, y es el primer fifa que compro y el primero que juego de esta generación (he jugado el pes pero prestado por amigos), y creo que no me decepcionara.Saludos
¿Hola? ¿Y la chapuza del virtual pro no cuenta para bajar la nota? Ahora hay un virtual pro offline y otro online para ‘evitar hacks’. Menuda mierda de solución.
No he mirado la tienda, pero creo que el modo jugador/manager ya no está y eso aún es más chapuza.
*sigh* cómo atufa a culé. Aunque reconozco que me río cuando os metéis con Pepe.
Y volviendo a lo que os iba diciendo, JUEGAZO. El modo de minijueguicos de habilidad es lo más divertido de la vida.
En pocas palabras; Este es el primer juego de fútbol que me he comprado en mi vida.
Genial análisis @pinjed
PD: Cuando este más rodado nos veremos las caras!
@javisoap
Ayer te tiré el guante y miraste para otro lado, cobarde.
Se que no estoy listo, apague la consola y me fui a llorar al baño
@pinjed, qué bueno que viniste. Fantástico análisis, joder.
He hablado mucho sobre FIFA este últimamente, soy el primer sorprendido, así que no voy a decir mucho más: es sensacional, está a otro nivel —sigo sin ver lo de que este año «hay Liga»… no hay color— y sin duda estará entre los mejores del año.
No hacía falta jartarse con Albelda >:
En general, hace falta jartarse con Albelda…
Hoy en Cuarto Milenio: un análisis de FIFA en Anait sin referencias al Barça
@pinjed
Es una buena respuesta, pero entiendo y por lo que casi todos comentan, ha llegado a un techo, entonces, ¿llegará el dia que fifa obtenga un 10 alguna vez? supongo que la penalizacion vendrá por el tema de los menus, y/o en la no perfeccion aun conseguida, aunque muy mejorada de la IA quizás lo que no lo hace un producto redondo, supongo que un juego deportivo no podría ser goty, a mi me encantaria…
@molekiller
Si la memoria no me falla, el primer Fifa con Raúl en la portada fue el 98. En Fifa 97 aparecía el olvidado David Ginola.
Pues tienes toda la razón, tuve el 96 en Saturn, el primero en 32 bits, era 3D, pero los jugadores aún eran sprites, me salté el 97, que creo que fue el primero con jugadores poligonales y pillé el 98 para N64…
Juraría que ese fue el último juego de fútbol que compré… luego siempre he echado las típicas pachangas al pro con los colegas en su día, pero pasé de tener dos o tres juegos de futbol por consola a cero… Y este me tienta, pero tengo un backlog enorme ahora mismo y no sabría muy bien cómo justificarlo.
@utilizajabon Decid lo que queráis, yo como valencianista lo tengo como a un héroe. Es un chaval de la tierra que juega en el equipo donde el corazón siempre le dijo que quería jugar. Podría hace muchísimo tiempo haberse ido a cualquier otro equipo, pero luchó por quedarse en el equipo, como en la época de Koeman. Y eso a mi me vale más que cualquier análisis de rendimiento que se pueda hacer de él. Es el ejemplo de que el sentimiento por jugar en tu equipo sigue existiendo en el deporte profesional.
@pinjed en estos momentos estoy jugando a la demo, esperando que me llegue el juego en dos semanas, tu que debes haber jugado ambos me podrías decir si la jugabilidad cambia?? o la demo es igual que el juego?? Nt: Me refiero a la jugabilidad en sí.
@basilisk
Es lo mismo, sí. Quizá notes algún bug sin pulir pero el feel es el mismo.