Forza Horizon 2, 3 y 4 fueron, según sus propias introducciones, eventos; Forza Horizon 5 se presenta directamente como una aventura. Es una manera un poco cursi pero en realidad bastante útil de pensar en lo nuevo de Playground Games, un estudio que se hizo con la batuta de Fable a base de desarrollar arcades de coches. Es una trayectoria curiosa, sobre todo teniendo en cuenta de dónde viene Playground (en su día el caché les vino por lo que tenían de ex-Codemasters pero también, o sobre todo, según a quién preguntes, Bizarre Creations, leyenda xboxer gracias a Project Gotham Racing y seguera gracias a Metropolis Street Racer), pero que cualquiera que haya jugado a un par de juegos de este celebrado spin-off de Forza Motorsport verá como un guiño cómplice a o una divertida confesión de la naturaleza farcryera de Horizon. Como en las aventuras de mundo abierto sobre cuya plantilla coloca Playground sus coches, aquí la cosa va de explorar un gran mapa cumpliendo misiones, en forma de carreras y otras pruebas de conducción; un mapa que se va abriendo a medida que completas tareas y consigues puntos de experiencia, que va poblándose de iconos y que no parece agotarse nunca, aunque la única forma de avanzar sea agotándolo.
El festival Horizon, la excusa que usa la serie para darle un contexto o una razón de ser a todo esto, sigue estando de fondo, aunque su presencia es menos corrosiva que en anteriores entregas. No tengo claro si simplemente me he acostumbrado o si realmente este Horizon mexicano es menos chillón que otros; quizá solo tenga que ver con el paisaje, otra vez apabullante: una recreación a escala de México en la que conviven las playas y las selvas con desiertos y zonas urbanas. Sí que tenía algo de evento, al menos para quienes hemos seguido Forza Horizon desde sus inicios, el descubrimiento de estos mapas gigantes y en los que las carreras ajustadas de deportivos sobre asfalto y las pruebas offroad más salvajes encuentran cabida y espacio equivalentes. No es distinto en esta quinta entrega: poco a poco, a medida que vas decidiendo por dónde expande su influencia de neón y electrónica ratonera el festival Horizon, se ponen a tu disposición nuevas pruebas que exploran distintas maneras de recorrer este mundo, siempre verosímil y siempre de videojuego; a medida que superas pruebas y consigues galardones (de distintos valores, algunos obligatorios y otros opcionales; más si quedas primero en las carreras, aunque no es una condición estricta para avanzar en los desbloqueos) van surgiendo oportunidades para ampliar la variedad de carreras que tienes a tu disposición. Con las expediciones como pistoletazo de salida de cada set de pruebas, este sistema de desbloqueos está en línea con el tono general del juego, siempre interesado en que hagas lo que más te apetezca en cada momento, sin grandes barreras o imposiciones que limiten o dirijan de forma clara tu avance.
Estas expendiciones son el tipo de hito que marca el carácter de un Forza Horizon: eventos con varias partes en los que conduces varios vehículos y que tienen espacio incluso para pequeñas secciones de exploración en una zona cerrada, en busca de los objetivos de unas misiones secundarias que solo a veces representan, quizá de rebote, la naturaleza más concreta del tipo de pruebas que representa esa división del festival. Cumplen una función puramente introductoria, presentándote lo que se desbloqueará cuando completes la expedición (circuitos de carretera, por ejemplo, carreras offroad, pistas de montaña; lo que sea), pero están más guionizadas, por las rutas que sigues y por las largas conversaciones que se producen mientras, por ejemplo, desciendes por la ladera de un volcán en riesgo de erupción. Son una variación más de las pruebas similares que ha ido ensayando Playground en cada Forza Horizon, y aunque la sensación de déjà vu es constante (algo que se puede aplicar a casi todo el juego) las expendiciones son uno de los puntos álgidos de esta quinta entrega.
Qué duda cabe de que Forza Horizon 5 es lo que se suele llamar un juego continuista, en ocasiones casi indistinguible de la anterior entrega. Imagino que se podría decir lo mismo de Forza Horizon 4, y de hecho lo dije en su día; esa sensación de desgaste sigue aquí, posiblemente mitigada gracias al salto a una nueva generación de consolas, que viene con un apartado técnico igual de despampanante pero más robusto. Aun cuando se favorece la fluidez frente a la calidad, Forza Horizon 4 es un auténtico espectáculo: lo es cuando las tormentas de arena y los vendavales hacen que los árboles se agiten a tu paso y cuando la niebla es tan espesa que apenas ves la próxima curva a diez metros, pero también en los momentos normales y corrientes, mientras conduces por la carretera que se cruza con las vías del tren o al lado del océano, de día o de noche. Los modelos humanos vuelven a ser el talón de Aquiles del juego, esta vez más que nunca en parte por la distancia que hay entre los personajes principales (entre los que hay, os pido que me creáis, un luchador enmascarado) y tu avatar, trágicamente random por mucho tiempo que dediques a personalizar su pelo, ponerle ropa o animar sus celebraciones con algunos de los bailes más infames del memeverso.
El salto se ve mejor cuando no lo juegas en Xbox Series X, claro. En mi caso, decidí comprobar cómo se portaba el juego en una Xbox One de primera hornada, una máquina prodigiosamente lenta pero que siempre se ha portado con los Forza, tanto Horizon como Motorsport. Los tiempos de carga son la gran piedra en el camino de la versión de anterior generación, si me preguntáis a mí, porque incluso a 30 imágenes por segundo Forza Horizon 5 se ve de maravilla en una One. Es menos lujoso, es cierto, y algunos defectos que también están presentes en Series X son más marcados o frecuentes en la anterior generación (especialmente el popping, que en ningún caso es grave), pero en cualquier caso es tan imponente como las anteriores entregas, que siempre han sido ejemplo del potencial de la consola que normalmente se llevaba las peores versiones de los juegos multiplataforma. La comparación sirve para apreciar más o mejor las mejoras que se ganan con el salto a Series X, aunque es difícil quitarse de encima la sensación de que podrían haber sido más abundantes de no haber tenido la necesidad de encajar el juego también en una consola menos potente.
Quizá por ahí va también el continuismo general de Forza Horizon 5, que más allá de una ordenación ligeramente más clara de sus contenidos (abundantes y planteados a medio y largo plazo, claro, con sus eventos estacionales y su buena capacidad de expansión en las direcciones que haga falta) ofrece algo muy parecido a lo que ya vimos en la cuarta entrega. No es más aventura de lo que eran evento los anteriores, en definitiva; la evolución de la fórmula es tan sutil que en muchos casos cuesta recordar exactamente si tal o cual tipo de misión o estilo de prueba es realmente nuevo o ya estaba, una circunstancia que, en todo caso, a mí no me ha impedido disfrutar enormemente de este quinto Horizon. Hay algo irresistible en la idea de tener un coche (o más de quinientos, dispuestos a ser coleccionados como si fueran pokémones) y un espacio amplísimo dispuesto a ser recorrido de cabo a rabo, a toda velocidad o lento, respetando los caminos o trepando por las piedras como una cabra. Es genial conducir por el mapa buscando coleccionables, sin más, rompiendo carteles y parándote a explorar en las zonas donde hay rumores de que un coche está abandonado; son magníficas las historias de los coches abandonados de México, hasta el punto de que una de las historias del juego gira alrededor de un Vocho, el Wolkswagen Beetle, tan ligado al país. Podría tirarme horas yendo de un sitio a otro desafiando a drivatares (esa inteligencia artificial que aprende de cómo juega la gente, herencia de Forza Motorsport 5) mientras escucho música clásica o, más exactamente, mientras escucho la radio, mi radio, con la del juego apagada. El sistema de combos hace que cualquier desplazamiento pueda ser el principio de una puntuación alucinante, si un choque inesperado no le pone fin antes de tiempo. Ayer solté una carcajada cuando, buscando uno de los carteles de experiencia repartidos por el mapa (hay doscientos en total), me fijé que aparecía en el minimapa justo debajo de mí, que estaba entrando a un puente con mi Ford F150 Raptor de 2017; rápidamente di un volantazo, giré 180 grados y me tiré desde el puente hasta el río que había abajo, cayendo de manera aparatosa pero de pie encima del cartel de marras, que esperaba en un pequeño montículo que sobresalía en medio del agua. El timing con el que la vocecita del GPS dijo you have arrived at your destination mientras el coche terminaba de posarse en medio del río me pilló fuera de juego.
Pero también me he dado cuenta de que he recurrido a más trucos que nunca para darle un poco de interés extra al juego, ordenando mentalmente las pruebas de tal o cual forma para ponerme yo los límites que Forza Horizon nunca te pone u obligándome a hacer cada carrera con un coche distinto, para completar la cochédex más rápido pero también para sorprenderme a mí mismo con las combinaciones aleatorias de circuito y vehículo que salen gracias a mi improvisado sistema. Cuesta, después de cinco entregas, sentir la misma sorpresa o tener la sensación, tan aventurera, de que no sabes qué va a venir después, de que puede pasar cualquier cosa; pero no me extrañaría que le pasara esto mismo también a alguien que jugara lo suficiente a Forza Horizon 4, uno de los imprescindibles para mucha de la gente que entró o se reencontró con el ecosistema Xbox a finales del año pasado. Aunque no sea del todo mi estilo, de vez en cuando no me desagrada rendirme ante un juego como este, tan indulgente y buenista que ha conseguido darle la vuelta al sistema de penalizaciones de Motorsport (que te da o te quita créditos al final de cada carrera en función de las ayudas que tengas activadas o el nivel de dificultad de la IA) para que solo sea posible tener bonificaciones; es asombrosamente difícil modificar las opciones de dificultad para hacer el juego tan fácil que no te den como mínimo un 10% de créditos extra al terminar cada prueba. No es mi estilo, ya digo, pero es agradable ponerse con un juego como este, tan lujoso y exuberante y que además no para de darte caricias, en forma de objetivos cumplidos o ruletas de la suerte en las que siempre ganas algo. Pero cada entrega se arriesga más que la anterior a ser jugada solo de forma superficial, a confundirse con las demás, a entrar y salir sin dejar el mismo poso que dejaron los primeros, quizá sobre todo el primero y el tercero; no cabe duda de que Forza Horizon 5 es un juego formidable y Playground Games un estudio en pleno control de su trabajo, pero le iría bien salir de aventura un poco, atreverse a hacer cosas nuevas y diferentes, para que sus juegos volvieran a ser eventos y no citas peligrosamente rutinarias.
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Primer juego del año en superar el 90 en MC/OC, como era de esperar. De locos el output de Xbox Game Studios este año pese a que uno no deja de tener la sensación de que aún están a medio gas.
Yo le tengo muchas ganas y aunque sea continuista creo que es el verdadero pistoletazo de salida de la nueva generación. Deseando jugarlo pronto. Gracias por el análisis, Víctor.
Pues perfecto para mí porque jugué poco al cuarto y parece más fácil.
He visto en varios análisis lo de la falta de sorpresa tras 5 entregas, pero a mí 5 en tantos años no me parecen tantas, sobre todo en los tiempos que corren.
Como en mi caso es la primera vez que me voy a sumergir en la saga desde el primer día tengo ganas infinitas.
Bendito Gamepass, Xcloud y tito Phil.
Otro motivo que decanta la balanza hacia Series X para cuando toque cambiar de gen.
(Aunque no sé a quién pretendo engañar, hace meses que SCORN ya rompió esa balanza.)
Madre mía qué ganas más absurdas. Es mi lugar feliz. Mi juego para antes de dormir. El que hace que un porcentaje curioso de las mañanas de mi vida tenga más sueño del que debiera. Vamos, Playground, sal a bailar :_)
La nota me parecía fría pero leer el análisis me ha puesto a 1000 otra vez. ¡Qué larga va a ser la semana, cagondios!
Ojalá me gustaran los juegos de coches.
@espyy
+1
Yo veo este y pienso, joder qué bonito, pero es que jugarlos es como… pues vale, pues muy bien, me muevo con el coche por el escenario bonito y ya está xD
@xmakitorx
Sí, creo que lo instalaría jugaría dos carrera y diría: «meh, lo mismo de siempre» y lo desinstalaría. Pero lo veo y es como joder, es qué se ve que es la polla.
El último juego de coches que jugué fue el Underground 2.
@espyy Bueno, este suele ser el juego para los que no les gustan los juegos de coches. Yo no jugaba a uno desde el Grantu 5 que no recuerdo por qué narices lo compré de salida si a mí los coches nunca me gustaron. Y esta saga me vuelve loco.
@andresbaez
@kaballerok
@crypto44
pues lo probaré, ya que está en el pass pero el problema es que al final lo que hago es conducir un coche y no sé si me acaba…
Pero por los comentarios en cuanto pueda le doy un intento.
Gracias a los 3.
@xmakitorx
En serio, pruébalo porque no tiene nada que ver con los juegos de coches que hayas jugado. Esto es un juego de aventuras.
@espyy
Pues pruébalo porque más que un juego de coches es de aventuras
@espyy
en el gameplay dia 0 de ign decian que mas que un juego de carreras, esta experiencia es más cercana a un toni hawk o un steep que no un gran turismo o need for speed… yo en el 4 lo que menos hice son carreras, hay radares, saltos, secretos… la exploración es tan importante como la velocidad. si tienes gamepass, dale
He leido por ahí que las «historias» no son muy allá. Pero recuerdo que cuando salió el 4, iba tambien muy corto en este sentido. Fue luego que lo ampliaron: Top Gear, Verde de competición… todo eso lo añadieron en actualizaciones.
Y otra cosa: Creo que fue Victor, comentó que dejaba puesta la ayuda esa que marca la trazada. Gente, por favor, quitad esas mierdas. Cuanto más ayudas dejéis activadas, menor será la diversión. Consejo de amigo.
Yo con el 4 ya tuve las mismas sensaciones que describe @chiconuclear: se sentía más pulido, más bonito y posiblemente más enorme (que ya era titánico el 3 en cuanto a pruebas), y no logró engancharme como el anterior, porque en lo más básico (disputar carreras mediante diferentes pruebas) era demasiado similar, y en lo técnico, pese a un mejor pulido, tampoco encontraba diferencias suficientes (y me refiero a elementos que repercutan en la jugabilidad, por muy estéticos que sean).
Con este tengo la misma sensación, y en cierto modo empeora:
Es magnífico en lo estético (como toda la saga, brillante) pero, cambio de diseño a un lado, sigue siendo un juego de xbox one (no hay más que ver la versión del mismo corriendo en este sistema) y eso me deja la sensación de «juego nuevo con limitaciones viejas»…
Que será magnífico (estos tíos hacen juegazos), no lo niego, pero los Horizon son juegos (y no exagero) que te pueden dar, fácil, más de 90/100 horas de juego, y tras exprimirlos es muy difícil que sin cambios drásticos te vuelvan a motivar (porque no dejan de ser, prácticamente, un más de lo mismo). además, en un RPG o en casi cualquier otro género, te puede valer con contar otra historia, pero en un juego de conducción ese recurso no es válido, por lo que… vuelve a ser lo mismo, pero con otro diseño visual.
No sé, no veo el salto generacional y no me motiva lo suficiente, pese a lo atractivo que resulta en un primer vistazo.
Hacen falta nuevos elementos físicos que repercutan en la conducción, nuevos tipos de pruebas y un nuevo enfoque a la hora de descubrir el escenario, además de una clara subida de vueltas con respecto a la tecnología de la anterior generación. Más frames y mayor distancia de dibujo/LOD, junto a mayor resolución, me parecen más propios de un parche de un juego de anterior generación que de uno de la nueva).
Me sorprende mi punto de vista, porque estoy enamorado de Playground (es que ya estaba enamorado de Bizarre), pero creo que lo veo desde un punto de vista muy realista.
Saludos!!
Me enamoré con FH4, el primero que completé y rejugue sin parar.
Debido a eso el 5 no lo veo tan repetitivo, y no puedo esperar mas para jugar el 5 y pasar horas y horas al volante, desde mi Series S y Gamepass.
Moi bien todo, contando los días.
🥺
Le tengo muchas ganas y será lo primero que juegue cuando pille por banda una XSX. Ahora bien, no soy nada fan de cómo ha ido evolucionando la progresión en la saga desde FH2 (que sigue siendo, por estructura y ambientación, mi favorito).
Esto es algo puramente subjetivo y lo que hace FH no es malo per se pero reconozco que preferiría una estructura algo más clásica, menos libre. Que a los cinco minutos de estar jugando puedas llevar coches de 3 millones de créditos y tengas acceso a seis disciplinas distintas es algo que, además de abrumar un pelín, creo que le resta emoción. De nuevo, reconozco el valor y está claro que el objetivo de Playground es dar libertad absoluta pero, sin ser tan paulatino como en los GT clásicos, me gustó mucho más la progresión de los dos primeros FH.
Pero, sobre todo, me saca de quicio todo lo que tiene que ver con desbloqueos y progresión de «personaje»: que una saga como esta tenga una puta ruleta de la fortuna como elemento central de desbloqueo de coches (y que, por ende, te pueda tocar un cochazo de cagarse después de la primera carrera) me parece vago e impropio, además de algo que funciona en contra de la sensación de progresión y mejora del jugador. Hace mucho que en la saga no tengo esa sensación de estar ahorrando créditos que me cuesta conseguir para desbloquear X o Y coche por el que tengo ansia y que, a su vez, me permitirá acceder a nuevo contenido. Y, aunque leo que en este han mejorado (y ya FH4 mejoro ligeramente con respecto a FH3), la forma en la que te van echando carreras y pruebas distintas a la cara me parece un tanto caótica. De nuevo, creo que algo más de estructura, al menos en los primeros compases, le vendría genial a la saga.
Más allá de eso, con este tengo la mosca detrás de la oreja con lo off-road. La saga comenzó totalmente centrada en el asfalto pero desde FH3 ha ido virando cada vez más y aunque compro ese tipo de carreras en pos de la variedad, que el 70 o el 80% del gameplay que se ve en tráilers y reviews sea de Jeeps o Buggys por desiertos, volcanes o jungles me hace pensar más en un Motorstorm que otra cosa. Espero que luego, a la hora de la verdad, esté bien equilibrado porque, además, los trazados (o la ausencia de ellos) de estas pruebas off-road siempre me parecen mucho menos cuidados e interesantes que los circuitos urbanos.
A precio de gamepass imposible no jugarlo… un mes después el Infinite
La espera a Elden Ring ya no será larga 🙂
Un excelente fin de año para los usuarios de Gamepass.
@zeke_
tengo planeado ir saltando entre exactamente estos juegos hasta que salga el elden y ya quedarme ahi xd
La primera vez en mi vida que tengo ganas de que sea lunes :’)
Si este año no le dan el GOTY a esta barbaridad se les debería caer la cara de verguenza.
Es tremendo esto, no puedo estudiar desde que lo probé anoche, no me concentro.
A mi me vendieron la ‘moto’ con el Forza Horizon 3, que si era un arcade y tenía cosas del OutRun y el Ridge Racer… Y me encuentro un Asssin’s Creed de coches, con un mapa lleno de iconos y cualquier coincidencia con un arcade de Namco o de Sega era pura coincidencia, y no solo en la estructura del juego, sino en la conducción, muy alejada de la perfección jugable de los juegos noventeros. A todo ello sumale la tematica festivalera hortera y se me hizo bola. Con el 4 me pasó igual.
Si, es muy bonito gráficamente y su público esta encantado, tanto que se la suda el Forza ‘original’, pero no, no es un arcade ni mucho menos un Ridge Racer. Es una pena que este género se haya perdido en parte, hay pocas propuestas y sin la personalidad de antaño.
No me queda claro si esa sensación de déjà vu también la tendríamos los que nunca hemos jugado a esta saga. O por el contrario podríamos ponerle todavía mejor nota debido a esto.
El juego parte con una canción que dice «we’re doing it so much better» y tirando una puta camioneta en un volcán. Se sabe GOTY el Forza, una locura.
Y como decían en el podcast, obvio que se juega a 60 y se prueba quizás a 30 un par de carreras.
(ese «retorno a las raíces» de volver a poner personajes en el festival… mmmm no sé. El fin de semana estuve probando el primero y ya era un poco cringe lo de los personajes. Además que no están especialmente bien diseñados, si este motor será el del Fable van a tener que trabajar haaaarto esos modelos y animaciones.)
Llevo más de 70 horas en el juego y si bien es como todos sabemos, espectacular en todos los sentidos tengo un sentimiento interior que me dice que ya no quiero más Forza Horizon durante un largo periodo de tiempo. Estoy aquí desde el primer Horizon, he ido viendo la progresión y mejora de la saga cosa que aquí, en esta quinta entrega no veo, es más soy más grande que nunca y ya. No nos engañemos, sigue siendo tremendo, pero me la sensación que es tan grande que el mismo se diluye entre tanto contenido haciendo que el juego sea demasiado paquipaya para sacar estrellas sin importarte demasiado el cómo y dónde con tal de intentar y tachando pruebas para ir avanzando en la historia. Me parece el caso ejemplar, como ya ha pasado en otros juegos, en el que más grande no es mejor.
Además, creo que el juego, y eso a mi me gusta, tira demasiado por el offroad, importando casi nada ir por carreteras para acabar ciertas pruebas, habiendo multitud de trucos que a veces, hacen demasiado fácil y aburrido terminar ciertas “retos”. Da la sensación que el juego quiere que avances como sea para ir tachando cosas que hacer en la lista ya que sabe que tiene tantas que no puede permitirse hacerte perder el tiempo en ellas.
Esto además se acrecienta con la pésima narrativa del juego, con unos personajes muy pesados, vacíos y, sobre todo, ridículos. En las primeras horas de juego entras en el rollo y te hacen gracia, pero conforme pasa el tiempo te vas dando cuenta que no aportan nada, que se hacen insoportable y que, además, y a mi personalmente esto me molesta, la manera en la que Playground ha entendido como hablan los mejicanos, entremezclando palabras en ingles y español sin ningún sentido. En la mayoría de los eventos donde hay estos personajes ya no me molesto en escucharlos, no se que estoy haciendo, solo me limito a conducir y a por ir a por mis estrellas. Y eso es un problema cuando solo te importa el objetivo y no el fondo.
Creo que es hora de que Playground haga lo mismo que ya hizo Turn10 con el Forza Motorsport después de la mediocre séptima parte. Hay que repensar la formula Horizon, no hacerla necesariamente mas grande, si no mas divertida, dar mas libertad al usuario y no abrumarlo dejando que sea el usuario quien vaya descubriendo el contenido poco a poco, disfrutándolo y avanzando de una manera mas orgánica.
Creo además que este tipo de juegos tan largos no tienen mucho sentido en una plataforma como GamePass donde el mantra es ir picoteando juegos, probando y descubriendo. Jugar a FH5 es copar mucho tiempo que no le vas a dedicar a otros juegos de la plataforma siempre y cuando, claro está, que decidas acabarlo y no dejarlo a medias como es mi caso.
En resumidas cuentas, que es hora de que vuelva Project Gotham Racing.