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Análisis de Fury Unleashed

Análisis de Fury Unleashed

La canción de Fury Unleashed ya te la sabes: un roguelike (bien) de disparos (bien) y plataformas (bien) en el que avanzas por una serie de niveles progresivamente más complicados y complejos (bien) eliminando a una gran variedad de enemigos (bien) y tratando de hacer el combo más largo que te sea posible (bien). El combocentrismo se sostiene por detalles como que las vasijas y otros objetos de atrezzo lo mantengan activo (bien) y además está entrelazado con las mecánicas: a partir de cierto momento, cuando desbloqueas los perks necesarios en el árbol de habilidades (bien) al que está asociada la progresión general del juego (bien), a medida que subes el combo vas ganando escudos que te permiten aguantar un golpe sin recibir daño; con otro perk, si el tiempo del combo se agota estos escudos se van convirtiendo en segundos extra (requetebién). Este tipo de ideas hacen que hacer combos no sea una tarea tediosa sino un desafío interesante y bien integrado, divertido y con grandes posibilidades para el juego creativo (fetén).

Es una canción que conoces porque ya la has cantado y la has bailado antes, hasta el punto de que Fury Unleashed casi parece más un cover que una composición original; no esconde sus influencias (Rogue Legacy y Dead Cells, sobre todo, con algo de Contra y Metal Slug), y en este caso son de esas tan explícitas que es imposible escapar de ellas, que se notan a cada paso. Fury Unleashed no hace nada especialmente mal pero tampoco hace nada suficientemente bien como para destacar, y quizá sea ese su pecado más grave.


Iba pensando todo esto mientras jugaba y también me dio por acordarme del fatídico Comix Zone, uno de esos videojuegos legendarios y que es mejor solo recordar, nunca volver a ellos mando mediante. Como en el de Sega, Fury Unleashed se desarrolla dentro de tebeos; las «habitaciones», redistribuidas según el azar del algoritmo para generar nuevos niveles cada partida, por las que pasas pegando tiros y dando machetazos son las viñetas que forman las páginas de los cómics de John Kowalsky, el autor de Fury Unleashed, una serie de sabor noventero que en la ficción del videojuego lleva años publicándose, aunque su popularidad parece haber caído en picado.

En este recurso está gran parte de la simpatía de Fury Unleashed, y alrededor de él gira su historia, que es la del propio Kowalsky. A medida que avanzas por las páginas de los distintos cómics, cada uno ambientado en un universo distinto (por los que La Furia, el protagonista del juego y también de los supuestos tebeos, se mueve en cada nuevo número de su serie), vas accediendo a nueva información sobre el Creador, como las distintas entidades que pueblan el mundo del juego llaman a Kowalsky. Te enteras de que su mente «está llena de dudas», un escollo más para tu misión de «restaurar el orden» en el universo que ha creado; el origen de estas dudas, descubres pronto, está, en parte, en la acogida cada vez menos entusiasta que recibe su trabajo, como se ve en las reseñas de usuarios que ves en los momentos en los que se rompe la cuarta pared y puedes ver la mesa de dibujo de Kowalsky, con sus útiles y su tablet encima: «La historia es una cagada», dice JimmyColmillo87; «es como para limpiarse el culo con el cómic». «Lo voy a comprar», comenta ElCaballeroOscurioso. «No puede ser peor que el anterior, ¿no? ¿No?» «No quiero ser desagradable con el autor de Fury Unleashed, así que voy a terminar mi crítica aquí», se lee en una reseña de internet. «La serie era muy buena y forma parte de nuestras infancias, pero esa época ya ha pasado». Calificación: una estrella y media, «pésimo».

Pero también surgen dudas sobre el valor o el interés de dedicar la vida a algo tan irrelevante y superficial como dibujar tebeos, como se desprende de alguna conversación con un amigo a la que también tienes acceso. «La última vez que quedamos con los otros me hablaste de la investigación extraordinaria que estás haciendo», dice Kowalsky en un chat, «Frank habló de su trabajo con los niños y Paul nos contó que su empresa iba a fundar un hospital… Siento que podía estar haciendo mucho más», reconoce el dibujante.

Análisis de Fury Unleashed

Cabe imaginar que este tipo de dudas no son menos comunes en el mundo del videojuego que en el del cómic; como fuere, lo último que me esperaba, personalmente, era verlas reflejadas en un shooter de este estilo, aunque confieso que creo que encajan muy bien. Personalmente ha sido el motivo por el que he seguido jugando a Fury Unleashed incluso después de que sus mecánicas o la mayoría de sus ideas, que ni son malas ni son particularmente buenas, ya apenas tuvieran fuerza para seguir adelante. El tipo de maniobra no es la de, qué sé yo, The Beginner’s Guide, pero me ha resultado refrescante encontrar una historia en el que se plantean, de manera tan franca y directa, esta clase de dudas sobre el acto creativo, sobre la validez o la pertinencia de dedicar tanto tiempo y esfuerzo a algo que quizá no tiene ningún valor (¿es comparable dibujar un tebeo con ayudar a construir un hospital?), sobre el impacto de las opiniones ajenas, hoy omnipresentes, en lo que uno hace (¿mi trabajo ha empeorado o ha sido siempre igual de malo, solo que antes no teníamos internet para enterarme?), sobre cómo estas dudas e inseguridades se filtran en las ficciones, por mucho que no queramos.

Esa es una canción que no hemos oído tanto en videojuegos, y que no hemos cantado tanto como la del run and gun procedimental envuelto en un árbol de habilidades y un sistema de combos y demás. He intentado de todas las maneras que he podido ver cómo estas dos realidades (la de la historia sobre el dibujante atormentado por las dudas y la del videojuego de disparos hecho de retales de otros de su mismo estilo) reman en la misma dirección, y más allá de algunos detalles más o menos superficiales o de un tramo final interesante pero que se nota un poco separado del resto (momentos estos en los que el mismo dibujo se quiebra, se vuelve todo bocetos, material inconcluso) creo que el resultado no es tan satisfactorio como podría haber sido; como pasa algunas veces, la suma de todas las partes que componen Fury Unleashed es menos que algunas de ellas por separado, examinadas y apreciadas por separado. Se le acaba cogiendo cariño, que no es poca cosa, por su buen humor y la audacia con la que propone algunos temas; un poquito más de equilibrio en su fórmula habría sido perfecto para que el sentimiento fuera instantáneo o más duradero. [6]

  1. Jamelín

    Hostia puta, el puto comix zone. Que feo era, el hijodeputa.

  2. Gordobellavista

    Lo había visto por ahí y lo tomé por un revival de Metal Slug sin más. Pero lo que cuenta el análisis me ha llamado bastante la atención. Además que me gusta bastante su estilo gráfico. Pese a la nota, en algún momento le daré una oportunidad.

  3. Freeslave

    Buff que cosa mas fea.

  4. borre

    @gordobellavista dijo:
    Lo había visto por ahí y lo tomé por un revival de Metal Slug sin más. Pero lo que cuenta el análisis me ha llamado bastante la atención. Además que me gusta bastante su estilo gráfico. Pese a la nota, en algún momento le daré una oportunidad.

    Hay demo en Switch, personalmente no me llama la atención, pero una buena rebajita en el futuro…

    Buen análisis.

  5. Gordobellavista

    @borre
    Me la bajo. Gracias por el aviso.

    EDIT:
    No veo ninguna demo. A mí al menos no me aparece.

  6. Diewito

    @gordobellavista qué raro, en su día estaba, puede ser porque haya salido el juego pero la demo debería seguir disponible. A todo esto yo la pude catar y me moló bastante. Estoy de acuerdo con el análisis, quizás no destaque pero lo que hace lo hace bastante bien (me baso sólo en la demo, claro)

  7. Gordobellavista

    @diewito
    Pues igual me he confundido, pero creo haber mirado bien.
    Curiosamente, en la web de Nintendo sí que está. La estoy descargando en remoto a ver.