Análisis de God of War Collection Volume II

Si el primer volumen de la God of War Collection (¡análisis aquí!) tenía como objetivo llevar las dos primeras entregas de la serie de PlayStation 2 a su sucesora, este God of War Collection Volume II lleva las aventuras de Kratos para PSP a PlayStation 3. Estamos hablando de un movimiento importante: ya no es llevar un par de juegos de una consola de sobremesa a otra, sino transportar al salón de casa algo pensado para ser portátil. Que muchas compañías no comprendieran que PSP, a pesar de todo, era una portátil pudo ser un problema en su momento, pero en el caso que nos ocupa es una ventaja: Chains of Olympus y Ghost of Sparta se juegan de lujo en PlayStation 3.

Como otra franquicia de la competencia con la que comparte iniciales, God of War nunca ha destacado por el calado de su argumento, que no pasa de ser un pastiche de referencias clásicas que nos llevan de un lado a otro haciendo barbaridades y pillando cacho con las cachondas que, de tanto en cuanto, encontramos en nuestro camino. Bien. La verdad es que a un hack and slash de este tipo no hace falta pedirle mucho más: ni le habría beneficiado, posiblemente, intentar hacer énfasis en la historia (las pocas veces que hay conversaciones largas lo único que consiguen es hacerte desear que acaben ya para seguir arrancando cabezas) ni parece haber sido nunca la intención de los equipos de desarrollo que han estado detrás de God of War.

En este caso no fueron los habituales Sony Santa Monica los que se encargaron del desarrollo: fueron Ready at Dawn Studios, y esta versión para sobremesa (de la que se encargan Bluepoint Games, los mismos de Ico & Shadow of the Colossus Collection) le hace perfecta justicia e incluso se toma la molestia de mejorar algunas cosas. Una evidente pero que sirve de ejemplo de que este volumen segundo de la Collection no se ha hecho al tuntún: ahora esquivar se puede hacer también con el stick derecho, evitando tener que hacer la escabrosa combinación de botones superiores que tanto daño le hacía a la jugabilidad de las versiones originales.

Los que tengáis PS3 posiblemente tengáis God of War III, y si compráis esta compilación buscando algo que os impresione tanto visualmente lo mejor es que dejéis de ser ingenuos y maduréis un poco, porque no estáis siendo razonables. Estos dos juegos eran bastante impresionantes en PSP, pero lógicamente no lo son tanto en su hermana mayor. A pesar de todo, se ven bien: suficientemente el Chains of Olympus, estupendamente el Ghost of Sparta. Ya que estaban, podrían haber estandarizado algunas cosas (puntos de guardado, posición de los indicadores de QTE…) para que fueran iguales en los dos juegos, viendo que la mayoría jugarán a los dos seguidos, pero han preferido respetar los originales y eso también es encomiable; algunos lo preferirán así.

Tampoco es God of War III en cierta brillantez que es marca de la casa de Sony Santa Monica, y que Ready at Dawn saben imitar pero no igualar. Un ejemplo son los QTE: diseñados en principio para una portátil y quizá por eso algo más limitados, resultan en más ocasiones de la cuenta aburridos y sosos, y si algo me ha enseñado God of War es que un QTE puede ser absolutamente genial. Pienso en concreto en uno de la tercera parte en el que tenemos que pulsar los dos sticks para que Kratos haga algo insoportablemente parecido en pantalla: ese momento es más brillante que todo Heavy Rain dos veces. En este caso, muchos ni siquiera tienen sentido.

Otro de los encontronazos que la forma de hacer portátil tiene con esta revisión tiene que ver con la duración. Los originales eran largos para ser de PSP, pero ese criterio no se aplica aquí y por lo general las sesiones de juego son más largas cuando estás a la bartola en el sofá tocándote los cataplines. En este caso, al ser dos juegos, no deja de ser casi un detalle sin importancia, pero no está de más mencionarlo; también son más directos, hay menos momentos de pensar y más de golpear a todo lo que se mueva. En general, los puzzles son muy sencillos y a duras penas hay que pensar para resolverlos. Otros detalles podrían ser el hecho de que los menús son horribles hasta límites demenciales y que para pasar de un juego a otro hay que salir al dashboard, aunque eso es algo que creo que estas compilaciones nunca superarán: en Tomb Raider Trilogy, si no recuerdo mal, también era así.

Los fans completistas que no pudieran jugar a estos dos God of War en PSP disfrutarán mucho de God of War Collection Volume II, porque están creados pensando en ellos precisamente y también porque jugablemente son tan rotundos como sus hermanos mayores de sobremesa. Aquí todo se nota más pequeño, más de portátil, que es lo que son en el fondo, pero igualmente competentes. Con su precio reducido y su buen montón de virtudes, no hay fallo que le puedas echar a la cara que empañe su valor como producto. Como juegos pueden estar algo lejos de serlo, pero como compra God of War Collection Volume II es casi perfecto. [7]