Efecto mariposa

Análisis de Gorogoa

Análisis de Gorogoa

En una interesante entrevista publicada en Kotaku, Jason Roberts, el creador de Gorogoa, matiza el significado de la palabra gorogoa. En 2012, el ex ingeniero de software de 43 años dijo que era el nombre de una criatura imaginaria que había inventado cuando era un niño; hablando con Chris Kohler, cinco años después, explica que para él «es una onomatopeya, en cierto modo, de algo… me da la sensación de algo como un trueno, o algo que retumba con fuerza debajo de la tierra. Es una sensación antigua y poderosa, creo». Cuando terminas el juego pasa algo similar: al principio era un juego de puzzles sobre un niño y un monstruo, pero acaba siendo una sensación en la piel y en el estómago, algo mucho más difícil de poner por escrito.

No porque tenga nada de etéreo o divino o intocable; al revés: un simple vistazo deja ver que es un juego muy humano. Primero por el estilo visual: a través de su combinación de mucho dibujo a mano y una pizca de animación 3D, en Gorogoa se ve la mano de Roberts, la mano de una persona, y se ve un esfuerzo que me recuerda al de otro juego de 2017 que estuvo en desarrollo muchos años por motivos similares, Cuphead. Se nota el papel a pesar de que las imágenes están procesadas. Es un trabajo que da unos resultados muy buenos, especialmente cuando está hecho con el esmero y la atención al detalle que se ve aquí, pero que tiene consecuencias negativas, también: cualquier adición o resta en una escena tuvo que obligar a rastrear todo el juego en busca de inconsistencias, y eso queda patente en lo breve y compacto que es Gorogoa. Se nota también la influencia de Jonathan Blow en la medición milimétrica de cada dibujo: ellos seguro que tienen una forma más inteligente de decirlo, pero a mí se me ocurre el típico all killer, no filler para referirme a la sensación de cohesión que se ve en cada captura de Gorogoa.

La secuencia de introducción se narra en un cuadrado que termina encajándose en la rejilla de dos por dos en la que se desarrolla todo el juego. El objetivo de Gorogoa es guiar a un niño a través de una serie de niveles en los que se esconden unos orbes de colores; para ello, hay que reconfigurar la imagen original, la primera que aparece, separando capas y recombinándolas para formar caminos entre espacios y tiempos, siguiendo las pistas que se reparten en distintas eras y localizaciones hasta dar con las combinaciones y los nexos de unión entre unos cuadros y otros. Superponiendo huecos consigues que el niño vaya del trastero de su casa a una azotea y de ahí a un jardín, y este puzzle básico se desarrolla y hace más complejo a lo largo de todo el juego.


El viaje del niño no es excesivamente largo (una hora y algo), pero sí puedo creer que pueda llegar a ser excesivamente complejo. Las líneas temporales se mezclan y confunden a medida que exploras cada imagen, haciendo zooms o explorándolas a lo ancho y alto en busca de posibles conexiones o puntos de interés; hay que prestar atención para atar cabos entre una escena y otra y encontrar los paralelismos y los parecidos. Es sorprendente lo bien conectado que está todo, y cómo toda la información necesaria para resolver un puzzle se puede encontrar en los dibujos, de manera más o menos sutil no solo en función de lo lejos que hayas llegado en el juego sino también de lo que más le conviene narrativamente: al fin y al cabo, no es un juego de puzzles abstracto sino uno que se junta de manera consciente a lo figurativo, que puede no contar una historia como tal pero sí tiene un hilo que se puede seguir.

El resultado es, ya digo, una colección de viñetas semi relacionadas entre sí que nos animan a unir los puntos para formar una imagen; no es casualidad que la astronomía, la astrología y la religión tengan tanta presencia en muchas de las escenas. El disfrute que se extrae de Gorogoa es muy de juego de puzzles, a pesar de no ser un juego demasiado convencional; no es imposible compararlo con los puzzles ambientales de The Witness o incluso con las mejores mazmorras de la serie Zelda, esas cajas llenas de mecanismos que tienen que ser accionados en un orden concreto para llegar hasta la habitación más profunda. Ese gusto por encontrar las formas secretas en las que se relacionan las cosas es el hilo conductor de todo Gorogoa; Roberts lo explica de una forma mucho más sugerente: «tiene que ver con la idea de que hay una estructura escondida o un significado del mundo», dice. «Si puedes mirar a un fragmento normal del mundo y recolocar sus partes de la forma correcta, descubrirás alguna estructura oculta».

En el mundo de Gorogoa esa «estructura oculta» existe, desde luego. Puede ser un pasatiempo pero también es una fuente de placer intelectual, de pequeñas iluminaciones que acaban dándole sentido a las idas y venidas por unos mundos que se te imponen y que no entiendes. En varios sitios se menciona la aparente alegría con la que Roberts descartó puzzles de Gorogoa, aunque fueran buenos, solo porque no terminaban de tener un lugar claro en la gran estructura final. Me recuerda a la manera en que en poesía se hacen y se rehacen y se desechan versos por motivos difíciles de comprender para nadie excepto para quien escribe el poema. En fin: comprendo que no todos los juegos pueden ser como Gorogoa, que ha tardado seis años en terminar de poner la última pieza de un gigantesco puzzle complejo y amable al mismo tiempo, impresionante como una catedral y acogedor como una cabaña en el campo. Da gusto perderse en Gorogoa porque siempre encuentras mucho más de lo que esperabas. [9]

Análisis de Gorogoa

  1. Don Kikón

    Hasta hace un par de días no tenía conocimiento de la existencia de este juego. Me llama poderosamente la atención y acabará cayendo en iOS por el precio.

  2. Raúl Arsenal

    Muy buena pinta, lo pillaré para Switch. Este tipo de juegos son geniales para portatil.

  3. MrVinegar (Baneado)

    Vengo a disí que me da MIEDO el gif animado del ojo que habéis puesto en portada.

    Ah! y que este sería perfecto para Android.

  4. SavageSteak

    No tenia ni idea de este juego hasta que lo comentasteis en Eurogamer. Tiene muy buena pinta.

  5. SrVallejo

    Que pena lo del precio. Gastarme 15 euros en switch para un juego de 1 hora, o 2 no me compensa. Si costase 5 euros menos me tiraba de cabeza.

  6. Koldo Gutiérrez

    Una pena no haber aprovechado el antetítulo para poner «GOROGOTY!», porque bien lo merece.

  7. Rocks

    ¡A por el de iOS de cabeza!

  8. Phalanx

    Me he hecho con él aprovechando el 50% de descuento. Me duró unas dos horas y poco, contando con una primera media hora donde no entiendes muy bien de que va la cosa.

    Muy recomendable para cualquier jugador e imprescindible si te gustan los puzles.