Sobre el papel, si uno describe a quien no lo conozca el universo de Guacamelee! y luego especificase que sus autores, Drinkbox, son canadienses, se vuelve muy difícil no caer en el tan discutido asunto de la apropiación cultural. ¿Se están cachondeando de la imaginería mexicana o la están celebrando? Es una pregunta que difícilmente se puede responder, y de hecho hasta un jugador estadounidense de origen mexicano no supo dilucidar en un interesante artículo para Kotaku si debía sentirse ofendido o no. El texto era cauteloso, sosegado, constructivo, nada histérico; una exposición ordenada y honesta de cosas que le habían chirriado en la representación de la iconografía mexicana que hace Guacamelee! y también un listado de argumentos positivos en defensa del juego, pero el artículo no cerraba con ninguna conclusión excepto, si acaso, que el magistral uso del humor por parte de sus artistas y guionistas hacía que fuese difícil sentirse atacado o despreciado por un juego tan tremendamente gracioso.
Guacamelee! 2 viene, tal como dicen sus autores, a aportar una serie de ideas que se quedaron en el tintero durante el desarrollo del juego original, un regreso a los bocetos para tomar rumbos distintos a partir de la misma base visual y mecánica. Y en cuanto al debate sobre su tono y su retrato cuestionable del folclore mexicano, sigue aplicando el argumento de que el humor lo puede todo con la herramienta cómica definitiva, algo que no puede fallar: las congregaciones secretas de pollos illuminati.
Es cierto que Guacamelee! y Guacamelee! 2 han aparecido en épocas algo distintas del género metroidvania: el primero fue uno de los pioneros que buscaban contribuir a un regreso, de traer de vuelta unos manierismos en diseño y estructura de niveles que habían sido desplazadas de la industria. Y de hecho esa pequeña revolución tuvo éxito: a la hornada de Guacamelee!, Steamworld Dig, The Swapper y Rogue Legacy han seguido otros espléndidos herederos como Hollow Knight, Ori and the Blind Forest o Dead Cells, e incluso ha habido cierto rejuvenecimiento de los progenitores de este estilo con un muy saludable Metroid: Samus Returns y el interés palpable en Bloodstained, el heredero espiritual (o mejor: espectral) de Castlevania que los jugadores han estado pagando de su bolsillo. Se puede considerar, pues, que la muerte del metroidvania fue algo momentáneo y que ahora mismo el tarro de sus esencias está perfectamente salvaguardado por unos jugadores que no dejan de pedir más y unos desarrolladores, más indies o menos indies, que parecen dispuestos a seguir colmando esa necesidad.
Aquí cada pulgada de terreno ha sido esculpida a mano por artesanos con callo y una inteligencia indiscutible que se ve reflejada de manera progresiva en el juego: no solamente los niveles están bien distribuidos se permiten incluso cambios de ritmo y refrescantes intermedios interactivos de humor y homenaje, sino que cada combate (en esta secuela son mucho más habituales los combates cerrados: se cierran todas las salidas y aparece un típico «Ready? Lucha!» que da paso a algunas oleadas de bichos esqueléticos) está pensado como un pequeño puzle, un desafío diseñado específicamente teniendo en cuenta las habilidades del personaje en ese momento. Ni el tipo de enemigos, ni el número, ni la posición en la que son generados es fruto de la casualidad: todo está bien hilado para que tengamos que pensar antes de golpear. Lo mismo sucede con las rutas, sobre todo con las secundarias que llevan a cofres opcionales y otras recompensas: están trazadas con una finura formidable, convirtiéndose en ejercicios de habilidad y concentración la mar de satisfactorio. Guacamelee! 2 no tiene puzles, de hecho, ni los necesita: avanzar por él es el rompecabezas en sí mismo y no le hace falta echar mano de artificios ni mecanismos añadidos.
Si bien Guacamelee! 2 se siente como un juego más cerebral y con algo más de densidad que su antecesor, que caía más en esa costumbre de allanar mucho las primeras horas para no asustar (en la secuela empezamos enfrentándonos otra vez al jefe final del primer juego: la dificultad es mínima o casi inexistente, está pensado para matarlo sin problemas, pero no deja de ser un movimiento atrevido), sigue siendo un juego bastante accesible y diría que por momentos incluso benévolo. Quitando algunas rutas opcionales, hay pocos momentos en los que uno se quede encallado por culpa de una secuencia de saltos complicada, y mucho menos por culpa de enemigos demasiado duros. El último tramo es exigente, pero diría que muy razonable en comparación con otras auténticas torturas 2D que comparten hornada con él.
Quizá novedad más destacable de Guacamelee! 2 respecto al original, amén de la posibilidad del multijugador cooperativo (que no altera la dinámica: simplemente hace) es que en Drinkbox han decidido darle mucho más protagonismo al pollo. Es decir, a la forma de pollo que adoptaba Juan Aguacate para pasar por túneles pequeños y que era sencillamente una forma imaginativa de ilustrar uno de sus poderes. En la secuela se puede hablar ya de dualidad: el pollo además de ser del tamaño de un pollo y correr como un pollo y tener plumas y cacarear, también pega unas hostias como dejar a cualquier, efectivamente, pajarico. El sistema de combate de Juan se extrapola sin demasiada variación a su alter ego aviar, pero se le ha dedicado al pollo una rama entera de habilidades y capacidades que se combinan para que uno se vea forzado a utilizar a los dos Juanes, el emplumado y el sudado, para derribar ciertos muros, eliminar a determinados enemigos o alcanzar algunas plataformas. Es decir, y permitid que disfrute un poco del hecho de poder escribir esta frase: el pollo tiene poderes.
Más allá de una iteración de las mismas cosas que hacía bien Guacamelee! con añadidos que se quedaron en un cajón y ahora han sido utilizados con la mesura y la precisión de quien ya tiene una base conocida y funcional sobre la que trabajar, Guacamelee! 2 tampoco viene a aportar muchas cosas más. El chiste que es su mundo, el Mexiverso, sigue haciendo gracia aunque es inevitable que pierda la frescura de esa primera vez, y los diálogos ingeniosos, simpáticos y muy bien traducidos que no le tienen miedo a juegos de palabras bochornosos y brillantes parecen más trabajados quizá precisamente para compensar esa pérdida de punch artístico que significa volver a Santa Luchita y alrededores cinco años después (siete en el juego), incluso a pesar de que el visualmente parece más afilado y vistoso.
Valorar Guacamelee! 2 como secuela se hace difícil porque nunca he tenido claro qué necesita y qué debe hacer una segunda parte, si dar más de lo mismo o innovar para justificar su existencia, o quizá una mezcla de las dos. O ninguna. Si me arranco ese lastre como una camiseta amarilla de lycra sobre un pectoral musculosísimo de espasmos acompasados, no me cuesta admitir que la segunda venida de Juan Aguacate es más sosegada y profunda, más concienzuda en el diseño, pero menos sorprendente en todo lo demás, con un poco más de reciclaje del que a uno le gustaría. La desarrollada panza de Juan antes de ponerse otra vez la máscara y volver a convertirse en un fornido héroe es significativa: Guacamelee! 2 sabe que ya no está tan en forma como hace cinco años (o siete), pero quien tuvo retuvo. [8]
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Tras leer el análisis le tengo ciertas ganas pero… me espero a la turbo fighter third strike edition… de algún bundle xD
El primero me gustó más por el combate y algunas secciones de plataformeo puro que por el metroidvania, que era un poco meh.
Que no haya versión de Xbox ni de Switch resulta una pena, es ideal para la portátil.
A esta secuela le pedía un mejor combate, que por algo Juan Aguacate es un Luchador Profesional ™.
Me ha llegado a Steam, como supongo que a muchos de aquí, el cupón de 10% de descuento para Guacamelee 2 que expira en una semana. Si por casualidad alguien quiere pillarlo en Steam y no tiene el cupón, yo le mando el mío
Pregunta: ¿multijugador online o local?
Edito: ya lo he buscado, sólo local. Esto en pleno 2018 me parece un atraso.
Pues que pena, porque estos chicos dijeron que tenían muchas ideas guardadas bajo llave…
La verdad que hubiera mejroado mucho la cosa si realmente hubieran implementado estas ideas y consiguieran lo mismo que han hecho, pero con un aire más fresco y sorprendente.
Yo estoy encantado de que sea continuista, pero lo realmente maravilloso de esta secuela es que hayan prescindido de las memes.
Creo que aquí nadie recuerda la pesadilla que es rejugar al 1º por culpa de tanta meme caduca.
@undi
No entiendo exactamente qué es la meme.
El juego favorito de Albert Rivera
Me acabáis de recordar que deje el primero a puntito de pasar ,sacare esa espinita y pensare si me pilló este.
A mi está pareciendo un juegazo la verdad, creo q el ser continuista más q hacerlo peor, reafirma a los Guacamelee como dos juegos únicos dentro de un género de mucho nivel, pero q pocas veces llega a este nivel de finura. Ya the blob mutant attack dejaba ver q esta gente sabe lo q hace. No es un genial metroidvania, pero si es un excelente y medido plataformas con un toque de lucha más profundo q el primero. Igualmente digo q el análisis me ha parecido correcto desde tu punto de vista q no comparto del todo, xa mi es el más y mejor que le pido a toda segunda parte. Congrats.