Es indudable que MediEvil, el original de 1998, es —más que otros clásicos también revisados recientemente como Crash Bandicoot— uno de los juegos que mejor representan ese espíritu casi de frontera entre los arcades del pasado y los más lujosos videojuegos con ambiciones cinematográficas que con el tiempo se han convertido en seña de identidad de la producción propia de Sony. El germen de todo eso estaba ahí: los aires burtonianos, estéticos pero también en la escritura, lo posicionaban un peldaño por encima de otros juegos que aún se fijaban en los dibujos animados más infantiles; las actuaciones vocales de todo el elenco, junto con las escenas prerrenderizadas que trataban (como buenamente podían: estamos hablando de 1998) de marcar los ritmos de la historia, le daban un aire de superproducción tremendamente atractivo al conjunto; sin hacer nada que no hubieran hecho antes otros (o que otros harían después, en realidad), su aproximación al diseño era agradable y rigurosa, sin grandes ideas o sistemas que pudieran llevar a la confusión o apartar los focos de sus otras ambiciones.
Sony tiene una relación menos estrecha o menos insistente o menos fetichista con su propio pasado, aunque en esta generación de consolas se haya visto, por diversos motivos, cómo la compañía echa la vista atrás de distintas maneras. Por cercanía, el caso que más interesante me resulta es el de Crash Bandicoot, ya mencionado. Recuperado como generosa recopilación por Activision, especialista en fast food para nostálgicos, fue sin embargo Naughty Dog, madre de la criatura, la que mejor usó al personaje: en una potente escena de Uncharted 4 se utiliza el Crash Bandicoot original (en lo que torpemente se interpretó en su momento como un «easter egg» o un «guiño»; nada más lejos de la realidad) de una manera inteligentísima como canalizador de nostalgias; la tuya propia, como jugador adulto que hoy busca en los videojuegos el tipo de experiencia madura, entre las comillas que se quiera, que ha acabado caracterizando a Naughty Dog, y la de Nathan Drake, que echa de menos las emociones más viscerales e inmediatas, más infantiles, de los días pasados. Dentro de Uncharted 4, esta escena aporta matices y profundidad a una historia que, poco después de la escena de Crash Bandicoot, se convierte en la versión más sofisticada que se ha creado hasta el momento de la aventurilla de disparos que viene a ser esos «días pasados» que añora Drake. Aislada sigue teniendo fuerza, sin embargo, y tiene mucho más que decir sobre Crash Bandicoot que la N.Sane Trilogy entera, tan trabajada y mimada como está.
Igual todo esto es, de primeras, dar muchos rodeos para empezar a hablar de MediEvil, el de 2019, un remake o remaster o puesta a punto del clásico de 1998 que trae de vuelta las muy queridas aventuras de Sir Daniel Fortesque, héroe de pacotilla que se gana el favor del rey de Gallowmere y trepa en el escalafón militar a base de contar historietas sobre grandes batallas y gestas guerreras. Charlatán de pro, Sir Dan Fortesque se ve obligado a liderar a su ejército, hasta entonces inactivo tras siglos de paz en el reino, cuando el malvado Zarok y su legión de demonios amenazan con invadir Gallowmere. Tan mala suerte tiene Fortesque que cae muerto cuando la primera flecha que dispara el ejército de Zarok le atraviesa el ojo izquierdo. El rey maquilla la historia, avergonzado por la patética actuación de aquel farsante; la guerra acaba con Zarok derrotado y Dan Fortesque es celebrado en las historias que se cuentan en el pueblo, que le considera un héroe. Un siglo después, Zarok regresa con una magia aún más oscura y resucita a los muertos para formar un nuevo ejército con el que invadir de una vez por todas Gallowmere. Esta historia de torpezas y casualidades arranca con la paradójica resurrección, gracias al hechizo de Zarok, de Sir Daniel Fortesque, que decide aprovechar esta inesperada segunda oportunidad para derrotar a Zarok, salvar Gallowmere y ganarse un lugar en la Galería de Héroes, el panteón en el que yacen los héroes del reino de verdad.
Con este arranque uno podría esperar algo así como una película de Tim Burton escrita por los Coen; como si Sir Dan Fortesque estuviera a un porro de protagonizar un cruce imposible entre Pesadilla antes de Navidad y El gran Lebowski. Sirva como paradigma de la mayoría de problemas de esta nueva versión de MediEvil el hecho de que estos mimbres, que podían dar lugar a una historia simpática, con inteligentes toques de ironía y mala baba aquí y allá, no consiguen ir mucho más allá de eso, de ser un punto de partida o un pretexto; las limitaciones con las que se encontraban los juegos de 8 o 16 bits, en los que en muchos casos la sinopsis era la historia completa menos el desenlace, siguen aquí presentes.
El trabajo de chapa y pintura es profundo, similar al de los regresos recientes de Crash Bandicoot o Spyro; se mantiene así intacto o casi intacto el diseño de niveles, la progresión y todo lo demás, priorizando todo lo relativo a lo visual y al rendimiento sobre cambios más profundos. La idea era relanzar el MediEvil de 1998 con mejores gráficos; en ese sentido, todo en orden. El trabajo de recreación en alta definición de personajes y entornos quizá sea un poco menos reseñable que el de, por ejemplo, Vicarious Visions en Crash Bandicoot, similar en el sentido de que se superpone una capa visual actualizada sobre un juego original que se respeta por completo. Sorprenden algunos altibajos técnicos, no tanto porque no se entiendan como porque casi parece intuitivo esperar un rendimiento intachable en un juego tan antiguo al que solo se le ha aplicado un remozado visual; es justo eso, más que el diseño de combate o la adición de easter eggs aquí y allá (como Mr. Apple, una manzana con sombrero que aparecía en los créditos del original; aquí se le puede encontrar escondido en algunos recovecos, y aunque no se consigue nada por encontrarlo es un detalle agradable), lo que el fan acérrimo viene buscando. Algunos tirones en momentos puntuales o texturas menos pintonas que la media molestan menos de lo que desconciertan; en otros casos, la fricción entre el juego original y la revisión se materializa en leves —pero significativos— problemas en, por ejemplo, la gestión de la cámara, más ágil y libre en este remake. Por lo demás, las mejoras refuerzan las conexiones con el universo de Tim Burton, en su momento quizá más vanguardistas que hoy; otros aspectos como la banda sonora siguen estando a un nivel altísimo.
Lo que peor ha envejecido de MediEvil es, por desgracia, el juego. Aunque las ambiciones más de vanguardia de MediEvil lo conviertan en una pieza clave para entender la evolución de PlayStation —no es mi intención discutir eso—, lo cierto es que todo lo demás es relativamente difícil de procesar. Aunque las acciones principales de Sir Dan Fortesque son saltar y atacar, ni lo uno ni lo otro tienen apenas espacio para brillar, en parte, da la sensación, porque en su contexto original no era fácil hacer cosas mucho más complejas o interesantes sin abrumar, confundir o salir trasquilado. El salto no es suficientemente fiable como para dar pie a retos que vayan más allá de secciones sencillas en las que, de hecho, a menudo se intenta compensar la simplicidad con pequeñas secuencias que no llegan a ser puzzles, pero casi. (Hay una zona que, de hecho, es una referencia casi directa a Donkey Kong, el arcade de 1981.) Algo de esa sencillez despreocupada hay en el combate, también, que acaba llevando la voz cantante en la mayor parte de los niveles, aunque la ausencia casi total de feedback al hacer o recibir daño o las parcas opciones de movimiento hagan que ningún enfrentamiento resulte particularmente interesante; los jefes finales y algunos enemigos especiales compensan la monotonía general ofreciendo desafíos adicionales, de nuevo más o menos sencillos y heredados de juegos muy anteriores, en forma de patrones de ataque y movimiento específicos que hay que reconocer y aprender para hacer frente al combate.
En el mejor de los casos, los vaivenes por el mapa y la manera en que se van desbloqueando las distintas armas y habilidades hacen que el juego tenga un plus de interés, sobre todo porque ahí sí se pueden ver ideas más ambiciosas que ni en el original ni en el remake (tan respetuoso, insisto, que se hiere a sí mismo: llamadme acomodaticio si queréis, pero un par de checkpoints por algún sitio no le habrían ido mal) acaban de presentarse como merecerían. Sí hay ideas interesantes, como que se te pongan delante de las narices puertas cerradas cuya llave se encuentra varios niveles más allá o el suave pero agradable aumento en las posibilidades de ataque que va habiendo a medida que avanzas; por desgracia, es más estimulante pensar en ellas sobre el papel que experimentarlas con el mando en la mano.
Me cuesta no ver este MediEvil como una oportunidad perdida para, presentando esta revisión tan fiel al original de otra manera, poner en valor sus puntos fuertes contextualizando o matizando sus —no pocas— flaquezas a través de alguna clase de material extra que permita a quien lo descubra hoy entender por qué debería dedicarle seis o siete horas de su vida a un juego en el que el mismo botón sirve, de manera absolutamente desastrosa, para cubrirse con el escudo y para pegar un impulso incontrolable y con una tendencia criminal a dejarte vendido. Hay un porqué. Entender ese porqué, entender el valor de estos juegos más allá de la nostalgia más visceral o del fetichismo vacío, es crucial para sacarlos de precisamente ese lugar incómodo en el que han estado encallados toda la vida; puede que la aventurilla de Sir Dan Fortesque no sea la pieza clave para ver cómo la primera PlayStation ayudó a consolidar el videojuego como un vehículo válido para transmitir historias de una manera nueva y rica (en Estados Unidos salió, de hecho, el mismo día que Metal Gear Solid), pero sí podría haber sido un pretexto para hablar de todo eso y más; podría haber sido su momento «Crash Bandicoot en Uncharted 4», en definitiva. Al final se ha quedado en un juego más; uno del que casi da apuro decir que sea bueno o malo, mejor o peor, más divertido o menos, porque su recurso medio ramplón a la nostalgia neutraliza cualquier crítica o consideración que se pueda hacer. ¡Y no pasa nada! Si a algo está acostumbrado Sir Daniel Fortesque es a resucitar, y a que lo tomen a pitorreo. [5]
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La cosa va de muertos hoy. Solo puedo decir que descanse en paz.
Cuando algo no envejece bien, porque ni siquiera en su momento era brillante, resulta absurdo mantenerlo si vuelves a abordarlo en años posteriores.
Me gusta Medievil, disfruté del 1 y el 2 en PlayStation, pero no hay por donde coger el control, la cámara y el combate en 2019. A nivel gráfico me da igual si mejora mucho o poco, pero no haber revolucionado el combate para tener algo parecido a un Dark Souls socarrón en miniatura, me decepciona profundamente, porque la estética y el tono siempre me atraparon.
Malo como el original.
Lo peor es que se veía venir con cada tráiler. Lástima de remake que, en lugar de abrir el público de Medievil lo cierra hasta los fans más acérrimos.
Puestos a hacer un remake, por qué no elegir un juego como dios manda? (y lo mismo pienso de los Crash, juegos para mi mediocres todos ellos menos el racing).
Me da un poco de lástima, la verdad.
El juego original tiene mucho potencial, y a día de hoy, con referentes tan claros en mecánicas de combate como Dark Souls o incluso Zelda BotW, debería haber bastado para realizar un remake más arriesgado. Tambén podrían haber expandido el mundo y haber construído algo más desarrollado, aprendiendo de la actualidad, porque hay áreas que en su idea son interesantes, como el campo de trigo, el laberinto o el nivel donde te metes bajo el agua. Pero probablemente este juego no haya sido más que un un proyecto segundón de Sony, que ha planteado para seguir la moda de los remakes y que hace coincidir con Halloween.
Tienes razón, por eso cito también Zelda.
Está claro que el enfoque es para un público infantil, y hay que considerarlo, obviamente. Pero aún y así, el combate podría ganar si se acercara a otros referentes. Por ejemplo, el combate de Zelda Ocarina of Time es claramente mejor cuando su público es infantil y siendo ambos, además, juegos de la misma época.
Por supuesto, habría que considerar el elemento cómico que tiene el combate en sí en Medievil. Pero la pluralidad de armas que tiene parece estar un poco en contradicción con esa idea de manejar la espada a lo loco.
En cualquier caso, lo que hay es lo que tenemos. Y los (mis) desvaríos personales no sirven de mucho.
; )
Me lo pasé con mi primo (menor que yo) a los 10 años, sí. Y no era un niño prodigio, precisamente, xD.
A mí me parece claro que Zelda es una saga, como todas (?) las de Nintendo, con el ojo puesto en los niños, la verdad. Otra cosa es que los adultos también los disfrutemos. Pasa un poco como con las pelis de Pixar. Evidentemente, tampoco es igual un niño de 5, 6 o 10 años, éstos últimos creo que están de sobra preparados para pasarse estos juegos.
En cualquier caso (y divagando sobre esta idea), creo que el público de videojuego está muy infantilizado (me incluyo).
Que haya salido antes el análisis de la cosa esta que el del outer worlds sólo puede significar que habéis querido hacer un guiño a la efeméride: hoy la cosa va de muertos.
Vaya oportunidad ha perdido Sony promocionando el juego este hoy: ataud con sir Arthur helicóptero en volandas y se pasa la vida.
Ojalá vendan lo suficiente para considerar hacer otro juego. Me encanta la saga, a pesar de sus cosas malas a mí me compensa jugarlo y, por supuesto, volver a pasar por caja.
@for_the_republic la misión de Jack el destripador me pareció sublime. Es un juego que me gusta por todo menos por lo que le hace juego.
Bueno, lo de PEGI… dime qué niño juega únicamente a los videojuegos recomendados para su edad, xD
Y oye, que yo he dicho que el Medievil me gusta mucho. Es sólo que éste remake podría haberlo hecho mejor de lo que fue, y lo que según parece es que está sacando a la luz únicamente sus defectos, y eso es una pena.
Como anécdota, a mi este juego me lo dejó una compañera del cole que no se lo podía pasar porque no tenía memory card y su padre no quería comprarle una, jajaja.
«Franco, Franco, qué tiene el culo blanco porque su mujer… Se lo lava con Ariel».
@for_the_republic
Claro que los Zelda son juegos para niños y para todas las edades, hombre, por favor.
@for_the_republic
Ya lo siento, yo jugué la demo y tampoco me gustó nada, se merecía más.
Se veía venir el batacazo!
«Con este arranque uno podría esperar algo así como una película de Tim Burton escrita por los Coen; como si Sir Dan Fortesque estuviera a un porro de protagonizar un cruce imposible entre Pesadilla antes de Navidad y El gran Lebowski.»
Por cosas así doy gracias por Anait todos los días.
En su momento ni me lo pase y eso que era el unico juego que tenia original, el marketing de sony vendiendonos la moto con mediocridades estilo medievil, gex, spyro, crash y similares no tenia limite.
Entonces es mejor que Quantum Break?
Lo dije al principio y lo digo ahora. Cuando sacan un trailer de un juego y hasta ahí tiene ralentizaciones, poco podemos esperar. Yo no pude ni terminar la demo de lo malísimo que me pareció a todos los niveles. Era un juego mediocre en el 99 y ahora, con gráficos del 2005, la imagen que te deja es incluso peor.
Es una pena, una oportunidad desaprovechada por falta de mimo y algo más de dedicación que si han tenido otros remaster de Sony, como Shadow of the Colossus o Wipeout Omega Collection. Es un clásico de la primera PlayStation, con mucho valor nostálgico que merecía más que esto. Yo le voy a dar un tiento cuando este más baratito, la nostalgia me puede y es, creo, de esos cincos buenos. De que un juego no da para más pero que no por ello no deja de ser divertido.
@chiconuclear si tuvieras que elegir entre jugarte a este remake o el original de Psx para alguién que nunca lo hizo. Dirías de tirarme a por el original?
Jugué la demo y me decepcionó con esas bajadas de fps y lo mal que ha envejecido el combate y que no hayan hecho mucho para hacerlo atractivo o más divertido. Tenía esperanzas que bueno, al ser una demo, todo esto cambiase con la versión final o al menos se arreglase un poquito pero por lo que parece no ha sido así.
Esperaremos a conseguir una copia a 10 pavos en wallapop para catarlo.
@mominito
Yo jugaría el original, sin duda.
Apunta el de PSP, es como un «mini remaster» de la versión de PSX y esta tirado de precio (menos de cinco pavos).
En mi caso sera un juego de 5 mas divertido que cualquier paja mental de 9.
Los relanzamientos de Wipeout o el SOTC no es que tuviesen mucho más mimo que este, es que los juegos originales estaban a años luz ya.
Lo de Medievil salvando las distancias, me recuerda a lo de Ice Climbers, los juegos son infames pero los personajes son pintones para el Smash Bros, recuerdo ver el PlayStation All Star Battle Royale y pensar que era una aberracion pero se me escababa un oooohh al ver a Parappa, Sir Daniel o Jak & Daxter, para eso si que vale Medievil.
Oh, muchas gracias por ese detalle se me olvidó que dicho juego fue lanzado.
Rectifico vaya desastre de camara
Administradores de Anait, os han inyectado malware en la página,
Tranquilos sonyers, no es el juego, es que no lo hace Platinum Games.
Medievil es la polla, y este remake también, igual que los otros últimos remakes de plataformas de Sony.
@for_the_republic Yo me pasé el Zelda OoT con 8 años y usando el librito de traducción. Pasé semanas en el templo del agua.