No tan puzzle como querría

Análisis de Mercury Hg

Análisis de Mercury Hg Mercury Hg es un juego de puzzles sin puzzles; un juego de habilidad donde la habilidad no tiene demasiado papel; un descargable pequeño y por momentos agradable que se queda corto en mucho de lo que intenta. No es porque no lo intente: Xbox Live Arcade y PSN no son los primeros sitios donde la franquicia Mercury se deja ver, y en este caso la fórmula se mantiene fiel a sus bases de controlar un pegote de mercurio moviendo el escenario, a lo Super Monkey Ball. El diseño gráfico del juego es fabuloso, tanto en lo referente a los menús como al propio juego. Con sus colores planos y vivos y su tendencia al menos es más, no es difícil que Mercury Hg entre fácilmente por el ojo en la primera toma de contacto. Es aquí cuando empezamos a explorar la tabla periódica, encontrando en cada elemento un nivel. En cada uno de las muchas decenas de niveles que conforman el juego tenemos que llegar desde el punto de partida hasta la meta; cada nivel tiene un algo (modificadores de colores, cintas transportadoras, bloques que se mueven según movamos nosotros el escenario…) que lo hace distinto de los otros, y a eso hay que sumarle el hecho de que nuestro pegote de mercurio no es sólido, claro: habrá veces en las que tengamos que dividirnos para, por ejemplo, tintar a cada parte de un color distinto para unirlas luego y formar el color que necesitamos para llegar a la meta. Análisis de Mercury Hg Parecen suficientes ingredientes como para armar un buen puzzle, ¿no? Lo cierto es que en este caso sería mejor no tener demasiadas expectativas, porque en ningún caso tendremos que pensar demasiado para saber qué hacer en cada nivel. Un rápido vistazo sirve para comprender qué hay que hacer y cómo, y generalmente incluso trazar una hoja de ruta para terminarlo a la primera. Es entonces cuando entra en juego la habilidad. Esta es la parte fundamental del juego: la necesidad de mover el escenario con precisión para que nuestro mercurio no se derrame en demasía, completar los objetivos y, para colmo, llegar a tiempo a la meta. Es quizá el cronómetro el único enemigo real del juego: no suele dar problemas, pero sí que puede ser un poco puñetero cuando se lo propone, sobre todo en los desafíos complementarios. También un aviso para los cazadores de tiempos: es sencillo picarse para superar los tiempos marcados como objetivo en cada nivel. Análisis de Mercury Hg Sin embargo, para ser un juego de habilidad Mercury Hg nunca llega a conectar con el jugador completamente; nunca se consigue el flow suficiente para perdernos dentro del juego, ese que hace que nos cueste reengancharnos a la vida real después de echar unas partidas a según qué cosas. Guardar el equilibrio preciso nunca se hace suficientemente difícil ni interesante como para mantenernos pegados al mando, y ahí es donde el juego debería tener trucos para atraparnos: Mercury Hg, por desgracia, no tiene tantos como debería. Existen retos adicionales por superar niveles, pero ni son muchos ni tienen suficiente peso como para ser un motivo real para seguir adelante. No voy a decir que Mercury Hg nunca sea entretenido, porque lo es; desgraciadamente, lo es durante un rato demasiado corto, y la sensación de estar ante un producto muy menor nunca se nos quita de encima. Tiene sus logros (visualmente es bonito, poner nuestra propia música es interesante, algunas mecánicas, como la de separar el mercurio en dos, sorprenden gratamente) pero al final ni saciará a los que busquen un reto para su cerebro ni a los que busquen un desafío para su habilidad. Su precio es bajísimo, eso sí (400 MS Points o 5 euros, dependiendo de la consola), así que puede servir para un apaño. Nada más. [6]
  1. hola32a

    La verdad que parece más un mini que un juego propio de la PSN – con todo el respeto a los minis que hay verdaderas joyas dentro de esa categoria y que , al menos en occidente ,suponen hoy por hoy casi todos los juegos nuevos que salen para psp .

  2. oliverastro

    para smartphones estaría clavado

  3. .

    Probé la demo y tuve una conclusión semejante a la de @chiconuclear. Vi muy poco puzzle, demasiado botón y cacharro de colores, y eso no me gustó. Qué daría por tener un Kororimpa para PS3, y eso que en ése es más importante la habilidad.

    Por lo demás, vale más el análisis que el juego. Porque un 6 es una nota correcta, pero el texto es de sobresaliente. Enhorabuena.