Mario y Luigi llegan a Villa Toad para asistir al Festival del Origami al que les ha invitado la princesa Peach. Viajan en kart, por supuesto. «Voy a aparcar yo mismo, que así me ahorro la propina», dice Luigi, y se va a aparcar. «¡Anda, si me has esperado!», se sorprende cuando, al volver, Mario sigue allí, esperando. «¡Gracias, hermano!»
Esta broma bobalicona ocurre antes de que puedas siquiera controlar a ningún personaje en Paper Mario: The Origami King, la nueva entrega de la serie de juegos de aventura protagonizados por versiones de papel de los personajes más famosos del panteón nintendero; tan tonta y fugaz como es, deja ver un dominio de los tiempos y una familiaridad con el formato (esa parodia de los juegos de rol japoneses, como apuntaba Enrique Alonso en Eurogamer, relacionados estrechamente con la historia de la propia Nintendo) que no siempre es fácil de encontrar, ni siquiera en los juegos serios a los que Paper Mario dirige sus guiños. Es brillante y además está localizado de una manera brillante; es una de esas traducciones al castellano que te hacen fantasear con la posibilidad de que el texto original sea peor, menos expresivo, menos musical, más forzado. Al mismo tiempo, The Origami King no se compromete con ninguna de sus líneas o sus arcos argumentales más de lo estrictamente necesario: los chistes se suben unos encima de otros, se amontonan (a veces literalmente) y se pierden en el recuerdo antes de que te dé tiempo a interiorizarlos. Tengo la consola llena de capturas de pantalla de momentos que me hicieron mucha gracia; repasándolas fuera de su contexto original pierden, descubro, gran parte de la fuerza que tienen en la partida. «Espero que no estuvieras buscando fortuna, porque solo diste conmigo», te dice un Toad al que rescatas. «¿Sabes qué? Una vez leí un libro donde hablaban de esto», dice un Toad al que le acabas de devolver la forma de un martillazo: se había convertido, como Gregor Samsa, en un insecto. «Goombas, Shy Guys, Mario o secuaces… ¿Qué más da? Al final estamos hechos del mismo papel», reflexiona en voz alta un Goomba que toma una taza de café en un enigmático establecimiento oculto dentro de un ancestral templo sagrado.
Si por algo se caracteriza Paper Mario: The Origami King es por la manera en que abraza la mecha corta. Más allá del entuerto que echa a andar la aventura (un villano, Olly, ha convertido a Peach en origami y está invadiendo el mundo con su ejército papirofléxico; hay que deshacer las serpentinas con las que se ha llevado el castillo, cada una anclada en un lugar distinto) y de las mecánicas y dinámicas principales, The Origami King hace todo lo posible para que cada nueva situación sea sorprendente y nueva, y con ello también prescindible y reemplazable. Mario y Olivia, la hermana del malvado Olly (la acompañante parlanchina tan querida por Nintendo y tan amable para el público más joven al que se dirige la compañía), se cruzan con todo tipo de peligros y desafíos, minijuegos, sidekicks inesperados, cambios de tercio de toda clase; con ese gusto por incluir cada parte en el todo que forma el juego, no solo son muchas las pequeñas mecánicas que van saliendo aquí y allá para dar personalidad al mundo y darle variedad a la exploración sino que aportan a la lista de retos a superar para completar del todo este Paper Mario, con su correspondiente guiño en lo que en esos JRPG venerables de los que se pitorrea este sería el true ending, y que aquí es eso: un guiño, un detalle, un punto y final para un juego siempre preocupado por no caer en la monotonía.
Son esfuerzos loables y no me atrevo a decir que The Origami King fracase, porque en gran medida el movimiento que se veía en uno de los últimos vídeos promocionales del juego es fiel al de la partida; la llegada a cada nueva localización es un gusto no solo por la irresistible arquitectura de su mundo de cartulina, papel y confeti (me resisto a pensar que sea posible reproducir todo lo que se ve en el juego doblando folios de colores en mi casa, pero incluso las creaciones más barrocas transmiten de manera convincente la sensación de que ser manualidades y papiroflexia reales) sino también porque sabes con certeza que te van a proponer algo diferente a lo que acabas de hacer, algo distinto y en alguna ocasión incluso un vuelco completo a la dinámica que hasta ese momento era la norma. Son esfuerzos loables, digo, pero en gran medida superficiales: nunca logran maquillar del todo la sensación de que hay una cosa que estás haciendo más de lo que deberías.
Por desgracia, me refiero al combate, una pata de la que Paper Mario: The Origami King no deja de depender, por mantener las formas o simplemente porque quiere: no lo considero un tropiezo de ninguna forma, pero sí una decisión cuestionable de la que incluso el propio juego es consciente. Es uno de esos sistemas de combate que mezclan los lugares comunes con ideas excéntricas de manera convencida y con cabeza, demostrando a la vez exuberancia creativa y capacidad de contención: en lugar de multiplicar las posibilidades estratégicas aumentando el número de maneras en que puedes elegir atacar, se divide el enfrentamiento en dos tiempos, uno de planificación y otro de ejecución, que convierten los enfrentamientos en puzzles explícitos, físicos, en los que hay que colocar a los enemigos dispersos por una serie de aros concéntricos para, idealmente, poder atacar a todos en un mismo turno encajándolos en el área de efecto de tus botas y tu martillo, tus dos únicas armas (con variantes y alguna excepción contada). Es una idea que funciona solo de vez en cuando, y que se acaba haciendo más pesada de la cuenta: aunque aprecio la decisión de simplificar las recompensas haciendo que no haya puntos de experiencia, solo monedas, la forma que acaba adoptando en el juego no es demasiado interesante. Decía antes que The Origami King era consciente de esta fatiga por la agilidad con que el juego te permite esquivar los combates simplemente golpeando a los enemigos antes de enfrentarte a ellos, haciendo que pelear sea algo así como un pequeño castigo o un inconveniente que retrasa el avance.
Cuando toca combatir con jefes la cosa es algo distinta: aquí la variante implica, en vez de pelear desde el centro hacia fuera, manipular los aros para crear un camino hacia el enemigo, que ocupa el centro y que tiene rutinas, fortalezas y puntos débiles más complejos que los normales. Consiguen destacar por su personalidad más marcada pero no terminan de hacer que el sistema de aros brille con especial fuerza, ni consiguen darle emoción a formar caminos particularmente buenos. Es una versión extravagante y bienintencionada del combate por turnos de los juegos de rol más tradicionales (con sus ataques básicos, sus ataques mágicos, etc.) que funciona solo cuando funciona; el resto del tiempo parece un rodeo innecesario para llegar a un lugar quizá no más interesante.
Es un tira y afloja incómodo entre un humor y una forma de ser tan frescas y siempre en forma y un músculo mecánico tan débil y sobre el que recae tanto peso. El compromiso que exigen lo uno y lo otro no es el mismo: el humor y los imprevistos agradecidos llegan a ti, se te abalanzan encima, te tropiezas una y otra vez con diálogos ingeniosos y bromas graciosas; el combate tienes que atravesarlo con esfuerzo, superarlo o evitarlo a toda costa, pero siempre como peaje hasta esas coñas y esas situaciones inesperadas que tiran hacia delante el juego no con poco mérito. Lo que quiero decir es que este nuevo Paper Mario no es en ningún caso un juego vago, pero sí que es reacio a profundizar más de la cuenta en nada: en ninguna mecánica, en ninguna historia, en ninguna relación entre personajes; quizá suena inocente hablar sobre relaciones entre personajes en una historia protagonizada por versiones de papel de algunos de los personajes que tradicionalmente menos han necesitado relacionarse entre sí más allá de darse cachiporrazos, pero creo que no es difícil ver cómo la superficialidad de The Origami King acaba restándole interés y fuerza al conjunto: avanzas, rescatas Toads (cientos de ellos: se ve que Nintendo le ha cogido el gusto a esto de los coleccionables a granel), te cruzas con tal o cual, se van, vuelven, y cuando todo termina no queda mucho poso.
Por su buenísimo humor resulta complicado ponerle más pegas de la cuenta a Paper Mario: The Origami King; si me tiras de la lengua en el momento apropiado, podría incluso llegar a recomendarlo precisamente por cómo se postula como pasatiempo de lujo, un poco insustancial a la larga pero dedicado en el minuto a minuto a mantenerte ocupado y expectante. Pero no logro quitarme de encima la sensación de que Nintendo se ha malacostumbrado a volcarse en el universo de Mario de una forma inflexiblemente superficial con esta siempre estimulante subserie de juegos de aventura, trabajando la forma de manera mucho más profunda que el fondo, forzando el gimmick e incluso desaprovechando, aunque me suene fea la palabra, sus mejores ideas, evitando que desarrollen todo su potencial incluso en tres decenas horas. Intelligent Systems y Nintendo tienen un historial suficientemente poblado de juegos memorables como para pensar que este quedarse en la superficie es producto de una torpeza o un error; es una decisión consciente, una que, por desgracia, impide que The Origami King tenga el recorrido que podría tener. [6]
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A leer! Pinta muy interesante, y sincero el análisis. Me da que voy a estar de acuerdo en casi todos los peros, pero, es inevitable que se vaya a montar una buena por aquí con las opiniones.
Leido y nada, pienso que todo el publico y critica están en la misma página. Pienso lo mismo viendo el gameplay. Pienso lo mismo viendo adonde han ido franquicias como Kirby que siguen la misma estela de entrar por los ojos y ya…
Juegos para mirar o poner a los crios, para los mayores se echa un rato agradable, pero como te lo tomes como un propósito jugarlo, acabaras no disfrutandolo y dejaras de ver lo bonito para ver como avanzan las horas y se estanca la profundidad de la propuesta.
No me jodas, Víctor.
Estaba convencido, después de leer análisis y comentarios, que habían conseguido recuperar un poco la senda que tan alegremente perdieron hace demasiados años.
Que pena, confío demasiado en tí en relación a esta saga como para jugármela ahora en un título tan largo, por muy divertido que sea.
Yo voy por el tercer «stream» y me está gustando muchísimo, sobretodo por el humor y el carisma de los personajes. El gameplay es superficial y los combates envejecen rapidísimo, pero todo lo demás yo creo que da en la tecla, y lo estoy disfrutando un montón jugándolo a ráfagas.
Muchos análisis coinciden en lo comentado. Es ingenioso, gracioso y sorprendente, pero el combate se puede hacer espeso y repetitivo. Si que he visto que dependiendo de cada uno y con toda la lógica del mundo, eso es más o menos importante.
No sé, tengo ciertas reticencias últimamente a los RPG por turnos. Empecé el Ni No Kuni con toda la ilusión del mundo hace poco pero se me hizo tediosos a las 4-5 horas. Este Paper Mario me atrae por muchas cosas, pero cuando vi el TreeHouse se me hizo pesado los combates y la exploración. Todo lo contrario que con los trailers. A ver qué hago, que al final son 50 pepinos.
Los Paper Mario están instalados en el 6 en esa santa casa. A ver si hay un siguiente y si ese siguiente se arranca de verdad, aunque las ventas creo que, por lo menos en Japón, no estaban siendo muy allá.
A mi lo de pasatiempo de lujo me vino al dedo. Me metí una empachada con el Xenoblade, el DLC del Pokémon y justo detrás cogí el Trails of Cold Steel 3, y eso es un combo criminal (ahora voy mejor, pero cuando cogí el Paper Mario, tenía 25 horas en el ToCS3 y sólo iba por el principio del capítulo 2, y sin vistas a que lo acabase nunca – el cabrón es denso como andar por una balsa de mercurio), así que me dio unas 30 horas entretenidas que se me pasaron rápido.
Qué bonita es la web.
Muy de acuerdo con el análisis. Yo voy por la mitad del juego y no tengo claro que vaya a acabarlo porque me está aburriendo un poco. Lo que es cierto es que el juego es precioso.
Muy buen análisis como siempre, y qué bien luce en el nuevo diseño.
En cuanto al juego, me da la impresión leyendo este análisis y otro en la misma línea como el de Enroque que de tener un combate un poco más trabajado y menos repetitivo (Octopath Traveler) y un sistema de experiencia o de progresión un pelín más complejo (algo nivel usuario tipo Assasins Creed o el último God of War) estaríamos hablando de un nuevo estandarte en la saga.
Yo me lo he comprado y lo pienso devorar este agosto en cuanto termine el Tsushima.
No sé por qué pero pensaba que a Víctor le gustaría más este Paper Mario. Yo, en un principio, estaba un poco en la situación contraria. En el último momento dudé y estuve a punto de cancelar la reserva, con el juego terminado a mis espaldas no puedo estar más feliz de no haberlo hecho. Para mí ha sido una experiencia fantástica a muchos niveles y ni siquiera el combate lo ha estropeado. De hecho, me ha gustado bastante el sistema medio puzzle, medio por turnos que introduce y dominarlo del todo superando las pruebas de combate que hay en villa Toad sienta genial (bastante difíciles y necesarias para el 100%). Es un juego que te deja con una sonrisa bobalicona en la cara a cada paso por el diseño de las zonas, por las conversaciones, por la exploración. Resumiendo, para mí es el mejor paper mario de su variante más «aventurera» (es decir, desde super paper mario) y llega a rivalizar al primero. La única pega que, para colmo, surge de una restricción estúpida de algún cargo directivo es que no puedan modificar personajes clásicos de Nintendo. Y, aún así, el equipo ha hecho todo lo posible para que mientras juegues no te des cuenta. Hasta cierto punto el propio juego se ríe y critica esta misma filosofía desde dentro introduciendo el origami como excusa para crear nuevos personajes o, mejor, los objetos (cada uno con su personalidad y desarrollo a lo largo de la zona). Un último detalle, no me ha parecido que el juego te lleve de la mano en exceso (excepto en los primeros minutos) si no usas el sistema de pistas. Es mucho más abierto que cualquier Paper Mario anterior y ese aspecto lo he disfrutado muchísimo junto con los puzzles (tanto dentro como fuera del combate). El tema de los Toads también me ha parecido brillante porque justo cuando puede hacerse un poco pesado continuar buscándolos el juego conscientemente deja de ponerlos en las últimas zonas (lo cual, a su vez, viene ligado de razones argumentales). No sé, lo he disfrutado una barbaridad y me ha dejado con un calorcito que no había sentido en mucho tiempo.
@mhylian
Me he sentido igual. Han sabido hacer que el combate no sea el centro del juego, sino un componente más. Creo que tenemos metida la mentalidad de que los juegos deben basarse en vencer a enemigos, y aquí hay que hacerlo, pero mientras que en otros juegos tiene más valor, en este Paper Mario no tanto. Es juego de explorar, de descubrir secretos, de situaciones variadas y de puzzles. Muy The Legend of Zelda clásico, en muchas cuestiones.
Espero que no este condicionado este 6 por el juego porro tsushima. He jugado a ambos y… me sabría mal que hayas bajado esta nota por la presión del hate. Saludos Víctor y buen verano.
Ya había perdido las esperanzas de leer este análisis.
Gracias Victor, buen texto como siempre. Acabas de ahorrarme 50 euros.
Las diferencias entre la comunidad sonyer y la comunidad de nintendo se reflejan en la repercusión de las notas de los dos últimos análisis de esta casa
@aiver
Justo eso pensé yo cuando lo leí hace un par de horas, estaba pensando una manera mordaz, pero educada en la que incluiría el calificativo de «inseguros» pero intentando decirlo sin incitar a la discusión… pero los hechos hablan por si solos.
Lástima de propuesta porque visualmente es una delicia. Será interesante ver las ventas, aunque supongo que el espíritu veraniego es más proclive a transigir con ese combate tedioso y rutinario que tanto lastra al producto final.
Lo jugue durante 5 horas y lo deje ah, creo que la nota es muy generosa, pero aupongo que no es un juego para mi. El tema esque tampoco creo que sea un juego para crios, por los combates puzle, asi que yo que se, a los nintenderos mas acerrimos supongo que les gustara
Paper Mario es un juego que, a pesar de los muchos momentos brillantes que tiene, consigue hacerse tedioso por lo pesado que se hace el desplazamiento durante el juego, tanto por el backtracking como por los combates, que son más un castigo que otra cosa porque no sacas beneficio de ellos y el juego está trufado de ellos.
Es una pena, porque cuando es bueno es buenísimo, pero esa buenez está demasiado repartida. Si Nintendo le hubiera dado un par de vueltas más al juego creo que hubiera sido redondo pero es lo que hay. Siempre nos quedará el castillo del Shogun…
Nintendo se ha vuelto superficial…
@orlando_furioso
¡A mí me pasa al revés, de hecho! Adoro a la Nintendo de los juegos facilones, porque me suelen resultar extremadamente agradables (Yoshi’s Story me encanta; en Wii U lo jugué muchísimo) y porque está claro que son fáciles porque quieren, y suelen aprovechar esa dificultad baja para proponer otras cosas que me gustan, aunque soy consciente de que no a todo el mundo le pasa lo mismo. Personalmente hago una diferencia entre la falta de dificultad y la falta de interés, y es lo segundo lo que más me descoloca de este Paper Mario, porque de hecho tampoco es demasiado fácil, o al menos no al nivel de un Yoshi o un Kirby.
@orlando_furioso
Un remaster de F Zero GX sería suficiente. El mismo, de hecho, a 480p y punto.
@chiconuclear
Amén. Me lo volví a pasar hace nada en el emulador y joder, qué maravilla de juego. Esta vez con la copa AX y todo.
Un poco en desacuerdo. Es un juego súper disfrutable.
Visualmente genial, tiene escenarios muy variados, coloridos y muy vistosos; y los personajes de origami le dan un toque único. La música también es muy buena y hay tropecientos tracks, uno por zona. La historia, sin ser nada del otro mundo, está muy bien llevada con su humor (perfecta localización) y sus momentos interesantes.
Y en lo que se refiere a jugabilidad, no sé qué esperaban algunos, pero esto es un juego de Nintendo, enfocado para todos los públicos. Es decir, para una mujer o un hombre que ya peine canas, los combates pueden ser un poco fáciles, pero lo que no se puede negar es que ha sido una apuesta arriesgada, fresca, que busca innovar. A mí, personalmente, me ha gustado el combate y me ha gustado más a medida que avanzaba en el juego, sobre todo con las variantes de los jefes. ¿Que se puede hacer repetitivo luchar contra los goombas o los shy guys una y otra vez? Claro, pero es que el juego no quiere que hagas eso. El juego se centra en la exploración, puzzles muy Zelda y en darte momentos nuevos a medida que avanzas, no en pelear una y otra vez para subir experiencia. Si vas con esa idea, se te puede hacer pesado hasta las 5 horas de juego, luego te darás cuenta de que no van por ahí los tiros.
Además, el juego tiene su museo, que te incita a completar al 100%, con todos los trofeos, figuras de origami, músicas y arte. Yo lo he conseguido y se me ha hecho muy entretenido.
En fin, que a mí me ha gustado mucho, gran juego, para mí un 8,6.
@paco_moreno
Esta muy bien que te guste.
Me quito del Patreon.
@sauron
En serio?
@sinve
No hombre! (hasta nuna Anait)
@sauron
Tu eres muy fan de los paper mario ¿No?
Yo no demasiado, pero me los suelo pillar sin prisas y los suelo acabar con mas calma aun.
¿Debería pasar de este? Es que me da pena los palos que se lleva el sistema de combate de este siendo el que parece ser el mas original.
@caveleira
Es el mejor Paper Mario en años, sino el mejor, mira lo que te digo. Tiene un diseño de niveles, unos diálogos, una variedad de situaciones… Me ha hecho llorar, reír, sorprenderme de situaciones que no esperaba, deleitarme en cierta parte con un homenaje a uno de los juegos más queridos por los nintenderos… De hecho, las estructura de templos me ha parecido genial, es que es una delicia. Muy recomendable.
@sauron
Muchas gracias, si estaba claro que me lo iba a pillar, la única duda era esperar a verlo de segunda mano barato o esperar a pasar por una época de «no se a que jugar», pero ya me has devuelto el hype como para pillármelo ya e ir jugándolo mientras que acabo algunas cosillas de 3DS, a ver si me engancha lo bastante como para volver a dejarlas a medio.
Yo esto ya lo vivi con el analisis del Color Splash en Wii U…
Me da un poco de bajona. Con lo bonito que se ve, y el trabajo y el cariño que se ve que han puesto en el guión y en los infinitos detalles, que no se haya podido redondear el trabajo con una jugabilidad estimulante. Tal vez lo pruebe de todas formas, a ver si estoy más en el equipo al que la sonrisa le gana al tedio o en el contrario.
¿Recuerdan cuando Petete le decía a ChiconN que el Color Splash sí tenía sistema de niveles, pero Víctor decía que no y que no? Qué buenos tiempos.
@gegrmova
La mayoría de los que podrían recordar eso fueron baneados o se dieron de baja xD
@telvanni
Es tan cierto que da hasta penica
¡Muy buen análisis! Sin haberlo jugado, me parece un videojuego visualmente muy atractivo, pero por lo que he leído, oído, y visto, se puede hacer un poco tedioso a lo largo de las horas. No sé si, en algún momento, voy a comprarlo.
Me lo he pasado y debo decir que estoy bastante de acuerdo con el análisis, especialmente en lo dicho respecto a los combates que en muchas ocasiones rozan el tedio. Esperaba de corazón un Paper Mario como el de Gamecube con un elenco de personajes realmente controlables que desbordara personalidad y un sistema de juego más variado (no solo salto y martillo). Aún así, no me parece en absoluto un mal juego, pero no uno que deje una huella que perdure en el tiempo. Quizás en otra ocasión.
Esto… PEGI 7 ¿Analisis adulto para adultos ? Gracias pero no.
No son faciles son para niños abrir los putos ojos ya ostia.
Me lo firmaré en algún momento, como todos los ‘first’ de Nintendo Switch, aunque ahora voy con un temple diferente.
Creo que, si tenemos en cuenta la gran cantidad de lanzamientos que está habiendo últimamente, y que va a haber, comprar Paper Mario: The Origami King, depende de lo permisivo que sea cada persona con las flaquezas de este tipo de videojuegos. Y personalmente, yo no lo soy mucho. Pero, por poner un ejemplo, si que estoy más dispuesto a no tener tan en cuenta los errores de otro videojuego como Ghost of Tsushima, ya que me atrae más tanto el apartado visual como el mecánico.