Las obras maestras que más me gustan son las que no tienen ni aspecto, ni actitud, ni ambición de obras maestras; en videojuegos (como poco) los japoneses son expertos en eso. Part Time UFO es una obra maestra, y HAL Laboratory son los maestros que la firman.
Aunque llega ahora a Switch, la primera vez que supimos de este curioso juego fue en 2018, cuando se publicó en móviles. Ahí está su origen: con la pantalla táctil del móvil manejábamos a una nave espacial que, recién llegada a la Tierra, hace curritos temporales mientras intenta comprender la naturaleza del trabajo humano. Es igual en la híbrida de Nintendo: utilizando el gancho que tiene equipado (de ahí sale el brillante título del juego: en Japón, esas máquinas en las que hay que intentar coger un premio usando un gancho móvil se llaman «UFO catchers») hay que coger y soltar objetos hasta cumplir el objetivo del nivel, apilándolos de tal modo que, tras colocar el último de ellos, el montón sea estable durante unos segundos. Más allá de la orientación de la pantalla (apaisada en Swich, en vez de vertical, más apropiada para móviles), Part Time UFO es en 2020 el mismo juego que era en 2018 (o 2017, cuando salió en Japón).
¡Y qué juego! Aunque completar el trabajo es el primer objetivo (meter frutas en un camión, formar una torre de animadoras o construir un edificio), el progreso lo determinan los objetivos secundarios: meter ciertas frutas en un camión, detener al paparazzi que saca fotos a escondidas a las animadoras o construir exactamente el edificio que marca el plano. Cada nivel tiene tres objetivos adicionales, y cada uno da una medalla; a medida que consigues medallas puedes acceder a nuevos trabajos más complejos hasta llegar a un desenlace de proporciones cósmicas.
Con la mecánica de coger y soltar con el gancho siempre como centro, cada nivel de Part Time UFO propone una vuelta de tuerca que lo hace único y memorable. En algunos importa más el orden y el equilibrio y en otros la audacia y la picaresca; aunque no perder el tiempo siempre es bienvenido (uno de los objetivos de cada nivel siempre es terminar dentro del tiempo establecido, requisito indispensable para ganar la preciada propina), en algunos casos moverse rápido y con precisión importa más que en otros, como cuando tienes que pescar tanto como puedas o cuando los temibles ninjas te lanzan shurikens. Poco a poco, cada trabajo no es solo una oportunidad de hacer algo nuevo sino también de hacerlo bien, de hacerlo lo mejor que puedas: se pueden conseguir las tres medallas por separado, en distintos intentos, pero pronto descubres que conseguirlas todas en la misma partida es muy satisfactorio. El juego (empleador sabio) no te lo exige sino que te deja espacio para que lo descubras por ti mismo; como recompensa, destaca con un destello los niveles que hayas completado en un mismo intento.
No es necesario darle muchas más vueltas a la fórmula; es curiosa, es divertida y se explica a sí misma de forma amable y amena, pero más allá de eso la maestría está en ejecución perfecta de Part Time UFO. La misma estructura del juego (que parte de un menú principal en el que vemos al protagonista buscando curro en una revista de empleo, la misma que hace las veces de selector de niveles, desde su pequeño apartamento) tiene una elegancia y una claridad que no deja lugar a la confusión sin resultar plana o poco estimulante; las miguitas de contexto que va dejando dan forma a un universo infinitamente más robusto y compacto de lo que parece poder permitirse un juego en el que apenas hay diálogo, acción o en el que, en fin, no se cuenta nada en concreto; incluso en la tienda, que podría permitirse ser solo un menú en el que comprar disfraces (que tienen sus efectos mecánicos, sí, aunque sean tan sutiles que puedes terminar el juego sin darte cuenta), se puede ver el dominio total que tiene HAL Laboratory de su arte, que es el de hacer muchísimo con muy poco, o con casi nada.
Hay algo de Boxboy en Part Time UFO, una conexión que se plasma en los cameos ocasionales de Qbby (el protagonista de aquel sencillísimo y apasionante juego de puzzles, que nació en 3DS y también acabó en Switch) pero también en el tipo de pincelada que usa HAL Laboratory para crear una experiencia completa y contundente como quien no hace nada, como esa gente tan hábil para el dibujo que con un bolígrafo común y corriente garabatea maravillas en una servilleta mientras espera a que le traigan su desayuno en una cafetería. La genialidad está en cómo consiguen que algo tan sencillo como apilar objetos sea tan inmediatamente atractivo; en la facilidad con la que empaquetan el disfrute infantil, o sea intuitivo, de poner unas cosas encima de otras sin que se caigan en un programa informático simple y elegante. Cada nivel de Part Time UFO es un descubrimiento y un placer; cada nuevo desafío que se te propone o que te autoimpones es estimulante, intrigante y forma parte de un cosmos coherente y en el que hay sitio tanto para la perfección y la pericia como para (como sabrá cualquiera que haya visto a una criatura apilar juguetes solo para hacerlos caer luego) el tropiezo cómico, para el orden absoluto del equilibrio perfecto y para el caos incontrolable del derrumbe.
La versión de Switch viene con algunos extras muy interesantes. La Torre del Infinito es un reto disponible desde muy pronto y que básicamente propone apilar y apilar hasta que te sea posible; la gracia está en que los objetos que se te dan son aleatorios, así que hay algo de ordenar bien y algo de pura suerte en este modo. Cuando terminas el juego se abre el acceso a la isla de los tesoros, algo así como una mazmorra en la que debes internarte para conseguir cofres. Aquí el reto es estático pero avanzar es mucho más complicado de lo que puede parecer; hay trampas y enemigos y los objetos que hay que colocar sobre una plataforma para desbloquear las puertas que te permiten seguir adelante tienen formas y tamaños que hacen que sea mucho más complicado que la mayoría de niveles estándar.
Lo importante, con lo que me gustaría que os quedarais de este texto breve y sencillo, es que Part Time UFO es, aunque no lo parezca, una obra maestra. Es el tipo de obra maestra precisa y diamantina que nos ayuda a definir mejor lo que consideramos una obra maestra. En estas semanas he podido jugar a algunos de los videojuegos más avanzados técnicamente que han existido jamás. He probado por primera vez dos consolas de nueva generación que han convertido en normales cosas impensables para la inmensa mayoría hace solo unos meses. He experimentado técnicas gráficas y sonoras tan alucinantes que no me han dejado otro remedio que rendirme ante ellas y ante los cientos de profesionales que han conseguido materializar ante mí cosas que me han dejado con la boca abierta. Han sido, en resumen, unas semanas fuertecitas. He jugado o otros juegos extraordinarios, imprescindibles e imponentes que me han hecho cuestionarme si soy acaso digno de ellos, yo, que en realidad no he hecho nada para merecerlos. Lo voy a escribir ahora que me siento valiente, antes de que me arrepienta de pensar estas cosas: Part Time UFO, tan simple y tonto, es la mayor demostración de maestría en el diseño de videojuegos que he tenido el placer de experimentar en estas últimas semanas en las que tan obsesionado he estado con las resoluciones y los framerates, con el ray tracing y el futuro de las pantallas. No tiene aspecto, ni actitud, ni ambición de obra maestra, pero lo es. Me siento feliz de poder decirlo.
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Me flipa la banda sonora de este juego.
Me recuerda a aquellos tiempos en los que salíamos de casa y cogíamos el transporte público para ir al trabajo. Buenos tiempos (?)
@chiconuclear
Has visto cosas que nosotros no creeríamos…
Y todas ellas se caen como juguetes en una pila imposible.
Grande Víctor!
Qué bonita ha quedado la cabecera, ¿no? Part Time UFO es muy cuco y lo pone fácil, pero ha quedado muy pintona.
Lo tengo en móvil y se juega estupendamente ahí, pero eso no será impedimento para que no me lo pille para Switch en cuanto tenga una rebajita (no es caro, pero es que ya lo tengo).
Es una pasada de juegos, en verdad.
Una pregunta. Lo he soñado o el juego tenía un análisis ya en esta santa casa? Recuerdo que lo comentasteis en el Reload, eso seguro, pero estaba también bastante seguro de haber visto un análisis por aquel entonces.
Es un caramelo de juego que, por pequeño que sea, necesita (más bien necesito) una edición en físico, como BoxBoy! + BoxGirl!, para que no termine en el olvido de lo digital
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@magenta
Los de 3DS los tengo en la edición japonesa con el amiibo y es lo más bonito que se ha hecho, ojalá un amiibo ovni.
Me has dejado roto con el análisis. En un rato me hago con el.