El año pasado tuvimos la suerte de poder ver Toy Stoy 3, el fantástico cierre de la trilogía de los juguetes vivientes de Pixar y una de las mejores películas del año; sorprendentemente, el juego basado en ella estuvo bastante a la altura y se convirtió automáticamente en uno de los mejores productos infantiles de los últimos años, además de ser un juego fácilmente disfrutable por cualquiera con un poco de sensibilidad y sentido de la fantasía: gente sin complejos, vaya. Ahora, Rango: El videojuego llega, adaptando la película del mismo nombre, y aunque o llega a alcanzar las cotas de genialidad de Toy Story 3 y su fabuloso modo sandbox sí que se descubre como una de las sorpresas más agradables de lo que llevamos de año. La historia del juego, independiente de la de la película, nos cuenta cómo Rango va en busca de unas misteriosas piedras hasta verse metido en un lío intergaláctico. Aunque tiene en cuenta el material de base, el juego de Rango apuesta por una narración interesante no sólo a nivel estructural (las cinemáticas nos muestran a Rango contando su aventura, la que nosotros jugamos, en el Saloon de Dirt, el pueblo donde también está ambientada la película; las imperfecciones de la memoria dan lugar a una serie de reconfiguraciones de los decorados y sucesos a menudo exagerados o excesivamente teatralizados, como ocurre en la película a medida que Rango cuenta su aventura, muy divertidos y bien llevados) sino también por la cantidad de guiños que el jugador más adulto se encuentra en el juego, desde ese Hunter S. Thompson paranoico que aparece varias veces (el cameo es más extenso que en la película, donde también se le ve brevemente) hasta la máquina recreativa o el momento lisérgico de «comunión con el desierto», dos de las pantallas más brillantes del juego. Este juego de capas gustará tanto a niños como a aquellos mayores que se acerquen al juego sin prejuicios y sepan disfrutar de los guiños. Por desgracia, la del juego no es una historia como la de la película, y ciertas asperezas y recursos de western psicotrópico que tiene Rango en el cine en el juego se difuminan en favor de un rollo más de serie B cartoon, con final un poco pacato incluido. Entre que es un videojuego y que lógicamente el público objetivo que tiene son los niños, no es de extrañar que esto haya ocurrido, pero me habría gustado ver algo más de riesgo y dureza como en la película. Aunque los desarrolladores de Rango: El videojuego son los mismos que hicieron, entre otros, el brillante Doritos Dash of Destruction y el genial y demasiado maltratado Wet, aquí la única firma que se puede intuir en la jugabilidad es la del anonimato y el trabajo por encargo más evidentes. Atención: no hay nada malo en ello. Rango es un plataformas de acción en el que básicamente tendremos que atravesar zonas de plataformas para llegar a arenas más amplias donde curtirnos el lomo con enemigos a menudo numerosos usando ataques cuerpo a cuerpo o disparos, alguna vez que otra pilotar algún vehículo (desde un murciélago hasta un ovni) hasta eventualmente llegar al enemigo de final de fase. Es una mecánica simple pero que funciona por ser coherente y muy bien llevada: el jugador infantil tendrá su reto y el adulto el suyo, y ambos tipos de jugador verán la experiencia como satisfactoria gracias al buen trabajo de diseño de niveles y el mimo con que está tratado el juego. Los escenarios son variados y su ritmo es muy bueno; las partes más de acción son frenéticas y se combinan a la perfección con las de exploración y salto, donde a menudo los desarrolladores se las ingenian para sacarse algún recurso de la manga (la presencia de Hunter S. Thompson que nos obliga a movernos con sigilo, zonas de raíles que nos requieren más reflejos) que consiguen que el juego no decaiga hasta que lo hayamos completado. En este sentido, otro logro del juego es haber sabido repartir las localizaciones muy correctamente: a menudo, uno de los problemas de estos juegos es que quizá tienen un par de niveles más o menos buenos al principio pero el resto acaban siendo inferiores y el jugador termina aburrido y rayado. En Rango, cada nivel es mejor que el anterior (con excepción de uno que, personalmente, no me gustó nada), con lo que es fácil ponerse a jugar y terminarse el juego del tirón en una sesión maratoniana propulsada por el interés en seguir viendo con qué nos sorprende el juego. Este entusiasmo nos puede llevar a decepcionarnos con la sensación de que el juego es demasiado corto: puede que sus 6 o 7 horas de juego no sean suficientes para algunos, y la verdad es que a mí, amigo como soy de los juegos cortos y que jugué a Rango en Difícil, se me hizo cortito, aunque satisfactorio. Esto, junto con cierta falta de ambición (totalmente comprensible al tratarse de un juego basado en licencia y además infantil), es lo que menos gusta del juego, que por lo demás tiene un nivel muy alto en todos los aspectos: tanto jugablemente como a nivel técnico (los gráficos no ganarán ningún premio pero las reproducciones de los personajes son muy buenas, la música, como en la película, es genial y el doblaje es más o menos decente, a pesar de rozar la mediocridad con la punta de los dedos en más de una ocasión) Rango puede mirar a los ojos a la mayoría de juegos «para adultos» sin demasiado esfuerzo. Puede que no sea el triple A del año o el plataformas que nos vaya a cambiar la forma de ver el género, pero Rango es un juego muy agradable que sirve de complemento y extra ideal para la película y es el regalo ideal para hijos o hermanos pequeños, ese regalo que hacemos y que luego acabamos usando también nosotros. Y qué coño: siempre es bonito encontrar un juego infantil que no trate a los críos como a deficientes mentales, así que bravo por Rango y su particular western, y por los búhos mariachi. [7]
Redactor
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Ahora entiendo por qué te gustó tanto xD
Bromas aparte, juegos como Toy Story 3 o, por lo que parece, este Rango son de agradecer, principalmente por tomarse lo suficientemente en serio como para ser un buen producto y lo suficientemente de coña para resultar divertido para todo el mundo.
Yo por lo de pronto ya sé el regalo de cumpleaños de «mi primo».
A mí la peli me encantó, ya que aunque la historia está algo trillada, es bastante ósom en general. Eso sí, no está muy dedicada al público infantil.
Me alegro de que el juego no sea mediocre.
A mí Rango no me pareció en absoluto una película infantil. La estética es bastante grotesca (aunque genial) y hay varios toques de humor negro como el armadillo partido por la mitad que muy para niños no es que sean.
Joder, chicon, ¿te ha tocado jugar a todos los juegos que enviaron a Anait? xDDD
Yo lo estoy jugando y voy ya por el final, el juego no es muy largo pero es muy entretenido, si os gustan los plataformas de acción, es una buena opción para alquilar o como compra barata. No es mal juego y tiene detalles muy simpáticos, los momentos que vas cabalgando y disparando a la vez que esquivando obstáculos, lo de la bala esa de oro que da a las dianas o cuando lanza una bola con el palo de golf. También lo de rodar, realizar el gancho y cuando están en el aire a causa del gancho les disparas con tu arma.
Esta bastante bien el juego la verdad, pero ya os digo, los mas jugones les durara una tarde, para que os hagáis una idea, yo jugándolo una cosita de una hora y poco al día y voy por el final en tres días, le estimo unas 5 horas de duración mas o menos.
Espero os valga para guiaros a la hora de comprarlo o mejor, alquilarlo ^^
@Noemi
Yo sí que lo tendré en cuenta. Muchas gracias Noemi ^^
Parece bastante mejor juego de lo que pelicula es ese conjunto de cliches y cortapegas de otras peliculas a medio terminar.