Faxdoc, Happysquared y Sunnydaze, las desarrolladoras de Rusted Moss, tenían para su primer proyecto la ambición de hacer un metroidvania centrado en una sola mecánica. La ambición no está en el hecho de crear ese elemento en sí mismo, claro, sino en ejecutarlo de tal forma que, por un lado, consiga labrarse la identidad del juego y que, por otro, estire el chicle de un metroidvania con todas las letras sin caer en la repetición. El gancho de Rusted Moss deja muy lejos esos mínimos básicos que lo convertirían en un juego más, porque su enorme versatilidad y su adaptación a cada una de las zonas de su mundo consiguen llevarlo a la excelencia.
La historia del juego nos pondrá en la situación de Fern, un hada criada por personas que está viviendo el fin de la Era de la Humanidad y planea dar la última estocada para devolverle la vida a su especie. Tras un arranque directo y con los preámbulos justos, no tardaremos en encontrar el ansiado gancho que empezará a determinar todos nuestros movimientos, la forma en la que vemos cada pantalla y todas las posibilidades que ofrece el alma de Rusted Moss.
La base de su funcionamiento es tan sencilla como parece: con el click derecho —a pesar de definirse como twin-stick, el equipo de desarrollo recomienda teclado y ratón— dispararemos nuestro garfio y se enganchará a cualquier superficie musgosa, lo que servirá para tareas tan sencillas como saltar precipicios cercanos o hasta otras tan complicadas al principio como elevarnos hasta superficies mucho más altas. La elasticidad del gancho hace que se pueda entender como una cuerda de puenting que respeta al máximo el momentum y las inercias, una propiedad que podremos exprimir al máximo al lanzar el gancho en el momento justo de caída y soltarlo justo después de rebotar en el aire.
Esa es la teoría, claro, porque en los primeros compases del juego habrá un tiempo de adaptación que Rusted Moss entiende y respeta antes de que ponernos las cosas realmente complicadas. El juego capta a la perfección las pautas para dominar su mecánica principal, un proceso arduo por momentos pero enriquecedor en tanto que la experiencia fluye contigo: en Rusted Moss no hay dash, doble salto o rebote en las paredes, sino pequeñas habilidades integradas en el propio gancho y entornos cambiantes que abren montones de puertas a lo que podemos hacer con él. Tras unas cuantas pantallas sin mayores problemas, no tardaremos en encontrar una zona donde sopla el viento, que a pesar de ser un problema también podemos usarlo a nuestro favor para ganar velocidad (¡incluso en sentido contrario después de rebotar!), la zona de agua cambiará el sentido de las físicas y alargará nuestros saltos y al encontrar cierto arma con retroceso podremos aprovechar su impulso. Son un par de ejemplos casi nimios al lado de todas las formas de sacarle partido al garfio de Fern, que se irá expandiendo de forma vertiginosa con cada nuevo añadido.
Es brillante la forma en la que Rusted Moss funciona como metroidvania partiendo de un solo elemento, y casi cuesta creer que lo lleve más allá en base al propio aprendizaje. Es una de estas rarezas dentro del género que te abren nuevos caminos solo dándote nuevos conocimientos o llevándote al extremo para salir de una situación complicada, una información que en el momento de conectar perfectamente en nuestra relación cerebro-manos te permite llegar a lugares inaccesibles. Son estas observaciones del mundo las que te serán realmente útiles en las batallas más duras, las que conforman tu conocimiento del mundo y cómo funciona. Es un gusto volver a empezar el juego después de haberlo terminado y, aun con las habilidades del inicio, puedes llegar a alcanzar zonas que en un principio serían impensables. Conectar con el gancho no solo te permitirá ir más rápido por su mapa, sino que te hará sentir más parte de su mundo.
Del círculo de ganchillo a los festivales de Steam
Una entrevista con las creadoras de Rusted Moss
¿Cómo fueron los inicios de Rusted Moss? ¿Cómo se conocieron sus creadoras? ¿Qué puertas les abre trabajar con PLAYISM? Y lo de hacer un juego tan difícil, ¿qué riesgos tiene? Hablamos con Faxdoc, Happysquared y Sunnydace, creadoras del juego, que nos cuentan cómo fue enfrentarse a un desarrollo como este.
Son muchas las maneras en las que Rusted Moss te enseña, y más allá de los tutoriales más tradicionales son sus desafíos los que están más cargados de potencial didáctico. Son varias las zonas en las que podremos encontrar estos retos, algunos con crono incluido, en los que tendremos que superar varias pantallas hasta alcanzar la meta y, con ella, una recompensa en forma de objeto equipable (algunos servirán para sacarle aún más partido al gancho) o de mejora de nuestras estadísticas. Sin embargo, decía, los premios tangibles no serán ni mucho menos lo más valioso que sacaremos de ellos: durante estas pruebas opcionales los agarres serán mínimos, las plataformas se volverán estrechas y las superficies de musgo para lanzar el gancho escasearán. Son ejercicios de persistencia, paciencia y hasta cura de humildad al desaprender malos hábitos, que a pesar de su dureza siempre son justos y dan al jugador lo necesario —lo mínimo, en este caso— para superarlas, y hacerlo marcará la forma en la que nos relacionamos con el juego. Moverte de pantalla en pantalla mientras exploramos sus pasa de ser una odisea a parecer casi un speedrun, y las peleas contra jefes dejan atrás su cariz de tarea imposible para convertirse en un baile perfecto de esquives, balanceos y disparos en el que nos convertimos en coreógrafos.
Rusted Moss fluye. Resulta casi milagroso que lo haga de una forma tan perfecta y en tantos sentidos, con tantas aristas y en tantas situaciones, en base a una sola mecánica. El gran mérito del gancho, que por supuesto no podría funcionar sin su brillante ejecución a nivel técnico, está en el gran trabajo del equipo de desarrollo a la hora de crear el mundo ideal para él, un entorno que sirve como el escenario perfecto donde deleitarnos a nosotros mismos al hacer todo lo que en un principio no estaba a nuestro alcance. Aunque de momento Faxdoc, Happysquared y Sunnydaze no tienen claro si volverán a trabajar juntas en el futuro, por ahora solo podemos celebrar que se hayan unido para dar vida a Rusted Moss.
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ganazas, ya lo tengo en la biblioteca
Que el balanceo no cese, qué gusto leerte, Óscar.
Olé! Que chulo el análisis, Óscar! Jugué la demo en la steam deck y me gustó un montón. Le daré un tiento cuando tenga un huequito. Cuánto te duró a ti? (si se puede preguntar)
@migmeal
¡Se puede preguntar! Te diría que el juego base se puede completar en 12-13 horas desviándote a hacer alguna cosilla secundaria. Yo tardé unas 17 horas aprox en darlo por finiquitado, con el 100% del mapa y la gran mayoría de coleccionables y potenciadores.
Tiene muy buena pinta, me ha gustado mucho el análisis.
Óscar, ¿Sabes si va a haber versión para consolas?
@epetekaun
Las creadoras comentaron en una entrevista que tal vez lo llevarían a consolas si funcionara muy bien a nivel de ventas. Por desgracia, al menos en Occidente no está haciendo demasiado ruido así que de momento parece que está complicado :/